Decíamos en una entrada de hace tiempo que siempre que hay guerras hay ratas.
Durante la Primera Guerra Mundial, los soldados no sólo tenían que combatir contra los del bando enemigo, también se las tenían que ver con los inmundos roedores que pululaban entre la suciedad y el barro de las trincheras. Si a uno de estos soldados le sobraba un pedazo de pan y quería conservarlo y que no lo devoraran las ratas, por la noche debía esconderlo bajo el casco, sin quitárselo de la cabeza. Era el lugar más seguro.
Sobre el protagonismo de estos roedores, nuestra
literatura tiene muestras suficientes, desde el Flautista de Hamelin, pasando
por La rata de Venecia, de Patricia Highsmith; Las ratas, de Miguel Delibes;
personajes repugnantes también en Tiempo de silencio, de Luis Martín Santos…
(...)
(...)
Siguiendo la línea de Les Luthiers, hay personas muy “timo-ratas”. El que roba es un "ratero" y el que asalta barcos es un "pi-rata". En el Congreso, los diputados del partido en el poder no debaten sus ideas con los demás miembros, sino que “ratifican” las decisiones del gobierno. Y el masculino de "rata" no es "rato", como sería lo lógico.
Sobre ratas y rateros encontrarás información en
¿Seguro que no es el masculino? por ahí andará...
ResponderEliminarEn muchas ocasiones he pensado como debía ser la "vida" allá por las trinceras de la II Guerra Mundial, en las que en ocasiones las balas que pasaban junto a sus cabezas era lo de menos...
La humedad de aquellos campos enfangados, pero sobre todo el stress, debían ser una auténtica pesadilla. Horrible...
Un saludo
El ratón es un animal de pequeño tamaño, asustadizo y nada agresivo.
ResponderEliminarSin embargo, el ratón es el causante de muchísimas muertes humanas porque devora gran cantidad de alimento para nuestro consumo. Ahí radica la ferocidad del ataque del ratón.
¿Cómo ataca este simpático roedor? Su estrategia es simple, nunca comer de forma muy visible, siempre a pequeños bocados y de forma que durante el mayor tiempo posible no se advierta su labor de zapa. Se trata de no comerse el queso a grandes bocados, pues se notaría enseguida; es mucho mejor hacerlo de forma casi imperceptible. Para cuando alguien se quiera dar cuenta, el ratón ya ha dado buena cuenta del queso.
Sigue en: http://www.elartedelaestrategia.com/el_feroz_ataque_del_raton.html
La rata es mas de lo mismo, pero en mas grande. Y de ahí lo que nos cuentas de ratas, ratos, timoratos, piratas y otros malditos roedores. ¡Maldita plaga!
Saludos
Félix: las trincheras eran campo de batalla, dormitorio, comedor, cementerio... Y encima estaban las ratas y las pulgas. Ah, y el "pie de trinchera".
ResponderEliminarUn saludo.
Carlos: no hay suficiente raticida para tanta rata y tanto "rato".
ResponderEliminarUn saludo.
Recuerdo una peli acerca de la primer guerra mundial, uno de los protagonistas era el excelente actor ingles Tom Courtenay ,transcurria casi toda ella en las trincheras y las ratas eran la presencia constante.Puede estimado Cayetano que la realidad nos dice que los promotores de guerras son realmente unas ratas
ResponderEliminarAunque suene extraño, aquellos días veraniegos de 1969, cuando Amstrong holló el suelo lunar, a mí me comían literalmente las chinches en mi litera del cuartel de infantería. ¡Pobre soldadesca!
ResponderEliminarNando: ratas pero en la retaguardia.
ResponderEliminarUn saludo.
Francisco: yo también sufrí los ataques de pulgas y chinches. Menudos ronchones.
ResponderEliminarLas hay con barba y sin ella con chaqueta y con vestido y con altos gustos culinarios, el queso paso a la historia aunque mira por donde el papel aun lo siguen royendo.
ResponderEliminarSimpático el post, Cayetano..
Un saludo.
Las he visto subir y bajar por las estachas de los barcos como si fueran pasarelas para ellas. Se convierten en polizones que viajan por el mundo entero y otras se encuentran tan a gusto que se quedan a vivir como un tripulante más.
ResponderEliminarSiempre encuentran una guarida aunque su entorno sea de hierro.
Un abrazo, Cayetano.
No es de extrañar que en momentos de pobreza, hambre y miseria abunden y den la cara estos "roedores". Es entonces cuando se encuentran en su hábitat, cómodos, y cuando hacen de "las suyas" a plena luz del día y sin miedo alguno.
ResponderEliminarLa de "ratas" que conocemos en estos días.
Un besote.
Pedro H.R.: les queda queso para "rato". Lástima de trampas.
ResponderEliminarUn saludo.
Antonio: ratas y cucarachas siempre sobreviven a las crisis. A las pruebas me remito.
ResponderEliminarUn saludo.
Detalles: como comentaba recientemente, las ratas y las cucarachas sobreviven a las crisis.
ResponderEliminarUn saludo.
Me mata usted de risa con su ingenio. No se le puede sacar más punta a la palabra, desde luego.
ResponderEliminarFeliz fin de semana, monsieur
Bisous
Madame: espero que haya pasado un buen "rato".
ResponderEliminarFeliz fin de semana.
Ooh que buena entrada!!! Jajajaja lo del congreso! Buenaza!!! Jajajaa la comparto en FB!!
ResponderEliminarRecuerdo un cómic que hace no mucho me llamó la atención sobre la Iª Guerra Mundial. Se llama "Puta Guerra", con dibujo de Jacques Tardi y soporte histórico de Jean Pierre Verney. Si no lo has leído, te lo recomiendo.
ResponderEliminarCreo que allí también se recoge la situación de los soldados con las ratas.
Que pases una buena tarde, Cayetano. Un saludo,
Manuel Fernández Luccioni
Los Laberintos del Arte
Pues sí, me encajan los roedores en la escena actual. Royendo el bienestar hasta dejarlo churrupeteado y ecuchimizado.
ResponderEliminarGary Rivera: gracias por compartirla.
ResponderEliminarUn saludo.
Los Laberintos del Arte: me suena mucho ese cómic que dices, cómic francés o belga.
ResponderEliminarUn saludo.
La Fuensanta y el Antón: habrá que echar mano de unos cuantos gatos, porque los leones del Congreso parece que no nos sirven mucho para esto de echar a los roedores.
ResponderEliminarUn saludo.
Los roedores tienen una tasa de multiplicación muy elevada y se mueven por todos los ámbitos.
ResponderEliminarBuen fin de semana.
Jajaja Me ha encantado lo de Rato...Rato si que lo ha ratificado todo :)
ResponderEliminarUn abrazo
Antorelo: sí, últimamente están proliferando mucho por el área mediterránea.
ResponderEliminarUn saludo.
Adra: me acuerdo de la tomadura de pelo de Bankia a cada "rato".
ResponderEliminarUn saludo.
Pues por aquí debemos seguir en guerra, porque veo "mucha rata suelta"! Y algunos ni llegan a esconderse el pan bajo el sombrero, ya se lo roban desde el precio, en el mismísimo supermercado!
ResponderEliminarSaludos, Cayetano
En otras épocas las ratas y ratones eran las mascotas de las casas. Habitaban en las bodegas, en los sobrados o trasteros y también las salas y salitas, alcobas y cocinas. Por no hablar de las ratas de otra especie, que esas simepre existen y existirán. Ahora nuestras mascotas con derecho a techo, pero no adoptadas son las cucarachas, literales y también en forma de banco.
ResponderEliminarUn saludo
Patzy: ratas de todos los colores, patrias y banderas.
ResponderEliminarUn saludo.
Carmen: esas seguro que sobreviven a una hecatombe mundial. No hay quien pueda con ellas.
ResponderEliminarUn saludo.
Me dan mucho asco los ratones y las ratas, sería tremendo convivir con ellos.
ResponderEliminar¡Qué asco! Dicen que cuando había mucha hambre se las comían... ¡Puf!
Un abrazo.
Rosario: y las peores son las de corbata.
ResponderEliminarUn saludo.
Rosario: y las peores son las de corbata.
ResponderEliminarUn saludo.
Casi a los que más hay que temer es a los que ratifican en el congreso que a los que consideramos rateros. Buen juego de palabras, Cayetano.
ResponderEliminarAlguna rata también sirvió para aportar algo de proteínas...
ResponderEliminarUn saludo
Valverde de Lucerna: temibles ratificadores. Una plaga de las gordas.
ResponderEliminarUn saludo.
Javier: y si no que se lo pregunten a los que hayan padecido alguna guerra.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola Cayetano:
ResponderEliminarNo sé porque no se actualiza la entrada. La he visto ahora, pero tiene dos días
Todos respondemos a nuestros instintos...Los ratos no son la excepción...
Saludos.
Manuel: misterios del internet. No eres el único al que le pasa.
ResponderEliminarUn saludo.
"Valiente personaje"
ResponderEliminarBesos.
Estoy un poco perdida con el tema de tu libro. A ver si lo compro que me apetece mucho leerlo.
Arantza: por mí encantado de contar contigo como lectora. Se te echaba de menos por estos lares.
ResponderEliminarUn saludo.
Geniales Les Luthiers!!!!
ResponderEliminarSon intelectuales del humor!
Tengo ganas de leer tu libro.Veré la forma de envío.
Es muy común, también , cuando se ve un lugar atiborrado de papeles y cajas decir :"es una cueva de ratones".
Abrazo.
Carmela: para mí un placer tenerte como lectora. Y sí, unos genios los chicos del frac negro.
ResponderEliminarSaludos.