Ahora que el miedo a una guerra nuclear se vuelve a poner en el tapete con el ascenso en el plano atómico de países potencialmente peligrosos como Irán o Corea del norte o que el terrorismo islamista de Al Qaeda sigue ahí con su amenaza latente, vuelve a cobrar protagonismo el mundo del espionaje. La captura de Bin Laden por parte de los servicios secretos ha vuelto a poner de moda la imagen de los espías, con toda esa carga de fascinación que produjo en su día la afición por las novelas y las películas del género.
Y entre todos los personajes de ficción destaca uno que trabaja al Servicio de su Majestad Británica.
El 4 de enero de 1900, tal día como hoy, nacía Bond, James Bond.
En realidad este hombre no era un agente al servicio de su Majestad Británica, sino un ornitólogo nacido en Filadelfia, un hombre pacífico que, según parece sirvió de inspiración a Ian Fleming para diseñar su personaje de ficción, un hombre aparentemente tranquilo y del montón, tantas veces llevado a las pantalla por apuestos galanes.
De hecho el auténtico James Bond no murió en ningún servicio arriesgado sino en el hospital y ya mayor, a la edad de 89 años.
Oohh, en materia de potenciales peligros tengo fundados temores a los religiosos ultras que abundan en las praderas de Iowa,Minessota , en los desiertos de Arizona y Texas, que combinados con banqueros neoyorquinos forman un combustible explosivo de máximo cuidado
ResponderEliminarBUEN AÑO
¡Qué interesante!
ResponderEliminarTe quieres creer que a mi las pelis de James, Bond, Bond, nunca me han gustado....
Lo que tu nos cuentas sí.
Besicos
Ah, y felices todos y cada uno de los días de este año recortado, impuestado y muy, muy azul, no cómo mi mar.......
Nando: hay mucho integrista suelto y no solo en lugares de oriente, pero ya sabes que en el cine vende más que los malos sean de otros lugares e "infieles".
ResponderEliminarUn saludo.
Cabopá: y este Bond que traigo es más simpático.
ResponderEliminarA ver cómo se nos presenta el año...
Un saludo.
Lo que es la literatura y la imagen del cine: de un hombre normal, puntilloso y de espíritu ordenado, tenemos la imagen de un superhéroe, inmortal casi. Encima murío como la mayoría de los mortales, en una cama de hospital aquejado de una enfermedad de la vejez, para nada en ningua acción intrépida. Pero esta bien este recerdo y esta desmitificación, y sigamos creyendo en los espías, en esas magníficas novelas de John Le Carré.
ResponderEliminarQue los Reyes te sean muy benévolos, Cayetano. Abrazos.
Mejor morir así, de forma natural, que en una arriesgada misión en nombre del imperio.
ResponderEliminarPero el mundo del espionaje sigue fascinando a grandes y chicos.
Que los Reyes te traigan buenas cosas, al menos un poco de tranquilidad; yo, por si las moscas, este año no he pedido nada a los reyes, sino al yerno.
Un saludo.
No diré que "así se escribe la historia" porque lo estoy diciendo. De estas llevamos vistas ya unas cuantas ¿verdad? Bs.
ResponderEliminarPero cómo puede ser que el hombre que usted nos presenta sirviera de inspiración para tal personaje? Vivir para ver.
ResponderEliminarFeliz día, monsieur
Bisous
Según un amigo de Peter Fleming, el nombre se lo sugirió este a su hermano Ian basándose en un agente del servicio secreto británico que les rescató cuando trataban de huir de Grecia durante la invasión alemana, que decía llamarse Rodney Bond. Tengo una entrada medio terminada sobre las aventuras de Peter Fleming en Grecia. Espero publicarla en mi blog dentro de unos días.
ResponderEliminarIan Fleming fue también agente del servicio secreto durante la guerra, en concreto de la inteligencia naval británica, y conoció a muchos personajes que pudieron servirle de inspiración. Aunque en realidad las historias de James Bond son una parodia del auténtico mundo de los espías, que Fleming conocía muy bien.
Un saludo.
Te acabas de cargar para mí, Cayetano, el mito del famoso agente secreto, algo que no conocía. Ficción y realidad no suelen ir frecuentemente de la mano. Saludos.
ResponderEliminarCayetano, acabas de desmontar un mito, pensaba que este hombre era un guaperas¡¡¡
ResponderEliminarBueno no pasa nada, como tú yo no he escrito carta, he hablado con los reyes en persona para pedir mi "Sueño"
Gracias por acompañarme todos los días del año en mi blog, eres un amigo bloguero.
Un abrazo desde mi Librillo.
Lo mejor que le pudo pasar al ornitólogo fue... morir de viejo.
ResponderEliminarUn abrazo
Emejota: llevamos unas cuantas y las que nos quedan. La historia de vez en cuando nos da sorpresas como esta.
ResponderEliminarUn saludo.
Madame: la inspiración a veces viene de donde no se espera. ¿En qué estaría pensando el autor de algunas pinturas abstractas?
ResponderEliminarUn saludo.
Nonsei: espero esa historia sobre el hermano de Ian Fleming.
ResponderEliminarUn saludo.
Francisco: suele pasar. El otro día vi la foto real de "El ángel de Budapest". La verdad es que se parece poco a nuestro actor Francis Lorenzo. En fin, aquí lo que cuenta es el ejemplo de bondad.
ResponderEliminarUn saludo.
Rosario: a lo mejor el ornitólogo era más guapo cuando tenía 30 años. Jejeje.
ResponderEliminarUn saludo.
Javier: yo también lo creo. Mejor morir de viejo que al servicio de no sé muy bien quién.
ResponderEliminarUn saludo.
A mí el que más me gustaba, hablo de las películas, era Q, el inventor de artilugios dignos del TBO, aunque los suyos fueran algo más prácticos, al menos para Jamesss... Por cierto, el actor que encarnaba a este inventor, cuyo auténtico nombre no recuerdo, murió hace poco, también a avanzada edad.
ResponderEliminarUn abrazo Cayetano.
DLT: mejor morir cuando a uno le toca por edad que en arriesgadas misiones para que lo disfruten otros.
ResponderEliminarUn saludo.
Vivir para ver...James Bond nació el 4 de enero, mismo día que yo, aunque de diferente año...
ResponderEliminarUn saludo
Nunca he logrado ver una película entera de Bond, James Bond, en cambio sí de Torrente, José Luis Torrente.
ResponderEliminarSaludos.
Hola Cayetano:
ResponderEliminarSi soy sincero, te digo que soy poco fan de 007. Alguna que otra película he visto, pero no es que me llame la atención.
No imaginé nunca que un ornitólogo inspirara la leyenda
Saludos Felices Reyes
De ornitologo a tener licencia para matar. Pasa lo mismo con el marinero Harry Potter, curioso, muy curioso.
ResponderEliminarUn saludo Cayetano¡¡¡
No conocía la existencia del hombre Bond normal. ¿Y él supo que fue la inspiración del agente secreto?
ResponderEliminarUn abrazo y felices Reyes.
Rosa: ahora que caigo, vaya coincidencia cumplir años cuando el ornitólogo. Buena profesión. Se puede presumir cuando dices: "A las cinco tengo cita con mi ornitólogo". Suena bien.
ResponderEliminarUn saludo.
Eduardo: Torrente es un Bond a la española, así como facha y casposo. Simpático a pesar de todo.
ResponderEliminarUn saludo.
Manuel: películas para pasar el rato a base de acción y gente guapa. Nada más.
ResponderEliminarUn saludo.
Fº Javier: licencia para matar... como no sea patos, no me lo explico.
ResponderEliminarUn saludo.
Negrevernis: claro que lo sabía. Iam Fleming era aficionado a las aves y tenía por casa un libro del ornitólogo y parece ser que llamó a casa de este hombre e incluso habló con su mujer para decirle que había elegido ese nombre porque le gustaba.
ResponderEliminarUn saludo.
Ja, ja, cayetano, James Bond de hombre corriente, nada. ¡Menudos guapazos lo han encarnado en el cine! Así que el "modelo original" era un ornitólogo... Qué cosas. Aunque hoy día hay pájaros muy listos cerniéndose sobre nuestras cabezas.
ResponderEliminarRespecto a lo que me comentabas de leer "Dido reina de Cartago" y hacer una reseña en tu blog, me encantaría. No creo que tengas dificultades en localizar la novela - aunque ya sabemos que en la actualidad nada dura en las librerías - pero, por si acaso, te pongo el enlace con los distribuidores: puede ser de ayuda a tu librero/a si no lo encuentra. Ojala puedas conseguirlo, lo leas, y te guste...
http://esediciones.com/info/article/distribuidores
Besazos y felices reyes magos (pero muuuuy magos).
Isabel: sí. La verdad es que con todos los pajarracos que nos sobrevuelan, hoy sería buen oficio este de ornitólogo.
ResponderEliminarGuardo el enlace para adquirir el libro y leerlo en cuanto me sea posible. Ya te contaré. Te debo un comentario en mi blog.
Un saludo.
Curiosa noticia que me das, no sabía nada de que se inspirasen en ese hombre.
ResponderEliminarSaludos.
Juan: nada menos que un ornitólogo, un especialista que se va a poner de moda dados los pajarracos y buitres que sobrevuelan nuestras cabezas en estos tiempos de crisis.
ResponderEliminarUn saludo.
Me he quedado de piedra. Ahora me entero que James Bond en realidad fue un pacífico ornitólogo que murió tranquilamente en su cama y no era, ni mucho menos, un arriesgado espía. Cuando lo cuente a mis amigos no lo van a creer. Pensarán que he bebido demasiada sidra en estos días festivos.
ResponderEliminarSaludos
Nunca hubiera imaginado que James Bond hubiera existido y más siendo un ornitólogo.
ResponderEliminarDan miedo estos países y tantos otros que tienen bombas atómicas, esperemos que haya cordura, aunque no olvidemos la guerra fría y la crisis de los misiles en Cuba.
Me dan escalofríos solo de pensar en estas historias.
Un saludo.
Carmen: hay que beber mucha sidra para confundir al uno con el otro. Jejeje.
ResponderEliminarfeliz día de Reyes.
Valverde de Lucerna: dan miedo y además soy de los que creen que la humanidad no aprende de sus errores pasados.
ResponderEliminarFeliz día de Reyes.