El 27 de junio de 1957 comienza a fabricarse en España
El 600 era el símbolo del inicio del desarrollismo franquista allá en los años 60.
De la España rural, de la alpargata y la boina, se estaba pasando a la España del pluriempleo y del Seat a plazos. Porque entonces todo se pagaba a plazos, la nevera, la lavadora... hasta la tele en blanco y negro, el que pudiera permitirse el lujo de tenerla.
Algunos se iban en aquellos cacharros -llamémosles coches- de "bacaciones". Así como suena, con falta de ortografía y todo, que en el fondo no es tal.
Y las navidades eran un buen momento para ello.
Irse de “bacaciones” no era marcharse a disfrutar del tiempo libre, sino cargar el maletero de cosas y llenar el coche por dentro y por fuera -techo incluido, léase "baca"- de gente, bolsos, maletas, bolsas, mochilas, cajas y demás, sin olvidarse de la sombrilla de la playa, de la mesa plegable y de la nevera portátil si el viaje era en verano y si éramos tan modernos y afortunados como para tener una.
En el "seiscientos" cabíamos todos y todo, contraviniendo los principios más elementales de la Física.
Y desde que arrancaba el coche daba comienzo la aventura, con una pregunta que rondaba nuestras cabezas... ¿Llegaríamos algún día a nuestro destino?
La aventura podría ser ésta: coche cargado hasta los topes. Origen Madrid. Destino Sevilla, atravesando todo lo atravesable: Aranjuez, Ocaña, Tembleque, Manzanares, Bailén, Despeñaperros, La Carolina, Córdoba, Carmona... Y parábamos en todas partes, en Valdepeñas para hacer un pis, en Andújar para estirar las piernas, en Guarromán para echar gasolina, en Córdoba para visitar a los tíos y a los primos, en Écija para comprar unas "yemas", en Carmona para comprar el pan...
Tras unas diez o doce horas de viaje (más doce que diez) llegabas a tu destino, cansado y hecho polvo. El 600 se calentaba, dado que el motor iba detrás, y había que parar de vez en cuando para echarle agua. Aquello era modernidad y lo demás son tonterías.
El coche de la foto era algo parecido al de mi padre, en color -no tan verde oliva, pero podría darnos una idea- y en matrícula, que también empezaba y terminaba por 4. Mi padre a veces también se dejaba bigote y ponía cara de mala uva cuando salíamos de viaje (y cuando no también). A mi hermano y a mí más nos valía no armar jaleo durante el trayecto no fuera que se escapara algún sopapo.
Ya digo... toda una aventura aquello.
Los coches de antes eran auténticos Termineitos, que recuerdos del Supermirafiori, del R7 y tantos cacharros en el que llevar bajadas las ventanillas no molestaba al conductor.
ResponderEliminarUn abrazo
Entonces se podía aprovechar el viaje incluso para aprender. Los padres iban fijándose en la geografía, o incluso repasando las tablas de multiplicar con los nenes.
ResponderEliminarNo como ahora, que la única tabla que repasan en la tablet, para tenerlos entretenidos con videojuegos sin que molesten.
Otros tiempos, de aquellos españoles que empezaban a disfrutar de eso que se llamaba "bacaciones", aunque mucho echarán de menos esos años...¿hemos cambiado tanto?
ResponderEliminarUn saludo
¡Qué tiempos! Había una canción: "adelante hombre del 600, carretera nacional es tuya" En aquellos tiempos moría un mundo y nacía otro, nada volvería a ser igual.
ResponderEliminarUn saludo
Cayetano que tiempos aquellos,,, ,¿ lo que no recuerdo es donde llevaba el navegador? . Jejeje..
ResponderEliminarUn abrazo.
Senovilla: lo que todavía no sé es cómo podíamos meternos cinco personas en aquellos cacharros.
ResponderEliminarUn saludo.
La Fuensanta y el Antón: sí. Daba tiempo a todo dentro del coche. Incluso saldar cuentas pendientes.
ResponderEliminarUn saludo.
Carolvs: si te digo la verdad no echo de menos esa época terrible. En el cole cobrabas si no te sabías la lección. Y en casa no te digo. Si esto no cambia para peor mucho más, de momento vivo mejor ahora que en los 60.
ResponderEliminarUn saludo.
Carlos: o tempora, o mores.
ResponderEliminarLo bueno es que yo era un crío. Lo malo, todo lo demás.
Saludos.
Buenos días, Cayetano.
ResponderEliminarPara los que no vivimos la época del seiscientos todo esto nos suena a chino.
La imagen más cercana que tengo de ello (películas aparte) era la cabecera del '¿Qué apostamos?', donde metían en un seiscientos a todo un pueblo de Teruel.
Interesante reflexión. Que tengas un buen día y que disfrutes de los días que vas a pasar fuera de Madrid.
Pedro: el "navegador" ahora no recuerdo, pero el cuentakilómetros marcaba 80 normalmente.
ResponderEliminarUn saludo
Anónimo Castellano: aquella era la España de José Luis López Vázquez y Gracita Morales, pobre pero divertida.
ResponderEliminarUn saludo.
Yo aprendí a conducir en un 600 y luego, de vez en cuando, alquilábamos otro amigo y yo uno, no para viajar, sino para hacer kilómetros. Uno a la ida y el otro a la vuelta.
ResponderEliminarEn aquellos años se viajaba, ahora nos trasladamos en coche, que es otra cosa mucho más simple y menos emocionante. El viaje es aventura y aquellos eran aventura.
Un abrazo.
Eran viajes heroicos y abnegados. El 850 tampoco estaba mal.
ResponderEliminarSaludos.
Francisco: lo de Ulises no era nada comparado con la odisea de viajar en un seiscientos.
ResponderEliminarUn saludo.
Retable: el 850, el 124, el 1430 ya era entonces unos "cochazos" comparados con el "pelotilla".
ResponderEliminarUn saludo.
¡Esos eran viajes!
ResponderEliminarNosotros teníamos un 1.400 también verde, casualidad, en nuestro coche atiborrado y con seis chiquillos viajaba, una canasta llena de filetes empanados, tortilla de patatas...
¡Era lo mejor del camino!
Un abrazo.
Rosario: la tortilla de patatas fría y los filetes empanados. El 1400 ya era un señor coche comparado con el "pelotilla".
ResponderEliminarUn saludo.
Jajajaja caray! Mi amigo me conto tal como lo describes, pensaba que era un caso particular, pero veo que era la costumbre de la época! Aquí en lima, los 60 eran losm tiempos del cambio, no los he vivido, pero conozco algunos cambios por lo conversado con mis viejos, en los 60 lima comenzó a asfaltarse! Y la gente podía llegar más rápido a todos lados, aparecieron las motos! Y eso acorto distancias también!
ResponderEliminarGary Rivera: bienvenido. Sí, los años 60 fueron de cambios importantes en muchos sitios. Aquí la dictadura de Franco entraba en su tramo de desarrollismo.
ResponderEliminarUn saludo.
Aunque sean tiempos no vividos por una servidora, sí puedo contar que mis tíos (2 personas) cargaban en su 600 a sus hijos (otras 4 prsonas) y todos los útiles propias de las "bacaciones" en la baca (veáse maletas, cestos, balones y similarea) y se marchaban todos desde Béjar al País Vasco a ver a otros tiíos míos que emigraron allá por entonces a trabajar. Son unos cuantos kilómetros con el calor del verano, el quipaje, los muchachos armando y nunca, gracias a Dios o a quien sea, pasó el más mínimo percance.
ResponderEliminarUn saludo
Carmen: tiempos aquellos donde el aparato de aire acondicionado era el botijo o abrir la ventana.
ResponderEliminarUn saludo.
Los '60 marcaron época en muchas partes.
ResponderEliminarNo los viví, soy de los '70, pero los pequeños escarabajos cumplían una función similar en Venezuela entonces. Todo cabía y además la abuela...Y el perro.
Saludos Cayetano
En mi casa nunca hubo un 600, a mi padre no le gustaba porque decía que era muy pequeño. El primer coche que recuerdo era un Simca 1000. Después, cuando yo tenía 5 o 6 años prosperamos al Simca 1200. Pero para el caso era lo mismo, íbamos al pueblo que aquello parecía una mudanza. Y mi padre renegaba, y soltaba la típica frase: "Os pensáis que tengo un camión?" Qué tiempos me has hecho recordar...
ResponderEliminarYo me pregunto ¿ Donde andaba la policía entonces? Ni cinturones de seguridad, ni silletas homologadas, ni transportín para perros, cristal de atrás cubierto con chaquetones,algunos montados sobre las piernas de otros (yo recuerdo que hice un viaje a Málaga sobre las piernas de mi tía en un 1.500), la parada en el bar de carretera para refrescar gargantas (incluida la de conductor)...¡¡ No sé cómo sobrevivimos algunos!!
ResponderEliminarSaludos Cayetano, un tiempo desaparecida pero ya estoy de vuelta.
Igualito, mi padre también tuvo uno que hasta en el color se parecía.
ResponderEliminarUn saludo.
Ay :) Mira el otro día me crucé en la carretera, subiendo un puerto de montaña con una helada interesante, con cinco seiscientos seguidos, una mini concentración, y me dieron una ternura...yo muerta de miedo a treinta por hora con un 4*4 y ellos venían tan ricamente, a toda galleta y sin despeinarse
ResponderEliminarEl primer cocche que tuvo mi padre fue un r4 amarillo. Lo del sopapo y las paradas era igual :D
Precioso post.
Un abrazo
Manuel: es increíble la capacidad que tenían aquellos cacharros, que todo cabía.
ResponderEliminarUn saludo.
Kassiopea: esos coches ya se podían llamar "coches". El "pelotilla" no llegaba a esa categoría.
ResponderEliminarUn saludo.
Detalles: y el conductor se pegaba cada trago que ni control de alcoholemia ni gaitas. No sé cómo estamos vivos.
ResponderEliminarUn saludo.
DLT: el de mi padre era un verde pero no tan oliva chillón. No encontré su color y puse ese, el que más se parecía en tono y matrícula.
ResponderEliminarUn saludo.
Adra: los sopapos que te despeinaban estuvieron vigentes un par de décadas más. Ya no. Ahora tocas un pelo a un gamberrete y se te cae el idem.
ResponderEliminarY ahora que lo dices, mi primer coche fue "un cuatro latas" como ese que dices, pero no daba tanto el cante con el amarillo. El coche de los paletos y también de los "progres" de mi época. Qué tiempos.
Aquello no eran viajes, eran aventuras. Pero siempre llegabas, porque aquellos coches se podían arreglar con cuatro nociones básicas de mecánica y algo de maña; ahora, es imposible cambiar hasta unas simples bombillas.
ResponderEliminarUn abrazo
Javier: la mecánica era muy sencilla. Con un par de nociones sabías cambiar cosas. Ahora casi todo es electrónico y los coches de pronto se paran y hay que llamar a la grúa.
ResponderEliminarUn saludo.
Quien no lo haya vivido no puede comprender lo que describes.
ResponderEliminarEl viaje Madrid-Sevilla me ha hecho rememorar tiempos pasados idénticos a los que cuentas. Con parada en Guarromán incluida.
¡Qué tiempos aquellos!
Un abrazo.
Escribir desde un teléfono no es lo mío.
EliminarUn saludo.
Me has hecho acordar de una película italiana, de los años ´70, perteneciente a una saga cuyo protagonista era un tal Fantozzi, con la dirección de Luciano Salce, y la actuación central de Paolo Villaggio. Este tipo se iba de vacaciones con la familia en un pequeño Fiat blanco, muy semejante al 600, cargadísimo de cosas, al punto de arrastrar el chasis contra el suelo y sobresaliendo objetos y valijas por las ventanas. Para demostrar que este personaje, simbolizando un italiano medio de la época, no era propiamente un afortunado en la vida...recuerdo una escena, con el cielo totalmente despejado y celeste, pero con sólo una nube negra en todo el cielo que hacía llover "a cantaros" sobre su Fiat!!! Jajaj era tan, pero tan cómica, que aún hoy vienen a mi memoria las imagenes y me río! Todo un símbolo el 600! (por aquí aún se ven algunos!!!) Abrazo, Cayetano
ResponderEliminarItalianos y Españoles, primoshermanos.
EliminarSaludos.
Cuántos recuerdos.
ResponderEliminarEl mío tenía veinticinco años, también era verde y todo lo que entraba, cabía. Yo amontonaba detrás a mis hijos y al perro y ellos se organizaban.
Ahora te das cuenta de que en muchos aspectos vivíamos sin normas. ¿Mejor hoy?
Un coche para toda una vida.
ResponderEliminarSaludos.
No estoy acostumbrado a entrar en el boom con un teléfono ajeno. Disculpad la torpeza. Cuandovuelva a Madrid todo se formalizará .
ResponderEliminarSaludos.
Aaaaaggggg!!!
ResponderEliminarAquello eran aventuras y disfrutar de las paradas. No me extraña que los padres de entonces fueran severos, bastante sacrificio era viajar por aquellas carreteras y más si los niños daban guerra en el coche.
ResponderEliminarUn saludo.
Valverde de Lucerna: mi padre era severo siempre. Algo crónico.
ResponderEliminarUn saludo.
¡Adelante hombreee del seiscientos, la carretera nacional es tuya!
ResponderEliminarAhhh si, mi primer coche personal e intrasferible fue un 600 azul de tercera o cuarta mano. Mis padres no tuvieron coche, algo normal, si pero mi novio tenía el 1500 de su padre, y luego al casarnos nos compramos un 1430, que fue mío tras el 600.... y ... mejor no sigo. Besos.
* Caramba veo que Carlos Martín ha comenzado como yo. Que se le va a hacer.
Emejota: sin embargo, el primer coche mío fue un "cuatro latas".
ResponderEliminarUn saludo.
El Citroen!!!Que nunca se quedaba en el camino.Y andaba hasta sin puertas....
ResponderEliminarAl 600 lo llamábamos el " bolita".
Y uno de los más queribles fue el 133...Hace un montonazo!!!
Lindos recuerdos.
Abrazos.
Carmela: creo recordar que el Citroen que dices tenía la ventanilla del conductor abatible de abajo arriba. Era el coche de los hippies y gente con barba y melena. Luego estaba el "Cuatro latas", parecido pero de la Renault. Qué tiempos.
ResponderEliminarCarmela: creo recordar que el Citroen que dices tenía la ventanilla del conductor abatible de abajo arriba. Era el coche de los hippies y gente con barba y melena. Luego estaba el "Cuatro latas", parecido pero de la Renault. Qué tiempos.
ResponderEliminarSiiii!!!Ése era el Citroen.Era una tortuga pero siempre andaba.Era el auge de los hippies y de interpretaciones freudianas .
ResponderEliminarQué tiempos!!!
Abrazo.
Mi padre tenia un 800, el mismo tipo que el 6oo pero con 4 puertas, de color gabardina y sin baca.
ResponderEliminarGratos recuerdos.
SALUTE.