11 de diciembre de 1576: en España, Fray Luis de León, tras casi cinco años de encarcelamiento sin juicio, es absuelto por la Inquisición. ¿Celo religioso? ¿Envidia?
¿Cargos contra él?
Haber osado traducir la Biblia a lengua vulgar, especialmente su versión de "El Cantar de los Cantares". Parece que a algunos eclesiásticos no le gustó la iniciativa.
Se cuenta que en la cárcel escribió esta poesía:
ODA XXIII - A LA SALIDA DE LA CÁRCEL
Aquí la envidia y mentira.
me tuvieron encerrado.
Dichoso el humilde estado
del sabio que se retira
de aqueste mundo malvado,
y con pobre mesa y casa
en el campo deleitoso
con sólo Dios se compasa
y a solas su vida pasa
ni envidiado ni envidioso.
Muy cortos de juicios los que juzgaron y condenaron al sabio castellano de esa vil manera. Y él mismo lo dice: la envidia que es muy mala consejera. Un fuerte abrazo y buena semana prenavideña, Cayetano.
ResponderEliminarEso de hartarse y querer aislarse del mundo parece nuevo, pero queda claro que ya era una opción en el siglo XVI.
ResponderEliminarHoy en día quizá no le hubieran encarcelado, pero sí le hubieran puesto una querella millonaria por infamias o por violación de copyright para desplumarle. Las cosas han cambiado poco.
Mi Fuensanta y yo nos adaptaríamos perfectamente al aislamiento voluntario. Eso sí, volviendo de vez en cuando para tomar unas cañas y unas tapas.
Dijo Machado que en España, por cada cabeza que piensa, diez le embisten. Me temo que no andaba desencaminado.
ResponderEliminarSaludos, Cayetano
Y luego aquel famoso y magnánimo "Decíamos ayer..."
ResponderEliminarUn saludo
En mí la culpa ajena se castiga
ResponderEliminary soy del malhechor, ¡ay!, prisionero,
y quieren que de mí la Fama diga:
«Dichoso el que jamás ni ley ni fuero,
ni el alto tribunal, ni las ciudades,
ni conoció del mundo el trato fiero.
Que por las inocentes soledades,
recoge el pobre cuerpo en vil cabaña,
y el ánimo enriquece con verdades.
Cuando la luz el aire y tierras baña,
levanta al puro sol las manos puras,
sin que se las aplomen odio y saña.
Es el deporte nacional por excelencia, aunque tampoco creo que seamos exclusivos. Saludos
ResponderEliminar¡Qué poco hemos progresado en ese aspecto! ¡Inmenso lírico fray Luis!
ResponderEliminarUn abrazo
Lo que nos faltan son cabezas bien "amueblaicas"...
ResponderEliminar¡ay, si solucionaran algo las cosas!
Un abrazo fuerte.
Posiblemente envidia...Quizás alguno de ellos querían traducirlo ;D
ResponderEliminarSaludos Cayetano
España... Se ve que lo de las envidias y la cortedad de miras no es cosa del s. XXI.
ResponderEliminarUn saludo.
Cuando el hombre juega a ser Dios siempre mete la pata; seguramente que Fray Luis perdonaría a sus envidiosos verdugos.
ResponderEliminarSi la ya lo dijo Horacio en su "Beatus ille":
ResponderEliminarDichoso aquel que alejado de negocios, como en remoto tiempo los mortales, paternos campos con sus bueyes ara y no rinde a la usura vasallaje.
Saludos.
No me extrañan que no les gustara...cualquiera que haya leído el cantar de los cantares comprende que no podía gustarles a ellos...
ResponderEliminar"Grábame como un sello sobre tu corazón,
como un sello sobre tu brazo,
porque el Amor es fuerte como la Muerte,
inflexibles como el Abismo son los celos.
Sus flechas son flechas de fuego,
sus llamas, llamas del Señor.
Las aguas torrenciales no pueden apagar el amor,
ni los ríos anegarlo.
Si alguien ofreciera toda su fortuna
a cambio del amor,
tan sólo conseguiría desprecio"
No, definitivamente no podían querer que lo entendiéramos
:)
Un abrazo
Paco: el pecado nacional de toda la vida.
ResponderEliminarHablando de prenavidad, ¿en qué nos vamos a gastar la paga extra?
Un saludo.
La Fuensanta y el Antón: aislamiento al estilo de las huelgas de hambre que hacían los de ETA, con bocadillos.
ResponderEliminarUn saludo.
Carolus: la de charanga y pandereta, cerrado y sacristía.
ResponderEliminarUn saludo.
Rosa: esa frase la copió luego Tierno Galván cuando volvió a sus clases tras el "exilio" involuntario.
ResponderEliminarUn saludo.
Nando: si todos los religiosos hubieran sido como éste...
ResponderEliminarUn saludo.
Felipe: no tenemos la envidia en exclusiva, pero creo que somos medalla de oro.
ResponderEliminarUn saludo.
Antorelo: para mí, el fraile es sobre todo un gran poeta.
ResponderEliminarUn saludo.
Rosario: está claro que para buscar soluciones todos debemos poner de nuestra parte. Y no sólo quejarnos.
ResponderEliminarUn saludo.
Manuel: "ni envidiado ni envidioso". La envidia es mala, pero que te envidien es mucho peor.
ResponderEliminarUn saludo.
Negrevernis: hemos cambiado muy poco en nuestros vicios o "pecados nacionales".
ResponderEliminarUn saludo.
Francisco: seguramente, si no hubiese sido imposible esa paz interior que mostraba en sus versos.
ResponderEliminarUn saludo.
Eduardo: el fraile era un buen seguidor de Horacio en esos versos famosos.
ResponderEliminarUn saludo.
Alma de Adra: es que religión y poesía a veces se llevan mal, sobre todo si hay fanatismo y ceguera.
ResponderEliminarUn saludo.
Y después de tantos siglos todavía están las diferentes lenguas dando mucho que hablar ;-)
ResponderEliminarSaludos
Hubiera sido más deleitoso para el catedrático salmantino haberse retirado del mundanal ruido por propia iniciativa y al campo, el locus amoenus que tanto ansiaban los humanistas y no pasar un tiempo precioso de su vida entre rejas y por los celos de sus colegas.
ResponderEliminarUn saludo
Dissortat: nunca mejor dicho; aunque hoy, unos y otros, usan el tema de la lengua como cortina de humo para tapar otras cosas.
ResponderEliminarUn saludo.
Carmen: totalmente de acuerdo. Que te lleven a la "vida retirada" a la fuerza no debe ser un plato de gusto.
ResponderEliminarUn saludo.
Hilaba muy fino el Santo Oficio. A veces resulta digno de admirar que se atreviesen a publicar o a pronunciar sermones:
ResponderEliminarSaludos.
El misticismo religioso siempre ha estado perseguido por los que ostentan el poder político y eclesiástico, no es único de España.
ResponderEliminarDesde los místicos cristianos, pasando por los sufíes árabes, los indios americanos, los monjes tibetanos, Ghandi y los sintoístas japoneses.
La mayoría de los místicos consiguen trascender más allá de las meras percepciones terrenales, suelen coincidir en sus proclamas éticas y en su espíritu pacífico y jovial al mismo tiempo. Y eso no gusta a quienes utilizan las creencias, más o menos firmes, del populacho para perpetuarse en el poder.
Retablo: un Estado dentro del Estado. Temible por su poder.
ResponderEliminarLo de los sermones me imagino que no tienen desperdicio.
Un saludo.
Primogénito: el poder establecido siempre tiene miedo de los que van por libre y no se suman al rebaño.
ResponderEliminarUn beso.
Sí, había leído que los motivos del encarcelamiento tenían que ver con peleas entre ordenes religiosas pero, básicamente, con la envidia! Yo, particularmente, tengo grabado en mi mente el primer verso de su "Oda a la vida retirada", que me hicieron estudiar de memoria en el secundario: "¡Qué descansada vida / la del que huye del mundanal ruïdo, / y sigue la escondida /senda, por donde han ido / los pocos sabios que en el mundo han sido;..."
ResponderEliminarSaludos, Cayetano!
Patzy: una poesía, la que citas, muy al estilo de Horacio.
ResponderEliminarUn saludo.
Decíamos ayer Don Cayetano... España es un país muy peligroso por la envidia que hay, ha habido y parece que seguirá habiendo....
ResponderEliminarJosé Luis: ¡ostras! ¡Qué alegría verte por estos pagos!
ResponderEliminarPensaba yo: dónde andará este hombre.
En casa nos acordamos de ti el otro día cuando vimos a tu antiguo y amado jefe pillado in fraganti llevándoselo calentito. Me sé de uno que seguro dio saltos de alegría.
Un saludo.
La envidia y la mentira han sido responsables de muchas miserias de nuestro país.
ResponderEliminarUn abrazo
La inquisición es la prueba de que a la iglesia no se puede arrogar poderes del estado. ¿A quienes encarcelarían hoy los Rouco Varela? ¿a las mujeres que abortan?¿a los homosexuales? .....
ResponderEliminarJavier: dos "pecados nacionales".
ResponderEliminarUn saludo.
Manuel: si se les deja se hacen los amos de nuevo y vuelven a meter a Europa en la Edad Media.
ResponderEliminarUn saludo.
Tremenda osadía la suya en aquel tiempo, desde luego. Pero el hombre se lo tomó con filosofía.
ResponderEliminarBuenas noches
Bisous
No es tanta la distancia cuando se leen estas palabras que podrían aplicarse hoy. Qué espíritu y qué vida interior hay que tener para expresarlo de esa maneraUn abrazo:)
ResponderEliminarMadame: qué remedio. A la fuerza ahorcan. Mejor tomárselo de esta manera.
ResponderEliminarUn saludo.
M.P.Moreno: hay que estar hecho de una pasta especial.
ResponderEliminarUn saludo.