Inglaterra. En plena ofensiva alemana, el premier británico Winston Churchill realiza su discurso titulado "Finest hour speech".
"La Batalla de Gran Bretaña está a punto de comenzar. De esta batalla depende la supervivencia de la civilización cristiana. De ella depende nuestra propia vida británica, y la larga continuidad de nuestras instituciones y nuestro Imperio. (…) Hitler sabe que tendrá que acabar con nosotros en esta isla o perder la guerra. Si somos capaces de enfrentarnos a él, toda Europa podrá ser libre y la vida del mundo puede avanzar hacia las tierras altas, iluminadas por el sol. Pero si no, entonces todo el mundo, incluyendo los Estados Unidos, incluyendo todo lo que hemos conocido y atendido, se hundirá en el abismo de una nueva Edad Oscura. "
Parece que hasta ese momento tan dramático, el líder británico no se percató del peligro tan grande que suponía la amenaza del fascismo en Europa. Minimizando hasta entonces -cuando no elogiando- el ascenso de Mussolini en Italia o no tomando partido abiertamente por la legalidad republicana española ante el avance de las tropas nacionales y el inicio de la dictadura del general Franco.
El historiador inglés Richard Wigg en su libro sobre Churchill y Franco (1) afirmaba que el líder británico no sólo no se opuso sino que simpatizaba con el régimen de Franco, algo realmente inexplicable. En su búsqueda del máximo beneficio para Gran Bretaña dio alas a un régimen dictatorial basado en la represión y en la falta de libertades.
(1) Richard Wigg, "Churchill y Franco: la política británica de apaciguamiento y la supervivencia del régimen ." Madrid, Ed. Debate, 2005.
Parece que hasta ese momento tan dramático, el líder británico no se percató del peligro tan grande que suponía la amenaza del fascismo en Europa. Minimizando hasta entonces -cuando no elogiando- el ascenso de Mussolini en Italia o no tomando partido abiertamente por la legalidad republicana española ante el avance de las tropas nacionales y el inicio de la dictadura del general Franco.
El historiador inglés Richard Wigg en su libro sobre Churchill y Franco (1) afirmaba que el líder británico no sólo no se opuso sino que simpatizaba con el régimen de Franco, algo realmente inexplicable. En su búsqueda del máximo beneficio para Gran Bretaña dio alas a un régimen dictatorial basado en la represión y en la falta de libertades.
(1) Richard Wigg, "Churchill y Franco: la política británica de apaciguamiento y la supervivencia del régimen ." Madrid, Ed. Debate, 2005.
Minimizado hasta el extremo de que Chamberleain abogara y facilitara la entrada de Alemania en Checoslovaquia, de una manera vil a sabiendas de que aquello no era nada bueno. No obstante, es un discurso que reafirma el pensamiento egocentrista anglosajón, no olvidemos que los rusos fueron los que decidieron la guerra, simplemente por matemáticas.
ResponderEliminarUn saludo
El desgaste demográfico se impuso una vez más al igual que durante la primera guerra. Los rusos se pudieron permitir el lujo de poner más muertos encima de la mesa. Ojo al dato y que se repita la misma tontería.
EliminarUn saludo, amigo Félix.
Es posible que alguna acción concreta y la asesoría correcta por parte de sus asesores le hicieran abrir los ojos. Fue un gran estadista; mejor dicho, fue el mejor estadista del siglo XX pero eso no quiere decir que no se equivocase. Lo mejor es saber rectificar a tiempo.
ResponderEliminarUn saludo
Un político incombustible y que, sin embargo, no supe valorar bien en un principio la amenaza del fascismo.
EliminarUn saludo, Carmen.
Me caldea mucho la pasividad de los británicos y los franceses durante la Guerra de los Tres Años. Seguramente en algún momento de su vida se arrepintieron de ello, sobre todo cuando los Panzer se acercaban a París y las bombas caían sobre Londres.
ResponderEliminar¡Salud!
Y paradojas de la vida, los republicanos españoles ayudaron a liberar París.
EliminarToda una lección.
Un saludo, dissortat.
Da la impresión de que en una primera etapa le preocupaba más el comunismo que el nazismo, aunque acabó dándose cuenta de la magnitud del problema que era Hitler. Pero sí, sus simpatías por Franco eran inocultables.
ResponderEliminarFeliz tarde
Bisous
Sí, no se supo valorar el problema desde el principio, con las políticas de apaciguamiento. Poco más y no lo cuentan.
EliminarUn saludo, madame.
Al principio vieron para otro lado. Creo que no sabían cual era el verdadero enemigo. Se dieron cuenta de las verdaderas intenciones demasiado tarde.
ResponderEliminarSaludos
Se confiaron demasiado.
EliminarUn saludo, Manuel.
No es lo que nos han vendido del líder británico. Saludos
ResponderEliminarNos vendieron las luces y no las sombras.
EliminarUn saludo, Antorelo.
Quizas simpatizaba con Franco porque comparando con lo que tenia delante era un problema menor
ResponderEliminarSe equivocó. Si no hubiera sido por los rusos, que dieron caña a los nazis desde el este, a lo mejor Inglaterra habría desaparecido. Y lo digo sin ningún ánimo de simpatía hacia Stalin, pero los rusos ayudaron a derrotar a las tropas de Hitler.
EliminarUn saludo, Gary Rivera.
Publiqué un comentario pero se habrá extraviadopor el ciberespacio. Churchill era un estadista mas que un político. Además era una persona de grandes rasgos, tanto para virtudes como para defetos, asi como para contradicciones. Esta fue una de ellas... si es que de verdad se contradecía.
ResponderEliminarUn saludo
Simplemente no valoró lo suficiente la dimensión de lo que se le venía encima. No pensaría que el fascismo se atreviera a tanto. Midió mal.
EliminarUn saludo, Carlos.
No fue un caso aislado. Como el mismo duque de Windsor, muchos de sus compatriotas vieron con simpatía al principio la ascensión de Hitler, un político que estaba convencido de que los alemanes eran seres superiores. Por lo general, lo que han pensado los ingleses de sí mismos a lo largo de la historia, querido Cayetano.
ResponderEliminarSí, le veían como un buen remedio contra el bolchevismo. Luego, por dejarle hacer, pasó lo que pasó.
EliminarUn saludo, Ana Mª.
Una vez recuerdo haber leído que Churchill se pronunciaba a favor de los franquistas porque creía que era peor "el fervor desorganizado de la izquierda, que el ordenado terror de la derecha!" En fin...
ResponderEliminarSaludos, Cayetano!
Lo lamentó después.
EliminarUn saludo, Patzy.
Siempre me interesó la historia.
ResponderEliminarEn cuanto a las guerras,ayyyyyy propósito y despropósito, lucha de poderes, enriquecimiento a coste "de"... en fin la vida tal cual es.
Hace poco vi la película El Código Enigna, todo lo que hizo ese hombre para "ayudar" y terminar luego denigrado por ser homosexual....en fin vuelvo a repetir La vida tal cual es.
Mi nuevo post, te espero Cayetano.
Cariños.
La historia siempre nos enseña algo. Otra cosa es que queramos aprender de ella. Pocas veces lo hacemos.
EliminarUn saludo, Adriana. Paso a ver tu post.
Churchill consideraba que el régimen de Franco no solo no era ningún amenaza para los intereses británicos, sino que los favorecía.
ResponderEliminarHace un par de años, leyendo una biografía ( no autorizada, por supuesto ) de Juan March, conocí como definitivamente Churchill consiguió la neutralidad definitiva de Franco : Sir Samuel O´Hare, el embajador británico de la época, sobornó a conciencia a casi todos los integrantes del estado mayor de Franco, siendo March el intermediario con cuentas en Nueva York de toda la operación.
Así se aseguraron de seguir controlando Gibraltar, y evitar que el Mediterrraneo se convirtiese en un "lago" del Eje.
Lo que explica muchas cosas, es el listado de los sobornados por O´Hare, incluso algunas posteriores.
Un abrazo.
Desconocía esa lista de sobornados. Los británicos no dan puntadas sin hilo.
EliminarUn saludo. Rodericus.
Las palabras de ese discurso de Churchill, se me antojan tan actuales, tan aplicables al siglo XXI. El peligro un nuevas edades oscuras siempre acecha.
ResponderEliminarUn saludo.
Ahora serían los del ISIS dentro de unos años y si no se les frena, fascismo islámico.
EliminarUn saludo, DLT.
Es curioso que primero se elogie a un líder sin haber visto en práctica las ideas que le bullen. Como lo es esos estados que venden armas (por ejm.) a otros con las que estos pueden aniquilarnos. Vamos, como el dicho. "Cría cuervos y te sacarán los ojos"
ResponderEliminarUn personaje importante sin duda, pero con sus luces y sus sombras.
EliminarUn abrazo.
De todos modos son una banda de mentirosos e interesados.
ResponderEliminarBesos
Algunos se quedan solo con lo que les interesa.
EliminarA mí no es un personaje que me fascine.
Un saludo.
200 años de la batalla de Waterloo y el maestro con el tito Churchill... jajaja
ResponderEliminarDigamos que W. Churchill siempre supo medir los tiempos... y los discursos. Era, como dicen ahora, un gran estadista.
Un abrazo
Cada loco con su tema, que dicen los sabios. Vengo ahora mismo de oírte en Onda Cero, con esa batalla que cambió el destino de Europa. El protagonismo de Europa mudó de mano. Y los dentistas haciendo su agosto.
EliminarUn abrazo, Javier.