Siempre que relacionamos Segunda Guerra Mundial y España,
aparece nuestro país como ausente, con
esa “no beligerancia” calculada
que se sacó el dictador gallego de la bocamanga para no enojar al Führer tras la frustrante reunión de Hendaya, una "no intervención" que
convertía a España en una nación de
segundo orden, apartada de todo protagonismo, al margen de los acontecimientos
que estaban teniendo lugar y que iban a configurar el nuevo orden internacional
una vez que concluyeran las hostilidades. Un país destrozado y empobrecido que
salía con muletas tras la salvaje mutilación que supuso nuestra guerra civil y
que de esta manera quedó relegado a poco más que espectador en un rincón de la
historia.
Pero cuando revisamos nombres y
acontecimientos, diversas noticias
aparecen como destellos de luz en medio de la noche. Dos hechos traigo a colación de los que posiblemente
muchos ciudadanos, independientemente de su ideología, se sientan particularmente orgullosos.
España fue protagonista en la
guerra mundial gracias, entre otras, a dos actuaciones memorables
y decisivas. Es más, sin temor a
equivocarnos, podríamos afirmar que estos dos hechos contribuyeron a que los
aliados derrotaran fulminantemente a las fuerzas del Reich.
Joan Pujol
El primero de ellos es el papel
que jugó Joan Pujol, un agente doble apodado Garbo, que manejando hábilmente su función de espía internacional, supo mantener la
frialdad necesaria e hizo posible el Desembarco de Normandía, al enviar a los confiados alemanes una
información falsa sobre el lugar elegido para tal efecto. En efecto, Hitler mordió el anzuelo al creer, por
la información recibida, que el desembarco aliado se haría en otro momento y en
el paso de Calais, a casi 300 km de Normandía, por lo que se evitó la
concentración de tropas en el lugar y en el tiempo donde realmente ocurrió,
posibilitando así el triunfo de la operación aliada.
El segundo fue el papel decisivo
que jugaron los exiliados españoles republicanos alistados en la División
Leclerc en la liberación de París. La novena
compañía, “la 9”, como la llamaban, estaba formada básicamente por españoles
republicanos y anarquistas. El primer blindado que entró en París en su
liberación se llamaba nada menos que “Guadalajara”, seguido de otros con los apelativos de
“Teruel”, “Belchite”, “Guernika”, “Don Quijote”, etc.
Los españoles ayudaron a ganar la
guerra a las fuerzas aliadas. Fueron
protagonistas valiosos. Otra cosa
es que tras culminar esa meta, se hubiera producido un reconocimiento justo de
estas gestas por parte de los vencedores.
Héroes olvidados. Actores de segunda fila en la película de la guerra donde los triunfadores oficiales fueron otros.
El papel de los españoles en la
liberación de París no se vio justamente valorado por las autoridades galas
hasta fechas muy recientes.