Parece que fue ayer, pero ya han pasado cuatro largas décadas.
Es de noche. Está terminando el diecinueve de noviembre de 1975: dentro de unas pocas horas se comunicará la muerte del dictador Francisco Franco tras una larga agonía. Y oficialmente se señalará el día 20 como la fecha del fallecimiento.
Pero el día previsto era el anterior.
¿Previsto?
Así es. Ya comentamos algo en otra ocasión. Circulaban por España diferentes hipótesis sobre cuándo ocurriría la muerte del general.
Había opiniones para todos los gustos. Incluso se llegó a proponer un ejercicio de aritmética:
- Inicio de la guerra civil: 18 – 7 – 36
- Final de la guerra civil: 01 – 4 – 39
Sumamos las fechas separadamente y...
___________________________________
Fecha de la muerte: 19 – 11 – 75
Todo un juego de entretenimiento. Nada serio.
Sin embargo, no son pocos los que piensan que efectivamente la muerte real pudo sobrevenir antes de la muerte oficial.
Sin embargo, no son pocos los que piensan que efectivamente la muerte real pudo sobrevenir antes de la muerte oficial.
El 20 de noviembre, un día después de la "predicción", tras una larga enfermedad, fallecía oficialmente Franco. Los allegados al general habían alargado artificialmente todo lo que pudieron la agonía del dictador por razones poco claras y para dejar todo bien controlado -"atado y bien atado"- antes de la sucesión, lo que supuso una auténtica tortura infligida paradójicamente no por sus enemigos, sino por los suyos.
Yo andaba por aquel entonces haciendo el servicio militar. En el cuartel, los mandos andaban nerviosos. Había mucho movimiento. El viejo general llevaba tiempo enfermo y de un momento a otro se esperaba lo inevitable.
Y había incertidumbre sobre lo que pudiera pasar. Pero no pasó nada especial. El dictador falleció -oficialmente el día 20- y nada más. Y nada menos.
También circulaba el rumor de que querían hacer coincidir la muerte de Franco con el aniversario de J.A. Primo de Rivera (20/11/36) con cualquiera sabe que intenciones (tal vez eclipsar el aniversario del falangista con otro muerto de más peso) El franquismo no era monolítico, había muchas facciones y se estaban disputando el poder que Franco iba a dejar más tarde que pronto. Carrero Blanco fue una de las víctimas de esa lucha, pues se conocía el atentado y no se evitó. Es lo que tienen los decadentes finales de un Régimen.
ResponderEliminarUn saludo
Lo de hacer coincidir la muerte del dictador con la de José Antonio Primo de Rivera podría ser una estratagema para dar una imagen de unidad que no existía, dejarlo todo "atado y bien atado" por sus allegados, quienes, curiosamente, dieron una tortura tremenda a un moribundo manteniéndole a base de transfusiones y sondas.
EliminarUn saludo.
Y ya llevamos mas años sin figura represora oficial. Yo me encontraba embarazada de mi segundo vástago. Era de las que opinaba la versión oficiosa de su muerte.
ResponderEliminarUna historia que ojalá no se repita en muchas décadas.
EliminarUn saludo, Emejota.
Por el secretismo de la época y el miedo que había a preguntar, no dudo que la fecha fuese otra, a este figura lo enterraron bien fresquito con toda seguridad . Salió de la nevera para entrar en su piltra definitiva.. Yo recuerdo iba a clase cuando me enteré y la primera alegría fue que ese día no había...
ResponderEliminarUn saludo.
Seguramente. Había que atar cabos. Ahí andaba maquinando cosas el yerno, el Marqués de Villaverde, el cardiólogo. Había un chiste: Franco se cargaba a los españoles en la guerra y el yerno, en La Paz.
EliminarUn saludo, El perro verde. Qué alegría verte por aquí.
20 de noviembre, la misma fecha (no el año) de la de José Antonio. El 20 de noviembre de 1976, salí de trabajar a las 3 de la tarde y al llegar a Cibeles me desvié hacia Atocha para evitar encontrarme la gran manifestación de la Plaza de Oriente. Ya habían visitado para entonces el Congreso y se plantaron cortando el tráfico en el Paseo del Prado... El susto fue morrocotudo, pero omito los detalles.
ResponderEliminarUn abrazo.
No me extraña lo del susto. Ese día fue especial para muchos. Yo andaba haciendo la mili, en Cibeles. Me dormí y llegué tarde. Había tanto lío en el "Ministerio del Ejército" que no repararon en mi ausencia y me libré del arresto.
EliminarUn saludo, Paco.
40 años ya? caray casi casi el tiempo que llevo vio es lo que el lleva muerto! jejeje
ResponderEliminarEl tiempo pasa muy deprisa, sobre todo a partir de que cumples 20 años.
EliminarUn saludo, Gary Rivera.
Pues no caía yo en la fecha, y mucho menos en ese cálculo aritmético que casi lo clava. Muy curioso.
ResponderEliminarFeliz tarde
Bisous
Pura coincidencia. No ceo que los dioses tuvieran su historia ya escrita de antemano.
EliminarUn saludo, madame.
Si no recuerdo mal, tenían un protocolo preparado y que activaron aquél dia, algo así como operación "Lucero", para evitar disturbios.
ResponderEliminarDisturbios que nos produjeron, dado lo "acongojados" que estaban los pocos de la oposición que no estaban encarcelados o en exilio.
Un abrazo.
No hubo altercados de importancia. Lo que hubo fueron muchas celebraciones, El cava se terminó.
EliminarUn abrazo, Rodericus.
La vida se la alargaron artificialmente, lo que es lo mismo que decir que retuvieron a la Muerte para que no llegara cuando tenía que llegar. Las fotos de la piltrafa humana en que se convirtió el Generalísimo, entubado y prendido a una máquina, son elocuentes. Murió el 19 o el 20, o quizá antes, no lo sabemos, el caso es que se fue al otro mundo sabiendo quizá en su lecho de muerte que una ventana se abría a una nueva etapa.
ResponderEliminarUn saludo
Un misterio sin resolver este de la fecha. Lo que no alberga dudas es que con su muerte se abría una nueva etapa en nuestra vida política.
EliminarMañana algunos nostálgicos, aprovechando el aniversario y que el río baja revuelto, conmemorarán esta fecha.
Un saludo, Carmen.
Muy curioso el cálculo. Me enteré por la radio, como la mayoría de la gente. Las calles normales, como siempre, sin nada que señalar, por lo menos en mi ciudad. Otra cosa eran los corrillos...unos decían " por fin", otros " y ahora que pasara". Se expresaban incertidumbres y deseos pero todavía en voz baja.
ResponderEliminarLos que hacíamos la mili andábamos algo más preocupados, sobre todo los que estábamos a punto de acabar el servicio militar: mira que si se lía y no me licencio. Era algo que pasaba por nuestra mente.
EliminarUn saludo, Ambar.
Ya nos han pasado cuarenta años por encima.
ResponderEliminarSí. De hecho, a mí no me importaría volver a vivir 1975 si se me quitan de encima cuarenta años.
EliminarUn saludo.
Dos Cosas. Una: Cuando mi abuelo materno se entero de la muerte de Franco, dijo: Y pense que no lo vería...
ResponderEliminarDos: En Venezuela hubo una dictadura. No tan larga como está, pero duró 27 años. Al general (porque ya sabes que son generales) le hicieron coincidir su muerte con la de Bolívar (17/12), pero muchos indican que realmente murió una semana antes.
Siempre hay paralelismos entre las dictaduras...
Saludos Cayetano
Las dictaduras y pseudodictaduras se parecen mucho, independientemente del lugar geográfico y del discurso que utilicen sus dirigentes.
EliminarUn saludo, Manuel.
Ay... llegué tarde a la entrada. pero sí, yo también recordaba el famoso cálculo.
ResponderEliminarSaludos también por aquí, Cayetano.
Nunca es tarde. Llegas puntual a la muerte oficial.
EliminarUn saludo, Xibelius.
Sin duda no me enteraba
ResponderEliminarAun faltaban unos años para que mi persona viniera a este mundo.
Bueno sea como fuere murió el generalísimo y con ello sobrevino el reinado de Juan Carlos I.
fueron días tensos para los que quedaron por lo que pudiese ocurrir
La sociedad española dio muestras de serenidad, independientemente de que aquello a unos les alegrara y a otros les doliera.
EliminarComo decía el viejo soneto de Cervantes:
"...fuese. Y no hubo nada."
Un saludo, Philippe.
Cayetano, llevas razón, cuando alguien se va, a unos les alegra y a otros les entristece, pero al final la vida sigue.
ResponderEliminarUn abrazo amigo.
Así es, Rosario. La vida sigue -con sus alegrías y sus amarguras- para los que se quedan.
EliminarUn abrazo.
Esa fue la sorpresa internacional, que no pasó nada.
ResponderEliminarO sí pasó.
Que contrariamente a lo que a veces opinamos de nosotros mismos, el pueblo estuvo a la altura de lo que pedía el momento histórico. Todas las tendencias. Desde Suárez a Carrillo. De Fraga a Tarradellas. Y Felipe González y Bandrés. Incluso el entonces príncipe. Y tantos y tantos nombres que nos podían haber metido en otro pozo. Pero como pocas veces, hubo un sentido colectivo de Estado.
A ver ahora.
Ahora todos andan "crecidos" y cada uno barre para su casa. En aquellos días se trataba de recuperar algo que había sido sustraído y se impuso el consenso.
EliminarUn saludo, Ana.
Pues yo aún andaba por el colegio. Incapaz de comprender las consecuencias de aquello, como ha dicho algún comentarista lo recuerdo por el día de fiesta que hubo aquel día.
ResponderEliminarUn saludo.
Los que andábais en edad escolar no os perdísteis nada bueno que ocurriera a nivel nacional en los años anteriores.
EliminarUn saludo, DLT.
Yo estaba estudiando y lo mejor de todo fue que no tuvimos clase, una en aquellos tiempos era inocente y estaba ajena a todo aquello.
ResponderEliminarCuanto tiempo pasó que bárbaro, y cuantas cosas vivimos desde entonces.
Saludos Cayetano.
Puri
Los que érais más jóvenes no tuvisteis que sufrir los rigores de una dictadura.
EliminarAfortunadamente.
Un saludo, Puri.
Si, una pena. Te da que pensar lo dificil que es encontrar un hombre de estado en España.
ResponderEliminarSobre todo si, como el que murió, demuestra su "talla" y su "valía" de estadista conculcando los derechos y las libertades de todos. Me imagino que los partidarios de Stalin harán alabanzas del que transformó a Rusia en una potencia armamentística a costa de las libertades de los rusos.
EliminarLo que más me ha llamado siempre la atención es que durara tanto, pienso que lo mantuvieron sonámbulo más tiempo para poder tejer y destejer el futuro, aunque tanto atar para luego desatar.
ResponderEliminarUn saludo.
Como al Cid, atado a una estaca sobre su caballo, según la leyenda.
EliminarUn saludo.
No conocía este ejercicio de aritmética Cayetano, si que se habló de que lo hicieron coincidir con la fecha de José Antonio Primo de Rivera y alguna cosa oscura por parte de su yerno, el marqués de Villaverde.
ResponderEliminarUn abrazo.
Así es, Conchi. Esas que comentas eran las cosas de las que se hablaba entonces.
EliminarUn abrazo.
EL 20 DE NOVIEMBRE, FRANCO ERA UNA MOMIA.
ResponderEliminar¡¡¡¡¡¡¡VIVIMOS EN UNA MENTIRA PERMANENTE¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
¡¡¡¡¡¡¡¡QUE ASCO¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Desde siempre, nos llevan por donde quieren.
EliminarUn saludo, Millán.