23 de octubre de 1940. Frontera hispano- francesa. Estación de Hendaya.
(Recreación imaginaria de un encuentro real que dio lugar en su día a una entrada algo más extensa)
(Recreación imaginaria de un encuentro real que dio lugar en su día a una entrada algo más extensa)
Hace poco
más de un año que empezó la guerra. Son poco más de las tres de la tarde. Hitler se pasea impaciente y levemente
contrariado por el andén de la estación. El tren donde viaja Franco viene con retraso.
(…)
En
esto, resoplando como una bestia metálica y rodeada de vapor, irrumpe la
locomotora en la estación haciendo rechinar las ruedas de hierro contra los
raíles.
¡Al
fin! Ya llegó el que se esperaba.
Franco desciende del vagón con gesto resuelto y jovial. Viste traje
militar con gorro de campaña, mientras que Hitler lleva el uniforme del Partido con gorra de plato. Franco, al lado de Hitler parece todavía más pequeño y más
frágil, con esa sonrisita nerviosa y forzada que el general exhibe en contadas
ocasiones. El gallego viene con el cuñadísimo, el filonazi Serrano Súñer. Al Führer lo acompaña su ministro de exteriores Joachim Von Ribbentrop…"
En primer lugar, Franco se deshizo en elogios hacia el el Führer por la enorme ayuda aportada durante la guerra civil. Luego pasó a loar el nuevo orden mundial que estaba iniciándose en Europa gracias al impulso alemán. Hitler por su parte alabó a Franco por su victoria contra el comunismo e insistió en crear un nuevo diseño de Europa en el que el general español jugaría un papel importante como guardián del sur. Era necesario que España participara de forma positiva y que facilitara el paso de las tropas alemanas para proteger las costas africanas.
(...)
En primer lugar, Franco se deshizo en elogios hacia el el Führer por la enorme ayuda aportada durante la guerra civil. Luego pasó a loar el nuevo orden mundial que estaba iniciándose en Europa gracias al impulso alemán. Hitler por su parte alabó a Franco por su victoria contra el comunismo e insistió en crear un nuevo diseño de Europa en el que el general español jugaría un papel importante como guardián del sur. Era necesario que España participara de forma positiva y que facilitara el paso de las tropas alemanas para proteger las costas africanas.
(...)
¿De qué se habló en Hendaya?
¿Quería entrar Franco en el conflicto mundial?
Si no quería entrar ¿para qué molestarse en desplazarse hasta allí?
Si no quería entrar ¿para qué molestarse en desplazarse hasta allí?
A estas y otras cuestiones responde este capítulo de
Cualquiera sabe cual fue la verdadera negociación. El caso es que ni los alemanes atravesaron España para controlar el estrecho (lo que de hecho hubiera sido una invasión) ni que - salvo la División Azul de "voluntarios" - nos metimos de lleno en la II GM.
ResponderEliminarLo demás, meras hipótesis. Solo tengo algo que apuntar: Hitler era muy bestia en cuanto a historia (además de en otras cosas). Copió de Napoleón la invasión a Rusia, lo que a la postre le hizo perder la guerra. Si también hubiera copiado la invasión a España, la II GM hubiera sido mas rápida, hubiéramos rebobinado la Historia 140 años.
Un saludo
No sabremos de qué hablaron, pero siempre que se reúnen los poderosos con pistola hay que ponerse a temblar y si los que se reúnen son dictadores inquisitoriales o fascistas intolerantes, el temblor se convierte en pánico.
ResponderEliminarSalud
Yo siempre he creído que Franco si quería entrar en la guerra. Quizás, solo quizás si la guerra civil hubiese finalizado dos o tres años antes, se lo hubiese pensado más.
ResponderEliminarCoincido contigo como comentas en el libro, que la unión de Franco al bando perdedor, hubiese acabado con la dictadura antes...Pero este ejercicio de Historia ficción, ya es otra cosa.
Saludos
AAAAAAAh como me puedes dejar con la intriga!! Jajajaja que buen teaser para el libro!!!
ResponderEliminarSiempre he pensado que Hitler miraba a Franco por encima del hombro, pero nunca pensé que esto se diera de forma tan literal.
ResponderEliminarMenudos días más malos debió pasar el Caudillo cuando se enteró que el Führer se había quitado la vida en el bunker.
Un saludo, Cayetano. Pásalo muy bien en Semana Santa.
Manuel Fernández Luccioni
Los Laberintos del Arte
Carlos: nunca sabremos lo que pasó. Sólo podemos hacer conjeturas.
ResponderEliminarUn saludo.
Francesc: no sabemos de qué hablaron ni nos podemos creer la versión de sus seguidores. Intereses inconfesables había detrás.
ResponderEliminarUn saludo.
Manuel: si llega a meter a España en la guerra, él dura dos telediarios.
ResponderEliminarUn saludo.
Gary: nunca sabremos qué pasó. Nos lo imaginamos tan sólo.
ResponderEliminarUn saludo.
Manuel: Franco tenía miedo de que hicieran con él lo que hicieron con Mussolini o acabar como Hitler, chamuscado.
ResponderEliminarUn saludo.
Tal vez quería entrar en el conflicto mundial.
ResponderEliminarY tal vez, si lo hubiese logrado,los desenlaces posteriores hubiesen sido distintos.
Digo....Hay que leer tu libro.
Un abrazo.
Carmela: la historia posiblemente hubiera sido otra.
ResponderEliminarUn saludo.
Creo que Franco hizo en ese momento lo que le convenía, como hizo siempre. En Áfrika y aquí. Con Hitler y con José Antonio.
ResponderEliminarY para saber más, leer “Historias que no son cuentos”
Que pases unos buenos días.
Ana Mª: eso creo yo, hizo lo que quiso no quedando mal del todo ni con los suyoa ni con el amo de Europa(envío de la División Azul)
ResponderEliminarUn saludo.
¿Quién sabe? La visita era una cortesía obligada por la deuda, pero un país maltrecho... ¿qué podía aportar? Ni siquiera resistencia.
ResponderEliminarUn abrazo
Francisco: de haber entrado habría firmado Franco su sentencia de muerte.
ResponderEliminarUn saludo.
Tanto en la primera como en la segunda gran guerra en España había una notable división de opinión, por un lado estaban los progermanos y por el otro los proaliados y es que en este país al igual que con el fútbol siempre hay dos opiniones que nos enfrentan. Franco consiguió algo bueno para España y es no estar ni con unos ni con otros y aunque mucho se habla de la División Azul para hacer mella en su apoyo a Alemania otros omiten u olvidan a posta los grandes servicios prestados a la resistencia en las fronteras con Francia.
ResponderEliminarUn abrazo amigo
Senovilla: Franco tenía que nadar entre varias aguas sin involucrar a España en una guerra que sería el suicidio para él y los suyos. No sé si era temor o simpatía hacia el führer lo que le hizo adoptar algunas medidas como enviar la División Azul o asumir el horario de Berlín que es el que todavía tenemos absurdamente.
ResponderEliminarUn saludo.
Así es, monsieur, el gallego nadaba entre dos aguas. Era el momento de emplear la sutileza, un terreno pantanoso ciertamente.
ResponderEliminarFeliz fin de semana
Bisous
Madame: lo de "nadar" es una metáfora muy oportuna para un hombre que tenía el mar tan cerca de su casa materna y teniendo en cuenta que se pasó una parte de su vida inaugurando pantanos.
ResponderEliminarUn saludo.
Vaya! Qué momento de la historia con estos dos personajes alabándose mutuamente! Habría que ver que pasaba por la cabeza de cada uno de ellos en ese instante! Me tendré que comprar tu libro!!! Abrazo Cayetano
ResponderEliminarLeí una biografía de Franco, creo que escrita por Paul Preston, en ella defiende que Franco pretendía conseguir territorios en África, al igual que el resto de potencias europeas, pero ofrecía muy poco a Hitler, así que se quedó en nada.
ResponderEliminarNo sé si es cierto, pero parece que tenía muchos delirios de grandeza y a Hitler no le convenció.
Un saludo.
Patzy: cada uno de los dos tenía sus planes en la cabeza. Si al final te decides, el libro siempre lo puedes adquirir en pdf en la misma editorial o en Amazon.
ResponderEliminarUn saludo.
Vlaverde de Lucerna: esa que comentas es una de las posibilidades que se barajan. Pedía demasiado y el amo de Europa le dijo que no o le pidió demasiado para que el amo de Europa le dijera que no. A saber.
ResponderEliminarUn saludo.
¿Quién sabe?, aunque los propósitos del alemán eran conseguir el compromiso de Franco, que no cedió. Mucho lo debíó intentar Hitler, si no fue aquí, lo sería en otro momento, pero hasta Gibraltar dicen, fue moneda de cambio.
ResponderEliminarEl caso es que Hitler no se fue muy contento de aquella entrevista. No habría dicho sino que la entrevista había sido peor que un dolor de muelas.
Un saludo.
DLT: nunca sabremos qué negociaron. Todos son conjeturas. Los partidarios de Franco dicen cosas como que fue el gallego el ganador en la entrevista. Lo dudo mucho. Yo me inclino por la teoría de "pedir mucho para que me diga que no", dado que el país no se podía permitir el lujo de una nueva guerra.
ResponderEliminarUn saludo.