martes, 6 de abril de 2021

Carmen

  


¿Dónde vas tan deprisa, Carmencita?

¡Ni falta que te importa!

Era su contestación favorita. Aunque aquello era un desatino lingüístico, gramaticalmente incoherente, desde el punto de vista comunicativo, uniendo a lo verbal lo gestual, constituía una respuesta contundente y acertada.

Y es que ella siempre fue muy respondona y arisca.

Carmencita era de las pequeñas de mi barrio. Sí, una de esas mocosas que cuando yo andaba con la pubertad, ella todavía estaba enredando con muñecas. En aquellos días se levantaba un muro casi infranqueable entre los “enanos” y los “mayores”. Tres o cuatro años de diferencia era mucho tiempo cuando ya algunos teníamos la cara llena de granos y andábamos peleados con el mundo.

Pero el tiempo que todo lo puede obra maravillas y va limando distancias. Y cuando cumples los dieciocho o diecinueve, te vas percatando de que la niña ya no es tan niña, que las sucesivas primaveras han obrado el milagro de convertir la crisálida en mariposa, que hasta parece otra y apunta maneras y empieza a gustarte… En ese momento es cuando intentas una maniobra de aproximación y procuras hacerte el simpático. Y ya no te diriges a ella como a una pequeñaja, sino como a una colega de tu edad. Y tu tono se modula y se adapta a la nueva situación…

Hola, Carmen. ¡Cuánto tiempo! ¿Dónde vas tan deprisa?

¡Ni falta que te importa!



35 comentarios:

  1. Jaaaj, la puñetera vida....en una de sus infinitas variantes!

    ResponderEliminar
  2. Una mezcla conceptual de un “ Y a ti qué te importa? Y un “Ni falta que te hace saberlo”. Magnifica ocurrencia la de aquella monjita!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Oído realmente hace muchos años y aprovechado para esta pequeña historia.
      Saludos, Emejota.

      Eliminar
  3. Carmen, la de la mala leche. Me recuerda a una vecina que tengo. Ni falta que te importa...


    Saludos.

    ResponderEliminar
  4. Jajajajaja, ha pasado el tiempo y quizá sabe de otras cosas pero el lenguaje lo sigue teniendo abandonado, jajajajaja.

    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, no progresa adecuadamente y necesita mejorar.
      Un saludo, Pitt.

      Eliminar
  5. Eso te pasa por preguntar, CAYETANO....Ni falta que te importa.
    salut

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me estuvo bien empleado por querer ligar con la vecinita.
      Un saludo, Miquel.

      Eliminar
  6. Muy hábil, y es que hay técnicas avanzadas de defensa y técnicas retro que también funcionan.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ya te digo. Técnica puntera en su día.
      Un saludo, Fackel.

      Eliminar
  7. El tiempo obra maravillas pero Carmencita se perdió alguna clase que otra. Si contesto así a mi abuela, me habría dicho: "esas maneras"
    Besos, Cayetano

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Era arisca de niña y de mozuela en edad de merecer.
      Un abrazo, Arantza.

      Eliminar
  8. ¡Vaya con la coletilla de la niña! Espero que con los años se le haya pasado o que haya aprendido a decir mejor la expresión, aunque por eso se la recuerda y distingue. Hasta ha merecido un artículo tuyo.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cierto. Me llamó mucho la atención esa forma abreviada de mandar a uno a freír espárragos.
      Un saludo, Carlos.

      Eliminar
  9. Carmen tiene ahora un atractivo físico que no pasa desapercibido para el mocetón que ha cambiado los granos por la necesidad del rasurado como complemento higiénico, pero Carmen sigue fija a la memoria de Carmencita y responde con idéntico donaire.
    Un abrazo, Cayetano.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Asíes. Ya es objeto para ligoteo del mozalbete.
      Un abrazo, Paco.

      Eliminar
  10. -Carmencita es y será siempre la mísma .Este enamorado, o la toma tal cual, o la deja.

    A ver, si a la tercera va la vencida y Carmen se fija en él ,en primavera todo puede suceder...

    Estos amores de adolescencia cuantos malos ratos se pasa.



    Un abrazo feliz abril


    ResponderEliminar
  11. Quizá faltó ese tercer acercamiento que hubiera podido cristalizar en algo.

    O sí lo hubo. Pero el patito ya convertido en una mezcla de cisne Adonis/Pigmalión, nos ha querido hurtar el desenlace de cómo logró culturizar a Carmencita...

    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Podría ser que lo intentara una vez más, por aquello de que a la tercera va la vencida. Aunque el asunto no pinta bien.
      Un saludo, Ana.

      Eliminar
  12. jajajajajajaajjajajajajajaajajajajajajajaja hay cosas que no cambian nunca.

    Abrazote utópico.-

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En todo caso empeoran con el paso del tiempo.
      Un abrazo, Irma.

      Eliminar
  13. Ya he tenido mi rato de risa Cayetano, la gramática no iba con Carmencita a pesar de no ser ya una niña.


    Abrazos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La gramática no iba con la niña, pero tenía carácter la "joía".
      Un abrazo, Conchi.

      Eliminar
  14. En estos días escuché algo parecido... no recuerdo cómo iba, pero me reí de la respuesta...

    Saludos Cayetano. Bueno como siempre

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Otra vez apunta la ocurrencia. Nunca sabes si la vas a utilizar en alguna historia que cuentes.
      Un saludo, Manuel. Muchas gracias.

      Eliminar
  15. la gramatica no va conmigo aunque es muy muy importante
    un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A veces para entenderse la gente puede ser mediante barbaridades como la expresión de la niña: incorrecta pero contundente.
      Un abrazo, Mucha.

      Eliminar
  16. Descriptiva la situación de antes y después. Con la misma evasiva. Con el mismo lenguaje.

    Divertido.

    Salud, Cayetano.

    Anna Babra

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La niña que no cambia con los años, al menos en sus expresiones.
      Un saludo, Anna.

      Eliminar
  17. Lo leí el otro día y pensé en comentarte, pero se ve que fui interrumpida y ahí quedó, sólo en la intención.

    Claro, ya es tarde para tu personaje. Hubiera ganado puntos de haberle prestado atención antes jaja.


    Besos



    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Nunca es tarde. Los personajes pueden esperar. No se van sin permiso del autor. Jejeje.
      Un abrazo, Myriam.

      Eliminar
  18. Aparte de la contestación y el posterior cambio en el punto de vista, lo que me ha recordado es en general cómo en el patio, durante el recreo, simplemente dos o tres años, eran suficientes en esas edades para considerar "mayorote" a cualquiera que fuera un par de cursos por delante. "Mayorote", que no está en la Rae, creo, pero quién sabe si podría estarlo, viendo la gran cantidad de nuevas palabras incorporadas en los últimos tiempos.
    un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Enanos llamábamos nosotros a los que sacábamos dos o tres años. Lo que hace creerse uno mayor.
      Un saludo, DLT.

      Eliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.