lunes, 30 de enero de 2017

1609 - 1610



La expulsión de los moriscos fue una operación ordenada por Felipe III y que se llevó a cabo de forma escalonada. Primero fueron los de Valencia, luego los de Extremadura, Andalucía, las dos Castillas, Aragón, Murcia…



Alonso Álvarez, así te viniste a llamar tras el bautizo obligado, así te lo impuso tu padrino, Hernando Pellizo, un cristiano viejo del lugar; pero en tu círculo íntimo te hacías llamar Alí Al Baari… 
Naciste en Qalat al Ayyub. Tus padres y tus abuelos también vieron la luz primera en esa espléndida localidad aragonesa. Ellos eran conocidos como “mestres”, sobrenombre o alias para identificar a los “maestros- artesanos” que en el caso de tu familia se dedicaban a la fabricación de cántaros de barro, oficio que se fue transmitiendo de padres a hijos, últimamente en decadencia entre los de tu generación por el mayor desarrollo del trabajo en las huertas. 
Fuiste una de las sesenta mil personas que entre junio y septiembre de 1610 tuvisteis que abandonarlo todo y marchar al destierro. Antes que vosotros hubo otros muchos de otras tierras que también fueron obligados a irse. 
Toda tu vida fue el trabajo. Nunca hiciste mal a nadie. 
Pero alguien ha de pagar por las torpezas ajenas. 
Os eligieron a vosotros porque tras las derrotas en Flandes había que servir buena carnaza a los españoles con una victoria fácil pero jugosa. 
Ya sabes, al populacho hay que contentarlo, apaciguarlo… La envidia es muy mala consejera. También la ignorancia, el miedo, la superstición… Bulos que circulaban sin ningún fundamento, como que estabais confabulados con los turcos o que envenenabais los pozos o que os hacíais médicos para matar a los pacientes cristianos. Una barbaridad y una mentira. Pero con ello el valido del rey vio el cielo abierto para matar dos pájaros de un tiro: tranquilizar al personal, darle su ración de carroña y de paso forrarse el bolsillo con las propiedades ajenas. 
Y eso que los tuyos hacían considerables esfuerzos para parecer devotos ante los ojos de los cristianos viejos y, como les pasó en su día a los judíos, no ser calificados de “marranos”, o sea de fingir ser cristianos y seguir en la clandestinidad practicando su antigua fe. 
Muchos incluso hacían ostentación en lugar bien visible de su “mesa de matanza” para mostrar a todo el mundo que en esas casas se comía carne de cerdo. 
Pero sirvió de poco. Hacía falta buscar un chivo expiatorio. Y lo encontraron. 
Algunos caldearon el ambiente con declaraciones incendiarias nada cristianas ni piadosas. 
Jaime Bleda, el inquisidor de Valencia, era partidario de una masacre colectiva o, en su defecto, de una expulsión total. Propuso vender 50.000 moriscos a las Indias a 400 escudos cada uno, como suelen venderse los negros, lo que redundaría en beneficio de las arcas reales y aliviaría “pechos y alcabalas”. O si no “quitar la vida a los mayores y confiscar las haziendas y que todo lo que se dize para entretener y alargar es sophistería de los defensores, con que procuran de llevar engañados a los ministros reales muchos años ha”. (1) 




El arzobispo de Valencia, Juan de Ribera, santo para la Iglesia católica, pretendía nada menos que se esclavizara a todos los varones y enviarlos a las minas a las Indias. Llegando a sostener que sería licito exterminar físicamente a quienes considera apóstatas y traidores, pero lo desaconseja "porque el degollar tanta gente causaría general horror y lástima" (2). Su opción final vuelve a ser la expulsión. 
Y en esta macabra maniobra se involucraron incluso personas allegadas al propio rey Felipe III, un hombre sin voluntad ni inteligencia que se dejaba manipular fácilmente. Su propia esposa, Margarita de Austria, estaba detrás de esto, también el valido, el Duque de Lerma, un sinvergüenza que luego se enriqueció a costa de vuestras propiedades. Entre todos prepararon un plan para echaros. 
La rebelión de las Alpujarras de los moriscos granadinos os hizo mucho daño, también las incursiones de los piratas berberiscos en la costa levantina. Muchos veían una colaboración vuestra con los turcos, una “quinta columna” latente dentro del territorio cristiano. Pero la realidad es que la mayoría de vosotros estabais volcados con el trabajo en la agricultura y la gran preocupación era la de sacar vuestras familias adelante… 
Por eso os pareció tan injusto el decreto real… 
El decreto infame, cruel e inhumano, impropio de gentes cristianas. 
Habías nacido en esta tierra. Tus padres también. Y los padres de tus padres. No habías conocido otra. Era el lugar en donde habías crecido, en donde habías conocido a tu mujer, Nuzeya, con la que habías tenido tus hijos. Y ahora, debido a no sé qué oscuras razones, debías abandonarlo todo, renunciar a tus raíces, a una parte importante de tu vida, de ti. Despojarte de todos tus bienes y marchar a un lugar de la Berbería, ajeno y desconocido, sin saber qué te depararía el destino, si serías bien recibido allí, porque para ellos tú sólo eras un extranjero del que debían desconfiar porque supuestamente habíais renegado del Islam para convertiros al cristianismo. Pero os teníais que ir. Así lo ordenaba el decreto, un decreto real por el que se decidía vuestra expulsión.

(Continúa...) 

(1) Notas sobre la predicación e instrucción religiosa de los moriscos en Valencia a principios del siglo XVII, Eugenio Císcar Pallarés. Pág. 209 Revista de historia moderna, ISSN 0210-9093, Nº 15, 1989, págs. 205-244 
(2) Citado en http://moriscostunez.blogspot.com.es/2008/12/juan-de-ribera-fue-una-figura-clave-en.ht

Fragmento de un capítulo de "En la frontera"
Un pdf de descarga gratuita.

42 comentarios:

  1. El hombre, a lo largo de toda la historia humana, se ha dedicado a levantar vallas de segregación entre unos y otros. Hoy nos alarmamos de la contundencia del "Flequillo Dorado" hacia sus vecinos del sur y hacia todo lo foráneo, sin buscar entre las ramas de su árbol genealógico su ascendencia de otro lugar del mundo; pero también nos fijamos en él y no vemos la viga de nuestra vallas en nuestro ojo, dentro de nuestras fronteras.

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    1. Así es. El mal de la xenofobia y de la intransigencia es una constante en la historia de la humanidad.
      Un abrazo, Paco.

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  2. Ya ves: Por el simple hecho de ser de una "raza", te señalan...No es diferente ahora...Hay que buscar un culpable...y lo encontramos, aunque sea inocente...

    Saludos

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    1. Los diferentes en cada lugar y época se convierten en un objetivo fácil cuando vienen mal dadas.
      Un saludo, Manuel.

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  3. Lo que narras es tan viejo como el mundo, por gran pena que nos dé y por flaco consuelo que pueda ser para esas gentes del pasado. En España, solo han sobrevivido hasta ahora los gitanos, tal vez se adaptan mejor, aun con las penalidades que han sufrido.

    Un saludo, Cayetano

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    1. Además fue una medida ruinosa para la economía española. Se perdió población especializada en el cultivo de las huertas. Es como si ahora en España se fueran decenas de miles de médicos, ingenieros, biólogos y otros titulados...
      Un saludo, Carlos.

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  4. Y esos, como el Arzobispo de Valencia, eran hombres de Dios!!!! Pobre Dios!!!! La intolerancia es un horror, lo era en el pasado y lo sigue siendo hoy, en pleno Siglo XXI.

    Un abrazo y espero la continuación!

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    1. Épocas bárbaras y crueles. Y mejor que no vuelvan.
      Un abrazo, Myriam.

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  5. Buenooooo, aquí que vamos de cosmopolitas teníamos buenas fuentes de ingresos, y muchos de los que hoy van de próceres y presumiento de cuentas corrientes saneadas heredaron de aquellos.

    Mira unos del Masnou :

    Joan Maristany Galceran, apodado Tara (El Masnou, Barcelona, Cataluña, 1832-1914), fue un capitán de navío catalán dedicado a la piratería y la esclavitud, y fue protagonista en el exterminio de un tercio de la población de la Isla de Pascua a finales del siglo XIX.

    Mira otro:

    Antonio López, con estatua y todo en medio de Barcelona:
    López y López era natural de Comillas, al que la pobreza obligó a emigrar a Cuba, donde casó con Luisa Bru. Gracias al dinero de su mujer adquirió barcos mercantes y una gran plantación de café. Mientras vivía como un terrateniente cafetero, bajo mano se saltaba la ley de 1820 que prohibía la trata de esclavos al norte del Ecuador.

    Hay más, muchos más :

    Esta era solo una revelación a medias pues, como escribió el historiador Jaume Maluquer, la gran mayoría de los grandes nombres de la economía catalana tuvieron relación directa o indirecta con el tráfico de esclavos. Destacando entre ellos los nombres de Francesc Martí i Torrents, Salvador Samà i Martí y Josep Baró i Blanchart.

    Tranquil, que aixó no és rés...
    Salut

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    1. De aquellos barros, estos lodos. Conocía algo de berbería y pirateo allá por las Pitiusas, Ibiza y Formentera. Desconocía las andanzas de esos próceres que citas de la economía catalana con la trata de esclavos. Mejor no cruzarse en su camino.
      Un abrazo, Miquel.

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  6. Has elegido una entrada muy apropiada para los momentos que vivimos. La historia de la segregación racial es muy vieja, casi tanto como el mundo.
    Besos

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    1. Pura coincidencia. La tenía programada desde hace tiempo sin saber la que se iba a armar en los aeropuertos norteamericanos. Y sí, es por desgracia una muy vieja historia.
      Un abrazo, Ambar.

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  7. Tristemente actual quinientos años más tarde.

    La decadencia de España como tál, comenzó con la expulsión de los judios. Echamos sin contemplaciones a buenos médicos, juristas, comerciantes y banqueros.

    Continuó con la expulsión de los moriscos. Echamos a buenos artesanos, y excelentes agricultores que habían convertido el levante y el centro de la peninsula en un autentico vergél.

    Pero todo esto no se reveló hasta que faltó la plata de américa, que no solo no enriqueció al país, sino que lo convirtió en un erial improductivo mientras entraba por el puerto de Sevilla, y se perdía en las llanuras de Flandes.

    Un abrazo.

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    1. Y si a todo ello, le sumas la rapiña y las corruptelas de gente indeseable como el Duque de Lerma, que creó escuela, pues el resultado es lo que hay.
      Un abrazo, Rodericus.

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  8. Uno de los episodios más tristes de nuestra historia. Querían un chivo expiatorio y a fe que lo encontraron en ellos. Mención aparte fue el reparto de los bienes que dejaron atrás, casi a tortazo limpio. Fíjese vd. que entrada tan actual le ha salido sin querer queriendo, parece que estamos en las mismas en otros lares. No aprendemos...
    Saludos, Cayetano

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    1. No, no aprendemos. Mira la que está liando el hombre de la piel naranja. Y muchos, desde Europa, sin aprender nada desde la Conferencia de Munich.
      Un saludo, Félix.

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  9. Migraciones, huídas, exilios, destierros, deportaciones.
    Y a lo que parece esto no para, Cayetano.

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    1. Ni esto cesa ni nadie aprende nada de los errores cometidos en el pasado.
      Un saludo, Ana Mª.

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  10. Como ya debes de haberte dado cuenta muchos catalanes con la mejor de las intenciones llegan a ser más escrupulosos que Don Limpio. El comercio de esclavos, no hace falta decirlo, fue y es una actividad execrable incluso cuando se ejerció como actividad comercial privada de algunos que se hicieron ricos con ello y que luego se convirtieron en prohombres.

    Otra cosa completamente diferente es la cuestión que nos planteas, las decisiones dañinas de un Estado que afectan a una parte de su población, a esa población que el Estado debería proteger, como siervos, vasallos o ciudadanos que son, y que, en cambio, la atacan y la dañan a pesar incluso de arruinar al país entero menos a unos pocos. España no ha sido nunca un país, ni mucho menos una nación, como mucho ha sido un territorio, nada más, un espacio que se define por esa lógica de las expulsiones y por la consecuente rapiña y apropiación de los bienes de los expulsados, y cuando no queda nadie por expulsar del expolio de los que han quedado.

    Un abrazo.

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    1. Aquí siempre hubo rapiña, corrupción y falta de escrúpulos. Otra cosa es dilucidar si podemos hablar de país, nación o simplemente estado. Un tema complicado que siempre suscitará opiniones diversas porque unos entienden una cosa y otros otra. ¿Había nación en la Francia anterior a la Revolución Francesa? ¿Hubo nación después de la Revolución Rusa? Desde luego, si por nación hay que entender necesariamente que no haya rapiña ni apropiación de bienes de terceros... pocos lugares del mundo serían considerados a lo largo de los tiempos como una nación. Se puede ser nación y además ser una nación injusta. Aunque ya digo que es un tema espinoso y complejo.
      Un abrazo, El Peletero.

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    2. Tienes toda la razón, Cayetano, en decir que es un tema espinoso y complejo, y lo es por los sentimientos que suscita. Y en ningún caso desearía yo añadir en tu agradable “tinaja”, ninguna espina. Todo lo contrario.

      El sentimiento de pertenencia o no a una colectividad o nación es subjetivo como no puede ser de otra manera (yo me siento más cercano a un catalán de Perpiñán que a uno de Cádiz, el primero es como si fuera un familiar, el segundo es un amigo), pero el concepto de nación no lo es de subjetivo, está perfectamente establecido. Normalmente se confunde con el concepto de Estado y ambos son diferentes. Hay naciones que no son Estado y Estados que no están conformados por una sola nación. Es más homogéneo, por poner un ejemplo cercano, Portugal que España. Más homogéneo y quizá más deseable.

      Malos ejemplos de naciones Estado son Francia y Rusia que, sin duda en el caso de la primera básicamente, ha conseguido su propósito de homogeneización a través de la violencia, ¿con ella de qué nación hablamos?, ¿de Alsacia, de Bretaña, de Occitania, de…?, ¿del Rosellón catalán que Felipe IV regaló graciosamente a Luis XIV? Y con Rusia sucede algo parecido.

      Perdóname la ironía, se puede esquilmar a la propia población, lo que no se puede hacer es expulsar a la propia población.

      Sí, es un tema muy espinoso porque en los sentimientos de pertenencia se esconden otros de propiedad.

      Un abrazo, Cayetano.

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    3. Hay mucho de emotividad también en el asunto, muchos elementos sentimentales, irracionales... El sentimiento nacional, llámale si quieres nacionalista (centralista o independentista), siempre despierta emociones. A mí, personalmente, me dan miedo los que esgrimen una bandera o un himno o el toro de Osborne para darte con todo ello en las narices o para decir que ellos son mejores que tú o superiores.
      Los alemanes no solo expulsaron a los judíos sino a todos los que no comulgaban con sus ideas sobre la nación alemana. Algunos vascos no proclives al nacionalismo local tuvieron que "exiliarse" en los años más duros porque les hacían la vida imposible. Algunas empresas también decidieron trasladarse. Esperemos que muchos catalanes que se sienten españoles y catalanes no tengan que irse de allí porque algunos les hagan la vida imposible.
      No me gustan nada los nacionalismos. De ningún tipo. Me interesan muy poco las naciones, las banderas, las “señas de identidad” y todo eso. Hay demasiados intereses y demasiadas mentiras detrás de cada una, demasiada manipulación. Prefiero las personas, la cultura, el bienestar social, quitar fronteras en vez de ponerlas.
      Un abrazo.

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    4. Tienes razón, Cayetano, pero, me hablas solamente de de regímenes totalitarios y asesinos y de nacionalismos étnicos y excluyentes, otro error recurrente y clásico entre los que se consideran no nacionalistas, el catalán nunca lo ha sido. Por hablar de otros, ningún francés formado y educado en la tradición de su revolución dice ser nacionalista, nunca se reconocerá como tal, jamás, y no lo hará porque no entienden que pueda serlo, para él es una contradicción en los términos. Pero desde que decapitaron a su rey siguieron alisando Francia con más ímpetu todavía. Algo muy parecido sucedió en Rusia con su otra revolución. ¿Hizo mal Letonia de independizarse de la URSS?, ¿debería Noruega seguir formando parte de Suecia?, ¿Grecia debería seguir formando parte del imperio Otomano?, ¿debemos pedir educada y formalmente a Cuba y Filipinas que se conviertan en nuevas comunidades autónomas de España?

      Entiendo lo que dices en relación a las fronteras, pero entre España y Francia, por poner un ejemplo que nos tañe y por así decir, no hay fronteras ya, solamente, a un lado y otro de la línea, hay leyes diferentes, nada más y nada menos, esa es la cosa. La frontera es el dedo que señala la Luna, no es la Luna, la Luna son las leyes que regulan la vida de los que viven en un territorio.

      Discúlpame la ironía, pero una forma de encontrar a un nacionalista es buscar en los que dicen no serlo. Muchos catalanes independentistas tampoco aceptan que se les reconozca como nacionalistas, puede parecer una contradicción pero no lo es.

      En Cataluña solamente se ha roto el status quo, nada más… y nada menos.

      Un abrazo

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    5. Un tema para seguir y no parar.
      Para colores, los de la paleta del pintor.
      Por desgracia, hay muchísima gente, aquí, en Cataluña y en Sebastopol que solo ve el blanco y el negro con la cantidad de matices grises que hay.
      Para tu información te diré que no soy nacionalista y que detesto a los políticos que me quieren entretener con banderas para que no vea otras cosas. Y aquí puedes poner a los que quieras. Hay para todos los gustos.
      Otra cosa. Nacer español, francés, senegalés o boliviano es un mero accidente. Nadie es mejor o peor por hablar esto o lo otro o por nacer a este o al otro lado de la raya. A mí me da igual.
      En fin...
      Abrazos de nuevo.

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  11. Primero fueron los judíos y después los moriscos. En todo tiempo y lugar hay que buscar un chivo expiatorio sobre el que echar la basura del descontento, la corrupción y la imbecilidad de los gobernantes, sea en 1609 o en 2017. Ahí tienes a Trump o a May culpando de los males de su país a los de fuera, a los extranjeros, como si la clase política, los bancos y la especulación no tuvieran que ver en esta crisis galopante, la interminable guerra de Siria, el terrorismo cada vez más extendido y el problema de los refugiados.
    Un saludo

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    1. Pero es lo más cómodo. Es un mensaje simplón que cala fácilmente entre la gente sacudida por la crisis o el miedo a un atentado. Y la masa se deja llevar por estos mesías que prometen el paraíso en la Tierra.
      Un saludo, Carmen.

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  12. Una entrada muy interesante Cayetano, ¡cuanta injusticia existió en los tiempos de Felipe III y sigue existiendo en la actualidad!.

    Un abrazo.

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    1. Sí. Parece que es un mal endémico de la humanidad.
      Un abrazo, Conchi.

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  13. No hace mucho leí sobre esta expulsión. ¡Qué injusticia! Lo malo que es algunas regiones españolas e incluso el reino de España acusó económicamente esta expulsión, hubo oficios y trabajos que desaparecieron. Triste destino ser diferente. Después ya todos apostólicos y romanos.
    Buena entrada, Cayetano.

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    1. Una injusticia porque además esa gente había nacido en España y sus padres también. Y una metedura de pata desde el punto de vista económico. Una de las razones de la crisis del siglo XVII.
      Un saludo, Valverde de Lucerna.

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  14. Hace no mucho tiempo tuve la ocasión de visitar Frigiliana, que fue un enclave de la resistencia morisca durante estos lamentables hechos. En el pueblo han tenido la buena idea de señalizar sus hermosas calles con fragmentos de las historias allí ocurridas. Es toda una experiencia que recomiendo sin dudar.
    Saludos, Cayetano

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    1. Todo un detalle el de mantener vivo el recuerdo de aquellos tiempos y de aquellas gentes que tanto padecieron.
      Un saludo, Xibelius.

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  15. Muy interesante lo que nos cuentas Cayetano y como podemos apreciar ese tipo de comportamiento con aquel que no piensa como tu aún está vigente en muchos países en este siglo XXI,es como si el tiempo no pasara.La religión hizo muchos estragos entre las poblaciones de los que no eran de su mismo signo religioso.
    Saludos Cayetano.
    Puri

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    1. Intransigencia y fanatismo. Dos constantes que parecen perseguir a la humanidad a través de los tiempos y que adoptan nuevas formas y nuevas caras en el presente.
      Un saludo, Puri.

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  16. Qué poco sé de este episodio de nuestra historia. En comparación con la de los sefardíes, nunca me he parado a conocerla a fondo. Y eso que no estuvieron aquí dos días.

    Saludos, Cayetano.

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    1. Aparte de tratarse de un grave suceso del que es difícil sentirse orgulloso, está el tema de su contribución decisiva a la ruina económica del siglo XVII. Siempre me llamó la atención por ese doble componente: el moral y el económico.
      Un saludo, Ana María.

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  17. Sin que a los ojos del hombre de hoy encontremos justificación, sí debemos tratar de ponernos en la mentalidad de aquel tiempo, el siglo inmediato a la definitiva reconquista, y los afanes unificadores en la doctrina católica desde los tiempos de Cisneros y los Reyes Católicos, y el término del plazo de 50 años dado en tiempos de Felipe II, sin éxito, para la conversión de los musulmanes, que dejan de ser mudéjares para ser moriscos. También la trascendencia económica, además de la religiosa, pesó, por ello hubo voces contrarias a la expulsión de quienes se sentían españoles, aunque su credo religioso no estuvira conforme a las directrices de la monarquía austríaca. Por lo demás el abuso, el ultraje, la rapiña y el expolio, que lo hubo sin duda, es consustancial a todo trato discriminatorio en cualquier tiempo. No hay más que ver un telediario cuatrocientos años después de aquellos hechos, lamentablemente.
    Un saludo, Cayetano.

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    1. En el siglo XVII ser xenófobo era algo muy normal.
      Y hoy... solo hay que encender la tele y ver las noticias para darnos cuenta de la falta de sensibilidad y empatía hacia los problemas de los demás, ignorados y hasta demonizados si además son de otro credo religioso, a pesar de la Ilustración y de la democracia.
      Un saludo, DLT.

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  18. Una entrada muy necesaria, habida cuenta de lo que se está viviendo (reviviendo al parecer) en la Europa y el mundo de nuestros días.

    Un fuerte abrazo.

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    1. Por desgracia, vuelven los fantasmas del pasado. Parece que la historia se repite.
      Un abrazo, Borja.

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  19. Y la historia se repite una y otra vez. Creo que esos ciclos son parte de la naturaleza humana y, desgraciadamente, ocurre en todos los lugares del planeta.

    Muy interesante lo que he leído y, con tu permiso, por aquí me quedo.
    Saludos

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    1. Muchas gracias, Pilar.
      Bienvenida a esta modesta tinaja.
      Un saludo.

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