lunes, 23 de enero de 2012

Dido, reina de Cartago


 Una novela de Isabel Barceló Chico, autora del blog Mujeres de Romaestimada visitante y comentarista de esta casa.
 La autora, que está inmersa ahora en otro proyecto narrativo sobre la fundación de Roma y en el que sus amigos blogueros participamos como personajes, inició con Dido, reina de Cartago un camino muy ocurrente, donde va construyendo una novela a partir de las entradas que van apareciendo cada poco en su blog.

 Volviendo a la novela que nos ocupa hoy, ya en su contraportada se nos ofrece un anticipo:

“La reina Dido y un grupo de fieles huyeron de su patria, la fenicia ciudad de Tiro, para evitar una guerra civil. Comenzaría así una epopeya que les llevaría a recorrer el Mediterráneo buscando una nueva tierra donde asentarse y concluiría en el norte de África. Su vagar por los mares, las peripecias que acompañaron la fundación de Cartago y su encuentro con el troyano Eneas, nos sumergen en un historia en la que aventuras, pasión, amor y traición nos atrapan hasta el final.”

 Los acontecimientos se van sucediendo según nos los van relatando los dos narradores principales, dos voces, dos enfoques sobre una misma historia. Imilce, la anciana fenicia que rememora y dicta sus recuerdos, apoyándose en la versión de Xilón, cronista de la reina, y Trailo, el poeta troyano que acompaña a Eneas en su gesta heroica, dos puntos de vista, dos estilos, dos maneras de narrar una misma historia. También dos lenguajes: el de una persona corriente y el de un poeta dado al exceso con florituras, exageraciones e intervención de los dioses en los hechos, al estilo de las epopeyas homéricas.
 Una perspectiva doble para hablarnos de un mismo asunto, que dota a lo narrado de un mayor atractivo, pues permite que el lector saque sus propias conclusiones.

 Se plantea así un tema importante: el de la objetividad y la subjetividad en la historia. Al igual que si hablamos de hechos recientes donde  historiadores y periodistas tienden a posicionarse, a tomar partido (algo que nos hace dudar de su profesionalidad), aquí ocurre algo parecido. La historia oficial, con ese poeta que exagera intencionadamente los acontecimientos, se enfrenta con la historia narrada por una persona fenicia corriente, testigo de los hechos. Para Roma, Cartago, la sempiterna rival y enemiga por el control del Mediterráneo, es la “mala” en esta ocasión. La opinión de los cartagineses cobra aquí pues una gran importancia, porque ya sabemos que la historia que perdura siempre es la que cuentan  los vencedores.

 Si hemos de dar crédito al poeta troyano, en esta novela juegan un papel relevante los dioses. Son ellos los que hacen que el mar esté agitado o en calma, que soplen furiosos los vientos o que sean propicios para los navegantes, que haya distancia o que haya encuentro entre los protagonistas. Al igual que en el asedio de Troya, por afinidad con unos y enojo con otros, son ellos los que tejen una trama en la que los personajes, incapaces de elegir su destino, son atrapados irremediablemente. Nunca una manzana trajo tantas complicaciones a corto y medio plazo. (*)

 Un tema importante es el mito del paraíso perdido, aunque también el viaje tiene algo de rito iniciático. Porque toda epopeya requiere de un viaje y para que este sea fructífero y sirva de aprendizaje, como decía Kavafis, ha de ser largo y lleno de experiencias. Dido huye de Tiro (Fenicia) para evitar males mayores a su pueblo y, tras mucho navegar, se encuentra con otro paraíso: Cartago. Aunque la meta anhelada resulte ser no un punto y seguido sino el punto y final para la protagonista. Dido, que supo mantener la cabeza fría cuando perdió a su marido, no es capaz de asimilar ahora el nuevo revés que le da la vida y es víctima de su propia pena.

 Posibles guiños al lector:
 Hay un personaje en la obra que me llama la atención. Me refiero a ese Filón de Atenas que escapa de la turba vociferante y de sus pedradas. Me recuerda mucho, por su apariencia, su desvergüenza y su filosofía de la vida a Diógenes, ese sabio descarado que con su tinaja habita en este humilde blog. Como él, no se abochorna por su desnudez ni reconoce a los poderosos, apátrida y ácrata, cínico e irreverente, crítico y deslenguado, desata con su elocuencia convincente un conato de revuelta entre los descontentos jóvenes de Rodas.
 Y ese Yarbas, el rey de los libios... ¿A quién me recuerda con esos modales tan zafios y ese aire altanero y despreciativo? Solo le falta la jaima para parecerse a Gaddafi el beduino en sus buenos tiempos.

 En resumen, una novela bien hecha y estructurada, amena, ágil y convincente, sencilla, pero que trata al lector con respeto a su inteligencia, a mitad de camino entre la crónica histórica y la ficción, que nos atrapa desde la primera página.
 Realmente recomendable.

______________
(*) La manzana de la discordia. Origen de la guerra de Troya por el despecho de dos diosas.


24 comentarios:

  1. Muchas gracias por esta reseña, cayetano, has hecho una lectura muy interesante. Desde luego tu Diógenes fue una de las fuentes de inspiración para mí, además del filósofo Gregorio Luri, que es quien "interpretaba" ese papel. Me resultó muy divertido. En cuanto a Yarbas, no recuerdo haber pensado en Gadaffi, pero ahora que lo dices... Sí, sí, lo reconozco, aunque Yarbas es un tipo de muy mal genio pero manejable, algo que no sé si se podría decir del difunto.
    Muchas gracias por esta lectura tan atenta y aguda de la novela. Pondré el enlace en el apartado correspondiente de mi blog, para que puedan leerla quienes gusten. Un abrazo muy fuerte.

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  2. Buen comentario y excelente crítica, y encima, con guiños a tu tinaja, como bien dices. Lo buscaremos por librerías.
    Saludos¡¡¡

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  3. Cayetano, yo tambien soy asiduo al blog de Isabel; tengo la novela pero todavía no le he hincado el diente; en breve lo haré. Un abrazo.

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  4. pues tendremos que echarle un vistazo más detenidamente a esta novela... gracias por la recomendación... y la buscaré en mi librería más cercana.

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  5. ¡Qué buena pinta, Cayetano! Sin duda tiene que ser muy interesante.

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  6. Isabel: lo de Gaddafi se me ocurrió cuando apareció por vez primera el rey Libio, tan antipático y cenutrio. Ya me imagino que no lo hiciste adrede. Otra cultura y mentalidad muy distinta de la de ahora había por aquellos lares.
    Gracias a ti por compartir tu novela que, de alguna manera, ya es un poquito nuestra.
    Un saludo.

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  7. Fº Javier: con guiños a Diógenes, no a mi tinaja. Cuando escribió Isabel la novela, yo aún no era seguidor de ella.
    Un saludo.

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  8. Paco: se lee muy bien. Tiene mucha agilidad narrativa. Te gustará.
    Un saludo.

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  9. José Luis: eso es lo que quiere Isabel, que aumenten sus lectores. Jejeje.
    Un saludo.

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  10. Francisco: interesante, amena.. se "deja" leer.
    Un saludo.

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  11. He tenido el inmenso placer de leerla y, desde luego, la recomiendo, al igual que el nuevo proyecto en el que está enfrascada Isabel. Esa mujer es muy grande!

    Feliz tarde, monsieur

    Bisous

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  12. Madame: ya estoy al tanto de su participación como personaje en el nuevo proyecto de Isabel, como la adivina Celia.
    Un saludo.

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  13. También soy seguidora incondicional de Isabel y me parece excelente que le hayas hecho esta reseña para que más gente conozca su espacio y sus novelas.
    Saludos

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    1. Carmen: seguidora y participante en la obra con el personaje de Kritubis.
      Un saludo.

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  14. Hola Cayetano:

    Interesante reseña de la novela. Te estas convirtiendo en un importante crítico de novelas ;D

    Saludos

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    1. Manuel: me gusta ese ejercicio de lector, comentarista, que colabora echando una mano a los amigos que se van abriendo camino en este mundillo de la literatura. Isabel se lo merece.
      Un saludo.

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  15. Y para rematar la faena, Isabel a comenzado a escribir otra novela sobre Roma, aunque puede que se convierta en una trilogía, a modo de post en su blog y en la que al principio se podía buscar un protagonista que ella incorporaba a la novela.

    Un abrazo y una buena recomendación.

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  16. Javier: en ese proyecto andamos "metidos" indirectamente a través de algunos personajes. El mío es "Caius", un pastor responsable. Jejeje.
    Un saludo.

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  17. Gracias por la reseña. Lo tendré en cuenta cuando termine de leer la pila de libros que están esperando. Necesito tiempo!
    Un beso

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    1. Eso mismo me pasó a mí, que tenía antes otras lecturas, entre ellas la de Rosa.
      A Isabel le debía esa lectura y el comentario. Más vale tarde...
      Un saludo.

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  18. Intentaré leerla, gracias por recomendarla.
    No he podido poner comentarios en tu blog.. . Creo que el hemos estado de reformas...
    Un abrazo fuerte desde mi Librillo.

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    1. No sé qué pasa con blogger que está dando problemas y no no solo a ti, también a la autora de este libro.
      Gracias por pasarte desde tu librillo.
      Un saludo.

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  19. Querido Cayetano, me alegra muchísimo esta entrada que sin duda abrirá a nuevos lectores la posibilidad de conocer el magnífico trabajo de Isabel con esta novela y con la que tiene ahora mismo entre las manos sobre la Fundación de Roma; también yo me he sentido honradísima al ser "incorporada" al elenco de personajes como "Flora", la hija del mayoral y amada de Remo. ¡Todo un lujo!
    Mil bicos.

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  20. Profedegriego: todo un lujo, en efecto, "participar" como personaje en las novelas de Isabel.
    Un saludo.

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