lunes, 14 de septiembre de 2020

El agujero




Algún hijoputa ha inundado de agua la galería.
—Si llega hasta nuestras posiciones estamos perdidos.

Año 2026. Tras el estallido de la Tercera Guerra Mundial, muchos sobreviven como pueden, escondidos, semiocultos, en refugios excavados bajo tierra, para evitar las consecuencias nefastas de las bombas empleadas en el conflicto. Aunque la guerra por fin ha terminado, fuera solo reina la devastación, la que corresponde a un mundo desolado, lleno de escombros y miseria. Algunos osan deambular de aquí para allá porque no les queda otra opción. Hay que vivir a toda costa. Son muchos los que buscan su sustento entre la hierba semicalcinada y los cascotes de los edificios en ruinas; no faltan quienes hasta se atreven a cultivar algunas hortalizas en la tierra que en su día estuvo sembrada de césped. Los improvisados huertos urbanos, nunca mejor dicho, se realizan siempre en lugares poco visibles, para evitar los saqueos, y usan el agua que proporcionan algunas fuentes públicas que han sobrevivido milagrosamente a la catástrofe.
Y debajo, a varios metros bajo el pavimento de la calle, en ese dédalo de galerías oscuras, huele a tierra mojada, a humedad, a materia orgánica vegetal en descomposición. Pero se trata de un sitio seguro, siempre que alguien no lo descubra.
Y parece que ahora alguien dio con él.
El miedo y la desazón se extienden entre sus moradores.

—Hay que salir como sea. Podemos morir todos ahogados por la inundación.
—No sé si me da más miedo morir ahogado que exponerme otra vez a que me caiga un trozo de tejado en la cabeza o a las radiaciones. Ese aire de ahí fuera está viciado todavía.
—Habrá que arriesgarse de nuevo. De hecho ya lo hacemos de vez en cuando en busca de algo que llevarnos a la boca.
—Al final vas a tener razón. Se lo voy a comunicar al resto a ver qué opina de todo esto.
—Date prisa. No tenemos todo el día. Cada segundo que pase es decisivo. Deberíamos salir en tromba y ya mismo.
Y la decisión fue unánime: salir de forma ordenada pero rápida. No había que perder tiempo.
—Vamos, rápido. Ahora es el momento. Salgamos ya. Por aquí. Aquella galería no, que está toda anegada.

Así fue cómo abandonaron masivamente aquel agujero, ante el riesgo cierto de perecer ahogadas, por causa del agua a presión que el aprendiz de agricultor aquel metió con su manguera dentro del hormiguero.


41 comentarios:

  1. Me has puesto los pelos de punta. Ojalá hubieras fechado del 2030 en adelante, donde mis posibilidades de existencia son casi nulas o quizás haya perdido la cabeza y no sería consciente de una catástrofe así. Prefiero marcharme antes de tener que vivir una circunstancia tan devastadora como la que describes.
    Un abrazo.

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    1. No puse 2030 porque para entonces las hormigas junto a sus amigas las cucarachas dominarán la Tierra.
      Un abrazo, Paco.

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  2. Antes de que llegue esa Tercera Guerra Mundial, las ciudades ya habrán quedado destrozadas: edificios decrépitos, con goteras y fachadas desconchadas; las redes de saneamiento urbano estarán rotas, no funcionaran las cloacas y los residuos esparcidos por todas partes apestarán, no habrá recogida de basuras, las gentes desconfiarán los unos de los otros, habrá saqueos, robos, atracos. El panorama ciber-punk llegará antes de la Tercera Guerra. Las escuelas estarán cerradas, los hospitales no funcionarán, no habrá producción de bienes ni distribución de productos. Las ciudades se despoblarán y las gentes marcharán a lo villorrios intentando sobrevivir.
    Saludos

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    1. Sí, el panorama apocalíptico cada vez es más creíble y cercano. Además de todo lo que dices, será difícil encontrar un buen rodaballo para comer.
      Un abrazo, Francesc.

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  3. Si es que no le puedes dar una azada al que no sabe sembrar. Hay que joderse. Ese futuro distópico que planteas puede no ser descabellado.
    Un abrazo!

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  4. O sea, si no es por el aprendiz de agricultor no salen a la superficie nunca más.

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  5. Esto está más negro que una buena acción por parte de algún ministerio ¡¡¡

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    1. Y tú que lo digas. Negro como el futuro.
      Un saludo, Miquel.

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    1. Se entiende aunque no lo traduzcas. Nada como saber varios idiomas. Jejeje. Un abrazo, Montse.

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  7. Deprimente relato creado por alguien a quien el mundo no le parece que esté en las mejores manos y por eso juguetea con su imaginación.
    ¿Imaginación?

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    1. La realidad últimamente supera cualquier relato de ciencia ficción.
      Un abrazo, Ana.

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  8. Sustitos a punto de desencadenar lo que narras llevamos desde la crisis de los misiles en 1962, o quien sabe si no antes. Por ahora, la suerte nos va acompañando. Esperemos que ninguna manguera nos acabe de rematar.

    Un saludo, Cayetano

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  9. Hombre puestos así “ los viejos “ mejor desintegrados. En ese contexto sí que 0 resulta mejot que - 1, -2, etc.”
    Encantada de volver a leerte!

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  10. Ahh si, me olvidaba, por si las “fíes”, aprovecha ahora para hincharte a rodaballo! Buen provecho!

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  11. Por omo están las cosas, no es tan descabellado...
    Excelente tu relato, Cayetano!!

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    1. Sí. A veces la realidad es todavía más cruda que la ficción.
      Un saludo, Laura.

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  12. Hace sentir tu relato. Pero da miedo la descripción y el detalle. Se ve que de la cuarentena y mientras persiste la pandemia no estamos saliendo ni risueños, ni más fuertes, ni más confiados ni mínimamente optimistas. Esta situación que vivimos, a la que se suma las consecuencias socioeconómicas que nos aterran y la situación mundial, va a desgastarnos incluso en nuestras relaciones personales. Pero yo creo en la ficción como medio para exorcizar. En la escritura, en la lectura, en ignorar en la medida de lo posible a los tertulianos agoreros y los políticos mediocres, que no son todos los que están ni están todos los que son, pero la mediocridad es propiedad al alcance de cualquier condición social, de oficio o profesión, de negocio propio o ajeno, y no son ni mejores ni peores los políticos, porque son nuestro reflejo. Sí, lo bueno de tu relato es que es breve, si llegas a ampliarlo y entras en detalles más escabrosos saldríamos apesadumbrados del todo. Ah, y muy oportuna esa fecha de 2026 pues, a diferencia de otras fechas que marcaron los escritores tipo Orwell con suficiente tiempo, la de 2026, ya ves, está al alcance de la mano para el común, aunque ya veremos si para todos y cada uno de los que escribimos por estos pagos.

    Un abrazo.

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    1. Somos como las hormigas en el hormiguero. O al menos nos sentimos como ellas. A ver este futuro que ya anda por aquí si es más halagüeño que el del relato.
      Un abrazo, Fackel.

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  13. Hacía falta tus relatos... Imaginativos como la realidad...

    Estamos a punto de caramelo (o de inundación), solo que no vamos a salir ordenados como las hormigas...

    Saludos Cayetano. Siempre ocurrente

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    1. Pues me ha costado ponerlo, porque ando algo descentrado y disperso debido, sin duda, a la situación que atravesamos. En fin. Hay que hacer un esfuerzo y pprocurar seguir en la brecha. Al menos de momento.
      Un saludo, Manuel.

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  14. Estamos a merced de un dios cruel y poco misericordioso, un semidios que juega a serlo sin darse cuenta, a merced de otro dios superior que juega con los destinos de los pequeños semidioses y de los humanos. Así pensaban los clásicos y quizá tuvieran razón. No somos más que hormigas en el universo.
    Saludos

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    1. Muy buena tu teoría. Estar a merced de diosecillos de medio pelo tiene la desventaja de que un dolor de muelas o una mala digestión puede provocarles las ganas de hacernos la pascua, como a las pobres hormigas.
      Un saludo, Carmen.

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  15. Excelente relato.

    A veces me pregunto sino somos como las hormigas,
    aunque ellas más inteligentes.

    Me encanta y alegra tu regreso, aún estando disperso.
    Te entiendo, me pasa lo mismo.

    Besotes

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    1. Poco a poco vamos volviendo a la normalidad en lo que se refiere a la actividad personal.
      Un abrazo, Myriam.

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  16. En los tiempos que corren, de tanta tribulación, consuela pensar que aun puede haber algo peor.
    Saludos.

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    1. Pues sí; aunque a veces la realidad supera a cualquier historia de ficción.
      Un saludo, DLT.

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  17. Tu inesperado final ha aplacado mi angustia: "son hormigas". Antes los relatos de ciencia ficción se leían con total tranquilidad, ahora no, ahora tememos que puedan ser agoreros de lo que pase antes del 31 de diciembre del 2020.
    SAludos.

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    1. Para ellas siempre estamos en guerra. Siempre hay desaprensivos que destrozan su hormiguero.
      Un saludo, Manuela.

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  18. En tensión me has tenido mientras leía tu relato Cayetano para que venga un aprendiz de agricultor a inundarlo todo. tal como está todo a mí ya no me extraña nada de lo que pase.

    Un abrazo.

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    1. Hay mucho pirómano metido a jardinero.
      Un saludo, Conchi.

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  19. Todo posible futuro siempre termina en distopia, menos en Star Trek, aunque ciertamente parece en el pasado de la serie si hubo una guerra tremenda antes de lanzarse al espacio la humanidad. Ahora bien catastrofes naturales o artificiales son siempre posibles, sea aqui o en un hormiguero. Lo bueno es que las hormigas se reproducen RAPIDISIMO

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  20. Serán hormigas, pero seguro que muchos habrán pensado que nos podía pasar a las personas. Un saludo.

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    1. Esa era la idea, Valverde de Lucerna. Jugar con el equívoco, con las dobles lecturas.
      Un saludo.

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