jueves, 30 de abril de 2015

30 de abril de 1945


30 de abril de 1945: Adolf Hitler toma la decisión de suicidarse en su búnker de Berlín ante la llegada de las tropas soviéticas. Junto a él, Eva Braun y la familia Goebbels al completo: Joseph, Magda, sus hijos… 

Se acabó lo que se daba. 
El día anterior, Hitler se había casado con Eva Braun. No hubo “luna de miel”. 
Y el día 30, ante la inminente llegada del Ejército Rojo, ambos se suicidan. 
La guerra estaba perdida. 

El refugio del führer estaba excavado debajo de la Cancillería a 16 metros de profundidad con un perímetro de hormigón armado. Constaba de dos plantas. En la inferior estaba el “führerbunker”, el cuartel general de Hitler. Allí consumió sus últimos días con un puñado de fieles e incondicionales seguidores. 
Estamos a finales de abril de 1945, Berlín, la capital del III Reich está rodeada por las tropas soviéticas y una lluvia de bombas cae sobre la ciudad sitiada. La situación es desesperada y Hitler, en compañía de su nueva esposa, decide poner punto y final a su vida. El matrimonio Goebbels decide también suicidarse no sin antes haber envenenado a sus hijos con cápsulas de cianuro.

domingo, 26 de abril de 2015

Donde hablo de "La tinaja de Diógenes"


Con motivo de la presentación de "Historias que no son cuentos", en la Biblioteca Municipal de Navalcarnero, dije alguna cosa sobre el origen de mi blog.

jueves, 23 de abril de 2015

23 de abril de 1521


Padilla, Bravo y Maldonado frente al patíbulo.
Obra de Antonio Gisbert, 1860.

Las tropas de Carlos I derrotan a los comuneros en la batalla de Villalar. 
Era un golpe tremendo asestado a los participantes en la Guerra de las Comunidades de Castilla. Un conflicto cuyo epicentro lo podríamos situar en Toledo, pero cuyas ramificaciones se extendían por buena parte de Castilla: Salamanca, Valladolid, Ávila, Segovia, Zamora, Palencia, Madrid. De estas localidades procedían los principales líderes del citado movimiento comunero, hombres de armas como Padilla, Bravo y Maldonado, pero también hombres con cargos políticos, regidores como Alonso de Arreo, que acudió desde Navalcarnero a la llamada de Segovia con una veintena de hombres armados, combatiendo a las órdenes de Juan Bravo. 



Origen del conflicto: 
Se había ido creando una situación de malestar entre los castellanos y los aragoneses por el advenimiento al trono de Carlos I, en realidad un extranjero nacido en Gante que no hablaba castellano y que se rodeaba de un séquito de gente forastera, una pléyade de consejeros que solo veían el territorio español como una fuente para aumentar sus ingresos. 
Por si fuera poco, el nuevo rey pretende conseguir fondos de los castellanos para financiarse su coronación como emperador de Alemania. Algo que aquí no sentó nada bien. El rey era un advenedizo. Muchos castellanos seguían considerando como su legítima reina a doña Juana, apartada del poder por su propio hijo y por sus problemas de salud mental. Por otro lado, pretendían una mayor participación de los castellanos en la vida política a través de las Cortes y los municipios. Tanto las Germanías en Aragón como las Comunidades en Castilla venían a ser movimientos reivindicativos de las clases medias o burguesas, artesanos, comerciantes, hidalgos, con un fuerte respaldo popular… frente al absolutismo del rey y al poder de la nobleza. 
Ya en 1519, los jefes comuneros habían presentado en Toledo el Primer Manifiesto a los castellanos contra la política de Carlos I. 

 “...pedir al rey nuestro señor tenga por bien se hagan arcas de tesoro en las Comunidades en que se guarden las rentas destos reynos para defendellos e acrecentarlos e desenpeñarlos, que no es razón Su Cesárea Majestad gaste las rentas destos reynos en las de otros señoríos que tiene...” 
-Archivo General de Simancas- 

Lo que empezó siendo un movimiento urbano antiflamenco de clase media derivó en revuelta popular antiseñorial que se radicalizó en el entorno rural, lo que asustó a la aristocracia y contribuyó a la participación determinante de ésta en la resolución final del conflicto. En la rebelión no faltaban cardadores, zapateros, tundidores, pellejeros, sastres, boneteros, pelaires, cordoneros, latoneros, carpinteros, sombrereros, barberos, caleros, labradores, cabestreros, herreros, ganapanes y tenderos. Gente modesta que daba a la revuelta un tinte social. 
Ya sabemos cómo acabó todo: derrota de los comuneros, ejecución de sus principales cabecillas, Padilla, Bravo y Maldonado.  Fueron decapitados sin proceso alguno en la madrugada del día 24 de ese mismo mes de abril.

domingo, 19 de abril de 2015

19 de abril


19 de abril de 1929: el haz (fasces), símbolo del partido de Mussolini, es incorporado al escudo nacional italiano. 
El término "fascista" proviene precisamente del "fasces".
El “fasces” es un haz de gavillas o  varillas de madera unidas con una cinta de cuero rojo y del que sobresale un hacha. Símbolo de la Roma imperial, ya era conocido en tiempos de los etruscos y durante el periodo republicano. En su origen, las varillas representan las tribus o curias romanas. Los fasces eran llevados por funcionarios -conocidos como lictores- en los cortejos delante de los magistrados y los dictadores. Viene a significar el pueblo unido junto a su líder que lo conduce a la victoria. El hacha sería el icono del poder y de la fuerza. 
Aunque el término lo incorpora Mussolini para dar sentido a su movimiento (Fasces, fascista) no es privativo de él, puesto que aparece 

en el escudo de la policía de Suecia, 
en el escudo de Francia (Quinta República), 
en el emblema de la Guardia Civil española,
en el Congreso de los EEUU, al lado de la tribuna del orador. 

Escudo de Francia (V República)

Y en Latinoamérica, símbolo de las revoluciones independentistas, aparece en el escudo de Ecuador, en el Monumento a la Independencia de México, en la fachada del Palacio de los Tribunales de Justicia de Valparaíso (Chile), en la fachada del Palacio de Justicia de Buenos Aires (Argentina), en el monumento a Francisco de Miranda del Panteón Nacional de Venezuela, etc. 

Fuente principal de consulta: http://es.wikipedia.org/wiki/Fasces

jueves, 16 de abril de 2015

Presentación de "Historias que no son cuentos"



Los responsables de la gestión de la Biblioteca Municipal José María Bausá de Navalcarnero (Madrid) han tenido la gentileza de invitarme e incluir entre las actividades programadas para el día 23 de abril, la presentación de mi libro "Historias que no son cuentos".
Ello forma parte de un acto que se celebra en conmemoración del día del libro.
Así que ya sabéis: si alguno se anima y le viene bien, el día 23 de abril, a las 18:30 horas. Biblioteca de Navalcarnero (parte posterior edificio del Ayuntamiento) Acto en conmemoración del día del libro. Entrada libre.




martes, 14 de abril de 2015

Va de aniversarios

Franklin Delano Roosevelt


Hoy, 14 de abril se cumplen años de la proclamación en España de la Segunda República (1931). 

También un día como este de 1912 se hundía en medio del Atlántico el Titánic. Era su viaje inaugural. Para algunos, la tragedia era una metáfora premonitoria del hundimiento de Europa en aquellos tiempos anteriores al estallido de la Primera Guerra Mundial. 

Y también, otro 14 de abril es la fecha de la famosa carta que el presidente norteamericano Roosevelt envió en 1939 a Hitler y a Mussolini, con el objetivo de frenar una guerra; aunque lo que hizo con ella fue enfadar más a los destinatarios, porque prácticamente los acusaba de agresores. 

“En una ocasión anterior me he dirigido a Usted en aras del apaciguamiento político, económico, y de los problemas sociales usando medios pacíficos y sin recurrir a las armas. Pero la marea de los acontecimientos parece haber vuelto a la amenaza de las armas. Si continúan esas amenazas, parece inevitable que gran parte del mundo participe en la ruina común. (…) 
¿Está dispuesto a ofrecer garantías de que sus fuerzas armadas no atacarán o invadirán el territorio o posesiones de las siguientes naciones independientes?” 

Y a continuación citaba una larga lista de países. 

Con la carta, supuestamente apaciguadora, el presidente norteamericano, prácticamente sentaba a los destinatarios en el banquillo de los acusados, lo que constituyó toda una provocación. 
La respuesta no se hizo esperar. 
Hitler calificó al autor de la misiva de imaginativo, mentiroso y loco: 
“Y yo aquí solemnemente declaro que todas las afirmaciones, las cuales han circulado libremente, acerca de un ataque o invasión alemana en territorio americano, francamente son fraudes y mentiras. Aparte, el hecho de que tales afirmaciones sean ciertas como posibilidades militares, solo podrían ser producto de la más enferma imaginación.”

viernes, 10 de abril de 2015

El Estatuto de Ana


10 de abril de 1710.
En Gran Bretaña se aprueba la primera ley que protegía los derechos de autor, el primer “copyright”.
En efecto,  la primera vez que se tomó la decisión de salvaguardar la propiedad intelectual de los autores, tuvo lugar en el siglo XVIII, en Inglaterra, concretamente en 1710, y recibió el nombre de “Estatuto de Ana”, por tratarse de una disposición firmada por la reina Ana I de Inglaterra, aprobada previamente por el parlamento británico.
El objetivo era reconocer los derechos de los autores, que pudieran editar su libro donde les viniera en gana. Una manera de proteger las obras, los derechos sobre las mismas por parte de sus creadores  y fomentar la libre producción y la difusión literaria.

“Teniendo en cuenta que, impresores, libreros y otras personas, en los últimos tiempos se han arrogado la libertad de impresión, de reimpresión y publicación, o han hecho que se impriman, reimpriman, y publiquen libros y otros escritos, sin el consentimiento de los autores o propietarios de tales libros y escritos, en perjuicio de estos y, a menudo, llevándolos a la ruina propia y de sus familias: Por lo tanto, para prevenir estas prácticas en el futuro, y para el fomento de los hombres a componer y escribir libros útiles; con la venia de su Majestad, promúlguese este estatuto.”

El Estatuto disponía de un plazo de protección para las obras de 14 años, prorrogables otros 14 años si el autor seguía con vida. También establecía un plazo de protección de 21 años para todas la obras aparecidas con anterioridad a la fecha de aprobación de la ley y contando el plazo a partir de la fecha de aprobación.

viernes, 3 de abril de 2015

Muerte de un forajido


3 de abril de 1882: en Estados Unidos, tras dieciséis años de persecución, es asesinado Jesse James, seguramente el bandido más famoso del Oeste. Un miembro de su propia banda lo traicionó y lo liquidó de un tiro por la espalda. El cobro de una recompensa andaba por medio. Contaba tan solo 34 años de edad. 

Nacido en el estado de Missouri, tuvo una vida ajetreada. 
Huérfano de padre a temprana edad, hubo de ingeniárselas para sobrevivir en un mundo duro y despiadado. 
Durante la guerra civil norteamericana, se unió a la guerrilla sudista. Tras la derrota, volvió a retomar las armas, pero en esta ocasión para hacer la guerra por su cuenta, formando con su hermano Frank y otros tres una banda que enseguida alcanzó notoriedad por sus hazañas arriesgadas. 
Desde el principio, Jesse James asumió el papel de líder del grupo. Su fama se extendió por todos los Estados Unidos. 
Jesse James, toda una figura legendaria del viejo oeste, pasará a engrosar la lista variopinta y heterogénea de bandidos, forajidos y gente al margen de la ley, donde conviven pistoleros con bandoleros, revolucionarios y piratas. "Rebeldes primitivos" los llamaría Hobsbawm, a mitad de camino entre los delincuentes románticos y el bandolerismo autista y sin escrúpulos que actúa en provecho propio, siempre carne de horca o de cañón. 
Jesse James representa en la historia de la delincuencia norteamericana lo que Luis Candelas o José María El Tempranillo significan dentro del bandolerismo español o lo que Bart el Negro simboliza en el mundo de la piratería.


En realidad, si los comparamos con la delincuencia organizada posterior, no dejan de ser unos primerizos, unos simples amateurs en un mundo de mafias y de "cripto delincuentes" (Emilio Sola dixit).
Jesse James. Todo un clásico.
Si obviáramos a personajes como este de la filmografía norteamericana, quedaría seriamente tocada la industria del celuloide, porque desaparecerían muchas de las películas del viejo oeste dedicadas a recrear la vida de estos forajidos de leyenda, especialistas en asaltos espectaculares a bancos y a trenes. Todo un filón para los productores.
Con más de una treintena de películas dedicadas tan solo a su figura, seguramente ha sido el bandido con mayor protagonismo en la historia del cine. 
La última, la de 2007, interpretada por Brad Pitt y Sam Shepard (Frank), la titulada “El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford.”