Los pueblos de la antigüedad se dieron pronto cuenta de que las estaciones del año se repetían cada cierto tiempo siguiendo una especie de ciclo o de retorno a un punto inicial. Así, cada ciclo, las lluvias regresaban para fertilizar la tierra y las cosechas, para alegría de todos, volvían a darse. Era pues un motivo de alborozo.
Los babilonios, hace más de 3000, fueron tal vez los primeros en festejar este acontecimiento para acoger a la primavera como estación de la alegría y la abundancia.
Los egipcios recibían también con inusitado entusiasmo los indicios que precedían al nuevo año agrícola: el río Nilo, regalo de los dioses, empezaba a crecer, convirtiendo un desierto en un enorme oasis, y la crecida hacía posible la siembra. Curiosamente, la crecida del Nilo no tiene lugar durante la primavera sino al principio del verano.
Los antiguos incas celebraban el Inti Raymi o Fiesta del Sol, la fiesta más importante entre todas. Coincidiendo con su solsticio de invierno, que para nosotros es el de verano, y en rendido homenaje al dios sol o Inti. En ese momento, los campesinos comenzaban a preparar la tierra para la siembra. Para paliar el frío se encendían fogatas, se bebía alcohol y se masticaban hojas de coca. Todo acompañado por la música del altiplano... y así nació la fiesta.
La Iglesia Católica suprimió esta celebración tras la conquista española por considerarla pagana.
La celebración inca, olvidada injustamente, volvió a escena a mediados del siglo XX, cuando fue reivindicada como una expresión genuina de la cultura nativa del Perú.
Y no todos celebran la fiesta con los mismos ritos.
Los antiguos persas regalaban huevos como símbolo de fecundidad.
Los romanos cogieron la mala costumbre de hacer regalos al emperador, convirtiendo
una costumbre en una obligación, puesto que luego se exigía a los ciudadanos el regalo.
Los gobernantes ingleses se apuntaron a la vieja costumbre romana y atesoraban grandes cantidades de regalos: pieles, joyas, oro...
Los sacerdotes celtas, más comedidos, regalaban ramitas de muérdago.
Y los colonos británicos en tierras americanas lo festejaban, como era de esperar, bebiendo como posesos y entre disparos al aire, al más puro estilo cinematográfico del “far west”.
Pero no todos los pueblos del mundo festejan el uno de enero. Para muchas culturas, la mayoría de la población mundial, este día no significa nada. Además del calendario oficial cristiano, el gregoriano, hay otros muchos distintos del nuestro, basados en otros criterios climáticos y/o religiosos diferentes. Destacan el chino, el musulmán, el judío, el hindú...
Los chinos celebran su año nuevo entre el 21 de enero y el 21 de febrero. No es fijo por basarse en el calendario lunar.
Los musulmanes también siguen un calendario lunar y celebran este año nuevo el 18 de diciembre de 2009 (1431 desde la Hégira)
El Año Nuevo Tibetano tampoco es fijo y se celebra entre enero y marzo.
El Año Nuevo Hindú es celebrado entre octubre y noviembre.
En Tailandia, Camboya y Birmania se celebra entre el 13 y el 15 de abril.
Los judíos entre el 18 y el 19 de septiembre.
Entre los aborígenes guanches de Tenerife, se celebraba con la recogida de las cosechas, aproximadamente el 15 de agosto.
Los incas inician su año nuevo, el “Inti Raymi” o "Fiesta del Sol" en su solsticio de invierno. En el 2009 se celebró el 24 de junio.
Y según el calendario gregoriano que seguimos en muchos países entra el año nuevo este 1 de enero de 2010. O sea, dentro de pocas horas.
Bueno, pues ya que estamos...
Los babilonios, hace más de 3000, fueron tal vez los primeros en festejar este acontecimiento para acoger a la primavera como estación de la alegría y la abundancia.
Los egipcios recibían también con inusitado entusiasmo los indicios que precedían al nuevo año agrícola: el río Nilo, regalo de los dioses, empezaba a crecer, convirtiendo un desierto en un enorme oasis, y la crecida hacía posible la siembra. Curiosamente, la crecida del Nilo no tiene lugar durante la primavera sino al principio del verano.
Los antiguos incas celebraban el Inti Raymi o Fiesta del Sol, la fiesta más importante entre todas. Coincidiendo con su solsticio de invierno, que para nosotros es el de verano, y en rendido homenaje al dios sol o Inti. En ese momento, los campesinos comenzaban a preparar la tierra para la siembra. Para paliar el frío se encendían fogatas, se bebía alcohol y se masticaban hojas de coca. Todo acompañado por la música del altiplano... y así nació la fiesta.
La Iglesia Católica suprimió esta celebración tras la conquista española por considerarla pagana.
La celebración inca, olvidada injustamente, volvió a escena a mediados del siglo XX, cuando fue reivindicada como una expresión genuina de la cultura nativa del Perú.
Y no todos celebran la fiesta con los mismos ritos.
Los antiguos persas regalaban huevos como símbolo de fecundidad.
Los romanos cogieron la mala costumbre de hacer regalos al emperador, convirtiendo
una costumbre en una obligación, puesto que luego se exigía a los ciudadanos el regalo.
Los gobernantes ingleses se apuntaron a la vieja costumbre romana y atesoraban grandes cantidades de regalos: pieles, joyas, oro...
Los sacerdotes celtas, más comedidos, regalaban ramitas de muérdago.
Y los colonos británicos en tierras americanas lo festejaban, como era de esperar, bebiendo como posesos y entre disparos al aire, al más puro estilo cinematográfico del “far west”.
Pero no todos los pueblos del mundo festejan el uno de enero. Para muchas culturas, la mayoría de la población mundial, este día no significa nada. Además del calendario oficial cristiano, el gregoriano, hay otros muchos distintos del nuestro, basados en otros criterios climáticos y/o religiosos diferentes. Destacan el chino, el musulmán, el judío, el hindú...
Los chinos celebran su año nuevo entre el 21 de enero y el 21 de febrero. No es fijo por basarse en el calendario lunar.
Los musulmanes también siguen un calendario lunar y celebran este año nuevo el 18 de diciembre de 2009 (1431 desde la Hégira)
El Año Nuevo Tibetano tampoco es fijo y se celebra entre enero y marzo.
El Año Nuevo Hindú es celebrado entre octubre y noviembre.
En Tailandia, Camboya y Birmania se celebra entre el 13 y el 15 de abril.
Los judíos entre el 18 y el 19 de septiembre.
Entre los aborígenes guanches de Tenerife, se celebraba con la recogida de las cosechas, aproximadamente el 15 de agosto.
Los incas inician su año nuevo, el “Inti Raymi” o "Fiesta del Sol" en su solsticio de invierno. En el 2009 se celebró el 24 de junio.
Y según el calendario gregoriano que seguimos en muchos países entra el año nuevo este 1 de enero de 2010. O sea, dentro de pocas horas.
Bueno, pues ya que estamos...
Que sigas con ganas y estas estupendas entradas.
ResponderEliminarEres muy amable, Eladio. Lo mismo te deseo.
ResponderEliminarUn saludo.
Pues eso, monsieur, que tenga usted tambien un feliz año nuevo y que nosotros sigamos encontrandolo por aqui!
ResponderEliminarFeliz bacanal!
Bisous
Eso espero, madame, seguir por estos andurriales dando guerra.
ResponderEliminarUn saludo.
Todo es convencional, da lo mismo un día que otro, pero para mí sí tiene sentido pleno: nací un 4 de enero jajaja
ResponderEliminarFeliz Noche
FELIZ AÑO NUEVO TE DESEO. UN PLACER CONOCERTE DURANTE ESTE 2009 EN EL BLOG DE HISTORIA Y OFRECERME LA TINAJA DE DIOGENES. TE DESEAN TAMBIEN FELIZ AÑO LOS ENTRAÑABLES COLEGAS DESDE PERU, DE CUYA AMISTAD ESTOY DISFRUTANDO ESTOS DIAS.
ResponderEliminarJuan, lo mismo digo. No me digas que te han dejado un ordenata los del Perú.
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte.
Feliz año.
Rosa:
ResponderEliminaren efecto, es convencional; también una excusa para saludar al personal. También una época para recordar a los que ya no están con nosotros...
Saludos.
Te deseo en este primer día del año nuevo (por lo menos para nosotros según nos han enseñado y según nuestra cultura) que éste sea tan estupendo como tu deseas que sea. Y que se vaya la puñetera crisis de una vez (entre otras cosas)
ResponderEliminarUn beso
Igualmente, Carmen. A ver si este año que empieza y que tiene un número tan bonito sea bonito de verdad.
ResponderEliminarUn abrazo.
Feliz Año, Cayetano. Interesante la entrada, como siempre.
ResponderEliminarSaludos!
Muy amable por tu parte.
ResponderEliminarFeliz año, Kassiopea.
Interesane entrada.
ResponderEliminarFeliz Año y disfruta de los días de Saturnalias que aún quedan por delante.
Las Reinas del Garito:
ResponderEliminarfeliz año igualmente.
Espero aprovechar los días que quedan.
Saludos.
Cayetano, feliz año¡¡a disfrutar de las vacaciones que nos quedan¡¡
ResponderEliminarun abrazo
Igualmente, muchacha en la ventana.
ResponderEliminarDisfruta tú también de los días que quedan.
Un saludo.
Cayetano,
ResponderEliminarMagnífico repaso para comenzar el año. No se te ha quedado ninguno atrás. Como siempre los chinos los más pragmáticos. Mi deseo es pedirle a todos los dioses habidos y por haber #VirgencitaQueMeQuedeComoEstoy... que no es poco, así os deseo a tod@s, que la vida os sonría y todo vaya a más. Salud y feliz 2015¡¡
Un abrazo Cayetano
Gracias, amigo Félix.
EliminarYo opino lo mismo que tú, quedarme como estoy, que no me puedo quejar. Soy un afortunado frente a todos los que no encuentran un trabajo o se tienen que ir del país.
2015 se me antoja movidito.
Un abrazo, Félix.