El verdadero origen del día internacional de la mujer.
Aunque se celebra el 8 de marzo… convendría remontarse hasta el 25 de ese mismo mes de 1911, en Nueva York.
Un día terrible para recordar.
Un grupo de mujeres trabajadoras va a ser protagonista y también la víctima de ese fatídico día.
Durante esa jornada se produjo un incendio en la fábrica de camisas “Triangle Shirtwaist” de la ciudad norteamericana, que se cobró como resultado nada más y nada menos que la vida de 146 mujeres que allí trabajaban. Unas murieron por quemaduras, otras por asfixia y otras desesperadas se suicidaron arrojándose al vacío para intentar escapar de aquel infierno.
La mayoría de las mujeres eran inmigrantes jóvenes italianas o de origen judío.
La tragedia no hubiera existido si las puertas del edificio hubieran estado abiertas, pero el temor a los robos y a las algaradas hizo que los responsables de la fábrica mantuvieran cerrado el edificio a cal y canto. Algunas de las víctimas al no poder escapar de las llamas se arrojaron a la calle desde los pisos superiores del edificio.
La tragedia obligó a cambiar la legislación en lo referente a la normativa sobre salud laboral y seguridad en el trabajo. Fue el origen de la creación del Sindicato Internacional de las Mujeres Trabajadoras y un referente claro para la celebración del Día Internacional de la Mujer que se celebra el 8 de marzo.
En un día con el sentimiento de otra tragedia, curiosamente con un número similar de víctimas, leo tu recuerdo de un suceso que tantas lecturas tiene, ya que se dieron varias circunstancias y cada una de ellas digna por sí misma de un comentario.
ResponderEliminarSaludos
Sí, vaya coincidencia. Parece hecho a posta. Y no ha sido así. Dejé programada la entrada antes de irme unos días. Hoy he vuelto.
EliminarUn saludo, Ana María.
Lástima que para conseguir avances tengan que ocurrir tragedias que sacudan las conciencias.
ResponderEliminarFeliz miércoles
Bisous
Cierto. El ejemplo actual de lo que diices lo tenemos en lo que desgraciadamente ha ocurrido hace poco.
EliminarUn saludo, madame.
Siempre tiene que haber una tragedia de por medio para que se haga algo contra las injusticias
ResponderEliminarBesos
Aprendemos por desgracia a base de golpes.
EliminarUn abrazo, Arantza.
Qué pena que sean necesarias estas tragedias para que la legislación se abra paso a golpes. El hecho que hoy nos comentas me recuerda en cierta forma a lo ocurrido en Bangladesh hace poco aunque las consecuencias no hayan tenido el eco que tuvo el desastre de EEUU. Conciencia tenemos de que la ropa que adquirimos se fabrica en condiciones draconianas enel sudeste asiático,pero aún sabiénolo seguimos adquiriéndola. Tampoco los países y las leyes internacionales hacen nada para mitigarlo. Todos tenemos la culpa.
ResponderEliminarUn saludo
Todos somos en parte responsables. Y la historia parece que, terrible, se repite una y otra vez.
EliminarUn saludo, Carmen.
Cuando la tragedia sacude los cimientos de nuestra conciencia es cuando más avanzamos. Sería bueno no tuvieramos que aprender a base de dramas.
ResponderEliminarSaludos Cayetano
Para muestra un botón. Estos días hemos tenido otro lamentable ejemplo del que todavía estamos viendo sus pormenores.
EliminarUn saludo, Ambar.
Conocía el hecho. Esta desgracia fue el germen de que las condiciones laborales en general fuesen revisadas en Estados Unidos, y surgiese una reglamentación sobre ellas. Una reglamentación que se está deteriorando a marchas forzadas en estos tiempos en los países supuestamente "desarrollados".
ResponderEliminarUn abrazo.
Así es Rodericus, la flaca memoria hace que las cosas caigan en el más triste olvido.
EliminarUn anrazo.
Sucedió, sucede y seguirá haciéndolo... porque aquí solo nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena.
ResponderEliminarAbrazotes.
Triste es reconocerlo, pero no tenemos remedio.
EliminarUn abrazo, Borja.
Cuantas conmemoraciones actuales vienen de sucesos como esos...
ResponderEliminarSaludos Cayetano
Parece una terrible coincidencia.
EliminarUn saludo, manuel.
Está muy bien difundir estos históricos sucesos.
ResponderEliminarSaludos.
O estos sucesos históricos. Según se mire.
EliminarUn saludo, El tejón.
Terrible suceso el que nos traes Cayetano y que dejan a las claras las horrendas condiciones laborales de finales del XIX y comienzos del XX (Revolución Industrial), especialmente entre mujeres y niños y que nos muestran cuán importantes fueron los sindicatos de entonces para defender los derechos de los trabajadores...a diferencia de los de hoy que en vez de defendernos se gastan nuestros dineros en bolsos y mariscadas.
ResponderEliminarUn saludo.
Hay que refundar el movimiento sindical, es necesario y el de ahora hace aguas.
EliminarUn saludo, Carolvs.
En demasiadas ocasiones un gran logro o avance social le precede un gran desastre o tragedia.
ResponderEliminarUn saludo
Casi siempre sucede así. Será que aprendemos a base de golpes.
EliminarUn saludo, Javier.
Parece nuestro sino, tiene que suceder una tragedia para que se legisle o se tomen medidas justas.
ResponderEliminarUn abrazo.
A las pruebas me remito. Tragedia de estos días. Habrá nueva normativa para los vuelos.
EliminarUn abrazo, Valverde de Lucerna.
Ahora hemos trasladado estas infames condiciones de trabajo al Tercer Mundo. Ya se sabe: ojos que no ven...
ResponderEliminarUn saludo
Nuestra sociedad es muy hipócrita. Ande yo caliente y...
EliminarUn saludo, Carlos.
Un trágico suceso que produjo cambios, pero sólo en nuestros avanzados países. No hace mucho, cien años después de aquello, en la India, hubo una catástrofe en un edificio donde se hacinaban cientos de operarias textiles trabajando en instalaciones inapropiadas.
ResponderEliminarUn saludo.
Y luego están las textiles nacionales que se van fuera, donde las legislaciones son más blandas, y explotan una mano de obra casi esclava porque "hay que ser competitivos" en esto de los precios. Frase muy recurrente de nuestros gestores.
EliminarUn saludo.
Las medidas de seguridad en todos los ámbitos son ahora más rigurosas que antes. Desde luego fue un suceso trágico.
ResponderEliminarSaludos.
Podemos decir que aprendemos a base de palos.
EliminarUn saludo, Retablo.
De los errores se aprende...esperemos que de las barbaridades tan grandes(injustificables) también se saquen conclusiones de lo que no se debe hacer o dejar hacer.
ResponderEliminarEs tan culpable la persona que lo hace como la que lo permite,o no hace nada por impedirlo.
Saludos
Siempre pensamos bien, pero a veces demasiado tarde, cuando se han quedado por el camino gentes inocentes.
EliminarUn saludo, Rosa.