El panorama cultural de posguerra era desolador.
En una entrada antigua escribía yo:
De auténtico páramo cultural se puede hablar al referirnos al panorama creativo en los años 40.
La Guerra civil española provocó una ruptura en nuestras letras: algunos autores mueren en ella, fusilados, encarcelados, arrestados o de muerte natural y otros continuarán su labor en el exilio. Una larga nómina de valiosas pérdidas para nuestras letras: Miguel de Unamuno, Valle- Inclán, Miguel Hernández, Federico García Lorca, Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez, etc, etc.
Muerte, exilio...y también censura y autocensura, exilio interior de muchos intelectuales, escritores que tenían que sobrevivir como fuera en aquellos años duros, violentos y deshumanizados.
Lo más difundido en un principio será la literatura de los vencedores, con José María Pemán en poesía; los poetas del grupo Escorial, vinculados a la Falange como Dionisio Ridruejo o Leopoldo Panero; algo mayor de atrevimiento en su crudo realismo tuvo el simpatizante del régimen, afin también a la Falange, Camilo José Cela con La familia de Pascual Duarte y Carmen Laforet, con su novela Nada.
No era la cultura precisamente un estandarte que exhibiera orgulloso el nuevo régimen, porque cultura es igual a información, a libertad creativa, a difusión de opiniones… y eso entraba en colisión con los fundamentos totalitarios de la dictadura. Cultura y censura nunca se han llevado bien.
Los dictadores podían amar la lectura pero siempre se han distinguido por su afición a quemar libros. Para ellos existía el riesgo de la información de las masas sociales, el miedo a saber y conocer, a estudiar y comparar, a sopesar otras opiniones, otras "verdades".
Es de sobra conocida la opinión del señor Millán Astray sobre el tema, cuando Unamuno dijo en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca aquello de "Venceréis pero no convenceréis. Venceréis porque tenéis sobrada fuerza bruta, pero no convenceréis porque convencer significa persuadir", tras el golpe que degeneró en guerra, a lo que el legionario respondió con un “Muera la inteligencia y viva la muerte”. Un derroche de "ingenio" castrense si se analiza la expresión.
Franco lo dejó bien claro:
«En el orden cultural, el Estado español actuará como un Estado católico, porque debemos reconquistar nuestro universo espiritual, cuya atracción y cuyo esplendor queremos que brillen de nuevo, para rechazar a la sombra las malas costumbres extranjeras que tan perniciosamente han llegado a seducir a ciertos de nuestros intelectuales. Para los intelectuales de alma y pensamiento españoles, hay aquí una tarea magnífica, porque un pueblo puede improvisarlo todo, excepto su cultura intelectual.» (1)
Hubo una faceta cultural que fue pródigamente cultivada por el franquismo, la relacionada con el folklore popular, bailes regionales, canciones, etc. La Sección Femenina prestaba su apoyo a bailes y cantes tradicionales como la Jota aragonesa o los bailes andaluces, con letras adecuadas y patrióticas por supuesto:
La politización del catolicismo, que fue uno de los elementos definitorios del régimen de Franco, dejó su impronta en los desfiles procesionales de la Semana Santa, que se convirtieron en una ceremonia cívico-religioso-militar, enormemente popular y festiva al ser prohibidas o dificultadas otro tipo de manifestaciones como el carnaval.
La cultura de masas siguió estando protagonizada por la radio y el cine y la aparición de la televisión en los años 60, que llegaba todavía a pocos hogares pero se veía gracias al nacimiento de los "teleclubs". Estrechamente controlados en materia informativa, sin embargo, y pese a la censura, fueron vehículos de modernización cultural a través de la música o las películas del extranjero, especialmente las norteamericanas. La prensa no volvió a recuperar el nivel de la República y la única nota crítica solían ponerla los dibujos de Elgar. (2)
La cultura de masas siguió estando protagonizada por la radio y el cine y la aparición de la televisión en los años 60, que llegaba todavía a pocos hogares pero se veía gracias al nacimiento de los "teleclubs". Estrechamente controlados en materia informativa, sin embargo, y pese a la censura, fueron vehículos de modernización cultural a través de la música o las películas del extranjero, especialmente las norteamericanas. La prensa no volvió a recuperar el nivel de la República y la única nota crítica solían ponerla los dibujos de Elgar. (2)
Luego estaba el tema de la canción, vinculada una España tradicional, agrícola y patriótica. Comenta Vázquez Montalbán:
La canción nacional tiene sus umbrales diferenciales. Por una parte se tiñe y confunde de gitanismo y cante hondo, por otra se acerca a la floreada frontera del cuplé. El punto de equilibrio es la tonadilla, su característica de modificación modernizada de la histórica tonadilla escénica. Casi todas estas canciones se hicieron populares a través de la radio, pero con la catapulta previa de espectáculos teatrales andalucistas.
La canción nacional testimonia un voluntarismo ideológico determinado: efectismo, nacionalismo, majeza, pero no puede evitar cierto número de contrasentidos: el inmoralismo evidente en la mayor parte de personajes femeninos y una tristeza de fondo que se correspondía al temple a satisfacer de un pueblo que había pasado por la experiencia de una guerra.
La corriente de la canción nacional sobrevive hasta los años setenta, pero gracias a la inercia retórica. Es decir: esta tendencia está históricamente vivificada por el culto a la peculiaridad y al aislacionismo; en cuanto las fronteras se abren y penetran capitales y discos extranjeros, esta tendencia queda arruinada y sólo subsiste para alimentar retóricamente a un público inmovilizado en esta fase del gusto. Su adecuación a los tiempos marca el viaje que va desde el Romance de la otra hasta Dónde estará mi carro, desde Conchita Piquer a Manolo Escobar.(3)
La canción nacional testimonia un voluntarismo ideológico determinado: efectismo, nacionalismo, majeza, pero no puede evitar cierto número de contrasentidos: el inmoralismo evidente en la mayor parte de personajes femeninos y una tristeza de fondo que se correspondía al temple a satisfacer de un pueblo que había pasado por la experiencia de una guerra.
La corriente de la canción nacional sobrevive hasta los años setenta, pero gracias a la inercia retórica. Es decir: esta tendencia está históricamente vivificada por el culto a la peculiaridad y al aislacionismo; en cuanto las fronteras se abren y penetran capitales y discos extranjeros, esta tendencia queda arruinada y sólo subsiste para alimentar retóricamente a un público inmovilizado en esta fase del gusto. Su adecuación a los tiempos marca el viaje que va desde el Romance de la otra hasta Dónde estará mi carro, desde Conchita Piquer a Manolo Escobar.(3)
Pero eso ya es tema para otra entrada...
(2) diariosur
(3) vespito.net
El Real Madrid también fue emblema cultural y deportivo, de proyección del país en el exterior, aunque yo no vivi esos tiempos. Increible la discusión entre Unamuno y Millán Astray en la Universidad de Salamanca. Creo que desde entonces, Don Miguel se encerró en su casa del rectorado y no volvió a salir; "Muera la inteligencia", hay que ser zoquete. Bueno, Cayetano, hasta la próxima. Saludos.
ResponderEliminarSí, Paco, el fútbol, el boxeo, el ciclismo... también se utilizaban mucho para proyectar una imagen determinada al exterior.
ResponderEliminarUn saludo.
"Panem et Circenses", decían los romanos para tener entretenido al pueblo y que éste no viera las corruptelas ni las injusticias. Pero es que la España del franquismo ni eso. Mucho circo y poco pan. EWl boxeo, el Real Madird, los Niños Prodigio,las películas de exaltación del régimen (véase "Sin novedad en el Alcázar"), de la iglesia o de la Historia utilizada por el franquismo como paradigma, como modelo a imitar.
ResponderEliminarY mientras los intelectuales exiliados en Latinoamérica y EEUU, con los huesos de Machado en Burdeos y los de otros muchos en fosas comunes. Libros quemados dices, práctica habitual cuando el estado desea controlar las mentes de sus súbditos para que no piensen. Pensar demasiado es malo, porque da alas, da la libertad.
Saludos
Entre el exilio interior y el exterior perdimos gran parte de nuestra Inteligencia. ¿Qué hubiera sido de España de no haber triunfado la sublevación?
ResponderEliminarSaludos, compañero.
Estupendo comentario, Carmen. Muy atinado y juicioso. Es verdad, los dictadores quieren controlar las mentes no sea que piensen por libre.
ResponderEliminarUn saludo.
Buena pregunta la que viene de Nuestro Garito. ¿Qué hubiera sido de España si no hubiera triunfado la sublevación? Si nos ponemos pesimistas... habría estallado cualquier cosa, como estaban los ánimos de exaltados, tal vez una revolución generalizada, ¿quién sabe?
ResponderEliminarQuizá no hubieran muerto tan pronto o tan alejados de casa poetas como Miguel Hernández, Luis Cernuda, Lorca, Antonio Machado...
Un saludo.
Muy interesante este post. "Venceréis pero no convenceréis..." y, sin embargo, siguen venciendo en muchas cosas y hasta convenciendo. Sólo hay que echar una miradita por Valencia. Un abrazo muy fuerte.
ResponderEliminarHola Cayetano! Que decir del lenguaje de borrego e ignorante de Millán Astray, pues que con sus palabras se descubre el nivel intelectual que tenía, o sea, menos que cero. Aunque al señor Unamuno no le tengo demasiada afinidad, si que sé apreciar sus lúcidas palabras. La imagen que nos has puesto da una impresión muy vivida de lo sufrió. Parece como si al señor Unamuno le hubieran estado empujado y maltratando.
ResponderEliminarY replico a dos comentarios. Quería corregir a Carmen. Antonio Machado no murío o está enterrado en Burdeos. Murió y está enterrado en Colliure, muy cerca de la frontera española. Incluso Joan Manuel Serrat en su disco dedicado a Machado, tiene una canción dedicado al pueblo donde feneció.
Y sobre que hubiera pasado si la sublevación hubiera sido vencida. Pues lo mismo que pasó con Napoleón, Hitler hubiera invadido la península ibérica. Un sitio tan estratégico como el estrecho de Gibraltar le hubiera dado mucha ventaja e impediría que los aliados tuvieran una cabeza de puente muy cercana a Francia. Saludos!
Aquella cultura, no era cultura ni ná eran mensajes dirigidos por un aparato que las bocas adeptas lanzaban sin remordimiento....Eran los vencedores y la mayoría de las veces se jactaban del pueblo y sus penurias...Quizá la mayor incultura de un pueblo es la falta de libertad y no sólo la de expresión...Yo tardé mucho tiempo en enterarme,pero una vez enterada mi pensamiento dejó de ser manipulado,eso si en silencio un silencio que sólo dejó de serlo unos años después...A lo mejor demasiado tarde pero una vez conocido todo lo que ocurría, entré en otro mundo cultural...
ResponderEliminarInteligente entrada la de hoy..
Besicos.
Cayetano, un panorama desolador y triste desde todos los puntos de vista, pero aún más desde el intelectual. Se perdieron a grandes hombres intelectuales y los que quedaron eran demasiado afines al régimen como para contar con esa libertad creativa que se presupone al artista. Se perdió la España intelectual, de los grandes hombres de letras, de los surrealistas, de los pintores, etc etc y se pasó a la España profunda de sotana, folklorismo, pelis del Oeste y el Real Madrid de la 5 copas de Europa como dice Paco...
ResponderEliminar...poco a poco irán apareciendo nuevos brotes verdes de intelectualidad que coinciden como nos contabas con tus años de universidad pero esa ya es otra historia, la historia de la canción protesta de los Aute, Serrat o Labordeta.
Un saludo.
Una vez vi en TV una entrevista a un escritor, creo que era Juan Pedro Aparicio, pero no estoy de acuerdo hablando de la censura franquista. Le había tocado un censor militar, y le censuraron toda una novela por empezar diciendo algo sobre una mujer que se levantaba de la cama y se ponía las medias...el argumento fue que la mujer española, lo primero que hacia al levantarse, era rezar sus oraciones. Supongo que con semejantes bueyes poco y mal se podría arar.
ResponderEliminarMe gustó mucho la entrada, Cayetano. Un abrazo.
Perdón, para Nuestro Garito, que se preguntaba que hubiera pasado si no hubiera triunfado la sublevación, hay un libro que seuguramente ya conoceréis todos, pero por si acaso, es de Jesús Torbado, se titula "En el día de hoy" y es una hipótesis de lo que hubiera pasado si ganan los republicanos la guerra. A mí me gustó ;)
ooops...cuando digo no estoy de acuerdo, quería decir no estoy segura :). Sorry.
ResponderEliminarSoy monárquico (lo digo para quien no se haya dado cuenta, jajaja) pero lo acepto, la forma en que volvió la monarquía fue desastrosa, ese Franco era un palurdo y quería que todos sean palurdos como el...
ResponderEliminar...si aquellas ideas de libertad que transmitía la República se hacían realidad, con gusto las dejaba así, como estaban.
Saludos
Ilustrativa página.
ResponderEliminarMencionas el páramo cultural de los años cuarenta... y en otro post comentaste el perfil de mediocridad intelectual del generalísimo.Dichos datos ponen en evidencia que todo tiene que ver con todo.
Pienso en la gran cantidad de talentos cercenados por el regimen franquista.
Imagino la desolación e impotencia de Unamuno.
"Convencer significa : persuadir".
Otro caso que me conmueve es el de León Felipe. Murió en el exilio , lejos de la tierra que tanto amaba.
Y como él ...¡ tantos!
En el libro " Mala gente que camina " de Benjamín Prado , el autor toma como referente la obra de Laforet : "Nada" ... y da a entender que intentaba denunciar la situación de represión , niños robados ,muerte, exilio , corrupción pero de manera solapada pues no podía hacerlo abiertamente.
Quemar libros es un hábito recurrente de los dictadores.
Lo que no pueden quemar es la Memoria .
Brillante exposición !
Gracias !!!!
PD: muy interesante tu entrevista Cayetano, no la habìa leìdo hasta ahora.
ResponderEliminarLa dictadura supuso un frenazo brusco a la cultura, acabó de un plumazo con la primera generación de intelectuales españoles que se preocupó de aprender idiomas, de intercambiar experiencias con colegas extranjeros, en definitiva de evolucionar un país anquilosado... pero llegó el régimen y se enrocó en más de lo mismo, en un nacionalismo exacerbado, en todos los sentidos, siendo el principal en que toda obra cultural tenía q pasar por el tamiz católico, es decir, una estrechez de miras que ha costado mucho sacudirnos...
ResponderEliminarHuy, Isabel, como te oigan los amigos de Camps y la del bolso. Jejeje.
ResponderEliminarUn saludo.
Nahim, no te falta razón.
ResponderEliminarParece que con el gigante alemán y estando Hitler en el poder no habría consentido una república en España en contra de sus intereses. Y lo de poner Burdeos por Colliure yo creo que se debe al "exilio" de otro notable español: Goya. Lo cual es comprensible.
Un saludo.
La palabra "cultura" se ve que es muy relativa y propicia a manipulaciones; por eso, Cabopá, lo de poner detrás una coletilla: la cultura franquista. Ya con esto se entiende de qué va el tema.
ResponderEliminarUn saludo.
Así lo entiendo yo también, Carolus, una desgracia cultural para España, un panorama lamentable la de la literatura y las artes en las dos primeras décadas de posguerra.
ResponderEliminarGracias por lo de la entrevista.
Un saludo.
Almalaire, para burlar la censura había que ser más inteligente que los censores, lo cual a veces suponía toda una pirueta expresiva para que no se dieran cuenta.
ResponderEliminarUn saludo.
La República tenía cosas buenas, Don Matu, sobre todo porque la monarquía española a veces no estaba a la altura de los tiempos modernos. Una monarquía constitucional y avanzada podría haber sido una solución, como lo ha sido ahora recientemente. Ahora que, en vez de un rey, tuvimos a Paquito durante casi cuarenta años. ¡Uf!
ResponderEliminarGracias al franquismo, el mundo entero se llenó de escritores e intelectuales españoles que partieron al exilio. Lo cual redundó, Carmela, en beneficio de los países de acogida, a la par que estos pobres exiliados se beneficiaron de vuestra generosa acogida.
ResponderEliminarUn saludo.
No hay cosa peor, José Luis, que una dictadura católica o integrista si de trata de otra religión; porque el delito se confunde con el pecado y viceversa. Si hay dictadura, al menos que sea atea o laica y que nos dejen en paz de asustar con el pecado y con el infierno, como pasó aquí.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola Cayetano:
ResponderEliminarRelato interesante este que traes de la cultura franquista.
Mis abuelos maternos emigraron a Venezuela luego de la guerra (1940). Mi abuelo, que siempre fue muy liberal en su pensamiento, considero que quedarse en España (el vivía en la isla de Hierro), no sería muy adecuado para su salud, y para su mente. Asi que cogió a sus 6 hijos (nacieron 5 mñás en Venezuela) y monto en un barco que le llevo a América, donde dos hermanos de él esperaban.
Recuerdo siempre las palabras que dijo cuando se supo de la Muerte de Franco: "Al fin", murmuro. Ya hizo bastante daño. Lo otro que dijo es impublicable.
El decía que de España "ni agua" y no quiso regresar, a pesar de conocer su diagnostico médico.
La actitud de mi abuelo venía justamente por algunas persecusiones a su manera de pensar por "vecinos" que consideraban peligrosa su mentalidad.....
Cosas que pasan.
Contrariamente a lo que se pudiera pensar, mi abuelo nunca hablo de política en Venezuela.....
Saludos y seguiré enterandoe de esta págia histórica de España através de tus entradas
No me extraña que tu abuelo no quisiera volver a España. Tuvo que marcarle mucho el exilio, rehacer su vida en otra tierra. Es duro, muy duro. Incluso sería duro para gente como tú que no huye de una guerra, pero seguro que te costaría volver a empezar allí. Y eso que la tierra dicen que tira mucho.
ResponderEliminarUn saludo.
Se lo apropiaron todo, todo. Y la mayoría de la gente dejó de respetar la bandera ...porque se la quedarom ellos, y dejó de respetar la lírica tradicional (copla, bailes) porque se la quedó la Sección Femenina, y hasta del idioma hicieron bandera, y España es el único país del mundo que habla algo que no nos atrevemos a llamar español, sino castellano, como si en los demás países del mundo no hubiera existido también una región de la que nació su lengua, imponiéndose a los demas dialectos...
ResponderEliminarY luego se contraatacó, y a los titulares de Lengua Española se nos hizo, por ley, Profesores...de Castellano ¡ole!
En Literatura la oportunidad lo fue todo. habría para escribir una tesis. Pero ahora...ahora, los mismos de siempre se apropian de la figuira de Miguel hernández, y de la de Antonio Machado, o de la de García Lorca...
¡La ironía llega a la cumbre más alta!
Mucho trabaja usted su blog, don cayetano. MI más sincera admiración.
Yo le preguntaría a la Rosa, ¿Que bandera se apropiaron? ¿La bandera republicana? ¿La bandera de Alfonso XIII, donde sólo salia el escudo de Castilla y León? ¿La bandera del pollo? Por otro lado, en Gran Bretaña, dicen inglés a la lengua que hablan la mayoría de sus ciudadanos, y a nadie se le ocurre revindicar que se hable el británico. Además, creo que es más acertado denominar a una lengua de la tierra de dónde proviene. Saludos!
ResponderEliminarCuanta razón, cuanto de cierto y cuanto se me revuelven las tripas al recordar aquellos tiempos cuando vivía en un país que me resultaba ajeno. A la vista que hoy no es un buen día, no se me ocurre nada más. Un abrazo.
ResponderEliminarAmiga Rosa, el blog es mi válvula de escape. Lo necesito para relajarme, evadirme, contactar con mis amigos blogueros, etc.
ResponderEliminarTienes mucha razón con lo que dices: se apropiaron de la palabra España, del himno, de la bandera, de la nación, de las tradiciones... Y eso marca a más de una generación y lleva irracionalmente a pasar de esos símbolos monopolizados y politizados. Esperemos que las nuevas generaciones encuentren su sitio mejor que nosotros.
Un saludo.
Claro, Nahim, aquí hablamos español, aparte de otras lenguas, y no el ibérico (por la península), al igual que en Gran Bretaña hablan el inglés.
ResponderEliminarLo de la bandera, para lo que nos ocupa, me da igual que hablemos de la republicana o de la monárquica. Cada uno tiene sus preferencias. Lo que creo que quiere decir Rosa es que unos señores se la apropiaron, como se apropiaron de la palabra patria, de los bailes, etc. y ese monopolio de los símbolos ha llevado a muchos al rechazo de los mismos porque les huele a franquismo.
Un saludo.
Espero, Emejota, que tu ánimo mejore a lo largo del día. A veces hay altibajos.
ResponderEliminarUn saludo.