Caperucita Roja
Caperucita aguardaba sentada junto a la mesa camilla. La abuelita seguía en la cama y parecía dormida, ajena a todo.
La niña sujetaba entre sus piernas la escopeta, todavía humeante. Mientras, en la cocina, el lobo preparaba el café.
Caperucita Roja
Caperucita aguardaba sentada junto a la mesa camilla. La abuelita seguía en la cama y parecía dormida, ajena a todo.
La niña sujetaba entre sus piernas la escopeta, todavía humeante. Mientras, en la cocina, el lobo preparaba el café.
Creo, me parece, que esta es una versión nueva, aunque tal como nos movemos en la historia, y si la cosa sigue así, tendrás pronto patrocinador; verás como entre la Colt y la Winchester habrá una guerra sucia para que la escopeta que guarda la niña lleve su marca.
ResponderEliminarSalut ¡
Lo que no dice el cuento es sí Caperu se cargó al labrador ( o leñador) para defender al lobo o si liquidó a la abuela para quedarse con la casa, que los tiempos son malos.
EliminarSiempre he pensado que la relación Caperucita y el leñador iba mucho más allá de lo que nos quieren sugerir. Estoy convencido de que aquí hay pasión desenfrenada y el lobo y la abuela sobraban. La abuela, es evidente, así se quedaban con el pisito, y el lobo por el asunto de los testigos, había que eliminarlo.
EliminarSi sabes algo más, cuenta, cuenta, que esto se pone interesante.
El leñador era mayor de edad, la Caperu igual era menor. Menudo lío.
EliminarYo creo que el Lobo estaba preparando turrones. De todos modos, esta Caperucita me gusta más que la original.
ResponderEliminarSaludos
Señora de Feroz.
EliminarSerá que a simpatia do lobo merecia a ameaça velada da espingarda?
ResponderEliminarAbraço de amizade.
Juvenal Nunes
Puede ser.
EliminarSaludos.
Hay muchas variantes, alguna ancestral, me quedo con la versión de que era consciente de la persecución del lobo, hizo todo lo posible, para conseguir su piel y hacerse un abrigo con ella. Para fiarse, ufff.
ResponderEliminarSaludos
Una buena piel. En aquellos bosques haría mucho frío.
EliminarTodo para reescribir la historia a nuestro gusto. Cuando un cuento da lugar a tantas interpretaciones y versiones es que es bueno. Saludos.
ResponderEliminarJugar con los cuentos clásicos es un deporte muy atrayente.
EliminarSaludos, Joselu.