jueves, 11 de junio de 2015

La Guerra de Troya

La bella Helena

El 11 de junio de 1184 a. de C, según los cálculos de Eratóstenes, sería la fecha de finalización de la Guerra de Troya y su saqueo y destrucción por parte de los aqueos. 
Una guerra bien antigua. 
Y los motivos, los de siempre, económicos y estratégicos, dominar una zona de paso vital para el comercio y las comunicaciones, aunque la leyenda disfrazara las causas con algo menos prosaico y más romántico como era el amor desgraciado entre dos jóvenes de lugares alejados, la bella Helena, la espartana casada con Menelao, y el caprichoso Paris, hijo de Príamo, rey de Troya. 
Fue la diosa Afrodita la que empezó a liar el asunto ya que había prometido al príncipe troyano el amor de la mujer más bella del mundo, un premio por haber fallado a su favor en el concurso donde debía elegir a la diosa más agraciada, entre tres. Y las otras dos, las no elegidas, fueron Hera y Atenea, con lo que se granjeó la enemistad de estas. Algo que le costará muy caro a Paris. 
Cuando Paris viajó a Esparta, a pesar de la hospitalidad recibida por Menelao, sedujo y secuestró a Helena. Los amantes huyeron juntos a Troya. 
Y después vino el asedio de la ciudad por parte de los aqueos, unidos ante el agravio que el niñato había originado. 
Ardió Troya. 
De ello se encargó convenientemente Atenea quien, resentida por el rechazo del hijo de Príamo, se posicionó a favor de los aqueos. Fue ella la que mandó a las serpientes para que acabasen con Laocoonte y sus hijos porque el sacerdote de Apolo iba a dar el chivatazo con lo del caballo que, más que un presente a los dioses era un regalo envenenado, con la barriga repleta de aqueos dispuestos a abrir a sus compatriotas aquella noche fatídica las puertas de la ciudad.

34 comentarios:

  1. Haremos caso a Homero, es más bonito :). Cuando Heinrich Schliemann afirmó haber descubierto Troya no esperaba que hubiera una, dos, tres... sino hasta diez "Troyas" superpuestas¡¡ Un buscador de tesoros que mitificó aún más la leyenda
    Un saludo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Por supuesto que la historia de Homero es preferible a la prosaica realidad.
      Un saludo, amigo Félix.

      Eliminar
  2. Era más romático empezar la guerra por un lío de faldas que por asuntos económicos :D Sería una más si la guerra era por dominar la ruta comercial (que era lo real).

    Una guerra mítica. Y su caballo, ejemplo de que los regalos son siempre una sorpresa (buena o mala, pero sorpresa al fin).

    Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Timeo danaos et dona ferentes... No te fíes de los regalos, sobre todo si vienen de los aqueos.
      Un saludo, Manuel.

      Eliminar
  3. Amigo Cayetano, está claro que fue una guerra por el control del paso hacia el Ponto una guerra económica y de estrategia pero tan bella es la leyenda tramada con los amores de Helena y Paris que me he atrevido a dejar ahí unos versos, no sobre Helena sino sobre la belleza propiamente dicha. Sabrás perdonar mi atrevimiento.

    Has enloquecido a los héroes

    Para injuriarte o por temor a tu rostro
    los poetas escribieron versos alados.
    Con tus ojos enloqueciste a los héroes
    hasta conducirlos a una guerra interminable
    y aún sus hijos no te han maldecido
    y tú permaneces bella.

    ¿Cuáles son tus ardides de vieja ramera?
    Con tu semblante gastado, ¡oh tu belleza!
    afrontas el paso del tiempo y de los anhelos,
    desafías el brillo de la aurora y de la barbarie;
    y de la historia muda, tú eres el silencio
    y la deslenguada.

    Enzurronas a los jóvenes, y deslumbras
    a los náufragos dispuestos a intercambiar
    su libertad por los cantos melifluos de las sirenas.
    Eres la que da la esperanza al hombre vencido
    que en noches aciagas no supo vender su audacia
    al placer pasajero.

    Ya sé que no estás dormida en esta noche
    de escorpiones y que hoy el claro de luna
    no cae sobre el acantilado y aunque los tilos
    del bulevar tengan sus copas demasiado ralas,
    la mirada nostálgica del circunstante añora
    el paso de un ángel.

    Saludos
    Francesc Cornadó

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cómo me va a importar que te dignes a dejar aquí esos estupendos versos. Todo lo contrario: me siento honrado. Haces que la leyenda adquiera en toda su plenitud su carácter de epopeya. No en balde, nuestra cultura, nuestra civilización, nuestras raíces... empiezan precisamente allí, en la obra de Homero.
      Un saludo, Francesc.

      Eliminar
  4. Atenea es una de mis diosas favoritas ya que es la diosa de la guerra, civilización, sabiduría, estrategia, de las artes, de la justicia y de la habilidad. No hay color con el bestia del Dios Ares que todo lo hace a lo bruto. Atenea estuvo muy acertada inspirando la estratagema del famoso caballito.

    Es normal que los troyanos perdieran la guerra al no tenerla de su parte.

    Un saludo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muy sagaz, calculadora e inteligente a diosa. Que los hados te protejan de la furia de una diosa airada, como pasó con Atenea.
      Un saludo, Carlos.

      Eliminar
  5. Leyendas y mitologías aparte, parece ser que la guerra tuvo visos de verdad a juzgar por las excavaciones de la antigua Troya. Los niveles correspondientes a las posibles fechas manejadas por los arqueólogos presentan cimientos de construcciones pasto del fuego. Y ése no fue el único testimonio de violencia en sus ruinas.
    Un saludo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eso comentan los expertos. Una realidad,eso sí, adornada gracias al buen hacer del señor Homero.
      Un saludo, Carmen.

      Eliminar
  6. Kaixo Cayetano:
    En si si que son malas todas las guerras, y algunas mas que otras. Y van los aqueos y dejan Troya hecha unos zorros por una griega osea una Helena.no se si esta como casitodas las leyendas griegas tendra una segunda lectura, lo que si es verdad que los inventores de la democracia siempre andaban a tortas entre ellos.
    Y para un gran conquistador que les sale (Alejandrito el hijo de Felipe el inventor de la macedona) se les vuelve oriental y a su muerte se vuelve a liar la cosa de todos contra todos.
    De ahi hasta nuestros tiempos asi anda Grecia aunque los griegos prefieren llamarla HELLAS o ELLADA.
    Un saludo Cayetano

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Están buenos los griegos actuales, los pobres. Ya les gustaría volver a protagonizar alguna epopeya; aunque con la que les tienen preparada en Bruselas, daría para más de una Odisea. El cíclope debe ser ahora la Merkel.
      Un saludo, joxean.

      Eliminar
  7. Pues claro, todo por el control del Helesponto, pero es que los griegos lo contaban tan bonito y con tanta imaginación, que me quedo con esa versión.

    Feliz tarde

    Bisous

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo también. Queda tan lejana esta guerra que mejor que nos la cuente un poeta.
      Saludos, madame.

      Eliminar
  8. Pues me has hecho recordar que cuando estaba en el colegio y tocaba la guerra de troya, el profesor se mando con un discurso bastante misogino, que las mujeres eran la causa de muchas de las desgracias de la humanidad, eva y el paraíso, helena y la guerra de troya, esto por supuesto encendió la pradera jajajaja y todos estábamos atentos a lo que nos explico (que finalmente era su objetivo).

    Los griegos eran buenísimos contando historias!! (tu también!)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En el fondo, un truco para que prestarais atención al tema.
      Un saludo, Gary Rivera.

      Eliminar
  9. Siempre que leo algo sobre Troya me acuerdo de la peli, la de Brad Pitt y Orlando Bloom. Se puede ver aunque se quedó en bastante menos de lo que decían, sobre todo muuuy lejos de la genial Gladiator.

    Un saludo!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es normal poner caras a lo que leemos. Para muchos, Paris es ese Orlando Bloom encarnando a un galán guaoete y poco aguerrido.
      Un saludo, Jesús.

      Eliminar
  10. Me apasionó la historia de Homero cuando tenía 15 años. Siempre estuve del lado de los troyanos.

    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Con esa edad yo me atreví con La Odisea, la Ilíada se me hacía un poco pesada. Los troyanos siempre tenían ese punto romántico de los perdedores que eligieron el amor a la victoria.
      Un saludo, dissortat.

      Eliminar
  11. Una maravilla de post!
    Y que actualidad tiene...
    Cariños.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Será porque todavía somos un poquito griegos, herederos de alguna manera de aquella cultura.
      Gracias, Adriana.
      Un abrazo.

      Eliminar
  12. No puede negársele a los griegos que en cuestión de dioses se esforzaran en crearlos parecidos a los mortales. Nadie como ellos para presentar a sus deidades lejos de la santidad, con todos los vicios y características del hombre común. Intereses, amores, maldad, chantaje, venganza, lujuria. Y junto al héroe, el traidor. Vamos, tal que nosotros.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eso es lo que atrae de su religión,la cercanía, la proximidad a los pobres mortales, con sus virtudes y sus defectos.
      Un saludo, Ana Mª.

      Eliminar
  13. La Ilíada es un poema terrible, grandioso y sombrío.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La épica antigua es lo que tiene: demasiada sangre. Si me dan a elegir, me quedo con la Odisea.
      Un saludo, Retablo.

      Eliminar
  14. Y tan bien y tan originalmente obtuvieron su victoria los aqueos gracias al su famoso caballo, que hasta hoy las más nuevas tecnologías, utilizan ese término como un peligro,
    Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y además lo utilizan erróneamente, porque los "troyanos" fueron los invadidos, no los invasores. Siempre me ha resultado chocante ese uso.
      Un saludo, DLT.

      Eliminar
  15. Algo tuvo que ver también el griego Sinón que les calentó la cabeza y luego se encargó de abrir el caballo desde fuera para que saliesen los aqueos.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sinón, el primo de Ulises, el inventor del "abrelatas".
      Un abrazo, Javier.

      Eliminar
  16. Sea como fuere o por lo que fuere, el caso era liarse a tortas. Antes, ahora y siempre, cualquier excusa es buena.
    Pero si tengo que elegir; que sea por amor. Aunque parezca cursi, qué más da. Acaso el mundo no se mueve por él?
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Claro, Arantza, es una razón mucho menos prosaica. Las tragedias por amor son más románticas.
      Un saludo.

      Eliminar
  17. Pero si es que para los griegos de entonces belleza y riquezas compartían el mismo arquetipo. Imagina cual: Venus, el del amor.
    De aquellos lodos ......

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ansia por tenerlo todo: mujeres, poder, riquezas, tarjetas black...
      Un saludo.

      Eliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.