miércoles, 17 de febrero de 2010

La noche de los cuchillos largos

Ernst Röhm
Imagen de wikipedia


Lucha por el poder: una vieja historia

Verano de 1934. Al año siguiente de ganar las elecciones, Hitler intentó aglutinar y centralizar en torno a él todo el movimiento nacionalsocialista, sin fisuras que obstaculizaran dicha unidad. Su objetivo era el poder absoluto, el control total del Estado. Los miembros de las SA (Secciones de Asalto), por su actitud chulesca y camorrista y sus actuaciones espontáneas y "de por libre" amenazaban dicho objetivo, además era un secreto a voces que las SA pretendían absorber y controlar al ejército alemán.
Eran muchos entre las filas nazis quienes, desconfiados y recelosos, despreciaban los métodos y la ambición de Ernst Röhm, líder de las SA. También se comentaban y criticaban sus posibles inclinaciones homosexuales.
En este estado de cosas, la noche del 30 de junio al 1 de julio, tiene lugar una "purga", al estilo estalinista, una depuración a las bravas: cerca de un centenar de miembros de la citada organización fueron ejecutados sin miramientos.
Se trataba de "La noche de los cuchillos largos", también conocida como la "Operación colibrí". Una actuación contundente y decisiva que contaba con la colaboración de Himmler y de Goering. Los autores eran efectivamente miembros de las SS (Secciones de Seguridad), cuerpo de élite, y de la Gestapo, la policía política del régimen.
La unidad nazi en torno a Hitler y a las SS quedaba así consolidada definitivamente.

24 comentarios:

  1. A lo largo de la historia se han dado muchos casos asi: eliminar a la masa contraria para alzarse de forma violenta con el poder...

    Este acto puede considerarse el inicio del imperio del terror nazi qe banaria al mundo de sangre y odo.

    Un slaudo

    ResponderEliminar
  2. Saludos Carolus II. Coincidimos en nuestras entradas en el dicho popular que reza "en todas partes cuecen habas"; porque también hay intrigas y asesinatos en la corte de Felipe IV.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  3. Fue una pena que esta gente no se dedicara siempre a matarse entre ellos en vez de ocuparse de los demás.

    ResponderEliminar
  4. Ya sabes, primero barrer la casa propia, luego, la de los demás.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  5. Y tan vieja que es la historia, monsieur. Hala, cientos de ejecutados sin miramientos. Y luego decimos de la barbarie de otros tiempos.
    Dia infausto. Menuda cosa quedó consolidada.

    Feliz dia

    Bisous

    ResponderEliminar
  6. Ya sabe, madame, aquello de "el hombre es un lobo para el hombre". Pobres lobos.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  7. Eran animales desde antes de ganar las elecciones, y buena forma de consolidarse tuvieron, aunque si las SA hubieran seguido adelante, no se cuánto habría cambiado la historia en realidad.
    Abrazos.

    ResponderEliminar
  8. Las purgan se han sucedido en todos los gobiernos de facto. Siempre hay a quien temer en estos gobiernos.....

    Saludos Cayetano.

    ResponderEliminar
  9. Este episodio es típico del fascismo: estos regímenes se cubren con un lenguaje pseudo revolucionario, para aglutinar a los más diversos sectores de la sociedad. Muchos marginales se les unen, pero marginales sin conciencia de clase clara, pues la clase obrera no caía en las garras de estos miserables.
    La clase alta está detrás de este discurso antiburgués y antocapitalista: "Nacionalsocialismo", "Nacional sindicalismo", "Fascio di combatimento". Los discursos de Rommer o de José Antonio, etc, etc, cuando asustan de verdad a esa gran burguesía, se deshace de ellos, y lo hace subiendo a los dictadores mediocres pero con carisma falso. Los que se pasan y amenzan ek discurso, o se les asesina (Rommer) o, sencillamente, no se hace nada para canjearlos (José Antonio). El resultado: unos dictadores subidos pero vulgares muñecos de esa gran burguesía que les sube y les tira como se salgan de madre: Hitler, Mussolini, Franco, etc. etc.
    Saludos Mr Cayetano.

    ResponderEliminar
  10. Vaya individuos: Goering y Himmler. No tenían piedad ni por sus propios colegas de partido. Y, por cierto, buen ensayo de las tácticas cohercitivas (por llamarles algo) que practicarán estas hermanitas de la Caridad en posteriores ocasiones. ¡Qué majos!

    Un saludo

    ResponderEliminar
  11. ¡AY, CÚANTO SABES, CAYETANO!
    LAS S.S. LA GESTAPO,
    LOS CUCHILLOS LARGOS EN LA NOCHE,
    ¡QUÉ DOLOR TAN AMARGO!...

    ResponderEliminar
  12. La historia que pudo ser y no fue. Nikkita, nunca sabremos lo que pudo pasar si no hubiera ocurrido la matanza. Yo creo que se trataba simplemente de una lucha por el poder.
    Saludos

    ResponderEliminar
  13. En efecto, Manuel, purgas al viejo estilo estalinista.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  14. En efecto, Juan, la alta burguesía de propietarios agrícolas e industriales que temían una revolución obrera acabaron pagando a estos individuos para que salvaran el asunto.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  15. Carmen, eran estos señores unos "santos". A Hitler le estuvo bien empleado. Al final le dejaron solo en el búnker. Bueno, exceptuando al matrimonio Goebbels y pocos más.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  16. Rosario: estos días ando publicando cosas de estos señores de poco fiar porque lo estoy dando en clase y así aprovecho que el Pisuerga pasa por Valladolid, por si algún alumno anda merodeando por aquí.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  17. Y no era feo el gachó ni ná...Ahí sí que es verdad que la cara es el espejo del alma.
    Pero anda que el otro...jajaja
    Menudas prendas de tíos. Gente así aumenta tanto la temperatura en el termómetro de la maldad...

    ResponderEliminar
  18. Más que feo... Tenía cara de "baboso y bujarrón" el pedazo de nazi.
    Un saludo, Rosa.

    ResponderEliminar
  19. Esas purgas se dan, se llamen, matanza de Amstar, domingo rojo, cuchillos largos, o un largo etc, se dan en cualquier época histórica.
    Somos así, pero claro, era para afinazar el poder, el chiquitin de Adolfo¡¡y el de la foto cara de baboso, sí.
    un saludo

    ResponderEliminar
  20. Gracias por recordarme este episodio Cayetano. Y pensar que poco meses después Alemania organizó las Olimpiadas como si nada hubiera pasado.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  21. En efecto, muchacha en la ventana, purgas como ésta se han dado varias. Véase si no las del amigo Stalin.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  22. Saludos, Arturo. Las olimpiadas le salieron mal a Hitler. La raza superior aria quedó en entredicho.

    ResponderEliminar
  23. Me remonto a años luz de las fechas actuales, leyendo algunas de tus entradas antiguas, y esta me ha traido a la memoria la película de "El ocaso de los dioses".

    Saludos, Cayetano.

    ResponderEliminar
  24. Dissortat: vengo también del presente para leer tu comentario de una entrada del pasado.
    Si, señor: la gran película del amigo Visconti, todo un clásico, que no hay que confundir con "El crepúsculo de los dioses", otra buena película pero diferente.
    Un saludo.

    ResponderEliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.