viernes, 16 de octubre de 2009

A vueltas con el revisionismo histórico.


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Ahora que está de moda revisar la historia pasada -las modas, ya se sabe, van y vienen, como el juego del yoyó- , me invaden en tropel ideas que intento poner en orden en mi mente.
Vaya por delante mi respeto y consideración hacia historiadores serios que, sin intereses partidistas ni posturas ideológicas previas, siguen trabajando día a día, retomando fuentes e intentando aclarar puntos oscuros de nuestro pasado, con objetividad y seriedad.
Un servidor, que tuvo la mala suerte de estudiar en su tierna infancia con curas ultracatólicos, ya ha conocido esto de “revisar” la historia. Según ellos, la guerra la empezaron los rojos, la guerra fue una cruzada contra la masonería y el marxismo, Franco era un salvador, los Reyes Católicos, Carlos I y Felipe II eran unos santos, y todo lo que se decía en contra de éstos era debido a la maquinación diabólica del comunismo y el judaísmo internacional , interesados en socavar los cimientos de la España decente y cristiana, reserva espiritual de occidente.
En línea con este “revisionismo” patriotero, se alzan hoy voces de afamados comunicadores que, en plena democracia, reivindican las glorias imperiales patrias.
Personajes como Pío Moa, para quien la postguerra “fue una época dorada del humor, la música o la literatura” o lindezas por el estilo de que el régimen de Franco no quería aniquilar al enemigo rojo, sólo “escarmentarlo” (1).
Personajes como César Vidal quien, a juicio de Ian Gibson o Ángel Viñas, incurre como método de trabajo en la invención de fuentes históricas y en la tergiversación de traducciones (2).
Personajes como Ricardo de la Cierva, quien afirmó que el 18 de julio no fue un golpe militar fascista y autor de frases como ésta: “En la época de Franco no hubo un eclipse de libertad, porque en la República tampoco la había (...); pero es cierto que el precio que hubo que pagar por el desarrollo fue un precio en libertad.” (3)
Manipuladores de la Historia, aplaudidos por calumniadores de oficio de la talla de Federico Jiménez Losantos, alzan su voz y reinventan o reescriben la historia para poner a cada uno "en su sitio": los socialistas de ayer y de hoy eran y son unos terroristas, la guerra no la empezó Franco sino la izquierda, las opiniones contra Felipe II forman parte de la “leyenda negra”, como también ocurre con las matanzas de indios en América con la conquista... En esta onda, se niegan evidencias o se suavizan interesadamente los hechos pasados.
Minimizar por ejemplo las atrocidades cometidas por la Inquisición española, arguyendo que en todas partes cuecen habas -menudo consuelo- y que hubo matanzas de hugonotes en Francia o que a Miguel Servet lo mandó achicharrar Calvino en Ginebra, un protestante.
Ahora resulta que los Autos de fe, los procesos contra conversos, la confiscación de bienes, la limpieza de sangre, la expulsión de judíos y moriscos o los instrumentos de tortura del Santo Oficio que aún podemos ver en Santillana del Mar o Garganta la Olla, son inventos de judíos, masones o protestantes. 25.000 personas fueron procesadas por el Santo Oficio sólo durante el reinado de Felipe II (4) o, si se prefiere, 49.000 procesados entre el siglo XVI y XVIII (4 bis). No debemos olvidar que aquí tuvimos Inquisición hasta 1833, cuando murió Fernando VII, y que, aunque es cierto que en los últimos tiempos hubo pocos procesos inquisitoriales, el miedo seguía instalado entre los intelectuales españoles y ello suponía un freno para las reformas que muchos ilustrados pretendían hacer en nuestro país, y si no que se lo pregunten a Pablo de Olavide, víctima de la intransigencia y de la envidia.



Otro ejemplo muy de moda: reivindicar las figuras de la Casa de Austria, especialmente las de Carlos I y Felipe II, como monarcas ejemplares.
Vamos, que lo de poner todos los recursos económicos del país al servicio de la idea del imperio o dejar que los banqueros genoveses y los mercaderes italianos y flamencos acapararan los negocios era algo muy patriótico por parte del rey de Gante.
O ya con el rey Prudente, que los procesos contra erasmistas, alumbrados, luteranos, etc. o la prohibición de leer libros extranjeros o de estudiar los castellanos fuera de España (1559) eran un invento de los enemigos de nuestra nación. Y eso que no hablamos de las bancarrotas, la carestía de la vida, la presión fiscal y la miseria de los pecheros castellanos, quienes debían dedicar más de un 50% de sus ganancias a enriquecer a los no campesinos. (5) Eso sin contar con las plagas. La peor de todas: la obligación de alojar y mantener a las tropas del rey. “El pechero estaba obligado a albergar a los soldados que indicaba el billete de alojamiento” (6) Situación ya insostenible con Felipe III y Felipe IV.

Aunque es cierto que, mientras España fue la primera potencia, hubo desde el exterior críticas exageradas e interesadas que dieron pie a demonizar todo lo español, no es buen método de trabajo oponer a la “leyenda negra” otra leyenda blanca o rosa. Hay que aceptar las cosas con objetividad y con sentido crítico.
Defender a ultranza las glorias imperiales pasadas no es serio, como insinúa Henry Kamen con su agudeza habitual (7), tampoco lo es hacer uso de argumentos que esgrimen con diferente ímpetu la extrema derecha española y algunos historiadores que se han subido al carro del revisionismo.

Y tengo que decir que eso de revisar los hechos pasados ya está inventado, que durante el franquismo formaba parte de la historia que nos teníamos que aprender los escolares por obligación en una España sin derechos y sin libertades. Y es que una cosa es revisar objetivamente los hechos pasados a la luz de las fuentes históricas y otra muy diferente acomodar la historia a nuestra ideología o a nuestros intereses concretos. Hay que seguir estudiando y retomando los hechos, haciendo un análisis crítico de la historia con profesionalidad, como casi siempre se ha venido haciendo, salvo cuando hay dictaduras o cuando algún salvapatrias, con ocultos intereses inconfesables, pretende hacernos comulgar -de nuevo- con ruedas de molino.

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Notas:
(1) Pío Moa en "Público"
(2) César Vidal en "Wikipedia"
(3) Ricardo de la Cierva en "El Mundo"
(4) Felipe II y La Inquisición
(4 bis) Inquisición, en "Wikipedia"
(5) Noël Salomon, "La vida rural castellana en tiempos de Felipe II". Pág 257 y anteriores. Barcelona 1973.
(6) Noël Salomon, op.cit. Pág 239- 240.
(7) Henry Kamen:
En este artículo sobre el hispanista británico se recoge su idea, polémica y provocadora, de que España no creó su imperio:
«La primera gran conclusión es fundamental: estamos habituados a la idea de que España creó su imperio, pero es más útil especular con la idea de que el imperio creó España. En el despertar de nuestro periodo histórico, "España" no existía, no se había formado ni política ni económicamente y las culturas que la componían no contaban con recursos para expansionarse. La colaboración de los pueblos de la península en la tarea del imperio, sin embargo, les dio una causa común que consiguió reunirlos y acrecentar, aunque de modo imperfecto, la unidad peninsular.» La opinión de Kamen, que traerá polémica, es opuesta a la de otros historiadores, como Fernando García de Cortázar , quien cree que la existencia de España data de tiempos "prebabélicos", como se comenta en este artículo.

Como se ve, hay opiniones de todos los colores.




21 comentarios:

  1. Buenísima entrada Cayetano. Esto es un artículo de un historiador pleno, no solo del que se ocupa de escribir sobre el pasado, sino de la metodología. Desde luego es aberrante escribir la historia para servir a un régimen o a una ideología. Yo, de pequeño, también viví esa época negra de nuestro país. Pero en la Facultad me tocó vivir la Transición, y muchos historiadores revisaron la historia algo sesgadamente, para servir al nuevo régimen ucedista y del felipismo que estaba naciendo. Recuerdo que hacia 1981, cuando estudiaba cuarto de carrera, empecé a saber de Henry Kamen. Hoy he leído varias de sus obras y, en aquél ya lejano año, recuerdo que fue un bombazo su libro revisionista sobre Carlos II, en el que dice que hacia 1680 cambió la coyuntura socioeconómica, a pesar de ser un subnormal el rey, y tiraba por la borda la historiografia anterior. Hacia 2003 leí su obra Imperio, genial interpretación sobre la inexistente superpotencia española. Este verano leí El enigma de El Escorial, en el que se reafirma, con la contundencia de las fuentes primarias, en que Felipe II no eran tan monstruoso, como ya lo dijo en su obra de 1998: Felipe de España. Reaviva la "leyenda negra" para implantar la verdadera historia de aquella época.
    Creo que la historia siempre se tiene que rehacer, es una ciencia social y como tal, debe revisarse continuamente, con la seriedad y el rigor científico de historiadores serios y profesionales.
    Vayamos a los basureros históricos: Pío Moa, César Vidal, don Richard de la Cierva (el viejo Miser Fascículo), y demás chusma de la escuela neo-cons. Son libros-basura sencillamente.
    Sobre la guerra civil y el franquismo, podemos respirar tranquilos, tenemos una buena escuela, seria y profesional: Santos Juliá, Ucelay da Cal, por ejemplo, y varios anglosajones hispanistas como Paul Preston o el mismo Kamen o el gran Ian Gibson. Estos serios revisionistas profesionales no se muerden la lengua para criticar las fascistadas, pero tampoco para denunciar y revisar la historia de que los republicanos eran los buenos sin más, como se decìa en la Transición. Ahora, por ejemplo se censura fuertemente la actitud de Largo Caballero ante la radicaización de Asturias y su responsabilidad en el incendio de 1936, etc.
    La historia, insisto, debe estar siempre abieta a la revisión, a las nuevas investigaciones, con fuentes, etc.
    Un buen artículo el tuyo. Saludos Cayetano.

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  2. Hola, yo pienso lo siguiente; según las inclinaciones políticas de cada un@ así verá la historia del pasado.(poca es gente es objetiva)

    También opino que algunos profes o maestros no son objetivos y cuando hablan dando su clase se nota de que "bando político" son y eso no tendría que ser así.

    Solo exponer los hechos y que cada cual piense, opine o juzgue.
    PD; no sé si me explicado bien :-)
    bueno un saludo, buen fin de semana.
    buena entrada.

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  3. Eres muy amable.
    Estoy totalmente de acuerdo contigo, amigo Juan. Revisar, releer, repensar, retomar la historia es cosa de gente profesional, como cuando comentas el caso de Largo Caballero, partícipe en la culpa de que nuestra república fracasara. Ya sabes aquello que se dice. "La República la trajeron los monárquicos y la perdieron los republicanos", porque no todos los de izquierdas eran unos santos.
    Otra cosa es la de los "historiadores" fascistoides que pretenden contarnos otra vez la historia franquista. Eso ya lo hicieron. No es nada nuevo, por lo tanto no es revisar sino regresar a las cavernas.
    Un saludo.

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  4. Vangelisa: todos tenemos nuestras ideas políticas; pero al hacer historia hay que ser profesional, objetivo, coherente, buscando las causas de las cosas... como los médicos que operan a un criminal y deben salvarlo, como el farmacéutico que debe vender preservativos o la píldora del día después aunque no esté personalmente de acuerdo, como el juez que debe aplicar la ley y juzgar por las pruebas aportadas aunque le caiga gordo el acusado...
    Luego, también es verdad que somos humanos y podemos equivocarnos.
    Gracias por tu comentario. Un saludo.

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  5. Buenos dias:
    Interesante entrada la suya Cayetano.
    Habia comentado en otro blog que algunos quieren revisar la historia y de golpe porrazo borrar lo que no les conviene.
    Lamentablemente la historia oficial, es la escriben los vencedores. Después de un tiempo se conocer la otra versión histórica, que permite realmente valorar si lo que aprendimos fue verdadero. Pero aun así y aunque queramos darle la mayor imparcialidad posible, siempre habrá la opinión personal.
    Saludos

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  6. El problema es que no se puede reducir todo al puro dato objetivo, como pueda ser una fecha, un lugar. La historia esta impregnada de componentes subjetivos, de cuestiones que quedan reducidas al punto de vista en el que uno se situe, y no es facil hacer el esfuerzo de situarse en todos a la vez para despues trazar el plano correcto. Unos pocos lo intentan, mientras que otros se aprovechan para arrimar el agua a su molino.

    Feliz sabado, monsieur

    Bisous

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  7. Manuel, gracias por el comentario. Siempre estará abierto el debate en temas históricos. Afortunadamente la historia es algo vivo y permite que se vaya enriqueciendo con nuevas aportaciones de gente seria y preparada.
    Un saludo.

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  8. Madame, gracias por su estimable aportación. Cuando hay debate sobre temas concretos, yo siempre digo que hay que acudir a las fuentes para analizar lo que pasó. También cuenta el estilo del que nos relata el acontecimiento. Luego están las ideologías y los intereses de los que pretenden sacar tajada del pasado o utilizarlo contra otros como arma política. Inventarse fuentes o manipularlas, como algunos han hecho, no es muy profesional que digamos.
    En fin, todo es relativo y opinable.
    Buen fin de semana.

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  9. Hola Cayetano:
    Agradezco mucho tu aporte en el blog.
    Lo de las edades de los patriacas biblicos realmente lo utilicé como simil a las posibles edades que llegariamos si se concretasa lo de las telomerasas. De acuerdo en que hay exageraciones y problables desencuentros.
    Hay versiones en cuanto a esas edades biblicas. Algunas refieren a la mala tradución del ciclo solar, interprtandolo como ciclo lunar. Si es así, la edad de Matusalen sería realmente 969/13.5 (ciclo lunar en relación con el ciclo solar). Esto daría 72 años aproximadamente.Una edad respetable, sobre todo por la expectativa de vidad que había para la época. Sin embargo la teoría se cae por su porpio peso porque segun estos valores, Eva hubieses dado a luz a su primer hijo con la edad de 4 años.
    Como bien dices, la historia no es estática, y se enriquece con los aportes nuevos. Sucede como con la ciencia: Lo que hoy lo tenemos como verdad absoluta, mañana será falso o quizás menos verdad.
    Saludos y gracias por hacerte seguirdor del blog

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  10. Gracias a ti, Manuel, por hacerte seguidor del mío.
    Un saludo.

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  11. Esto es una entrada seria y lo demás son tonterías. Me ha encantado e interesado, que es más importante, de principio a fin. realmente tocas puntos de la Historia que tiene sus "narices", vamos, la Inquisición en concreto, los Reyes Católicos (los rayos catódicos) y el Deseado (para mí el Indeseable) Fernando VII.
    Habrá que seguirte, no hay otro remedio.

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  12. Por cierto, dices :"Osan seguirme", la consecuente respuesta es :Yo oso.
    Claro que eso los varones lo dirán con más propiedad que yo, que en todo caso sería "osa", perdón por el chiste fonológico, pero ¿qué quieres?, soy una lingüista, literata y humilde escritora que de vez en cuando escribe novela histórica, e incluso en alguna se atreve con el tema de la Inquisición.

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  13. Rosa, gracias por tu comentario y por tu sentido del humor. Veo que también llamas a Isabel y Fernando, los "rayos catódicos". Creo que esto viene de lejos, de la Antología del Disparate o algo así, o es una ocurrencia fonética. Gracias también por "osar" seguirme.
    Bienvenida a la tinaja.

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  14. Cayetano, busca en La Casa del Libro "El Emboscado" Rosa Cáceres. te aparecerá en lote con "Los girasoles ciegos", me ha hecho gracia. también te saldrá otra novela histórica mía, "Buceadores", que está en lote con La aventura de los godos, a veces con alguna de Pérez-Reverte...lo van cambiando.

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  15. Cayetano... genial entrada.
    En primer lugar considerar a Pio Moa, Vidal y Cia como historiadores es como decir que el preparador del Big Mac es un chef yo personalmente no considero ninguna de sus obras ni como de entretenimiento es simple propaganda neofascista.

    En cuanto al revisionismo, no me gusta la palabra moda, pero es cierto que estamos ante unos volantazos entre épocas. Durante el franquismo se glorificó hasta el misticismo, luego desde la izquierda existía la corriente contraria, de tal manera que hablar bien y enorgullecerse de la historia de España era catalogado directamente de facha.
    Creo que en el punto medio, como en todo, está la verdad. La historia de España no es tan gloriosa como la vendían, como no lo es la Francesa, la Inglesa, el Imperio Romano o la antigua China... glorias desgraciadamente no hay muchas... pero tampoco todo es negro.

    Yo creo que en la actualidad estamos logrando un aceptable punto intermedio, si exceptuamos a gente como los ejemplos que citas, y que estamos caminando en una buena dirección.

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  16. Gracias por tu comentario, amigo José Luis.
    Lo de "moda" lo decía por estos historiadores de tres al cuarto, reconvertidos al nacionalcatolicismo, que hablan siempre de revisar y revisar.
    Por supuesto que investigadores serios como Gibson o Preston no siguen modas, sino que retoman los hechos y profundizan continuamente en sus fuentes.
    Un saludo.

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  17. Enhorabuena por tu entrada, me parece magnífica...

    Has nombrado al trío calavera: Pío Moa, César Vidal y Jiménez Losantos... para mí, y si la memoria no me falla y me lo dejo en el tintero, los mayores terroristas de la palabra que tiene la opinión pública de este país...

    Cómo pueden los señores César vidal y Pío Moa sacar al mercado del orden de 3 ó 4 publicaciones al año, cuando un investigador con un método serio y científico puede llegar a tardar un año en terminar su trabajo?? sin cuestiones que algún día me gustaría que me resolviesen..

    Un saludo!

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  18. Muy buenas, Cayetano, esta es la primera vez que me acerco a tu blog, y la verdad que me parece muy interesante.

    La historia hay que dejársela a los historiadores (por los periodistas que se toman licencias), las figuras de reyes, príncipes, pensadores,etc. se han dado en un contexto en concreto, en unas circunstancias, sociales, económicas, históricas, políticas, y personalmente creo que nunca, hay que juzgar o criticar esos hechos con ojos de individuos de hombres del siglo XXI o del que sea.

    La revisión de los hechos históricos, pueden aportar datos más o menos objetivos, que es vergonzoso que la historia se transgiverse tanto por los políticos, dictadores, periodistas, colaboradores,o por ciertas comunidades autónomas para exaltar su propia historia, etc, con un beneficio ideológico o político.

    un saludo, la historia debe de investigarse analizarse, y se las deja a los historiadores, repito, vergonzoso es el deterioro de nuestro pasado, que bueno o malo, es nuestro, sea leyenda negra, rosa o lo que sea, y si algo tiene es que no se puede modificar.

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  19. En efecto, la historia debe ser materia para los historiadores, no para políticos o periodistas con unos intereses a veces inconfesables.
    Un saludo -muchacha en la ventana, cuidado que cambia el tiempo y amenaza lluvia- y bienvenida al blog.

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  20. Yo puedo discrepar un poco en lo referente a contar la historia, entendiendo que la historia no la hacen los historiadores, sino la sociedad en general. Otra cosa es una tergiversación interesada de los hechos del pasado. Y la derecha del estado español, en los últimos tiempos ha radicalizado mucho su discurso, encuentro aberrante que una cadena de televisión tenga el atrevimiento de homenajear a unos personajes tan siniestros como José Antonio o Millán Astray. Y en referencia a Felipe II, incluso en ámbitos no tan de derechas se ha minimizado sus atrocidades y persecuciones, diciendo que en realidad no era tan religioso y que estaba interesado en la alquimia y ciencias ocultas. Creo que una cosa no quita la otra. Y seamos consecuentes con lo que hizo. Pues fue el siglo de oro de la inquisición, de la persecución de las corrientes protestantes, nadie podía ir a estudiar fuera del imperio español, no se permitía la publicación de libros que contuvieran ideas contrarias a la iglesia. Decir por último que Felipe II murió en un habitación que apestaba por la podredumbre de las reliquias que fue acumulando. Y luego dicen que no era tan religioso. Saludos!

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  21. Gracias, Nahim, por tu comentario.
    Yo siempre defiendo la objetividad histórica frente a los manipuladores profesionales que intentan arrimar el ascua a su sardina. Por eso en la entrada arremeto contra la pléyade de oportunistas que intentan acomodar la historia a sus inconfesables intereses.
    Un saludo.

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