Quizás es preferible tener un callejero lleno de espadones, como en la entrada anterior, a vivir en una hipotética ciudad con estos barrios.
El plano original sin rótulos lo saqué de aquí.
Espero que sus dueños me disculpen y no se tomen a mal la utilización que le he dado.
Los posibles defectos en rótulos y retoques de "maquillaje" se deben a mi torpeza en el manejo del "Paint".
Esto seria ya el cenit de todo un putiferio ..... Dios¡¡¡¡¡¡.
ResponderEliminar"santo y seña de una época".
Está muy bien este plano para manejarse por la vida actual. Para adaptar del todo el callejero a los tiempos modernos, habría que quitar también los puentes, que se empeñaron y los han quitao los joíos.
ResponderEliminarEstupenda entrada.
Esta no es la ciudad en la que quisiera vivir, pero resulta que en la que vivo y hasta en cualquier otra, aunque los rótulos hablen de otros nombres, son estos los barrios y collaciones verdaderas.
ResponderEliminarUn abrazo
Totalmente de acuerdo, porque algunos de los espadones que adornan nuestras calles eran políticos muy comprometidos. Muy divertida esta imagen para este domingo soleado por aquí. Abrazos, Cayetano.
ResponderEliminarGran idea la del plano, Cayetano. ¡¡¡Y pensar que todo empezó hace lustros con la genial idea de hacer un polideportivo (ampliable a piscina) en un pequeño pueblo sin jóvenes!!!
ResponderEliminarSaludos
Si se soy sincero, no me gustaría vivir en la Calle de los Chorizos número 20, pero a como estamos actualmente...Creo que ya vivo en esa calle.
ResponderEliminarSaludos Cayetano
Avenida de los recortes.
ResponderEliminarUn saludo
Magnífico mapa de la realidad, Cayetano.Abrazo desde Düsseldorf
ResponderEliminarDapazzi: es la realidad que muchas veces no queremos ver ni aceptar.
ResponderEliminarUn saludo.
La Fuensanta y el Antón: es verdad. No había caído en lo de los puentes. Bueno, se pueden hacer de peaje y el que pueda pagarlos pues que cruce por ellos o que "haga puente". Mejor no darles ideas.
ResponderEliminarUn saludo.
Francisco: es lo que hay aunque algunos jueguen a disimular. Estuve a punto de poner nombres propios (todos tenemos en la cabeza más de una docena), pero no me quise complicar la vida.
ResponderEliminarUn saludo.
Carolus: eso es como hacer un aeropuerto sin aviones. Un disparate que a nadie se le ocurriría hacer.
ResponderEliminarUn saludo.
Paco: eso es lo que yo creo. No se pueden medir estos truhanes del pelotazo con eminencias como Riego o Prim.
ResponderEliminarUn saludo.
Manuel López: en algunos lugares del mundo todavía rizan más el rizo. En Sarajevo hay una calle, el antiguo Puente Latino, que lleva el nombre del asesino que disparó al príncipe heredero del Imperio Austrohúngaro, el archiduque Francisco Fernando. Me imagino que para los del lugar era un patriota y no un terrorista.
ResponderEliminarUn saludo.
Antorelo: mecachis. Esa era buena.
ResponderEliminarUn saludo.
Carlos: tendríamos que haber puesto calle a la Merkel. Al fin y al cabo es la que manda por aquí.
ResponderEliminarUn saludo.
Yo creo que estoy en el Polígono de los Chanchullos, porque donde vivo da igual el color de unos y otros...
ResponderEliminarHumorística e irónica visión de nuestra mala realidad.
Un saludo.
Negrevernis: la inmoralidad no entiende de colores ni de ideologías. Creo que faltan algunos barrios y calles: no me cabían todos. Uno muy importante aquí en España es el barrio de las chapuzas, el de las cosas mal hechas y tarde.
ResponderEliminarUn saludo.
yo, don Cayetano, discrepo con incluir a los mercaderes en ese ingenioso callejero. Es usted un escolástico en su condena del mercado.
ResponderEliminarSaludos cordiales.
Ay, querido, mucho me temo que el barrio de los desahucios te ha quedado un poco pequeño. Pero desde luego has hecho un trabajo muy loable... ¡Me parece que en esa happy city no te van a dedicar a tí ninguna calle! Besos.
ResponderEliminarEn relidad así deberían llamarse las calles...y además los carteros sólo tendrían que aprenderse un modelo porque en todas las ciudades habría las mismas
ResponderEliminar:D
Un abazo
Retablo: me habían llamado de todo en esta vida menos escolástico. Jejeje.
ResponderEliminarBajo mi punto de vista no es lo mismo "mercado" que "mercaderes". Lo segundo es más bien peyorativo, como la actitud de aquellos que fueron expulsados del templo. Comerciantes sin alma ni decencia.
Un saludo.
Isabel: calle de los "sin paga" esta Navidad.
ResponderEliminarUn saludo.
Alma: no, si al final va a resultar bueno el sistema y todo. Tú dónde vives... En la calle de los mangantes número siete. ¡Qué coincidencia, igual que yo, pero en otra ciudad!
ResponderEliminarUn saludo.
Me parece que no has dejado ni un cabo suelto.
ResponderEliminarPues bien, además de que n'cada palo aguante su vela', y no se les está mal, igual, igual que te has dejado una callecica sin rotular. ¡Anda, anota: Callejón de los 'quita y no pon, se acabó el montón'!
Y así sucesivamente.
Un abrazo
MPPilar: el caso es que había más calles, callejuelas, travesías, glorietas... pero ya no me cabían.
ResponderEliminarUn saludo.
Lo peor de todo es que, muy posiblemente, todo lo que insinúa el callejero de esa "idílica" urbe, es de uso común en nuestro país, te muevas por donde te muevas. La geografía de la corrupción es una metástasis que está llegando a fase terminal en estos mismos momentos.
ResponderEliminarLuis: y lo peor de todo es que la gente se acaba acostumbrando. Fíjate en Italia y las pretensiones de Berlusconi. Es muy dañino para el sistema que la gente se acostumbre a la inmoralidad de sus gestores.
ResponderEliminarUn saludo.
El caso italiano es paradigmático de cómo un sistema plagado de corrupción hunde a los partidos tradicionales. El caso Bettino Craxi, socialista o Andreotti, democristiano y otros llevaron a un callejón sin salida a los votantes y a apoyar al populismo más bartato. Algo así ya pasó aquí con Gil pero el sistema todavía no estaba tan descompuesto ni Gil tenía el carisma, el control de los medios de Berlusconni. No creo que los italianos se acostumbraran a la corrupción, quizás sí a la mafia, por lo que tenía de grupo terrorista. Desgraciadamente veo a los Españoles más resignados cada vez, peor que en Italia, porque no hay reacción y se sigue votando a los mismos ( CIU, PSOE, PP). Pero ya te digo que el problema ha sido la descomposición de los partidos tradicionales en Italia. Eso podría pasar en España si seguimos en estos niveles de corrupción endémica y surgiera un partido populista apoyado por alguien con mucho carisma, aunque fuera un jeta. Nosotros no estamos a salvo de un Berlusconni. Pero no nos vendría mal un "Olivo" o algo así, ilusionante, que intente regenerar el modelo porque esto es asqueroso y dan ganas de irse a Francia, que siempre ha sido un país más ilustrado y más serio.
ResponderEliminarMadre mía! No sabría qué zona elegir para vivir. Supongo que cerca de la estación, para poder subirme en un tren y largarme lejos para siempre!
ResponderEliminarAunque da igual el lugar al que vaya: me temo que todos reúnen méritos suficientes para que sus barrios lleven tales nombres.
Buenas noches
Bisous
En esa ciudad vive alguien... con dos dedos de frente?
ResponderEliminarUn abrazo
Luis: me temo que el descrédito de la clase política española pueda hacer surgir un movimiento ultra y populista, de mensajes simples y oportunistas, que se carguen ya no el sistema corrupto sino las libertades y los derechos de los ciudadanos. No sería la primera vez. Y como el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra...
ResponderEliminarUn saludo.
Madame: la estación está cerca del Barrio de los Desahucios. El camino que a muchos les queda es, por desgracia, irse a otra parte. Aunque... ¿a dónde ir?
ResponderEliminarUn saludo.
Javier Sanz: la gente está amaestrada y acostumbrada a la humillación, a los malos ejemplos, a los chorizos. Hasta que llegue un día en que no haya para comer. Entonces se montará el pollo. Y ya será tarde para acordar entre todos medidas racionales.
ResponderEliminarUn saludo.