Dípteros, ortópteros, tricópteros, himenópteros…
Invertebrados artrópodos.
Gigantes de Gulliver, como el escarabajo-elefante
sudamericano o el “goliath” africano.
Todas las industrias, aficiones, artes y oficios
tienen su insecto.
Enterradores carroñeros, polillas que juegan al
escondite, arañas tejedoras, migalas caníbales, insectos cantantes como la
cigarra o el grillo, insectos carpinteros, insectos- espantajo como la polilla
esfinge o la mariposa búho. Y donde hay agua: barqueros, nadadores, piratas y
pescadores. Hay hormigas albañiles, mineras, ingenieras, granjeras, militares,
esclavas, sepultureras.
Hay insectos- ogro que devoran a otros insectos,
como la mantis, la tarántula, las libélulas o las aparentemente inofensivas
mariquitas que devoran sin demasiados miramientos a los pulgones.
Todas las grandezas y miserias, todas las virtudes
y todos los defectos que podamos encontrar en las actividades humanas tienen un
referente en el mundo de los insectos.
Fragmento
de un capítulo de “Desde el laberinto”
Cayetano el mundo de los insectos es interesantísimo, tal y como tu nos cuentas en esta entrada los hay de todo tipo y cada uno tiene su misión muy bien marcada. El de las hormigas es un mundo alucinante como una cosa tan pequeña es tan inteligente.
ResponderEliminarMuy ilustrativa la entrada
Saludos
Puri
El relato luego pasa al terreno de las personas rastreras y sucias como vulgares cucarachas. También hay una mantis religiosa que devora a sus empleados.
EliminarUn saludo, Puri.
Se te ha olvidado la subespecie de la "Mosca Cojonera", muy abundante, para desgracia nuestra, en estas latitudes.
ResponderEliminarVoy al botiquín, que me acaba de picar un cab... de mosquito-tigre.
Un abrazo.
Pícale tú a él, por mamón.
EliminarUn abrazo, Rodericus.
Y te has dejado el "tábano cabroncete", que haberlo haylo.
ResponderEliminarUn abrazo
Sí, jejeje. No había espacio para tanto "cabroncete". El tábano, el mosquito (mosquita) draculín y la mosca cojonera que decía el amigo Rodericus.
EliminarUn abrazo, Miquel.
Sabes que sin los insectos, no podríamos existir?...Y os creemos superiores...
ResponderEliminarSaludos Cayetano
Cierto. Nada está en la naturaleza de adorno. Todo tiene un sentido. Otra cosa es que te pique un mosquito tigre y te acuerdes de su padre.
EliminarUn saludo, Manuel.
Apasionante esfera y magnífica correlación.
ResponderEliminarEso sin hablar de los insectos rastreros, que también tienen sus homólogos entre los humanos. Jejeje.
EliminarUn saludo, Emejota.
Aleccionador, amigo Cayetano, aprendemos de los insectos: devoramos, aguijonamos siempre que podemos, como los escarabajos peloteros movemos el estiércol de un lado para otro, jugamos al escondite y cantamos, etc. no en balde nuestro ADN es muy similar al de la mosca del vinagre.
ResponderEliminarAbrazos
Francesc Cornadó
Ese es el punto de llegada. No somos tan diferentes.
EliminarUn abrazo, Francesc.
Pues sí, quitando que algunos tienen un comportamiento social bastante parecido al humano, este texto nos hace caer en la cuenta que son unos bichos... :)
ResponderEliminarSaludos.
Debe ser cosa del ADN, como dice el amigo Francesc.
EliminarUn saludo, DLT.
Junto con virus y microbios, los insectos son los verdaderos dueños del planeta. Los humanos somos unos advenedizos, y se nota. En la gestión del planeta, sólo sabemos poner nombre a los animales.
ResponderEliminarUn saludo.
Así es. Nada de provecho. Incluso cargarnos las abejas.
EliminarUn saludo, Carlos.
Hay insectos de topo tipo. Por eso son tan importantes, aunque no lo parezca.
ResponderEliminarUn saludo.
Un mundo que nos enseña mucho y del que dependemos. ¿Qué haríamos sin las abejas?
EliminarUn saludo, Valverde de Lucerna.
Parece que no se grabó este comentario, que repito.
ResponderEliminarEl mundo pedagógico siempre me ha interesado. Y mientras leía imaginaba una clase de ciencia aplicando este enfoque tuyo de la paridad de oficios y aficiones de los insectos con los humanos. Seguro que los chicos se lo pasarían en grande aportando ideas.
Saludos
Sí. Es un tema que debe resultar muy motivador para los chicos. También para los grandes.
EliminarUn saludo, Ana.