"Quince hombres
en el cofre del muerto.
¡Yo, jojó, y una
botella de ron!
El aguardiente y
el diablo hicieron el resto.
¡Yo, jojó, y una
botella de ron!"
El capitán pirata era un “hombre de empresa”, un "ejecutivo" de los mares, un ser carismático, un experto en “manejo de equipos”, un “gestor de recursos”, un manitas en el arte de motivar a sus… “empleados”.
Por eso tenía que tener sumo cuidado con lo que prohibía y con lo que toleraba.
No se podía permitir el lujo de tener un motín cada dos por tres, ni tampoco el de contar con una tripulación de borrachos impenitentes e inoperantes las veinticuatro horas del día, incapaces de repeler en condiciones un ataque de otros navíos. Había que tener un ten con ten, un equilibrio.
De ahí lo de dosificar el ron.
Cuando este escaseaba o cuando las circunstancias lo exigían, porque había que tener la tripulación a punto, lista para un combate inminente, era cuando ordenaba preparar el "Grog".
Preparación:
Una parte de ron, tres de agua caliente, limón exprimido, azúcar y canela en rama.
Limitar las raciones diarias dependiendo de las circunstancias era el objetivo. Muchos capitanes piratas se acogieron a la receta.
Luego esa fórmula la popularizó posteriormente el almirante inglés Edward Vernon (1684-1757), a quien sus conocidos le apodaban “Old Grog”, por su chaqueta "grogram", confeccionada con seda y lana. Y de ahí le viene el nombre al brebaje, de la chaqueta de Vernon.
Aunque rebajar en grados el ron no era cosa nueva, a partir de este almirante, a todo el que cayera bajo los efectos del Grog, ya podían decir de él que estaba “grogui”.
Jejeje, me encantó la entrada... Ese capitán paso seguro alguna vez por estas islas, "con la afición que hay aquí al ron", y yo soy uno de ellos, aunque evito ponerme "grogui", me gusta mas degustarlo y si es bueno mejor que mejor.
ResponderEliminarUn abrazo y ya sabes estas invitado a un buen chupito de ron (o varios) si pasas por aquí alguna vez jejeje.
El perro verde: unos amigos de Tenerife, cada vez que se dejaban caer por Madrid para ver a sus amigos "godos", nos traían la botellita de ron Capitán Morgan. Ya lo hay en todas partes, pero hace treinta años era difícil encontrarlo por estos pagos. Aquí estaba el Bacardí, pero ni punto de comparación.
EliminarUn saludo.
Voto a brios que he regresado a la Isla del Tesoro. John Silver no se saldrá con la suya¡¡
ResponderEliminarUn abrazo y feliz domingo.
Nota.- Ya tengo receta para el cóctel vespertino
Félix: digo yo que de esa receta vendrá también la sangría,a la que se le pone azúcar, canela y un chorrito de licor. O ambas recetas son primas hermanas.
EliminarUn saludo.
¡Qué curioso! Por mi profesión, he visto desde niño a muchos groguis, pero nunca supe el origen de la palabra; luego se la adjudiqué al boxeo, donde para desgracia de quien lo padece es un término muy usado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Francisco: un boxeador tocado y un borrachín tienen en común que se tambalean. Así que algo en común comparten.
EliminarUn saludo.
Ha sido obligada su distribución en la Armada Inglesa hasta hace poco tiempo, según creo recordar. Es muy reconfortante frente al frío y la humedad.
ResponderEliminarsaludos cordiales.
Beber con moderación es un placer.
EliminarUn saludo.
Hay que ser un hombre bien curtido (de pelo en pecho) para atreverse con el Grog
ResponderEliminarDependerá un poco de la cantidad que se tome. Si te pasas, pues ya sabes, te tocará llamar a "Hugo" o a "Raúl" por la borda.
EliminarCuriosa información, pensaba que la palabra venía del mundo del boxeo. Lo de mezclar agua con licores potentes también valía para "desinfectarla" ya que tras una larga temporada embarcada, pasaba a ser de calidad dudosa.
ResponderEliminarUn saludo
Se aplica también al mundo del boxeo y cuando uno está "fuera de combate" en general, dormido por ejemplo. Pero el origen está en el "grog".
EliminarUn saludo.
Vaya, monsieur, comienza movidito el domingo, con una de piratas. Ha sido delicioso recorrer con usted la historia del grog. Al fin y al cabo... quién no ha estado "grogui"alguna vez en su vida, verdad?
ResponderEliminarFeliz domingo, monsieur
Bisous
Madame: qué mejor para un domingo que "una de piratas".
EliminarUn saludo.
Siempre había escuchado decir "estar drogui", nunca "grogui", así es que ahora no sé si la que yo sabía es una adaptación lingüística de los tiempos que corren o si el mal uso la fue extendiendo deformada. Sea como sea, me pareció una historia bien interesante! Saludos Cayetano.
ResponderEliminarEstar drogui, qué bueno. Nunca lo había oído. Y eso que en Bruselas, tenemos a uno que siempre está "Dragui", que por cierto es italiano.
EliminarUn saludo.
No sabía esa historia. jajaja.
ResponderEliminarUn beso
Historia de piratas y borrachines.
EliminarMuy apropiada para el fin de semana.
Feliz domingo.
Me ha encantado la historia. Ahora es mi turno de andar grogui pero de sidrina .... y de cansancio atrasado tras un agotador verano Mediterráneo .
ResponderEliminarMucha sidrina hay que tomar para ponerse grogui. Jejeje.
EliminarUn saludo.
Una entrada muy grogui, ja,ja,ja sale uno de aquí con ganas de tomarse un ron a a la salud del Capitán y de Cayetano, ja,ja,ja. Lo haremos.
ResponderEliminarUn abrazo
Un ron, pero a ser posible rebajado. No están los cuerpos para bebidas fuertes a palo seco. Jejeje.
EliminarUn saludo.
Ahora lo mezclamos también con cola, pero también nos puede dejar grogui si nos pasamos con los cubatas. Un saludo desde mi mejana
ResponderEliminarLos cubatas pueden ser peligrosos... por la cocacola esa, un invento del demonio.
EliminarUn saludo.
Interesante, no tenía la más mínima idea de dónde venía la expresión.
ResponderEliminarUn saludo
Se ve que lo del botellón viene de antiguo.
EliminarUn saludo, Carolvs Rex.
Hola Cayetano:
ResponderEliminarMe gustan mucho estás historias que recogen las expresiones populares. He estado recopilando algunas de las expresiones venezolana que estoy preparando para el blog.
Ya veo que aun "grogui", tenía menos ron...Y yo pensaba que era al revés .
Saludos
Se conoce que con el azúcar y el limón entraba mejor el ron. Y algunos se confiaban y se pasaban de la raya, como con los cubatas.
EliminarUn saludo, Manuel.
Tampoco lo sabía. Parecen los ingleses especialistas en nombrar cócteles basados en características de sus personajes históricos. Me viene a la memoria el muy famoso Bloody Mary.
ResponderEliminarUn saludo.
Cierto, el "Bloody Mary". Y los pilotos británicos durante la Segunda Guerra Mundial crearon el cubata de ginebra, al que llamaron RAF. El de ron ya estaba creado con anterioridad.
EliminarUn saludo.
La verdad es que mantener en las reducidas dimensiones de un navío a una panda de forajidos de los mares era una tarea bastante compleja, casi tanto como la de la abadesa en un convento. Unas dosis controladas de ron era una buena receta para mantener a la tripulación contenta y, por supuesto, nada de gafes o de mujeres.
ResponderEliminarUn saludo
Lo malo es que a veces no se conseguía mantenerlos serenos porque se pasaban de rosca con el "grog".
EliminarUn saludo.
Ignoraba el origen de la expresión, sera porque nunca he estado " grogui". Muy interesante lo que cuentas.
ResponderEliminarSaludos
Nunca es recomendable llegar al extremo de estar "grogui", como mucho coger "el puntillo".
EliminarUn saludo.
Donde esté un buen sol y sombra castizo... quita las penas, recupera las fuerzas, renueva el espíritu, abriga del frío y deja al personal contento y jacarandoso. Eso sí, yo no puedo con él.
ResponderEliminarUn abrazo
Yo tampoco. Prefiero bebidas más suaves: cerveza, un buen vino. Por ejemplo el del Somontano de tu tierra. La cocacola: veneno puro, prohibida.
EliminarUn saludo.
Qué buena esa apreciación de que es un buen gestor aquel que guarda el equilibrio entre “lo que prohibe y lo que tolera”. Cualquier día te la copian y la oyes en un discurso.
ResponderEliminarSaludos.
Estaría bueno que al final el capitán pirata fuera un modelo a seguir.
EliminarMejor me callo.
Un saludo.
¡Cuánta verdad en tus palabras, un capitán pirata era un líder! Una entrada cargada de humor.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un líder incomprendido. Y con código deontológico, no te lo pierdas. Ya quisieran algunos dirigentes ser la mitad de coherentes con sus principios.
EliminarUn abrazo.