Restos de El Maine después de su hundimiento
15 de febrero de 1898: explota el crucero Maine fondeado en la bahía de La Habana, un hecho tremendo que provocó la declaración de guerra por parte de los Estados Unidos y que culminó con la pérdida de la colonia de Cuba por parte de España.
De esta forma se materializó en la práctica el lema que funcionaba a nivel teórico desde hacía más de medio siglo y que decía “América para los americanos” (doctrina Monroe).
Y como en varias ocasiones en la historia del país norteamericano, un hecho terrible provocó una reacción inmediata que concluyó en una declaración de guerra. Una manera contundente de iniciar un conflicto con el apoyo de la opinión pública.
A ello contribuyó poderosamente la prensa sensacionalista americana que, desde el primer momento, acusó a España de estar detrás del atentado. Así empezó una agresiva campaña a favor de declarar la guerra a los españoles.
Pese a todos los esfuerzos diplomáticos por parte de las autoridades españolas en crear una comisión conjunta de investigación que aclarase el suceso, los norteamericanos rechazaron sin más esa iniciativa.
Al parecer no hubo explosión provocada desde fuera sino una implosión desde dentro, lo que vendría a dar por buena la teoría de que fue un acto premeditado para justificar por parte americana lo que vino después. Un pretexto para inmiscuirse en la política independentista del pueblo cubano y de esta forma apropiarse de su posible triunfo, arrebatándole el protagonismo de su emancipación como colonia.
El New York Journal agitando la bandera del sensacionalismo
Y no ha sido la única vez en la que han demostrado tal falta de escrúpulos. Hay otras mucho más recientes, como aquellas famosas armas de destrucción masiva.
ResponderEliminarFeliz tarde de domingo.
Bisous
Sí, tal vez demasiadas coincidencias a lo largo de la historia.
EliminarUn saludo, madame.
Los EEUU no hacen nada si no les beneficia. Cualquier artimaña es buena.
ResponderEliminarBesos
La necesidad de tener siempre una excusa para entrar en guerra.
EliminarUn abrazo, Arantza.
La misma palabra 'implosión' sugiere lo bastante. El Maine era un acorazado de segunda clase (recalificado como tal, siendo en sí mismo un muy modesto crucero-acorazado). Se consideró que una causa factible de la implosión pudo ser la combustión de una de las carboneras, lamentablemente cercana al pañol de municiones. Para saberlo con mayor certeza no valía otra que reflotar, y dar o no credibilidad a que los destrozos eran visibles como planchas de acero que 'asomaban' hacia afuera (implosión) y no estaban hundidas hacia dentro del casco (ataque externo). Pero cuando el Maine fue reflotado en 1911 no se permitió acceso alguno. Y el pecio fue de nuevo hundido en una fosa marina caribeña, con sus muertos dentro y sin tocar ni querer saber más. Por cierto, hundir un pecio sin rescatar a los cadáveres es contrario a la Ley del Mar.
ResponderEliminarEse fue el problema, que no se permitió una investigación conjunta para aclarar los hechos. Por eso la cosa no olía nada bien.
EliminarUn saludo, Thorongil Gilraenion.
Y tras perder esa guerra imposible de ganar, nos entró una depresión en el alma de la que aun no hemos salido.
ResponderEliminarUn saludo
El síndrome del 98. Ahí empezó todo.
EliminarUn saludo, carlos.
Esto ya nos suena... ¿verdad? No podemos generalizar, pero no es menos cierto que el país norteamericano ha sido muy propenso a este tipo de actos en la historia reciente. Cuando no ha sido objetivos territoriales ha sido por interés meramente económico. Respecto a este desafortunado incidente, parece (y digo parece) demostrado que España tuvo poco que ver en aquel hecho. No estaba el horno para bollos y menos para meternos en más jaleos. En la segunda mitad del siglo XIX aún andábamos con muchos barcos de madera pero pese a la opìnión generalizada, la marina española seguía siendo de las más potentes. Aún así, lo dicho, una hábil maniobra sensacionalista y que tuvo sus consecuencias.
ResponderEliminarUn saludo
La prensa puede hacer mucho daño. Y convertir en demonios a los que no lo son. No hay más que echar un vistazo a los periódicos de tirada nacional de cualquier tiempo y lugar.
EliminarUn saludo, Félix.
Una estrategia tan burda como otra cualquiera para lograr los objetivos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Y el fin justifica los medios, que diría Maquiavelo.
EliminarUn abrazo, Francisco.
Hola Cayetano:
ResponderEliminarHace tiempo, leí sobre la implosión que llevó a la guerra.
La economía americana aparentemente va mejor en guerra que en tiempo de paz...Se ha demostrado en varias oportunidades.
Hay una teoría que refiere que el bombardeo de Pearl Harbour dejaron que pasara para entrar oficialmente en la guerra, aun sabiendo que Japón podía bombardear.
Saludos
El Maine, el Lusitania, Pearl Harbor... Algunos hasta meten las Torres Gemelas en el mismo saco... Demasiadas coincidencias.
EliminarUn saludo, Manuel.
Siempre he tenido la impresión de que para los gobernantes de Estados Unidos el fin justifica los medios. Además casi siempre consiguen opiniones favorables de la prensa y frenar las investigaciones, como en el caso de El Maine.
ResponderEliminarUn saludo
La prensa crea un estado de opinión necesario para meter a todo un país en una guerra.
EliminarUn saludo, Ambar.
Una excusa como otra cualquiera para entrar en guerra.
ResponderEliminarY porque en esa época ya existía la opinión pública (opinión manipulada que eso es otro cantar) y había que darle respuesta.
En otras épocas las guerras se decidían porque así lo decidían los dueños de los estados y punto-pelota.
Abrazos, Cayetano!!
Los tiempos cambian. Ahora, para meter a un país en guerra es necesario e imprescindible crear un estado de opinión favorable entre los ciudadanos. Se les va a pedir que hagan sacrificios. De ahí la importancia de una prensa "colaboradora".
EliminarUn abrazo, Enrique.
Hola Cayetano :
ResponderEliminarSiempre han jugado a ese juego de victimas sobre todo desde 1775 algun “party” organizaron con el Té , mira que casualidad eso si fueron ellos. Y la verdad esto del “Maine” les venia de perlas , lo que no comprendo como un español de pro como Txemari se fue de crucero por las azores invitado por el sucesor de el otro que entonces andaba y se las gastan igual tampoco le voy a quitar merito a W. R. Hearst que fue el inventor del cuarto poder (el mas maquiavelico de todos) y supo airear todo el tinglado para que eso fuera un paseo military contra un reino empobrecido, atrasado y cansado de sus propias miserias. (que hubiera pasado si ese pais hubiera sido Gran Bretaña ?).
Siempre nos quedara pensar como lo hace Asterix “ estos _________ son unos tigres de papel”
Psdt: porque sera que el pueblo mas nacionalista del mundo no tiene nacion.
Un saludo Cayetano.
Los medios crean un estado de opinión favorable que pueda justificar cualquier atrocidad, como por ejemplo invadir un pais soberano y machacarlo. Luego pagamos todos los platos rotos.
EliminarUn saludo, joxean.
Uno de los mayores montajes de la historia reciente. Estados Unidos, como en muchos casos (Afganistán, Siria, Irak, etc) también se valió en este caso de una mentira hinchada por la prensa sensacionalista para dar legitimidad a sus ansias expansionistas en el Caribe y el Pacífico a costa de una potencia en declive como España, que por otra parte fue un país clave para los EEUU lograsen su independencia de Gran Bretaña, es decir, en este caso no se aplicó aquello de "es de bien nacidos el ser agradecidos". Por otra parte, recientemente, se ha discutido que España fuese tan inferior militarmente a EEUU en esta guerra como tradicionalmente se ha dicho, y más tuvo que ver las pocas ganas de Guerra que los altos cargos del gobierno de Madrid tenían en ese momento de minoridad real y regencia.
ResponderEliminarUn saludo
Cierto que no había las grandísimas diferencias de potencial armamentístico que hay ahora entreEspaña y EEUU, pero aquel era un frente más que se abría en un conflicto con la colonia que ya provocaba cierto cansancio.
EliminarUn saludo.
Cuando yo aún no tenía edad para comprender los tejemanejes del mundo, mi amigo Jenaro decía: que siempre habría una guerra en alguna parte porque ese es el negocio de algunos. Esos métodos utilizados en El Maine siguen vigentes.Solo hay que echar una mirada a lo que sucede....
ResponderEliminarUna vieja táctica para justificar una agresión.
EliminarUn saludo, Inés.
En 1898 los cuerpos de los marineros fallecidos en el Maine fueron recuperados y sepultados...como nota de color (si es que se le puede poner "color" a este suceso oscuro), el gran Georges Mélies, ese mismo año, filmó una película acerca del rescate de los cuerpos del acorazado hundido. Un testimonio interesante, de este imaginativo cineasta francés. Dejo el link al videito por si le interesa a algunos de tus lectores, Cayetano (soy gran admiradora de Mélies)
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=kRnF2csht2c
Saludos!!!
Pasaré a ver ese enlace que nos propones.
EliminarMuchas gracias, Paztzy.
Un abrazo.
Cuando la prensa se convirtió en el cuarto poder.
ResponderEliminarPosiblemente a estas alturas esté ya cerca de ser el primero.
Un saludo.
Un poder que no ha elegido nadie, salvo los accionistas y las empresas anunciadoras,con la a quiescencia de sus lectores y del grupo político que se beneficia de todo ello.
EliminarUn saludo.
No conocía este caso Cayetano, muy interesante. Como deciais, una excusa más para los norteamericanos para entrar en guerra... Además muy oportuno, el tema EEUU-Cuba está muy de actualidad desde hace unas semanas, ojala el fin del embargo provoque una mejora de las condiciones de vida en ese precioso país... falta les hace.
ResponderEliminarUn saludo!!
Ojalá sea como dices. El pueblo cubano no se merece nada de lo que le pasa. No es justo.
EliminarUn saludo, Jesús.
Lo del Maine fue una barbaridad.
ResponderEliminarSaludos.
Nunca mejor dicho: reventó la santabárbara del buque.
EliminarUn saludo, Retablo.
Se ha hablado mucho del Maine, de la implosión, de lo que supuso esta, pero no ha sido el primero ni el último descalabro provocado en busca de... ¿de qué?
ResponderEliminarAbrazotes.
Me imagino que en busca del control de la región y de paso echar a los españoles de Cuba y de América.
EliminarUn saludo, Borja.
Lástima que unos asesinos desalmados asesinaran a Prim allá por diciembre de 1870, porque él ya vio entonces que lo mejor para España era otorgar la independencia a Cuba con un diálogo tripartito entre Cuba, españa y EEUU. Porque los Estados Unidos de América no eran aquella panda de vaqueros del oeste que imaginaba cualquier español de entonces, sumidos en la ignorancia del campesino hasta el presidente del gobierno, sino una nación fuerte que pondría en jaque a cualquier potencia a nivel mundial. Prim, que había viajado a EEUU en medio de la guerra civil, sabía ya en los años 50 que la única forma de librarnos del problema cubano era aquella venta de la colonia a la potencia americana para que le otrogase progresivamente la total independencia a través de un proceso tutelado, como no tuvimos más remedio que hacer en el 98 tras gastar miles de vidas y de duros. La idea era demasiado novedosa para ser entendida por los españoles de orgullo, patria y dios.
ResponderEliminarUn saludo
Prim era un hombre adelantado a su tiempo. Un hombre práctico; pero aquí la mentalidad de mantener el viejo imperio que se caía a cachos era lo que primaba. Si no, no se explica ese pesimismo existencial que invadió el pensamiento y la literatura de la gente del 98. Nos creíamos a esas alturas que todavía pintábamos algo en el mundo. Y el golpe moral fue morrocotudo.
EliminarUn saludo, Carmen.
Estados Unidos ha usado con mucha frecuencia esta triquiñuela de sentirse agredido para entrar o provocar una guerra. En esta ocasión la víctima fue España. Es la manera de actuar de un imperio en ciernes en aquella época y de un imperio consolidado después.
ResponderEliminarUn saludo.
Hacía falta un buen pretexto y un gran apoyo mediático para meterse en guerra de cara a la opinión pública.
EliminarUn saludo, valverdedelucerna.
De la época en que me documentaba para un trabajo sobre Nicaragua, aprendí que el modo operativo de los EEUU en la América Hispana siempre había sido el mismo: acusar a los gobiernos de todos esos países a los que llamaban “nuestro patio trasero” de atentar contra los intereses norteamericanos. Y con esa excusa y diversos modos, invadirlos y hacerse con el poder.
ResponderEliminarLo curioso es que con tal despliegue de ejércitos y armamento y tantas masacres, contra países de economía precaria durante un siglo y medio, no hayan conseguido su propósito de extenderse como una única nación en todo el continente.
No hace falta extenderse más territorialmente, con tener el control de los territorios es suficiente para el imperio. Lo malo es que ahora estamos asistiendo a una época en la que "el patio trasero" le está saliendo rebelde. Veremos cómo acaba esto.
EliminarUn saludo, Ana María.
No era América para los estadounidenses?
ResponderEliminarNuestra prensa apelando al orgullo patrio y con una Armada de juguete, y la de EEUU haciendo su papel (el New York Journal de Randolph Hearst y el New York World de Joseph Pulitzer).
En España publicaban:
"Es injusto con los cerdos
a los yanquis comparar
porque el cerdo es provechoso
y el yanqui perjudicial"
Un abrazo maestro.
Bueno, Javier, está claro que perdimos Cuba y los americanos nos dieron para el pelo; pero ganamos la batalla del humor y la coplilla. A eso no nos gana nadie.
EliminarUn saludo.
que triste que cualquier cosa valga para justificar una guerra
ResponderEliminaren fin, ya sabemos como es eso
más abrazos
Pues sí, Marga. A veces da la sensación de que media humanidad se ha vuelto loca.
EliminarUn abrazo y gracias por tu aporte en mi blog.