Piratas, delincuentes de los mares, rebeldes primitivos, productos del hambre, la desesperación y la desigualdad social, saqueadores de botines ajenos, alejados o próximos a las costas... Una actividad muy antigua que se remonta a la época clásica griega, de ahí su nombre: piratas, del griego "Pyros", "fuego", o también "incendiarios". Caer en sus manos era una tragedia porque significaba la muerte.
En la Edad Media tuvimos como piratas de lujo a los vikingos, con sus puntiagudos "drakars" y sus incursiones en las costas europeas y lugares próximos a las desembocaduras de los ríos, sembrando el pánico. También a los árabes, que hicieron del Mediterráneo un lugar inseguro, de ahí que Europa se replegara sobre sí misma e inventara el feudalismo.
Sin embargo, los más famosos fueron los de la Edad Moderna. Primero fueron los turcos y berberiscos durante el siglo XVI, con el saqueo de las costas del sur de Europa. Luego piratas y corsarios durante el siglo XVII, siendo los escenarios preferidos el Caribe y el Atlántico. De esta época trata la mayor parte de las películas del género.
"Con diez cañones por banda,
viento en popa, a toda vela,
no corta el mar, sino vuela
un velero bergantín.
Bajel pirata que llaman,
por su bravura, El Temido,
en todo mar conocido
del uno al otro confín."
viento en popa, a toda vela,
no corta el mar, sino vuela
un velero bergantín.
Bajel pirata que llaman,
por su bravura, El Temido,
en todo mar conocido
del uno al otro confín."
Los corsarios eran los que tenían "patente de corso", es decir, permiso de su país para ejercer la piratería, una especie de guerra sucia económica por el control de los mares. Concretamente Inglaterra se especializó en este tipo de piratería amparada desde arriba para ejercer el saqueo y sembrar de miedo e incertidumbre algunos mares donde se quería llevar a cabo un monopolio comercial.
Con sus enormes barcos en un principio, galeones o galeras de 40 a 60 metros de eslora, luego fueron reduciéndose las proporciones apareciendo corbetas y ya en el siglo XIX bergantines de menor tamaño, como el de la poesía de Espronceda, y mayor maniobrabilidad.
"La luna en el mar riela
en la lona gime el viento,
y alza en blando movimiento
olas de plata y azul;
y va el capitán pirata,
cantando alegre en la popa,
Asia a un lado, al otro Europa,
y allá a su frente Estambul:"
en la lona gime el viento,
y alza en blando movimiento
olas de plata y azul;
y va el capitán pirata,
cantando alegre en la popa,
Asia a un lado, al otro Europa,
y allá a su frente Estambul:"
El objetivo del pirata era el botín, que podían ser joyas, metales preciosos, monedas, especias, el propio barco asaltado... y también personas, es decir: esclavos. Capturar personas para ser vendidas como esclavos era un negocio de lo más lucrativo. Actividad que se venía haciendo desde la época romana y que tanto cultivaron los ingleses para la explotación de sus plantaciones en las colonias americanas.
Piratas famosos fueron los corsarios Henry Morgan y Francis Drake, al servicio de la corona británica; el "loco" español Lope de Aguirre y el pirata turco Barbarroja.
Cuestión de estética: poetas, pintores y músicos.
El pirata, por su actitud de rebeldía y por su vida libre, aventurera y peligrosa, se convierte en personaje preferido de algunos artistas románticos, en material inspirador de primer orden.
Hay una identificación sobre todo estética, pero también, en cierta medida, de actitud vital entre piratas y artistas románticos.
Espacios comunes que comparten:
- La exageración.
- La vida agitada.
- La lucha por la libertad.
- El valor del sentimiento.
- La originalidad.
- El universo propio.
- El gusto por lo macabro.
- El quebrantamiento de la norma.
- La escenografía violenta: mar agitado, tormentas, tempestades...
- La emoción.
- La naturaleza frente a la civilización...
En esta misma línea dice Esproceda:
"Son mi música mejor
aquilones,
el estrépito y temblor
de los cables sacudidos,
del negro mar los bramidos
y el rugir de mis cañones. "
aquilones,
el estrépito y temblor
de los cables sacudidos,
del negro mar los bramidos
y el rugir de mis cañones. "
Una escenografía viva y violenta.
Y finaliza diciendo:
"Y si caigo,
¿qué es la vida?
Por perdida
ya la di,
cuando el yugo
del esclavo,
como un bravo,
sacudí.
¿qué es la vida?
Por perdida
ya la di,
cuando el yugo
del esclavo,
como un bravo,
sacudí.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar."
José de Espronceda
Y ahora un poco de música del Romanticismo y algo más...
Y no nos olvidemos de nosotros, los piratas modernos y de nuestro más enconado enemigo, Ramoncín, que nos persigue allende los mares digitales...
ResponderEliminarNo cites el nombre de Ramoncín en mi blog no sea que quiera cobrar derechos de autor por el mero hecho de nombrarle.
ResponderEliminarAy, monsieur, que recuerdos me ha traido usted con la cancion del pirata. Cuantas veces la habre recitado a duo con mi padre!
ResponderEliminarPero me temo que esa imagen romantica de los piratas se nos ha ido por el desagüe con las ultimas modalidades conocidas. No hay como verlos de cerca en lugar de a traves de poemas.
Feliz dia, monsieur
Bisous
Buena entrada, sobre todo ahora que me voy a leer la obra: Piratas, corsarios y filibusteros, del catedrático alcalaíno Luis Lucena Salmoral. De este tema no sé más allá de las películas sesgadas de Hollywood. Y debe ser muy intresante su incisión en el comercio ultramarino. De todas formas estan delincuentes marinos, pero de románticos y buenos, no creo que tuviesen nada de nada. Simples delincuentes y asesinos en la mayoría de los casos.
ResponderEliminarSaludos.
El pirata como motivo estético: vida aventurera, lejos de lo corriente, saltarse normas... un poco "ácratas" y rebeldes con o sin causa fueron nuestros románticos. Sólo hay que ver la vida agitada de Espronceda o de Larra.
ResponderEliminarUn saludo, amigo Juan.
Madame: antes y ahora los piratas eran unos mal nacidos que sólo pretendían el botín. Y que conste que no estoy hablando de banqueros, sino de piratas. Jejeje.
ResponderEliminarUn saludo.
Si, la visión romántica nos ha hecho verlos de una manera que no se asemeja en absoluto a como eran en la realidad. Por suerte hoy en dia tenemos esta tendencia desmitificadora que esta echando abajo tantos tópicos permitiéndonos acercarnos a la verdad.
ResponderEliminar1 saludo Cayetano!!
ya lo decía la canción infantil"la vida pirata la vida mejor..." pocos delincuentes y asesinos habrá en la historia con un mayor halo de romanticismo que los piratas.
ResponderEliminarYa que has ido intercalando a Esproceda, os recomiendo el vídeo en el que el grupo Tierra Santa la interpreta a ritmo de rock ... duro... una pasada, sobre esta canción Pérez Reverte (el académico)dijo que ha conseguido lo que no ha conseguido ninguna reforma educativa y es que nos aprendamos la rima de Espronceda de principio a fin "sin saltarnos una coma":
http://www.youtube.com/watch?v=4ZDEQCZTwq8
Rompo una lanza en favor de Ramoncín (aunque se me apedree por ello). Está diciendo cosas que otros no se atreven porque no es "políticamente correcto". Otra cosa es la política de la SGAE.
ResponderEliminarPasando a otra cosa ¿Hay alguna poesía más contundente que la "Canción del Pirata? Yo creo que no.
Desde luego, José Luis, el maestro Pérez Reverte tiene, en este caso, más razón que un santo.
Saludos
Hola Cayetano:
ResponderEliminarEsta entrada me ha gustado mucho. Me gusta la literatura pirata y la relacionada con ella y obviamente las peliculas. El capitan Blood, Barba Roja y Otras tanta que incluyen a los piratas del Caribe.... Sabe que toda historia tiene heroes y malos, aunque a veces estos ultimos son los heroes.
Saludos
De piratas, caraduras, terror de los mares han pasado a ser (exceptuando los que pululan por las costas africanas en la actualidad) un modelo a seguir. No sé si será su libertad, su desapego a las banderas, naciones y reyes o su leyenda lo que nos atrae más. El caso es que no tenían morada fija y personas que debían de estar pudriénsdose en las cárceles europeas o americanas, vivían a su antojo en islas apartadas o navegando por los mares. Hasta huían del ejército (demasiada orden y limpieza).
ResponderEliminarDesde luego a los españoles no nos hacían ninguna gracia. Porque en la mayoría de los casos atacaban nuestros buques plagados de oro y especias en nombre de no sé qué nación.
Un beso
Lo peor, Carmen, es que los ingleses tenían piratas a sueldo fijo, los corsarios, que hacían la guerra sucia a los demás. Aunque eran unos hijos de mala madre, me caían más simpáticos los que iban por libre.
ResponderEliminarUn saludo.
Bragi:
ResponderEliminarEn efecto era una visión idealizada la que se tenía de los piratas, algo estético más que real.
José Luis:
Lo de Arturo Pérez Reverte lo había leído por ahí. Aunque no es muy partidario del rock duro alaba el gusto de estos chicos. Dar a conocer poesía siempre es encomiable. Como pasaba con Paco Ibáñez o con Serrat.
Eladio:
Es que La canción del pirata era muy heavy para aquellos tiempos y Espronceda un revolucionario en todos los sentidos.
Manuel:
Con los piratas de película nos identificamos los espectadores, por eso pasan a convertirse en los "buenos" de la peli.
Un saludo y gracias por vuestros comentarios.
Prefiero quedarme con esta visión romańtica y no pensar en la tremenda realidad que estas personas generan.
ResponderEliminarEso es lo que hago yo: quedarme con el lado estético del asunto y despreocuparme del resto, porque bastante tenemos con los piratas actuales y no me refiero a los de Somalia precisamente.
ResponderEliminarUn saludo, José Antonio.
Muy bonito tu conjunto de versos y grabados.
ResponderEliminarMe gusta mucho el final:
MI BARCO MI TESORO...
MI ÚNICA PATRIA LA MAR
Un abrazo fuerte Rosario
Muy bonito el conjunto de grabados y poesías.
ResponderEliminarEl final me gusta mucho:
MI LEY LA FUERZA Y EL VIENTO
MI UNICA PATRIA LA MAR.
Un abrazo fuerte Rosario
Esta profesión tan antigua no pasa de moda. El Océano Indico y sus mares circundantes son azotados por los piratas somalíes, la nueva generación de piratería del siglo XXI.
ResponderEliminarSí que rezuman romanticismo, sí... Aunque en realidad debían ser gente sin escrúpulos que se dedicaban a robar y a traficar con personas.
ResponderEliminar(No se lo digáis al innombrable R., pero yo pirateo todo lo pirateable, no tengo pocos cd's...)
Se te ha faltado hablar de los piratas modernos de Walt Disney, con Jack Sparrow a la cabeza (esa mezcla de pirata descafeinado con metrosexual de Hollywood)...
ResponderEliminarRosario, creo que la canción del pirata es una de las composiciones más redondas de toda nuestra poesía.
ResponderEliminarGracias por tu comentario.
Un saludo.
En efecto, ciudadano, hoy sigue habiendo piratas. Algunos de guante blanco.
ResponderEliminarUn saludo.
Kassipea: que no se entere el señor R., que te cobra comisión por tus hábitos depredadores. Jejeje.
ResponderEliminarUn saludo.
No hablo de los piratas del Caribe pero te he puesto la banda sonora de la peli.
ResponderEliminarA mandar.
Quería decir: Kassiopea.
ResponderEliminar¡Maldito teclado!
Cayetano:
ResponderEliminarNo puedo acceder a la actualizacion de su blog. Me sale que hay carteles politicos, pero aparece esta de los piratas....
Saludos
No sé cuál será el problema, Manuel. Intentaré solucionarlo si está de mi mano.
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias, Joaquín, por su ofrecimiento; pero no está en mi ánimo insertar nada de publicidad en mi blog.
ResponderEliminarun saludo.
¿Para cuándo el comentario sobre el poema romántico "La Desesperación"?
ResponderEliminarMe gusta ver el cielo
con negros nubarrones,
y oír los aquilones
horrísonos bramar...
¡Es genial!
Aunque La canción del Pirata, de Espronceda viene siempre a los labios las noches de luna llena sobre el mar...
Me ha encantado todo esto de los piratas. Tengo antepasados que luchaban desde jovencitos, casi desde niños, contra los pitaras ingleses, ya sabes, marinos españoles, de tradición milirar, que comenzaban a navegar a los diez años, con fuego real y todo eso...
La verdad es que "La Desesperación" es un poema muy representativo del Romanticismo, por lo tétrico y por lo macabro. El título ya es romántico. Me recuerda al poema ese de Bécquer: "Olas gigantes que os rompéis bramando..."
ResponderEliminarPor cierto, y en esto me podrás ayudar, dicen por ahí que no está muy claro que el señor Espronceda (Esproncedo para Llopis) fuese el autor de aquel poema, aunque se le suele atribuir.
Un saludo y gracias por tu comentario.
Magnífica entrada esta de piratas y filibusteros. Me emociona volver a leer la canción del Pirata de Espronceda, o escuchar a Wagner. Has conjugado muy bien el texto narrativo, la poesía, las ilustraciones y la música. Sólo un pero, yo le añadiría al final "la del pirata cojo" de Sabina. Cosas mías. Saludos.
ResponderEliminarSí, señor. Un buen colofón. ¿Sabes que "la del pirata cojo" la utilicé una vez con alumnos de 3º de BUP (Ya ha llovido desde entonces) para que hicieran la estructura de un poema? Eran tiempos aquellos de enseñanza privada, cuando los profes de letras teníamos que dar de todo: historia, geografía, literatura, lengua...
ResponderEliminarUn saludo y gracias por tu comentario.
Paco, aunque con cierto retraso ahí va "La del pirata cojo".
ResponderEliminarUn saludo.