Francia, segunda mitad del siglo XVI. Una época convulsa por los conflictos entre católicos y protestantes y porque se dirime el futuro de Francia y de Europa. Nadie quiere quedar fuera de este juego. La ambición es el motor que mueve a numerosos personajes de la obra. Aparentemente es el rey Carlos IX el que rige los destinos de su país, pero es una manipuladora Catalina de Médicis, la reina madre, la que realmente maneja los hilos.
Una obra entretenida, de acción trepidante, amena y fácil de leer. Con personajes bien diseñados, de personalidad propia, bien definidos cada uno en su papel. El odio, la violencia, el amor, la amistad, la lealtad, la ambición, la traición… son núcleos temáticos por los que discurre la novela. Y no faltan los enredos, la intriga, el humor, los equívocos, los líos de familia… Una obra en definitiva bien escrita y muy documentada, que se lee sin dificultad y que atrapa al lector desde la primera página.
Conozco la trayectoria literaria de la autora desde hace ya algunos años, y lo tengo en la lista de futuras compras. Para la primavera tocará adentrarse en esas intrigas que nos propone Monserrat
ResponderEliminarSe lo merece.
EliminarUn abrazo, amigo Félix.
Siempre una mujer mueve los hilos, en este caso la Reina Madre, como bien rezaban los indicativos de unos baños en un local de Hassel:
ResponderEliminar"Men are left because women allways are right"
Abrazotes.
La tal Catalina era una señora de armas tomar, inteligente y manipuladora.
EliminarUn saludo, Borja.
Tiene buena punta, esta novela. El periodo histórico es muy interesante y da mucho juego.
ResponderEliminarUn saludo
Muy entretenida. Me ha recordado alguna novela de Alejandro Dumas padre.
EliminarUn saludo, Carlos.
Muchísimas gracias, Cayetano. Con una reseña así, creo que yo también voy a comprar la novela. La has hecho muy apetecible!
ResponderEliminarFeliz fin de semana
Bisous
De nada, madame. Para mí ha sido un placer, tanto la lectura como la reseña. Hice el comentario muy en consonancia con el estilo breve que me caracteriza.
EliminarUn abrazo y feliz fin de semana.
Y es que realmente es una muy buena novela. A todos esos ingredientes suma la virtud de estar muy bien escrita.
ResponderEliminarUn abrazo.
Y si la memoria no me falla, tú fuiste el primero en comentar la novela.
EliminarUn abrazo, DLT.
Toda ayuda es poca para difundir la novela de nuestra común amiga en estos lares internautas.
ResponderEliminarun saludo
Así es. Y he preferido hacer la reseña ahora que la tengo recién leída.
EliminarUn saludo, Carmen.
Una gran novela. Se lee de forma amena, con situaciones que dan giros inesperados. Me gustó mucho. Recomendable ampliamente
ResponderEliminarSaludos Cayetano
Veo, Manuel, que compartimos la misma opinión sobre la novela.
EliminarUn saludo.
Estupenda reseña, has conseguido que el libro sea apetecible. La autora lo merece.
ResponderEliminarSaludos
Gracias, Ambar. Espero que Montserrat venda muchos ejemplares.
EliminarUn saludo.
No está nada mal tu propuesta, pondré la novela en la agenda de compras para una próxima visita a una librería decente. En cuanto al argumento, como hoy mismo, es intemporal. Lo que mueve al ser humano siempre ha sido lo mismo : la ambición, el deseo, la codicia, el odio. . . .
ResponderEliminarUn abrazo.
Temas universales porque las personas cambiamos poco en el tiempo.
EliminarUn abrazo, Rodericus.
Gracias por la sugerencia, Cayetano! Una lectura para tener en cuenta por lo que dices. Será tema pendiente para cuando regrese de mis vacaciones. Gran abrazo!
ResponderEliminarUn abrazo, Patzy. Disfruta de tus vacaciones.
EliminarAgitados días los de aquella Francia. Se tendrá muy en cuenta su recomendación.
ResponderEliminarSin duda, agitados y terribles. La matanza de los hugonotes franceses será una de las consecuencias de la difícil convivincia de católicos y protestantes en aquellos tiempos.
EliminarUn saludo, Retablo.