sábado, 26 de febrero de 2011

Breves reinados

Luis Felipe de Portugal
Frente a esos reinados larguísimos con que nos obsequia la historia, como es el caso de la Reina Victoria, de 1837 a 1901, o aquel otro del Faraón Ramsés II, que reinó 66 años, o los casi 40 años del general Franco, también, por caprichos del destino o de los dioses o inconfesables artimañas de terceras personas, aparecen otros muy breves o brevísimos:
Sin duda el más corto de todos fue el reinado de Luis Felipe de Portugal, alias “el Breve”, que sólo tuvo ese título "moralmente" durante 20 minutos del día 1 de febrero de 1908. Al parecer, él y su padre, el rey Carlos I, sufrieron un atentado. El padre murió “ipso facto”, mientras que el hijo, herido también, le sobrevivió tan solo esos 20 minutos de efímero reinado moral.
Un Borbón español, Luis I, hijo de Felipe V, un muchacho de 17 años, un rey al que apenas se le nombra en los libros de historia, por la brevedad de su reinado: siete meses, un tiempo en el que apenas pudo realizar nada relevante.
Antes de la instauración de la dinastía de los Flavios, en la roma imperial, situamos los breves reinados de Galba, Otón y Vitelio, entre los años 68 y 69 d.C. El último de todos, aunque duró apenas un puñado de meses, está considerado como un sádico, déspota, vicioso, tirano y psicópata. El propio pueblo lo linchó y lo colgó boca debajo de una columna. Costumbre que luego patentaron y aplicaron en alguna ocasión (Ver Mussolini y Clara Petacci)
También en Roma, Publio Helvio Pertinax, entre el 31 diciembre de 192, año del asesinato de Cómodo, y la muerte del propio Pertinax acaecida el 28 de marzo de 193. Un reinado de 86 días.
En Alemania, entre Guillermo I y Guillermo II, un personaje al que apenas se nombra en las clases de historia, el rey de Prusia y Kaiser Federico III de Alemania, quien ocupó el trono entre el 9 de marzo y el 14 de junio de 1888. Tan solo 99 días.
En nuestro país, tras la expulsión de Isabel II del trono tras la Revolución Gloriosa de 1868 llegó Amadeo de Saboya, más conocido por el pueblo español como "Macarronini I", quien ocupó el trono durante 3 años escasos.
Nicolás Salmerón
La Primera República española. Cuatro Presidentes Cuatro para algo tan efímero. En menos de un año: Figueras (del 11 febrero al 11 junio de 1873), Pi y Margall ( 11 de junio al 18 de julio), Salmerón (18 de julio al 7 de septiembre ) y Castelar ( 7 de septiembre al 3 de enero). Luego, tras el golpe de Pavía, el general Serrano prolongó hasta finales de diciembre, casi otro año.
Otro jefe de Estado, en este caso del Vaticano, el papa Juan Pablo I, apareció muerto en su cama. Llevaba sólo 33 días de pontificado. Según el comunicado oficial, murió de un infarto agudo de miocardio. Las malas lenguas dicen que fue asesinado.
_________________________
Entre otros, también hablan de asuntos relacionados con la temática general o algún asunto concreto de los tratados aquí:

domingo, 20 de febrero de 2011

Goebbels



"Una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad."
Frase atribuida a Goebbels, el ministro de propaganda de Hitler, fiel al führer como un perro, hasta su muerte. De hecho acabó también sus días en el búnker de la Cancillería de Berlín junto a su esposa Magda Goebbels, quien no dudó tampoco en poner fin a la vida de sus seis hijos ante la llegada del ejército rojo a la capital alemana.
Joseph Goebbels, una de las personas más poderosas del Tercer Reich, era un hombre temperamental, de brillante oratoria, capaz de convencer a las masas, incisivo y tenaz, propietario de una leve cojera por tener una pierna más larga que la otra, debido a una enfermedad que sufrió a temprana edad. Era también una persona resentida: fue declarado inútil cuando se presentó como voluntario para alistarse a la Primera Guerra Mundial. Doctor en Filología, acabada la guerra, no tuvo ningún éxito a nivel laboral ni profesional. Todo lo que consiguió se lo debió al Reich. Editor de la revista nazi Der Angriff, “El Ataque”, y posteriormente controlador absoluto de los medios de comunicación, fue el mayor promotor de las ideas de odio hacia los judíos y los extranjeros, culpables según él de todos los males que aquejaban a Alemania. A pesar de tener un físico poco agraciado, nada que ver con el prototipo de ario que decía defender, tuvo cierto éxito con las mujeres, debido tal vez a su posición privilegiada.

"Somos un partido antiparlamentario, con buenos fundamentos, que rechazamos la Constitución de Weimar y las instituciones republicanas por ella creadas; somos enemigos de una democracia falsificada, que incluye en la misma línea a los inteligentes y los tontos, los aplicados y los perezosos; vemos en el actual sistema de mayoría de votos y en la organizada irresponsabilidad la causa principal de nuestra creciente ruina. ¿Qué vamos a hacer por tanto en el Reichstag?
Vamos al Reichstag para procuramos armas en el mismo arsenal de la democracia. Nos hacemos diputados para debilitar y eliminar el credo de Weimar con su propio apoyo. Si la democracia es tan estúpida que para este menester nos facilita dietas y pases de libre circulación, es asunto suyo (…). También Mussolini fue al Parlamento. Y a pesar de ello, no tardó en marchar con sus camisas negras sobre Roma."
J. Goebbels. Artículo en Der Angriff. 1928.

lunes, 14 de febrero de 2011

Hitler y las mujeres


Con Eva Braun

Anodino, poco fogoso, nada apasionado y sin embargo un seductor para muchas mujeres, tal vez por lo que simbolizaba más que por su apariencia física de hombrecillo corriente, eso sí: enérgico, de mirada penetrante, absolutamente convencido de las ideas que expresaba. Para él la mujer era un ser inferior como ya se encargó de señalar en más de una ocasión.
Hitler hablaba de la moral de las tres “k”: “Kinder, Küche, Kircher”, una forma de asignar a las mujeres sus tres obligaciones principales: atender a los niños, trabajar en la cocina y asistir a la iglesia. En 1934, Adolf Hitler se dirigió a la Organización Nacional de Mujeres Socialistas y les dijo que “el mundo de una mujer es su esposo, su familia, los niños y su hogar”.
Para él, las mujeres, al igual que las masas, había que seducirlas y manejarlas. Aunque le encantaba rodearse de mujeres, él siempre decía que su novia “era Alemania”. Una vez que una admiradora algo descontrolada le dio un beso en la boca él puso una cara de repugnancia como si hubiera tomado un purgante. En general evitaba todo contacto físico con las mujeres, hasta tal punto que muchos de sus colaboradores llegaron a pensar que podía ser homosexual.
No obstante, hubo muchas mujeres en su vida. Algunas jugaron un papel fundamental, otras fueron un mero adorno o complemento de su persona. Casi todas terminaron su vida trágicamente. Algunas se suicidaron o al menos lo intentaron. Este hombre parecía llevar consigo el sello de la fatalidad con el que marcaba con un fin desgraciado a aquellas que compartieron su vida con él.
Desde un punto de vista cronológico, la primera mujer que marcó su vida, aunque indirectamente, fue su abuela paterna, Marie Schicklgruber. Esta mujer fue seducida y embarazada por un alemán adinerado. De esa relación nació Alois Hitler, un hijo natural. Adolf siempre tuvo la sospecha de que por sus venas podría correr sangre judía. Esto le atormentaba a menudo y posiblemente le marcó a la hora de relacionarse y de tomar decisiones: agredir a los judíos era una forma de castigar su parte negativa o posiblemente contaminada que no quería aceptar.

Klara Pölzl

La segunda mujer que influyó en su vida fue su madre, una madre protectora, perdida a temprana edad, que al contrario que su padre le suministró una enorme cantidad de cariño. Cuanto más agresivo era su padre más se volvía hacia su madre buscando afecto, y más temor a que su padre descubriera el secreto: esa búsqueda edípica de calor en su madre, Klara Pölzl, mucho más joven que su marido.
La muerte de su madre, quien curiosamente falleció siendo atendida por un médico judío, acabó también de marcar a un joven Adolf.

Con Geli Raubal

Tercera. Hitler tuvo una relación afectiva con su sobrina Geli, lo que le provocó cierto complejo de culpa por tratarse de una relación incestuosa y también por fundados temores a la corrupción de la sangre que pudiera derivar de la relación sexual (por su posible ascendencia judía, el judío que sedujo o violó a su abuela paterna Marie Schicklgruber). El temor lo proyectó sobre los demás, sobre los judíos, sobre los no arios. Habría así un vínculo estrecho entre su patología sexual y su vocación política de odio a los judíos. Se daría así un paralelismo entre la evolución psicológica de Hitler y su evolución política entre 1928 y 1931, año en que apareció muerta Geli, que al parecer se suicidó, tal vez por un embarazo poco deseado.
Cuarta mujer. Magda Goebbels, amante sin condiciones, quien sentía una adoración enfermiza por el führer. Se cuenta que Joseph Goebbels estaba al tanto de ello pero que por admiración incondicional hacia su líder y/o por obtener beneficios y cargos consentía esa relación. Era tanta la devoción de Magda que el nombre de todos sus hijos empezaba por “H”: Helga, Hildegard, Helmut, Hedwig, Holdine, Heidrun. Magda Goebbels no dudó en acabar con la vida propia y la de sus hijos cuando Hitler decidió suicidarse en el búnker de Berlín.

La familia Goebbels

Eva Braun, la quinta, la definitiva y última, la más conocida entre todas sus amantes. Tenía grandes cualidades que supieron hacer más estable la relación: fidelidad, sumisión incondicional, habilidad para hacerle sentir bien... Adoraba a Hitler pero no era correspondida. Se convirtió por dos días en la esposa del líder alemán. Él quiso premiar su lealtad y su amor sin condiciones casándose con ella en el búnker poco antes de suicidarse ambos, él de un tiro y ella ingiriendo una cápsula de cianuro.
Aparte de estas mujeres fundamentales, también hubo algunas amantes y amigas ocasionales, muchas de ellas actrices, gente del mundo del espectáculo y del arte.
Estrellas como Olga Tschechowa o Winifred Wagner, viuda de un hijo del célebre compositor..
La actrid Inga Ley, de gran belleza, casada con Robert Ley, líder sindical del Frente Nacional del Trabajo, al que le fue infiel, y que también terminó suicidándose.
Una joven aristócrata britanica fascista y admiradora de Adolf: Unity Valkirie Mitford, quien antes de que se iniciara la guerra iba a los mítines alemanes con la bandera británica y la svástica, y quien se pegó un tiro cuando Inglaterra declaró la guerra al Reich, muriendo años después por las secuelas del intento de suicidio.

Con Leni Riefensthalt

Leni Riefensthalt, más conocida como la “querida de Hitler” por la prensa norteamericana, aunque algunos dicen que no hubo ninguna relación más que la propia admiración mutua, antigua actriz y cineasta, autora de películas propagandísticas del régimen nazi. Hitler respetaba su trabajo y reconocía en todas partes su talento ¿Una profesional de su trabajo o una devota del régimen nazi?
Una de las pocas "mujeres de Hitler" que tuvo la suerte de morir a edad avanzada.
_____________________
Enlaces:

Las mujeres de Hitler



jueves, 10 de febrero de 2011

Frases célebres

Prat de la Riba


Josep Plá
, un escritor catalán, decía:

"El nacionalisme es com un pet, només li agrada a qui se'l tira."
Es decir:
"El nacionalismo es como un pedo, sólo le agrada al que se lo tira."
Pero no todos pensaban como él:
"Son grandes, totales, irreductibles las diferencias que separan Castilla y Catalunya, Catalunya y Galicia, Andalucía y Vasconia.”
"La tierra catalana es la patria catalana; todas las generaciones la han constituido. De modo que cada nación ha de tener un Estado, pero Cataluña tiene además una misión imperialista cuyo marco son los pueblos ibéricos desde Lisboa hasta el Ródano".
"La «castellanización» de Cataluña sólo es «una costra sobrepuesta, una costra que se cuartea y salta, dejando salir intacta, inmaculada, la piedra indestructible de la raza»".
"Los pueblos bárbaros han de ser sometidos de buen grado o a la fuerza. Las potencias cultas tienen el deber de expansionarse sobre las poblaciones retrasadas.”
Enric Prat de la Riba, político catalán (1870- 1917)

domingo, 6 de febrero de 2011

Descubre el personaje, 36

FOTOS ANTIGUAS DE PERSONAJES DE LA HISTORIA Y LA POLÍTICA



1




2




3



4



5



6




7




8




9




10

martes, 1 de febrero de 2011

La mala estrella de Nicolás II

Nicolás II y familia

El último zar de todas las Rusias parece que nació con mala estrella, es decir, coloquialmente hablando: estaba "gafado".
Del principio al fin de su mandato.
Y con él se extinguió la dinastía de los Romanov.
Nicolás sucedió a su padre Alejandro III por obligación, sin ningún interés, aptitud ni vocación por los asuntos de Estado.
Él mismo dijo:
—No estoy preparado para ser zar, nunca quise serlo. No sé nada del arte de gobernar, ni siquiera sé la forma en que debo hablar a los ministros....
Ya en su ceremonia de coronación sucedió un hecho lamentable.
La ceremonia tuvo lugar en el campo de Khodynka (Moscú). Allí se dio un banquete a los presentes que se contaban por miles. Además de la comida se prepararon regalos para agasajar a los invitados al evento. Al parecer, según se cuenta, empezó a circular el rumor de que no había obsequios para tanta gente, con lo que la multitud empezó a ponerse nerviosa y se produjo una auténtica avalancha hacia las mesas donde estaban los regalos. Como resultado de la estampida, multitud de gente fue pisoteada y hubo muertos y heridos.
No sabemos si por incapacidad o falta de interés, sus decisiones de gobierno estaban influenciadas por la zarina Alexandra y por el impresentable de Rasputín, más conocido por “El monje loco”, quien ejercía un extraordinario dominio sobre la zarina. Mal aconsejado por unos y por otros, el zar dejó que se agudizaran los graves problemas: la miseria del campesinado, las tensiones sociales, el ansia de reformas y de libertades de todo un pueblo, etc.

Rasputín

En política exterior potenció la inestabilidad en los Balcanes y el enfrentamiento con el Imperio Austrohúngaro, por su política paneslavista y de apoyo al nacionalismo serbio, sumamente perturbador a nivel regional.
En 1905 llevó a su país a una guerra contra Japón, la cual perdió. El descontento de las masas por la derrota provocó oleadas de protestas, que fueron reprimidas duramente por el ejército.
Una de ellas fue la que tuvo lugar en febrero en el denominado “domingo sangriento”: una matanza de manifestantes , hambrientos y descontentos, que pedían pan frente al Palacio de Invierno en San Petersburgo.
Involucró en 1914 a su país en la Primera Guerra Mundial, un conflicto para el que no estaba preparado ni técnica ni económicamente hablando. A pesar de sus buenas relaciones con su primo el Kaiser alemán Wilhelm II, más conocido como Guillermo II, movilizó tropas cuando Austria declaró la guerra a Serbia tras el atentado de Sarajevo, lo que supuso la declaración de guerra de Alemania. Las sucesivas derrotas infligidas por el ejército alemán, provocaron más descontento entre las masas y fue una de las causas de la revolución de 1917.
El final de su reinado tampoco acabó bien. La Revolución Rusa lo arrojó del poder, siendo detenidos él y toda su familia. En la medianoche del 17 de julio de 1918 fueron todos llevados al sótano de la casa donde los tenían recluidos y allí fueron ejecutados a tiros, incluyendo sus sirvientes más cercanos. Algunos fueron rematados con la bayoneta y a culatazos. Aunque hay quien opina que las mujeres se libraron de la matanza y pudieron sobrevivir.