El régimen nazi que llegó al poder en Alemania tenía la clara determinación de acabar con los judíos.
El primer paso sería el boicot a sus negocios, a su posición, con el fin de arrinconarlos, arruinarlos, segregarlos y expulsarlos desde el punto de vista económico, social y espacial.
En 1934, todos los establecimientos judíos fueron marcados con la estrella de David amarilla o señalados con la palabra "Jude" bien visible en los escaparates. En la puerta de acceso, matones de las SA, con su atuendo paramilitar, exhibían una actitud chulesca para disuadir a posibles compradores.
En los transportes públicos y en los bancos de los parques, los judíos debían sentarse en los asientos marcados para ellos.
En algunas tiendas y farmacias se les negaba la compra de alimentos y medicinas.
A los médicos y abogados judíos se les hizo el boicot, alentando a los alemanes a no usar sus servicios. En consecuencia, muchos maestros y otros empleados públicos fueron despedidos.
En las escuelas a los niños se les inculcaban ideas antisemitas, delante de los niños judíos que reiteradamente eran ridiculizados sin miramiento alguno por sus propios profesores. En los patios de recreo, el acoso de los niños judíos por parte de sus compañeros quedaba en la más absoluta impunidad. Maneras de conseguir que estos abandonaran la escuela y después acusarles de indolentes y perezosos.
En 1935 se promulgan las Leyes de Nuremberg de pureza racial, por las que los judios dejaban de ser considerados ciudadanos alemanes y se prohibió el matrimonio entre judíos y no judíos.
El siguiente paso era expulsarlos, echarlos de Alemania.
Muchos, como hizo Albert Einstein, abandonaron el país y se dirigieron a naciones como Inglaterra o los EEUU.
Cuando alguien se alegra de las desgracias ajenas
es que la perversidad se ha instalado en la sociedad como principio moral.
La noche de los cristales rotos, del 9 al 10 de noviembre de 1938, con el asalto a los domicilios, sinagogas y propiedades de los judíos, fue una maniobra para deshacerse de ellos.
Se calcula que más de siete mil establecimientos fueron destruidos, unas cuatrocientas sinagogas incendiadas. Dos centenares de judios fueron asesinados y unos veinte mil fueron enviados a campos de concentración. Las únicas personas no judías que fueron castigadas por las atrocidades que se cometieron aquella noche fueron delincuentes que habían violado a mujeres judías, no por ese delito precisamente sino por haber contravenido las leyes de pureza racial sobre las relaciones sexuales entre arios y judíos.
Tras este suceso, el número de judíos que deseaba salir de Alemania aumentó drásticamente. Se calcula que, aproximadamente, la mitad de la población judía abandonó Alemania entre 1933 y 1939. ¿Por qué no huyeron muchos más?
Salir del país no era tarea fácil.
Una norma sobre transferencias de capitales entre países evitaba que los judíos pudieran llevarse gran parte de su dinero fuera. El impuesto sobre la emigración, despojando a los judíos de la riqueza que necesitaban para el pasaje a otros países, actuaba de factor disuasorio. Muchas naciones se negaban a acoger a inmigrantes sin dinero porque ello suponía una carga para el Estado de acogida.
Así que muchos quedaron atrapados en una Alemania hostil que cada vez se asemejaba más a una ratonera.Y esto fue el inicio del exterminio masivo de judíos, del holocausto, una palabra de origen griego que significa "sacrificio por el fuego", nunca mejor dicho puesto que una abrumadora mayoría terminó en los hornos crematorios de los campos de exterminio.
De la aniquilación sistemática tampoco se libraron otros colectivos, también considerados inferiores racialmente, como los romaníes (gitanos), los testigos de Jehová, los homosexuales, los discapacitados. Tampoco se libraron los disidentes políticos, los socialistas, los comunistas y algunos de los pueblos eslavos, como polacos o rusos.
Un famoso poema, atribuido tal vez erróneamente a Bertold Bretch, dice:
"Primero vinieron por los comunistas,
pero yo no dije nada
porque no era comunista.
Luego vinieron por los judíos,
y yo no dije nada
porque no era judío.
Después vinieron por los católicos,
y tampoco dije nada
porque yo era protestante.
Cuando vinieron por mí,
ya no había nadie
que dijera nada."
Cayetano, es algo extraño en la historia de la Humanidad el odio hacia el pueblo judio. Alemania fue el máximo exponente, pero durante siglos, no se salvó ningún pueblo en la persecución de esta etnia. Tal vez la excusa del chivo expiatorio por haber matado a Jesus sea la mejor para calmar las conciencias, si es que algo así se puede justificar. Aun así, Stalin, al que Cristo se la traia al pairo, también alentó el exterminio de judios, aunque el triste record se lo llevaron los nazis. Por goleada.
ResponderEliminarEn el Sudeste asiático, no hay judios, pero hay chinos y cuando algo va mal, también es costumbre un progrom contra éstos. Chinos y judios: su propia internet de contactos, trabajo, inteligencia, autoaislados de los demás. Muchas coincidencias. En España ya se empieza a notar cierto tufillo racista y con ganas de cerilla y gasolina hacia estos "malditos demonios amarillos"
Saludos
PD. Ya veremos que ocurre en Grecia, con extramas izda y drcha, que también les va la marcha gulag
Lo terrible de esto, no que haya pasado ayer... Sino que ocurrió antes (con otros nombres); está pasando ahora en alguna parte del mundo; y sucederá mañana también.
ResponderEliminarQuienes no han vivido en países en donde hay o ha habido dictaduras militares, no saben lo rápido que puede cambiar todo, y como las personas a cambio de su propio interés cierran los ojos para no ver.
Un saludo. Siempre interesante tu blog.
Carolus: cuando sobrevienen las crisis siempre es conveniente tener a mano algún colectivo "diferente" que pague el pato. ¿Será la condición humana?
ResponderEliminarUn saludo.
Pilar: así es. Yo todavía recuerdo la que tuvimos aquí. Solo que yo era más joven y el tiempo todo lo difumina.
ResponderEliminarUn saludo.
Cayetano, el poema de Brecht no tiene desperdicio y siempre me encantó. Yo también pienso que los alemanes tuvieron mucha culpa, miraron para otro lado, e incluso ahora, también lo hacen, pero está en la conciencia colectiva. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarEstupenda entrada. Qué barbaridad, pensar no solo que ocurrieron esas atrocidades, sino que esos partidos parecen estar resurgiendo. Será posible, después de conocer el pasado? Temo que todo pueda volver a comenzar. La próxima vez no será con los judíos seguramente, pero a otros les tocará, y poco a poco, como dice el gran Brecht, un día ya no quedará nadie para decir nada.
ResponderEliminarFeliz día
Bisous
Existen otras opiniones, hace poco se publico un largo estudio de un juez argentino de ascendencia judia
ResponderEliminarque desmenuza la Shoa desde su origenes.
Por supuesto que no parte del negacionismo neo nazi, sino que del analisis historico lo que se desprende es que la idea de la cupula nazi era "desembarazarse" de los judios alemanes via su expulsion tipo Fernando e Isabel del Reino.
De hecho,y esto de puede comprabar, Adolf Eichmann cuando es juzgado, es reconocido como tal, como jerarca nazi por destacados rabinos que habian participado en reuniones con el asesino serial en los que se menciono la Isla de Madagascar como destino posible.
De hecho las matanzas en serie no empezaron sino despues de la batalla de Stalingrado en que los nazis avizoraron la derrota y quisieron " acabar" con el "problema " a como diera lugar.
El tema central creo ,no era un tema racial, sino de disputa politica contra la URSS a la que visualizaban como el enemigo "judeo comunista " De hecho los 20 millones de muertos que puso la implosionada URSS en esa guerra demuestran la ferocidad de la lucha
ya que las bajas en combate no fueron sino una parte de los mismos y los asesinatos masivos en las zonas ocupadas por los alemanes fueron la norma.
Los eslavos eran considerados tambien como undermenshen o como se escriba en aleman SUBHUMANOS.Aptos si para el trabajo esclavo.
¿que quiero decir con todo esto?
Que los nazis no se plantearon de entrada el exterminio de la poblacion judia,lo hicieron en el marco de lo que consideraban una guerra contra los enemigos de Europa ,civilizada y superior por supuesto.
Paco: los alemanes vuelven a estar de moda. Parece cosa del destino. Espero que ahora reaccionen. Se trata del futuro de Europa.
ResponderEliminarUn saludo.
Madame: seamos optimistas y esperemos que la sangre no llegue al río. De algo debe servir la experiencia pasada.
ResponderEliminarUn saludo.
Nando: judíos, eslavos, gitanos, testigos de Jehová, homosexuales... gente diferente a la que había que exterminar. Realmente estaban mal de la "azotea".
ResponderEliminarUn saludo.
Bueno, nos seguimos echando las manos a la cabeza por las barbaridades que cometieron los nazis sin tener muy en cuenta que recientemente -aunque fuese a menor escala y no hablemos de millones de asesinados-, en la antigua Yugoslavia hemos asistido a cosas similares con albaneses o bosnios-musulmanes. En cada guerra o conflicto siempre hay chivos expiatorios. Las minorías son un blanco fácil y el ser humano es muy capaz de casi todo.
ResponderEliminarSaludos, Cayetano.
Las masas pueden ser terroríficas. Bajo la capa amorfa de las masas de puede esconder la más virulenta de las iras y aceptarse como lo que tiene que ser. El exterminio sobre los judios y otros pueblos o razas es una vergüenza para la humanidad.
ResponderEliminarLa descripción de los horrores llevados a cabo por los nazis contra judíos u otros colectivos minoritarios, no son suficientes para que resurja el fascismo. Su larga sombra parecen de nuevo amenazar Europa, amaparados por el desánimo que cunde en una crisis económica que hace también perder la esperanza en las democracias. Sólo tenemos que fijarnos en Francia o Grecia.
ResponderEliminarSaludos
Dissortat: solo que los nazis se llevaron el primer premio en crueldad.
ResponderEliminarUn saludo.
Carmen: y la culpa la tenemos todos (Unos más que otros). Tal vez podría evitarse si las naciones no entraran en una crisis prolongada.
ResponderEliminar¿Habrá alguien interesado en que se hunda de nuevo nuestro continente?
No quiero pensar mal, pero...
Un saludo.
Francisco: a mí las masas, amparadas en el anonimato, me dan mucho miedo. Son capaces de cualquier cosa.
ResponderEliminarUn saludo.
Supongo que es instinto humano. Eliminar al que no piensa igual. La pena es que la Historia no parece resultar educadora a la hora de combatir esos desórdenes.
ResponderEliminarBesos
La Historia tiende a tener episodios cíclicos. Se nos olvida la historia reciente, al usar diferentes excusas con un fin particular: Echar la culpa a otros.
ResponderEliminarTe dije antes que los candidatos que suenan con más fuerza son los inmigrantes...En el caso específico de la sanidad, si no tienen nacionalidad española, tienes que dejar el cargo de funcionario (interino o definitivo). Pero a quien contratan lo hace con un contrato basura...sea español o extranjeros.
Saludos
No te puedes imaginar lo que sentí en Austwich cuando visité ese campo de muerte. Lo que me asombra es cómo aquél país de Beethowen o de Hyden o de Hegel o de Kant o de Ghoete y un largo etc de genios de la cultura occidental, puedo degenerar en lo que degeneró.
ResponderEliminarEstos días lo estoy explicando y me gusta ver las caras de los chicos al descubrir esos horrores y como me alegro de pensar que colaboraré en su desprecio cuando sean mayores por el totalitarismo.
Saludos colega.
Siempre me he preguntado por qué no se fueron de Alemania y al ver las razones que expones, me recuerda la expulsión de los judíos de España, algunos tuvieron la ocasión de apropiarse de sus bienes, lo que demuestra que los indefensos son los que pagan cuando hay problemas en una nación, aunque los judíos han sufrido, por unas y otras razones, persecuciones en muchos países, pero lo del holocausto fue una de las razones que impulsaron la creación del estado de Israel.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es terrible lo que pasó y estremece pensar que se pueda repetir algo parecido. El caldo de cultivo se está formando, luego sólo haría un líder carismático que arrastre a la masa sin voluntad. Quiero pensar que esto no vaya a suceder, en ningún país.
ResponderEliminarUn abrazo.
No hay perdón porque como un mal menor, aún así bastante grave, podían en vez de descargarlos en campos de concentración que los trenes los hubiesen llevado a cualquier frontera enemiga y descargarlos allí.
ResponderEliminarQue barbaridad el holocausto, pienso que no hemos aprendido nada y se pueden repetir historias parecidas.
Saludos.
Es hecho incuestionable que siempre están los chivos expiatorios a merced de la 'bonhomía' consagrada por los regímenes de turno. ¡Bien que no todos, menos mal!
ResponderEliminarInnegable también, por palmaria, la verdad ésta: "Cuando alguien se alegra de las desgracias ajenas
es que la perversidad se ha instalado en la sociedad como principio moral".
Hace tan solo tres días, no más, el 'Grand français' (?) echaba mano de
la des-gracia española, repetida como cantilena...
Poco favor le surtió al gachó', vive Dios.
Y así discurren las moralinas. hasta acabarse en mar, que también morir.
En algún tiempo hubo un judío ejemplar. Y otro, allende el océano.
Un saludo/abrazos
Me asomaré a esta Tina de Diógenes, claro que sí.
Arantza: sí, parece que estamos condenados a repetir los mismos errores una y otra vez.
ResponderEliminarUn saludo.
Manuel: el capitalismo salvaje no entiende de nacionalidades. Lo suyo es el máximo beneficio a costa e quien sea. Pero es cierto que cuando hay crisis, los que salen peor parados son los inmigrantes.
ResponderEliminarUn saludo.
Juan: si los chicos ponen cara de espanto es porque has logrado el milagro de la comunicación. Yo alguna vez lo consigo, no siempre.
ResponderEliminarUn saludo.
Valverde de Lucerna: en efecto, el pueblo más perseguido y humillado de todos a lo largo de la historia hasta hace poco.
ResponderEliminarUn saludo.
DTL: para que volviera a suceder algo así deberían darse, además de la crisis, otros elementos que se dieron en su día. De momento, parece difícil algo similar.
ResponderEliminarUn saludo.
Pili Mª Pilar: el "pequeño gran hombre" destronado usaba en efecto la crisis española para meter el miedo en el cuerpo a sus compatriotas.
ResponderEliminarGracias por el comentario.
Bienvenida a esta tu casa.
Un saludo.
Pili Mª Pilar: el "pequeño gran hombre" destronado usaba en efecto la crisis española para meter el miedo en el cuerpo a sus compatriotas.
ResponderEliminarGracias por el comentario.
Bienvenida a esta tu casa.
Un saludo.
Una lección que no deberíamos olvidar nunca. El pasado verano leí el libro de Primo Levi "Si esto es un hombre" y me impactó profundamente. Su lectura es obligatoria en las escuelas italianas y me pregunto por qué no se hace algo similar en España. Un abrazo, querido amigo.
ResponderEliminarIsabel: Los propios italianos fueron los que capturaron a Mussolini, mientras que aquí hay mucha gente que todavía no ha condenado el régimen anterior. Seguro que si se saca un libro similar para las escuelas, se dice que se está "adoctrinando" a los chicos. Esa es la diferencia.
ResponderEliminarUn saludo.
Cuando los echamos de España ya se tuvieron que ir con una mano delante y otra detrás. Muchos de ellos conservaron las llaves de sus casas pensando que algún día podrían volver... pero los cerrados las puertas de sus casas y del país.
ResponderEliminarUn abrazo
Javier: aunque echaron las llaves ya se encargaría el Duque de Lerma de conseguir una copia.
ResponderEliminarUn saludo.
Pues vaya unas horitas de llegar. Todo sea por... lo que sea que está siendo.
ResponderEliminarVaya plan historico doloroso llevamos, está bien eso de hacer un recuerdo de tiempos no tan lejanos a ver si tomamos conciencia de la que se nos puede venir encima. Lo cierto es que leerlo me duele enormemente, chico es mencionar la cuestión de los judíos y se me abren las entrañas automáticamente, me duele tanto, entonces es cuando renuncio a mi raza con todas las fuerzas de las que pueda hacer acopio.
Bsss.
Emejota: la culpa de este asunto escabroso la tiene el temario de Historia. Y es que ahora estamos con estos temas. Jejeje.
ResponderEliminarUn saludo.