Francia, segunda mitad del siglo XVI. Una época convulsa por los conflictos entre católicos y protestantes y porque se dirime el futuro de Francia y de Europa. Nadie quiere quedar fuera de este juego. La ambición es el motor que mueve a numerosos personajes de la obra. Aparentemente es el rey Carlos IX el que rige los destinos de su país, pero es una manipuladora Catalina de Médicis, la reina madre, la que realmente maneja los hilos.
Una obra entretenida, de acción trepidante, amena y fácil de leer. Con personajes bien diseñados, de personalidad propia, bien definidos cada uno en su papel. El odio, la violencia, el amor, la amistad, la lealtad, la ambición, la traición… son núcleos temáticos por los que discurre la novela. Y no faltan los enredos, la intriga, el humor, los equívocos, los líos de familia… Una obra en definitiva bien escrita y muy documentada, que se lee sin dificultad y que atrapa al lector desde la primera página.