Biplano alemán derribado.
No es este, pero podría servirnos.
5 de octubre de 1914: en el contexto de la Primera Guerra Mundial, el sargento francés Joseph Frantz y su acompañante Louis Quenault consiguen lo que constituyó probablemente el primer derribo en combate aéreo de la historia.
Desde el avión alemán dispararon con una carabina. A lo que desde el aparato francés se respondió con una ametralladora.
Hasta ese momento no había tenido éxito una escaramuza semejante.
El avión derribado era un biplano alemán que, al ser alcanzado, se estrelló en una zona pantanosa, resultando muertos los dos ocupantes.
En la localidad francesa de Jonchery-sur-Vesle se colocó una placa conmemorativa en memoria de los participantes, tanto vencedores como vencidos. Todo un detalle.
La aviación a motor era algo entonces muy reciente, aproximadamente una década de existencia. En realidad nadie sabía cómo iba a utilizarse ese medio de locomoción en tiempos de guerra. Y mucho menos un combate en el aire. Se pensaba que el avión podría ser simplemente un buen aliado para tirar bombas sobre objetivos en tierra.
El origen de las batallas aéreas fue, como el caso que comentamos, una auténtica chapuza. Al principio se abatían los aviones enemigos a tiros, primero con pistola, luego con metralleta. También se lanzaban piedras y ladrillos, en plan primitivo. Hasta se arrojaban cuerdas para que se enredaran las hélices del avión enemigo. A veces se empleaban granadas de mano. Incluso, como señalan Guillermo Clemares y Javier Sanz, hubo alguno que se agenció "un garfio con el que intentaba arponear a sus rivales." (1) Embestir al enemigo en plan coche de choque de feria era otro método, no menos rudimentario y arriesgado. Si había disparos, el que pegaba los tiros a veces se entusiasmaba pendiente de su objetivo y dañaba sin querer la hélice del avión propio. Aquello era como marcar un gol en la propia portería. Un desastre.
Más tarde se equiparían los aparatos con ametralladoras fijas.
En todo caso, aquel era el comienzo -nada glorioso- de la larga lucha por la conquista del espacio aéreo.
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(1) ¡Fuego a discreción!, Javier Sanz y Guillermo Clemares. Ed. Oberon. Madrid, 2014.
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(1) ¡Fuego a discreción!, Javier Sanz y Guillermo Clemares. Ed. Oberon. Madrid, 2014.
Y es que en un inicio ni siquiera tenían muy claro de que les podían ayudar los aviones en aquella guerra, más allá de las tareas de reconocimiento. Si al piloto lo acompañaba un fotógrafo, ni había sitio ni aguante para colocar un arma pesada. Gran salto evolutivo el del ejército alemán al sincronizar los disparos de las metralletas con el movimiento de las hélices. Me quedo con aquel funeral de Estado con el que los propios ingleses rindieron homenaje al gran Manfred Albrecht Freiherr von Richthofen. No debía ser muy halagüeño ver aquel avión rojo encima tuyo...
ResponderEliminarUn saludo
Me imagino que se echarían a temblar. El amigo tenía una puntería endiablada. Más de 80 derribos era un buen currículum.
EliminarSaludos.
¡Lo que ha cambiado la aviación en un siglo, ahora mandan a los aviones solos como espías o como lanzadores de artilugios de matar! ¿Es esto progreso?
ResponderEliminarUn abrazo.
Es progreso; pero también es miedo o precaución a perder gente.
EliminarUn saludo.
Que el comienzo de la utilización de la aviación en las acciones bélicas fue complejo, lo sabía, pero de lo de tirar piedras y ladrillos a los aviones enemigos me ha dejado perpleja. Una curiosa entrada.
ResponderEliminarSaludos
Más perplejo se quedaría el del avión enemigo cuando le sacudiesen un ladrillazo. Esto es como el coche de Los Picapiedra, un origen de lo más primitivo y rudimentario.
EliminarUn saludo.
El ser humano es de lo peorcito. Todo lo convertimos en armas.
ResponderEliminar¡Salud!
Pues sí. Casi todos los adelantos y las innovaciones técnicas siempre han tenido una vertiente terrible en su uso bélico. Tecnología punta en cada momento al servicio de la guerra.
EliminarUn saludo.
Pronto veremos el primer combate aéreo de drones... si es que aun no ha ocurrido. Entonces habrá empezado la 1ª Guerra Robótica y la ficción se empezará a colar en la realidad.
ResponderEliminarUn saludo
Lo primero que pensamos es: bueno, mientras sean las máquinas las que se destruyan entre si y no haya víctimas humanas... El problema puede radicar ahí, en el coste humano. Los países más avanzados cada vez llevan peor el tema de las bajas por mera cuestión de rentabilidad de cara a la opinión pública. A los países menos desarrollados y que no cuentan con un sistema democrático, ese tema no es el primordial, como ocurría antes con las guerras tradicionales. Ver caso de la URSS durante la Segunda Guerra Mundial. Los que están dispuestos a hacer mayor ese sacrificio son los que luego pueden ganar la guerra. ¿Estarián dispuestas hoy las grandes potencias a iniciar una guerra que pudiera costarle millones de muertos? En caso contrario, puede que al final les cueste la derrota. Un tema que da qué pensar de cara a los conflictos que amenazan actualmente el orden mundial.
EliminarUn saludo.
Entonces voy a dejar de decir "es más tonto que tirar granadas para arriba"...porque de verdad lo hicieron! Ja! Lo que se ha avanzado...o retrocedido? Abrazo, Cayetano.
ResponderEliminarClaro. Avanzar o retroceder.Todo depende de cómo se mire.
EliminarUn abrazo, Patzy.
Madre mía, el gol en propia puerta tenía en esos casos un resultado demasiado dramático. Si es que no conviene entusiasmarse tanto!
ResponderEliminarFeliz tarde, monsieur
Bisous
A ver, con los nervios suelen pasar esas cosas, que uno se entusiasma y quema sus propias naves.
EliminarUn saludo.
ya imagino en un futuro para el que no tengo tiempo cronológico de ser testigo directo, a naves espaciales lanzando rayos a otras naves, que la ciencia ficcion se nos anticipa
ResponderEliminarYa pronto, aunque espero hacerme viejo antes y no verlo.
EliminarUn saludo.
Tan apasionante (por el carácter aventurero) como triste y cruel (por la guerra) es la historia de la aviación durante esa primera guerra mundial.
ResponderEliminarUnos pilotos, que pertenecían a otra casta distinta a la militar. En su mayoría, aristócratas o deportistas que gozaban de un estatus económico holgado.
Y una prensa que los trató con mucha benevolencia.
Con todo, no dejaba de ser una guerra. En el aire, pero guerra. Y eso no conlleva nada positivo.
Abrazo, Cayetano!!
En efecto: una anécdota o dato curioso dentro de una cruda y terrible realidad.
EliminarUn saludo.
Hubo un derribo en combate aéreo anterior a este, con el método más rudimentario de todos los que mencionas. Tan rudimentario que probablemente no se le considera combate aéreo:
ResponderEliminarhttp://es.wikipedia.org/wiki/Piotr_N%C3%A9sterov
Un saludo Cayetano.
Método embestida al estilo coche de choque de feria, un mes antes de lahazaña que traigo a esta página. Aunque es un método rudimentario y suicida se podría considerar también "combate". A lo bestia, pero combate.
EliminarUn saludo.
Hola Cayetano:
ResponderEliminarTenía conocimiento de esta "batalla". Rudimentaria como la mayoría de los comienzos de los grandes "avances" de la humanidad.
En 1992 se produjo el primer bombardeo sobre Caracas, en la 2da intentona golpista (en la primera intentona estuvo chabestia). Dos bombarderos camberra, de la segunda guerra mundial lanzaron bombas sobre el palacio presidencial. Cayó uno por la artillería terrestre. Las bombas cayeron también en el centro de la ciudad. Momentos muy tensos aquellos.
Saludos
Un bombardeo aéreo debe ser algo terrible, para no olvidarlo nunca.
EliminarUn saludo, Manuel.
Aquel periodo de la historia me impresiona, y cuanto me alegra no haber vivido ningún bombardeo.
EliminarDe momento parece que nos vamos librando. A ver si hay suertecilla.
EliminarUn saludo, Emejota.
Si algo no puede faltar a los pioneros es imaginación, aunque sea tan "poco" original como derribar al enemigo con un ladrillo. Todo valía...incluso a insultos.
ResponderEliminarUn abrazo y muchas gracias por la mención.
Por imaginación y ganas de jorobar al contrario que no quede.
EliminarGracias a ti. El libro vuestro se lo merece.
Un abrazo.
Un aperitivo de los que serían las batallas áreas de la IIGM.
ResponderEliminarUn saludo
En menos de tres décadas, un salto cualitativo enorme.
EliminarUn saludo.
Los hay brutos y con puntería. Por cierto, a Guillermo Clemares, a quien tuve el placer de conocer junto a Javier en la Feria del Libro de Madrid, le cito en mi entrada.
ResponderEliminarUn saludo.
hola cayetano muy bueno lo del los aviones y sin animo de ser un animal me hubiera encantado ver esa pelicula muda dandose ladrillazos como trogloditas
ResponderEliminaraparatos del siglo XX pilotado por humanos del siglo XX a de C-
Tuvo que ser un espectáculo al estilo de las películas de Charlot.
EliminarSiempre es un placer que te pases por aquí.
Un saludo, Joxean.
Me he acordado de una cosa que repite mi madre..."ellos por el puente, nosotros por el río, ellos a pedradas nosotros puñaos de agua, como los pusimos... ellos a nosotros ;)" Y de la guerra de Gila cuando decía que no tenían tanques, que subían a un enano a un seiscientos y que matar no mataba pero "insulta y desmoraliza"
ResponderEliminarEs la guerra, todo vale ;)
Un abrazo, Cayetano
Aquello era de lo más rudimentario, al estilo de las guerras del señor Gila.
EliminarUn abrazo, Adra.
¡Cuánto ha aumentado el poder destructivo de los aviones de combate! Interesante texto.
ResponderEliminarSaludos
Somos igual de bestias pero con una técnica más avanzada.
EliminarUn saludo, Antorelo.
kaixo Cayetano
ResponderEliminarIgualmente, Joxean.
EliminarSomos expertos en el arte de matar y en el aire tenía que llegar también ese momento que lo cambiara todo.
ResponderEliminarUn abrazo
Lo que no inventemos para jorobar al prójimo...
EliminarUn abrazo.
Hola Cayetano: Perdon por lo de antes per me esta pasando que estoy escribiendo comentarios y no se me cuelgan y antes despues de saludar he dado a la tecla equivocada
ResponderEliminarY solo ha mandado el mensaje del saludo .
El comentario que habia hecho era que todavia me quedaba el misterio de la sincronozacion de las ametralladoras con las helices y, yo toddavia no lo veo el funcionamiento , pero lo que si se que enseguida resolvieron ese entuerto sobre todo por que servia para matar mas y como muchos en este bloq hemos comentado primero se inventa como matar, segundo se inventa como hacer mas daño y tercero pero muy sutilmente se inventa como curar.
“ como la caja de pandora , lo ultimo es la esperanza” asi somos los humanos.
Un Saludo desde Donostia Cayetano.
Menos mal, Joxean, que cerramos la caja a tiempo y aún nos queda esa baza.
EliminarUn saludo.
Hola Cayetano, ese libro de” fuego a discrecion” tiene que estar muy bien ,yo me lei hace años un libro titulado “historia de la incompetencia militar” y de verdad si estos nos tienen que defender del enemigo , es mejor que nos defienda el enemigo.
ResponderEliminarEsta claro tambien que en eso de los inventos militares se tira mucho dinero y sobre todo potencial humano esas vidas anonimas que nunca salen en los libros de historia. Al final el dicho de ese corso bajito que se apellidaba Bonaparte “Las guerras las organizan dos que se conocen muy bien ,donde se matan gente que no se conocen de nada”
Casi me gustaria ver esos duelos entre señores reyes o condes en el que se disputarian ese terreno en cuestion con la muy noble arma del… ladrillo macizo. Cuantas muertes nos habriamos ahorrado y sobretodo ese potencial social que es el hombre o mujer , por que a la hora de llevarte a la guerra no te han preguntado si eres un estudioso o un mostrenco , y estos ultimos tambien hacen su labor en la sociedad.
Un saludo Cayetano
Estoy de acuerdo contigo, Joxean. Que se maten ellos. Ahorraríamos tiempo y dinero, además de vidas de gente inocente. Y sí, el libro que cito es muy entretenido. Uno de los autores, Javier, es asiduo de esta casa.
EliminarUn saludo.
Desde luego lo que fue unos inicios de la aviación de guerra luego se ha convertido en una manera de participar en la guerra desde lejos. Ahí están los bombardeos aéreos contra los fundamentalistas islámicos, bombardean desde aviones sin exponerse demasiado, pero sin obtener unos resultados concluyentes.
ResponderEliminarUn saludo.
Ese es el problema, que saben que hay reservas por plantear otro tipo de ataques con mayor implicación sobre el terreno. Y eso les hace fuertes. Además, con los bombardeos desde los aviones, se llevan por delante a muchos civiles, con lo que se sigue sembrando la semilla del odio.
EliminarUn saludo.
Tal como lo cuentas es tragicómico; sin embargo la respuesta a Carlos Martín, por lo acertada, dramática con visos de tragedia.
ResponderEliminarUn saludo.
En efecto, has dado en la diana. La entrada era en clave de anécdota y la respuesta a Carlos, una reflexión sobre las guerras actuales y los costes que estamos dispuestos a pagar.
EliminarUn saludo.
Mira, “gracias” a Roland Garrós ya se pudo disparar una ametralladora desde un avión. Se podía arrasar a la gente inocente que salía de sus casas a ver que era aquel gran pájaro que volaba por el cielo haciendo ruido, como pasó en Nicaragua en 1927 y aún antes en Haití, y por supuesto en Guernika. Una fecha gloriosa, vamos.
ResponderEliminarMás le hubiera valido al señor Garrós dedicarse a jugar al tenis, que tanto le gustaba.
Su "heroicidad" se podría haber quedado ceñida simplemente a la proeza de haber atravesado por primera vez el Meditarráneo en avión. Con eso y con el deporte nos habríamos conformado más de uno.
EliminarUn saludo.
Hola cayetano:pues como dice Ana fue Roland Garros quien invento una sincronizacion de la ametralladora mas bien rustica ( cubrio las helices de acero) . Quien de verdad lo convirtio en proto electronica fue un holandes , un tal Anthony Fokker nos suena verdad pues este artista paisbajero con veinte años se fue a alemania y empezo a construir aviones militares y son considerados los mejores aparatos de la “ gran guerra” .
ResponderEliminarSi Carlos V levantara la cabeza diria que no hay mejores como un holandes y un frances para amargarte la vida.
Un saludo Cayetano
Y a Carlos V no le faltaría razón. Lo sabía de buena tinta.
EliminarUn saludo.