domingo, 27 de marzo de 2011

El cementerio alemán de Cuacos de Yuste


Subiendo por la carretera que sale de Cuacos de Yuste y un poco antes de llegar al monasterio donde murió Carlos V, nos encontramos a mano derecha con el Cementerio Alemán.
Como indica el cartel de la entrada, aquí “descansan 26 soldados de la Primera Guerra Mundial y 154 de la Segunda” que “pertenecieron a tripulaciones de aviones que cayeron sobre España, submarinos y otros navíos de la Armada hundidos. Algunos de ellos murieron en hospitales españoles a causas de sus heridas. Sus tumbas estaban repartidas por toda España, allí donde el mar los arrojó a tierra, donde cayeron sus aviones o donde murieron”.
Un acto conmemorativo hispano- alemán celebrado el 1 de junio de 1989 sirvió para inaugurar esta última morada donde, por iniciativa del gobierno alemán, se reunieron todos los restos antes diseminados por nuestra geografía.
Las cruces son de granito y en cada una aparece el nombre del soldado fallecido, la fecha de su nacimiento y de su muerte.
El sitio desde luego es ideal para encontrar la paz: tranquilo, soleado, a un paso del monasterio y cerca de esos cerezos que por estas fechas comienzan a inundar los campos de inmaculada blancura con sus efímeras flores.

(Fotos: elaboración propia)

Panorama general



Placa explicativa



Detalle del cementerio




Fallecido en la Primera Guerra Mundial



Fallecido en la Segunda Guerra Mundial

martes, 22 de marzo de 2011

La Segunda Guerra Mundial en 300 palabras


Invasión de Polonia

Poco antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial, la Alemania nazi había constituido con Italia y Japón un eje o alianza para repartirse sus zonas de influencia, espacio vital o áreas de expansión imperial: el eje Roma- Berlín- Tokio.
Con la invasión de Polonia por las tropas de Hitler, la virulencia y contundencia de sus ataques obedecieron a una estrategia de guerra- relámpago, encaminada a golpear duramente al enemigo en el menor tiempo posible, eludiendo la táctica de la guerra de desgaste, tan empleada en el conflicto mundial anterior, que resultó ser letal para las tropas alemanas.
En un principio, las victorias se sucedieron una tras otra a favor del Reich: campaña de Noruega, ofensiva oeste sobre Bélgica y los Países Bajos, ocupación de Francia... En la batalla de Inglaterra, la Luftwaffe alemana no pudo abatir la superioridad aérea británica, dejando el asunto pendiente para mejor ocasión. Después, junto a Mussolini, se inició con éxito la campaña de África. A continuación, la ocupación de Grecia y Yugoslavia. Después, el ataque a Rusia, la “Operación Barbarroja”. Y a partir de ahí, la suerte cambió para el Führer: derrota en Stalingrado, derrotas del Afrika Korps del general Rommel en el Alamein (Egipto), derrotas en el Pacífico del aliado nipón...
Los desembarcos aliados en Normandía y Provenza, junto al avance decisivo del ejército soviético en el Este, actuaron a modo de rodillo y, poco a poco, los enemigos del Reich se hicieron dueños de la situación. Hitler, arrinconado en su búnker de Berlín, se suicidó ante la inminente llegada del ejército rojo.
Tras la derrota de Mussolini y Hitler por los aliados, los norteamericanos pusieron punto final a la Segunda Guerra Mundial con el lanzamiento de las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki, Japón se rindió y los aliados ganaron la guerra.

sábado, 19 de marzo de 2011

Premio Diógenes y la fundación de Roma


Llevaba mucho tiempo queriendo hacer esto, pero mis dotes de diseñador gráfico dejan mucho que desear.
Después de pelearme todo lo que he podido con mis fotos y con el ordenador, creo que ha llegado el momento.
Como sé que el precio de la vivienda sigue por las nubes y este filósofo tiene los pies en la tierra, ofrezco compartir mi humilde tinaja con todos los amigos blogueros que suelen pasar por aquí.
Y para que no se me pase ninguno, prefiero no poner nombres.
El que tenga algo de espacio en su terraza o en su jardín, puede hacerle un hueco, sin compromiso alguno.
Gracias por estar ahí comentando y compartiendo.

Aprovecho la ocasión para deciros que participo desde hace poco en un proyecto muy ambicioso, nada más y nada menos que LA FUNDACIÓN DE ROMA. No todos los días podemos asistir a un acontecimiento histórico de tamaña envergadura. Su autora es Isabel, novelista de pro, autora de "Dido, la reina de Cartago", una de las asiduas a este blog (Isabel, no Dido).


Entrada tras entrada, la autora nos va contando en forma novelada - una novela por entregas- los pormenores de la legendaria proeza, una historia llena de ambiciones, amores, odios y traiciones, de la que soy afortunado partícipe -el pastor Caius- junto a otras blogueras amigas, como Carmen, Emejota o La Dame Masquée. Os recomiendo que visitéis el blog de Isabel. Seguro que la historia os engancha. Un abrazo.

martes, 15 de marzo de 2011

Acerca de Churchill



"No tengo nada más que ofrecer que sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor.”
Poco antes de la Batalla de Inglaterra se pronunciaban estas famosas palabras del Premier británico, en un célebre discurso ante la Cámara, que pasó a la historia. El peligro inminente que se ceñía sobre el Reino Unido era la ofensiva de las tropas nazis. Ahora sí era importante la amenaza para Churchill. Si bien no era Primer Ministro durante nuestra guerra civil, ¡qué distinta era su posición cuando restaba importancia a la ofensiva franquista , no queriendo inmiscuir a su país en ella con ningún tipo de ayuda a la república! Aunque era evidente que había posturas en exceso extremistas al lado del bando republicano y ello ahuyentaba el apoyo de las democracias más moderadas, como era el caso de la inglesa y la francesa, posiblemente ignoraba el político británico que la guerra mundial había empezado en España, en una especie de ensayo sangriento y que más tarde le tocaría el turno a su país de padecer el zarpazo del fascismo, una amenaza que minimizó o despreció cuando le tocaba el turno a España.

Acabada la pesadilla en Europa, tampoco tuvo ningún interés en acabar con el régimen de Franco.

En la Conferencia de Potsdam, finalizada ya la contienda, Stalin puso sobre el tapete de las deliberaciones el tema español:

Stalin: Es necesario examinar la cuestión del régimen de España. Nosotros los rusos consideramos que el presente régimen de Franco en España fue impuesto por Alemania e Italia y que entraña grave peligro para las naciones unidas amantes de la libertad. Opinamos que será bueno crear condiciones tales que el pueblo español pueda establecer el régimen que elija.

(…)

Churchill: […] Por lo que toca a los países que han sido liberados en el curso de la guerra, no podemos permitir que se establezca en ellos un régimen fascista o tipo Franco. Pero aquí tenemos un país que no tomó parte en la guerra, y por eso es por lo que soy contrario a interferir en sus asuntos internos. El gobierno de su Majestad necesitará debatir muy detenidamente esta cuestión antes de decidir romper relaciones con España.

(…)

Nosotros tenemos antiguas relaciones comerciales con España, que nos proporciona naranjas, vino y otros productos a cambio de nuestras propias mercancías. Si nuestra intervención no diera los frutos deseados, yo no querría que este comercio padeciera daño. (1)


En esta línea Ted Grant comenta: “Los imperialistas británicos y franceses, con su política de no intervención, dejaron claro que temían más una revolución proletaria victoriosa en suelo español, que pudiese contagiar a los obreros franceses y británicos, que al establecimiento de un régimen fascista.” (2)

Yendo un poco más lejos, el historiador inglés Richard Wigg en su libro sobre Churchill y Franco (3) afirma que el líder británico no sólo no se opuso sino que era amigo del régimen de Franco, algo justificable durante el desarrollo de la guerra, pero inexplicable cuando acabó el conflicto. En su búsqueda del máximo beneficio para Gran Bretaña dio alas a un régimen dictatorial basado en la represión y en la falta de libertades.

Sería ir demasiado lejos por mi parte decir que Churchill no tenía ideología ni ética política, sin embargo sí puedo afirmar que como todo ser calculador que aspiraba a mantener la supremacía del Imperio Británico, lo suyo era pragmatismo puro y duro. No se movía por ideales, sino por intereses, por eso no le importó asociarse con Stalin para acabar con el nazismo que amenazaba con aniquilar la primacía británica. Un hombre con pocos escrúpulos que no veía en Franco, una vez acabada la guerra mundial, un peligro para la democracia europea. Tal vez podría ser sólo oportunismo o ceguera política, tal vez algo más serio.

Su calidad de buen demócrata queda en entredicho por las palabras de elogio que años antes dedicó a Mussolini.

"No puedo sino estar encantado, como muchas otras personas lo han estado, por el comportamiento sencillo y amable del señor Mussolini y por su calma, por su aplomo e imparcialidad, a pesar de las muchas cargas y peligros que soporta. (…) Si yo hubiera sido italiano, estoy seguro de que habría estado entusiasmado con usted desde el principio hasta el final, por su lucha triunfal contra los apetitos y pasiones bestiales del leninismo. (…) Italia ha demostrado que existe una forma de luchar contra las fuerzas subversivas, que puede aglutinar a la masa de la población, dirigirla adecuadamente, valorar y desear la defensa del honor y la estabilidad de la sociedad civilizada. De aquí en adelante, ninguna gran nación estará desamparada de un medio fundamental de protección contra el crecimiento cancerígeno del bolchevismo."

Palabras pronunciadas en Roma por Churchill el 20 de enero de 1927. (4)

En otra ocasión dijo que el fascismo de Mussolini "había rendido un servicio en el mundo, puesto que había mostrado cómo combatir las fuerzas de la subversión"; considerando a este movimiento como una punta de lanza contra la amenaza de la Revolución Comunista, llegando a considerar al Duce un “Genio romano... el mayor legislador entre los hombres.” (5)

Como reza el viejo dicho: cada uno es esclavo de sus palabras y dueño de sus silencios.

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Bibliografía:

(1) Citado en “Historia inaudita de España”. Pedro Voltes , Plaza y Janés, Barcelona 1984.

(2) Ted Grant, Obras completas, vol. 1. Pág. 23. Fundación Federico Engels, Madrid 2007.

(3) Richard Wigg, "Churchill y Franco: la política británica de apaciguamiento y la supervivencia del régimen ."(Madrid, Ed. Debate, 2005),

(4) Citado por Ted Grant. Op. cit.

(5) Citado en wikilingue

También hablan del tema:

kaosenlared

historias con historia

jueves, 10 de marzo de 2011

Los crímenes de Stalin

Stalin

Tras salir fortalecido de la Segunda Guerra Mundial, Stalin había convertido a la URSS en una potencia formidable y temible. A través de rigurosos Planes Quinquenales aceleró el crecimiento de las industrias estratégicas, fundamentalmente la siderurgia y la química pesada y logró la fabricación de armamento nuclear. Su método: la mano férrea empleada contra su propio pueblo, evitando cualquier disidencia a su política a través de la delación y la purga, eliminando sin miramientos toda contestación a sus decisiones, ejecutando o confinando en campos de trabajo (Gulags) a sus opositores. De esta forma millones de personas habrían sido asesinadas y enterradas en gigantescas fosas comunes. Eso sin contar el exterminio de polacos y ucranianos durante y después de la guerra, lo que situó al dirigente ruso a encabezar junto a Hitler la lista de genocidas del siglo XX.
En 1953 murió el dirigente soviético.
Y en 1956, tras hacerse con el control del partido en dura lucha contra sus oponentes Molotov (el del pacto famoso con Ribbentrop) y Malenkov, Kruschev en el XX Congreso del PCUS condenó los métodos y los crímenes cometidos por Stalin.
Era el principio de la “desestalinización”.
Stalin era una persona despiadada con los demás, con los que se oponían a sus dictados, con los que le hacían sombra. Endiosado, vanidoso y engreído, empleaba el autohalago, desarrollando un excesivo “culto a la personalidad” con la que situaba su figura por encima de los logros de la Revolución, llegando a minimizar el papel que en la misma protagonizó Lenin, padre de la revolución bolchevique.
Ya el propio Lenin se había quejado alguna vez de los métodos poco ortodoxos de su camarada Iósif, como se puede comprobar en esta carta (1):
Al camarada Stalin. Copias para Kamenev y Zinoviev.
Estimado camarada Stalin:
Ud. se permitió la insolencia de llamar a mi esposa por teléfono para reprenderla duramente. A pesar del hecho de que ella prometió olvidarse de lo dicho, tanto Zinoviev como Kamenev supieron del incidente, porque ella los informó al respecto. No tengo intención alguna de olvidarme fácilmente de lo que se hace en contra de mí y no necesito insistir aquí de que considero que lo que se hace en contra de mi esposa, se hace contra mí también. Le pido entonces que Ud. medite con cuidado acerca de la conveniencia de retirar sus palabras y dar las debidas explicaciones, a menos que prefiera que se corten nuestras relaciones completamente.
Le saluda, Lenin.
5 de marzo de 1923.

En este XX Congreso del PCUS, Kruschev acusó a Stalin de abuso de poder y de aniquilar a comunistas honrados, a los que metió en el mismo saco de “traidores” junto a Zinoviev o Bujarin:
“Fue precisamente durante este período [935-1937-1938] que se inició la práctica de llevar a cabo persecuciones en masa a través de los mecanismos del Gobierno, primero contra los enemigos del leninismo, o sea trotskistas, zinovievistas, bujarinistas, derrotados desde hacía tiempo por el Partido, y posteriormente, también contra comunistas honrados y contra esos dirigentes del Partido que habían soportado la pesada carga de la guerra civil y los primeros y más difíciles años de la industrialización y la colectivización y que habían luchado activamente contra los trotskistas y derechistas para mantener la línea leninista del Partido.”

Kruschev

Acusó Kruschev a su antecesor de
la fabricación de cargos contra comunistas, las falsas acusaciones y los descarados abusos de la legalidad socialista que tuvieron como consecuencia la muerte de gente inocente. Es obvio que muchas de las actividades del Partido, del Soviet y de la economía se tildaron en 1937-1938 de «enemigas», cuando en realidad no las realizaban ni enemigos ni espías ni saboteadores, etc., sino comunistas honrados. Se trataba de gente acusada injustamente, que - no pudiendo soportar tanta bárbara tortura - se autoacusaban, por orden de los jueces investigadores y de los falsificadores, de toda clase de crímenes graves e increíbles.
Y más adelante:
Este terror tenía como objeto no eliminar los restos de las clases explotadoras, sino perseguir a trabajadores honrados del Partido y del Estado Soviético; contra ellos se esgrimieron acusaciones difamantes, falsas y absurdas, atribuyéndoseles intenciones ocultas de espionaje, sabotaje y la preparación de complots ficticios, etc.(2)
Sin embargo, a pesar de las críticas a Stalin, aún era pronto para ver grandes cambios en la URSS, sobre todo ahora que se acababa de iniciar la “guerra fría” y que había un gran enemigo fuera: el capitalismo internacional. Había que esperar algo más de tiempo a que la sociedad madurara y a que el sistema ruso revelara sus contradicciones y sus carencias.
De esta forma, en 1985, casi dos decenios más tarde, Mijail Gorbachov recogió el testigo y completó el proceso definitivo de la desestalinización con sus reformas y sus críticas al sistema comunista heredado. Era la época de la “perestroika” que, para bien o para mal, inició el desplome del bloque comunista desde dentro.
_________________________
(1) y (2) Documento completo del XX Congreso del PCUS

sábado, 5 de marzo de 2011

Estraperlo


Una ruleta

En realidad sería "Straperlo": juego de ruleta eléctrica introducida en el casino de San Sebastián durante el gobierno radical- cedista de Lerroux, bienio conservador de la Segunda República española.
Son muchos los que opinan que el nombre viene de la contracción de tres nombres: el de Strauss, Daniel Strauss, un empresario de juegos de azar nacido en Alemania y huido primero a Holanda por su condición judía y establecido más tarde en Niza; el de su esposa la señora Lowann y el de un socio llamado Jules Perel, promotores e introductores los tres de este juego en España. Al juego se le conocería popularmente como “Straperlo”, un acrónimo , una forma abreviada de nombrar a los tres socios: Strauss- Perel- Lowann.
Hay quienes dicen que el socio de Strauss no era Perel sino un tal Perlowitz, por lo que el nombre de la ruleta vendría del inicio de sólo estos dos nombres.
Para introducirlo se sobornó a altos cargos del gobierno de líder del Partido Radical, entre los que se encontraba el propio sobrino de Alejandro Lerroux.
El juego resultó ser fraudulento. Cuando se supo, se prohibió su uso. El señor Strauss entonces quiso que se le indemnizara. Al no conseguirlo denunció a los políticos a los que había sobornado.
Un caso de corrupción altamente escandaloso que cuando se conoció supuso el derrumbe del Partido de Lerroux, quedando el centro político sin representación y potenciando los extremismos de izquierda y derecha, por lo que hubo que convocar nuevas elecciones.
Con el tiempo la palabra “estraperlo” ha servido para designar todo lo referente a asuntos sucios, chanchullos y negocios poco claros.
Al término de nuestra guerra civil, con el racionamiento de los productos básicos, comprar algo de “estraperlo” era hacerlo en el mercado negro, a precios prohibitivos, como por ejemplo el café. Mucha gente se lucró vendiendo productos de primera necesidad que resultaban escasos debido a la gran demanda existente.

La prensa destapa el escándalo
(Clik para leer)


miércoles, 2 de marzo de 2011

Segundo aniversario del blog


Hoy hace exactamente dos años que inicié mi andadura en esto de los blogs. Por eso quiero daros sinceramente las gracias hoy a todos los que habéis invertido algo de vuestro tiempo pasando por aquí, leyendo mis entradas y/o dejando vuestros comentarios. De momento, mientras tenga fuelle y gente que me lea, seguiré al pie del cañón, dando guerra. Un saludo y muchas gracias a todos.