John William Waterhouse (1849-1917) – Una sirena (1901)
Hijas de Calíope y de Aqueloo, híbridos de mujer y ave, ninfas del agua, de canto mágico, su música llegaba directamente al corazón de los que se aventuraran por el mar. Según la mitología tradicional recogida por la Odisea, se trataba de seres fabulosos que habitaban en el estrecho de Sicilia. El que oía el dulce canto de las sirenas estaba perdido irremediablemente, porque estos monstruos atraían a los incautos hacia las rocas, donde encallaban o se estrellaban con sus naves y eran ahogados o devorados.
Ulises, advertido por la diosa Circe, quiso oír el dulce y letal canto. Obligó a sus marineros a que se tapasen los oídos con cera y que a él lo amarraran al mástil mayor del barco. Cuando atravesaron la zona donde estaban las sirenas y la melodía comenzó a surgir con su poder hipnótico y fatal, Ulises pidió a los suyos que lo desataran, pero éstos no lo podían oír. Gracias a esto salvó su vida.
Imagen de Wikipedia.
Posteriormente el imaginario colectivo dotó a estos seres de cola de pez y de gran belleza. Es decir que de monstruos alados, peligrosos y terribles se convirtieron en hermosos seres delicados y gráciles.
Sean animales alados o con cola de pez, oír cantos de sirena no vaticina nada bueno.
También hay "expertos" en ciencias ocultas y extraterrestres, que hacen del misterio y de la credulidad ajena profesión, que sostienen que estos seres existen realmente y nos muestran fotos enigmáticas para que nos asombremos de sus hallazgos. A mí me provocan desconfianza y sobre todo mucha risa.
Galería de sirenas de hoy o cuando la tomadura de pelo es arte.
Sirena "real" algo punky, según otra página.
Recién salida de la peluquería.
Museo Nacional de Etnología de Leiden.
Mojama pura.
Me quedo con la mitología yo también; lo otro también me provoca risa, cuando no estupor. Es cierto que las sirenas siempre te envuelven en un halo de misterio e intriga, desde siempre. Maravilloso el cuadro de Draper y misterioso el de Waterhouse (como todos los suyos).
ResponderEliminarEn cuanto a tu comentario en mi blog, no te equivocas, el de barba soy yo (es reciente) y el de la chaqueta, José Luis ¿tanto se nota?. Yo voy casi todos los años a Mérida con los alumnos (a veces al festival de Teatro clásico) y una vez asistí por la noche en ese incomparable marco a una tragedia de Shakespeare (sin niños, con mi mujer, claro). Este año fuimos y te dejo el enlace, por si no lo viste (http://artetorreherberos.blogspot.com/2010/03/excursion-merida-febrero-2010.html).
También me gusta ir a las representaciones de teatro y danza en el Castillo de Niebla (Huelva).
Bueno, Cayetano, que tengas un buen fin de semana,
Gracias, Paco, por el comentario.
ResponderEliminarVoy a mirar ahora el enlace que me mandas sobre Mérida.
Lo de adivinar quién es quién en las fotos se debe a mis sagaces dotes detectivescas. El compi tuyo de la chaqueta es más "clásico". Jejeje.
Un saludo.
Buenísimo Cayetano. Indudablemente me quedo con las de la mitología, y como mucho.... puedo pasar con las de Disney, pero las fotos de las actuales, son para caerse... además de intentar mostrarlas como seres terroríficos, son de risa, la última parece que está jugando al escondite, y la de la peluquería, debe ser la Belén Esteban de la pandi...
ResponderEliminarBuen fín de semana!!.
un chiste relacionado con las sirenas...
ResponderEliminar"dos pescadores gallegos en su barca y al sacar las redes uno de ellos se encuentra con una bella sirena, la coge en sus brazos y la devuelve al mar.
El otro le pregunta ¿y por qué? y le contesta ¿y por donde?...
Saludos y buen fin de semana...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarNormal, José Luis. Estos gallegos hablan poco pero actúan con sensatez.
ResponderEliminarUn saludo.
Jajajaj. Una entrada llena de guiños jocosos y a l vez documentada, como bien te gusta hacer, Cayetano. Siempre nos sorprendes en cada una con un tema nuevo tratado de forma distinta.
ResponderEliminarYo no sé si las sirenas existirán o no, pero las de las fotografías son bastante feas. Prefiero la de "Un,dos, tres, ¡Splash!", ¿no te parece?
Un beso
Sí, Carmen, las del cine tienen mejor aspecto. Éstas, aunque hayan ido a la peluquería, dan algo de repelús. Jejeje.
ResponderEliminarUn saludo.
Ay que espanto algunas de las imagenes! Jiji, acabando con el mito de las bonitas sirenas, eh monsieur?
ResponderEliminarUn tema apasionante. Para los angosajones sirens (mujeres pajaro)y mermaids (mujeres pez) son criaturas sin conexion entre si. En realidad las mermaids de cola de pez tambien son muy antiguas, se remontan casi al año 1000 a.C., en tiempos de la leyenda de la madre de la reina Semiramis.
Feliz dia del libro, monsieur!
Bisous
Jajajajaja la que te recuerda a alguien espero no ser yo... tengo ondas en el cabello, por lo demás, todo!
ResponderEliminarAndamos con las mimas ideas, hace unos días publiqué "Sirena varada", creo que así me sentía. Claro, vos no me lees en SEXUAL-mente, pero te aclaro que es un blog serio :$
Yendo al redondeo de tu post, siempre me atrajeron las historias de sirenas (a veces también con risa)... Dice alguna leyenda que leí por ahí, cuando era niña, que en castigo a su maldad se las dotó de "cola de pez" para anular su sexualidad y condenarlas a la castidad por siempre jamás. No se qué tan cierto es ese dato, pero vamos... que el profe sos vos!
Abrazos enormes, me gustó mucho la entrada.
P.D. Cuidado con los cantos de sirenas ;)
¡Qué barbaro, desde el año 1000 a de C ya había sirenas, al menos en la imaginación!
ResponderEliminarAquí hoy las tenemos de varios tipos: mitológicas, artístcas y de museo de los horrores. Para todos los gustos.
Un saludo, madame.
Sin duda ninguna me quedo con las sirenas mitológicas.
ResponderEliminar¡Las actuales son el antimorbo!jajaja...
En la mitología asturiana tenemos a las Xanas. Algunos dicen que son hadas, otros que son ninfas y otros que son sirenas... Eso si, todos coinciden en que son mujeres de belleza extraordinaria.
Un saludo, Cayetano!
No creo que sea muy cierta la leyenda esa según la cual se condenó a las mujeres a tener cola de pez para que se fastidiaran, pero la imaginación es libre. Pasaré por tu otro blog a ver el artículo sobre las sirenas.
ResponderEliminarUn saludo, Lenny.
Cuidado, Pablo, con las sirenas. Su belleza proverbial es una trampa... Bueno, ¿y qué tiene de malo la trampa? Jejeje.
ResponderEliminarUn saludo.
Prefiero también las sirenas mitológicas. Por ahí leí las sirenas habían sido unas ninfas que cuidaban a Perséfone, pero como dejaron que Hades la raptara fueron castigadas por Deméter, convirtiéndolas en mujeres-ave.
ResponderEliminarY los monstruos mujer-pez, eran las nereidas, una de ellas, Anfítrite, esposa de Poseidón. Y al contrario de las sirenas, ayudaban a los marinos en dificultad.
Saludos!
Lo de los pescadores gallegos habla en forma terminante y clara de una cuestion que me desvelaba en el final de la infancia y comienzos de la adolescencia, cuando las hormonas empezaban a empujar + que turbias actividades manuales y la visión de féminos
ResponderEliminarpechos soliviantaban mis ardores.
La ausencia de orificios visibles mas alla de las orejas causaba en mí,una profunda desazón
Cayetano, no me gustan nada esas sirenas que estan resecas y mas secas que la mojama...
ResponderEliminarSiempre me han gustado las que viven en el fondo del mar con Neptuno.
Tú nos amplias el tema Enhorabuena.
Me encantó tu comentario al pasar el otro día por mi blog pues lo hiciste criticamente. GRACIAS
Un abrazo desde mi librillo.
La mitología griega es apasionante, Miguelo.
ResponderEliminarGracias por tu comentario.
Un saludo.
Señal de que uno está vivo, Nando.
ResponderEliminarLas sirenas amojamadas y resecas o momificadas de la entrada son un buen antídoto contra los ardores de la pubertad.
Un saludo.
Rosario, a mi me gusta la mojama y el bacalao a la portuguesa, pero estas momias que he encontrado por ahí son de pesadilla.
ResponderEliminarGracias por pasarte.
Un saludo.
La de la melena me ha impactado jajajaja. Coincido en que debemos quedarnos con la mitología.
ResponderEliminarSaludos.
En efecto: las sirenas mitológicas, a pesar de su peligro, tienen su encanto. La momia melenuda da miedo.
ResponderEliminarUn saludo, Kassiopea.
Definitivamente a mi las sirenas me gustan más las de la mitología que esas que andan por ahi en las manos de los expertos exotericos y demás mandangas de los mundos ocultos...Y bueno las foticos no tienen desperdicio, son horripilantes, feas más que feas aunque hayan salido de la peluquería....
ResponderEliminarMuy buena entrada y como siempre bien documentadas, e interesante tema...
Besicos
Ay, las pobres sirenas. Bastante tenían con tener cuerpo de pájaro ¿acaso no pondría de mal humor a cualquiera? Tener que comer con tu olfato y papilas gustativas humanas cositas como las que engullen las aves las excusa de cualquier enfado que llevase a morir estrellados contra las rocas a marineros.
ResponderEliminarUnas incomprendidas.
Las sirenitas como las del cuento... simplemente historias deprimentes ¿por qué nos van tanto las historias que terminal fatalmente fatal?
Saludos.
Cabopá, las sirenas pueden ser horribles, como aquéllas que había en las fábricas y llamaban a trabajar. ¡Esas son las peores!
ResponderEliminarUn saludo.
Buena reflexión, Reinas del Garito. Las historias que acaban mal tienen su atractivo para muchos, no sé si por morbo o por alivio de que no te pase a ti.
ResponderEliminarUn saludo.
Como muchos de tus comentaristas me quedo con la mitología.
ResponderEliminarTenía cierto conocimiento sobre la "transformación" de las sirenas de seres alados a seres marinos, aunque este último se ha impuesto.
El cuento de Anderssen de la sirenita, que después Disney llevo al cine animado fue el favorito de mi esposa durante su niñez.
Saludos
Qué distintas las sirenitas de los cuentos de los monstruos mitológicos y los "hallazgos" de los listillos de turno que quieren vivir a expensas de la ignorancia ajena.
ResponderEliminarUn saludo, Manuel.
Como de costumbre, excelente entrada. Por cierto, la sirena salida de la peluquería, también me recuerda a alguien en cierta manera cercano a mí...
ResponderEliminarEs uno de los episodios de la Odisea que más me agradan, en él Odiseo se muestra fértil en recursos, como siempre. En La Eneida se vuelven a lucir con sus voves atrayentes. las sierans por lo visto eran buenas Psicólogas, atacaban por dónde más dolía, a Ulises le ponían voz de Penélope, e incluso de Telémaco.
ResponderEliminarLas últimas, creo reconocer a la de la melena como una momia azteca, las otras son de carton piedra y fíjate, la última me recuerda a alguien. No sé si al venerable yoda o qué.
Jajajaja, daría algo por escuchar lo que dirían estas últimas. No sé si ir a embarcarme por si acaso me las encuentro y salgo de dudas.
Y mira que me gustan las salazones de tu tierra, la mojama sobre todo, también el bacalao, pero a una de estas sirenas momias no les hincaba el diente ni por todo el oro del mundo.
ResponderEliminarUn saludo, Rosa.
Jo! Con la buena imagen que tenía yo de las sirenas, y ahora resulta que las "verdaderas" son terroríficas.
ResponderEliminarYa nunca más soñaré con ellas.
Abrazos.
Cayetano, entonces estabamos pensando en la misma persona... Adiós!
ResponderEliminarEs que le matan a uno la inocencia con estos monstruos indecentes. Jejeje.
ResponderEliminarUn saludo, Enrique.
OK, Alfredo.
ResponderEliminarComo ves,está sin maquillar.
de tan lindas que se ven en dibujitos. viendolas ahora asi son feas me da imprecion !!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarIntuyo las fotos como montaje de alguien que siente verdadera ojana, tal vez por su suegra, y se le presenta hasta en los momentos más dulces.
ResponderEliminarMojama pura. Momias de mar.
EliminarUn abrazo, Paco.