Cuando a Nicomedes
González le concedieron las concejalías de Medio Ambiente, Urbanismo y
Seguridad Ciudadana, tras arduas negociaciones entre su formación política y el
alcalde electo, se frotó las manos y, desoyendo los consejos de los más afines,
sin miedo a la posible pérdida de miles de votos, juró vengarse:
“Se van a enterar ahora
todos estos cerdos”, comentó.
Lo primero de todo era
ampliar la normativa existente:
“Anexos al reglamento
que articula las normas de convivencia en materia de salubridad pública, aplicables
a todos, incluyendo también a la gente incívica:
1.- Motocicletas modelo
“chicharra”, de escape libre, de esas que atruenan en las calles precisamente a
la hora de la siesta y a medianoche. A los propietarios de las mismas se les
implantará a la altura del tímpano un microchip autoamplificado, donde se
recogerá la grabación del ruido producido por sus diabólicos cacharros, a
volumen real, con la obligatoriedad de oírlo entero, al menos dos veces al día,
durante sus horas de descanso. La grabación se activará por control remoto y
sin previo aviso.
2.-
Recogida de residuos: imprescindible el uso de recipientes apropiados. Iniciamos
la campaña “use el contenedor específico”. Hay que reciclar. Cada cosa en su
sitio:
Los
suspiros, en el contenedor blanco. Los proyectos malogrados, en el gris: ideas que
no cuajaron, poemas rotos… Vomitonas de fin de semana, contenedor a lunares,
con gama de colores psicodélicos, según la naturaleza de lo arrojado, que va
desde el rojo- pimiento morrón al verde- pistacho, pasando por el marrón-browni.
Cadáveres de suicidas en el contenedor negro; recogida de 6 a 8 de la mañana
salvo festivos. Atención al cartel: “Se ruega a los señores suicidas no hacer
uso de este servicio los domingos y las fiestas de guardar, salvo a última hora”.
3.- Desaprensivos que
dejan su coche o moto aparcado en la acera, en los pasos de cebra o en los
accesos para personas con movilidad reducida: uso del cepo para el coche, pero
también para el propietario, a quien se exhibirá públicamente en lugares
concurridos para mofa de la ciudadanía, distracción de la chiquillería y
escarnio del infractor insolidario, patada en el trasero incluida.
4.-Ancianos gruñones
con bastón, con tendencia a convertir el mismo en una prolongación natural del
brazo cada vez que optan por señalar algo a sus acompañantes, con el peligro
que ello conlleva para los desprevenidos peatones, con riesgo cierto de sacar
un ojo o proporcionar un bastonazo a gente inocente: obligatoriedad de llevar
adherido a su gorra, boina o sombrero un espejo retrovisor que les advierta de
la posible presencia de otros transeúntes que circulen tras ellos por la acera
y se aventuren a efectuar un adelantamiento.
5.- Dueños de perros
que sacan a sus mascotas para que se alivien en la vía pública, dejando todo
impregnado de meadas y excrementos; pues, como todo el mundo sabe, no basta con
la consabida bolsita recoge- mierdas, dado que es ineficaz para la orina y
máxime cuando el mejor amigo del hombre anda con el vientre suelto y, en todo
caso, siempre queda en la calle el “remostillo”, la huella de la defecación,
susceptible de acabar adherida a los zapatos o bien ser aprovechada por
insectos con escasa conciencia social, con el consiguiente riesgo para los
viandantes: obligatoriedad de pagar una tasa específica por tenencia de perros,
al igual que las personas debemos pagar una multa si nos pillan meando o
cagando en la vía pública, aunque nos limpiemos convenientemente, aunque
insistamos en que se trata de un homenaje al “caganer” o aunque recojamos
nuestras heces en una bolsita posteriormente; que debemos tener los
contribuyentes, cuanto menos, los mismos derechos que los perros. Digo yo.”
__________Texto publicado en "La Charca Literaria.
¡¡ Leches !!, parece que esa normativa la haya dictado mi cuñado.
ResponderEliminarA lo mejor. Jejeje. Quién sabe.
EliminarUn abrazo, Rodericus.
Y digo más...tu cuñado no será el marido de mi suegra ¡¡¡¡
ResponderEliminarJoder ¡¡¡
Se ve que abunda este tipo de personas "hartas de guarros".
EliminarUn abrazo, Miquel.
Fantástico, en todos los puntos, es imprescindible la utilización de la tecnología: microchips-autoamplificados, contenedores específicos, cepos, retrovisores especiales, etc. todo esto requiere presupuestos adicionales y comisiones adicionales.
ResponderEliminarAbrazos
Sí, jejeje. Como diría el amigo Miquel: Ay untamiento.
EliminarUn abrazo, Francesc.
Pues ahí van unas cuantas buenas ideas que seguro nadie se atreverá a aplicar, lo cual es una lástima. Pero son dignas de incluir en algún programa electoral.
ResponderEliminarBuenas noches
Bisous
Nadie las aplicará porque quitan votos al ser políticamente incorrectas.
EliminarUn abrazo, Montserrat.
Jajajaja a este alcalde, yo le otorgaría la medalla de oro.
ResponderEliminarAbrazos
Este, en vez de forrarse con comisiones y mordidas, va y saca medidas impopulares para los afectados, que son muchos.
EliminarUn abrazo, Myriam.
A mi la primera me gusta mucho...Pero no se den descanso, que sea todo el día que oigan ese ruido infernal :D
ResponderEliminarLo de los abuelos no tando...yo haré eso también :D
Saludos Cayetano.
No estaría mal darles algo de su propia medicina a esos gamberretes del ruido.
EliminarUn saludo, Manuel.
Muy interesante como escribes Un blog lleno de buenos textos
ResponderEliminarte felicito Cayetano
Muchas gracias, Recomenzar. Eres muy amable.
EliminarSaludos.
Me encantan estas medidas, no sabría decir cuál es la mejor. Naturalmente, a este señor tan creativo y ale estarán llamando "facha" y/o populista. Es lo que hay.
ResponderEliminarUn saludo, Cayetano
Si fuéramos nórdicos, muchos verían bien estas medidas; pero como somos de sangre mediterránea, el amigo Nicomedes tendría los días contados. Aquí hay que dejar que los gamberros y los perros hagan lo que quieran, mande quien mande.
EliminarUn saludo, Carlos.
No creo que llegue a ser muy popular Nicomedes con esa normativa, aunque tenga mucha razón en sus planteamientos.
ResponderEliminarUn saludo.
Triunfaría en Europa del norte. Aquí iría a la oposición. Fijo.
EliminarUn saludo, Valverde de Lucerna.
Muy buena la de los perros. Si sabré de esas cositas! Extiéndase a los “ botelloneros”.
ResponderEliminarTener un perro es una responsabilidad que muchos no asumen.
EliminarUn saludo, Emejota.
No le falta razón al concejal.
ResponderEliminarAunque en este asunto hemos adelantado muchísimo. Cuando mis hijos eran pequeños, las mamás nos pasábamos la vida vigilando que los peques no pisaran los restos de las aceras y que en los parques infantiles no aparecieran cada día varios regalos, con las consiguientes peleas con los dueños de los animales. O que algunos vecinos en lugar de molestarse en llevarlo a un lugar adecuado donde no molestara, recogiendo los excrementos, lo sacaban a la puerta y una vez cumplido el trámite allí mismo, daban media vuelta y volvía a entrar. O los que lo subían a las azoteas.
Esperemos que sigan los logros, Cayetano.
Un concejal con una tarea complicada dado el pasotismo y la guarrería del pueblo soberano.
EliminarUn saludo.
Pues todo depende de si el concejal González, tras arduas negociaciones para obtener el cargo, desee mantenerse en él a toda costa o a parte de ella.
ResponderEliminarSaludos.
No. Creo que todo obedece a un deseo de venganza pasajero. Sabe que no lo van a volver a votar, porque esto no es Noruega.
EliminarUn saludo, DLT.
La cuestión es quién obligará al cumplimiento de todas estar normas...
ResponderEliminarSaludos,
J.
Siempre cabe el recurso de imponer multas, incautar la nómina del infractor, etc. De hecho, se hace. Como es un relato de ficción, no creo que la sangre llegue al río. Lo más probable es que el propio partido le obligue a dar marcha atrás para no perder votos.
EliminarSaludos, J.
Jjejeje Habría que ver si con una normativa como ésta pierde o gana votos!
ResponderEliminarSaludos, Cayetano
En España perdería votos seguro.
EliminarUn saludo, Xibelius.
Al número 4 le añadiría lo mismo para transeúntes que portan un paraguas y, sin pretenderlo o con conciencia de ello, lo usan como puntero o lo llevan debajo del brazo sin darse cuenta de que detrás van niños pequeños a los que pueden sacar un ojo. Ídem para portadores no expertos de paraguas con los que pican la sesera a modo de estilete a los viandantes cercanos.
ResponderEliminarUn saludo
Los de los paraguas deberían hacer un máster que les habilitara para usarlos.
EliminarUn saludo, Carmen.
Hola Cayetano, estoy de acuerdo con las sanciones, pero la de las motos con escape libre me parece fantástica, habría que ponerla a funcionar ya!
ResponderEliminarUna pena que los políticos no tomen nota de estas cosas que hacen la vida mas cómoda para el ciudadano .
Me encantó la entrada Cayetano.
Un abrazo
Puri
Gracias, Puri. Ya sabes que el papel lo aguanta todo.
EliminarUn abrazo.
Ya me gustaría que en mi ciudad aplicaran cada una de esas normas. creo que son comunes en todas las de territorio nacional. Delante de mi casa tengo un parque... Qué te voy a contar sobre dueños de perros y sus defecaciones...
ResponderEliminarUn saludo, Cayetano
No estaría mal que hubiera un poco de mano dura para la gente incívica; pero parece ser que eso no da votos, al menos por aquí.
EliminarUn saludo, Pilar.
Que lindo escrito
ResponderEliminarme gusta mucho como escribes y sientes con tus letras
aprendo siempre que te leo
un abrazo compañero
Muchas gracias. Todo un detalle por tu parte.
EliminarAbrazos, Recomenzar.