El poder de la imagen o cuando una imagen vale más que mil palabras.
El cartel propagandístico, como arma eficaz para el adoctrinamiento político o la movilización ciudadana, se convierte en un arma sutil entre finales del siglo XIX y mediados del XX, destacando especialmente en la época de entreguerras.A medio camino entre el arte y la mera propaganda, con unos fines políticos concretos, nos encontramos con unos carteles impactantes, rotundos, perfectos desde una perspectiva compositiva, técnicamente impecables, idóneos, adecuados, encaminados a un sólo objetivo: convencer para vencer.
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El cartel original era otro, pero lo eliminaron
Propaganda norteamericana en la Guerra de Cuba.Así veían al enemigo español: asesino y sanguinario, despeinado, desaliñado y primitivo, la mirada torva de alimaña feroz, las manos llenas de sangre inocente, con patillas de bandolero de Sierra Morena.
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El cartel original era otro, pero lo eliminaron
Propaganda norteamericana en la Guerra de Cuba.Así veían al enemigo español: asesino y sanguinario, despeinado, desaliñado y primitivo, la mirada torva de alimaña feroz, las manos llenas de sangre inocente, con patillas de bandolero de Sierra Morena.
Gran entrada. Personalmente soy un fan de los carteles bélicos, así que muy buena tu aportación. De entre todos claramente impacta el último cartel, el de la Guerra de 1898, bastante avanzado para lo que se solía dar para la época. Otro que es muy bueno es el de los brazos aliados rompiendo la esvástica. En fin, que todo esto del márketing lleva ya inventado muuuchos años.
ResponderEliminarUn saludo
Eran buenos artistas los que hacían estos encargos. Lo mejorcito de cada casa.
ResponderEliminarEl de la guerra de Cuba era como tú dices muy avanzado para su tiempo, además de exagerado y "gore".
Un saludo, Sila.
Que interesante entrada. Siempre ha sido importante analizar la propaganda polìtica desde el arte. Sin duda, no es este un invento del s.XX, basta recordar la propaganda de las entradas triunfantes romanas, de las cortes italianas renacentistas, de la propia corte papal...y como no hablar de nuestros reyes de la Casa de Austria: entradas triunfales, cuadros como los de Velàzquez o Carreno de Miranda, obras pias, grabados, gestos, etc...
ResponderEliminar...y como no olvidar tampoco al Rey de la propaganda de finales del s.XVII espanol, mi admirado Juan Jose de Austria, impulsor de la Gazeta de Madrid, de la guerra epistolar contra el padre Nithard, etc etc
Un saludo y como siempre un placer leerte.
En efecto, es un tema ya que viene de lejos.
ResponderEliminarGracias por comentar, Carolus.
Un saludo.
Excelente.Permiten analizar el momento mas que muchos textos de historia,claro que en esta epoca en el que incluso el impacto audivisual es tan fuerte que la "construccion de la verdad " es mas fuerte que la realidad misma ,hacen aparecer a estas ilustraciones como ingenuas .
ResponderEliminarBueno, tambien las catedrales,de alguna manera,con sus vitraux fueron un unico medio de propaganda y difusion politico cultural
Muy buena entrada, Cayetano. Un interesante recorrido. No conocía algunas.
ResponderEliminarIba a decir más pero me tildé... es que a veces el marketing y publicidad solo por buen dinero me dan repulsión.
En efecto, Fernando, nada nos puede sorprender hoy con el uso tan abusivo que se hace de los medios. Aquellos carteles eran, como bien dices, bastante ingenuos.
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias, Lenny, por pasarte y comentar. Hoy, como tú dices, toda o casi toda la publicidad se hace por dinero.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola Cayetano, una entrada magnífica. En cuestión de propaganda política hay auténticas obras de arte y de marketing. El último no lo conocía pero me ha llamado mucho la atención, especialmente la imagen que transmiten de los españoles.
ResponderEliminarUn saludo
Reconozco que siempre me han gustado este tipo de cartelería que se hacía con pocos medios(técnicos) pero, con mucha imaginción y en algunos caso verdaderas obras de arte....Tú entrada me ha traído a la memoria aquellos sellos y cartelones de los conmemorados "25años de Paz". yO era una niña y me preguntaba el porqué...y nunca nadie me supo decir o no quiso explicar su significado, tuve que hacerme mayor para comprobar la falacia de aquellos miserables años grises oscuros con propaganda masiva.Otro día hablaré de las "marías" del Instituto, ja,ja,entonces nos formaban en el "espiritu" con labores, musicas y otras zarandajas....A lo mejor te estoy dando píe a una nueva entrada.Tú que conoces la Historia tan bien.
ResponderEliminarPerdón por la intromisión y Besicos amigo.
Hola, Nikkita. Es verdad que en cartelería política y de otras temáticas hay auténticas obras de arte. De la última imagen decir que no es de extrañar que se transmitan clichés y exageraciones sobre nuestra idiosincrasia. Siempre se ha hecho. La imagen de hoy de los españoles en el extranjero es "torero", "paella" y "olé". No sé qué es peor.
ResponderEliminarUn saludo.
No hay ninguna intromisión por tu parte. Al contrario, agradezco mucho tu comentario sobre esos años de propaganda del partido único y los 25 años de paz, que yo también recuerdo. Aquella España era gris, sin color, triste y de "nodos" antes de las películas, generalmente censuradas. Hasta la tele era en blanco y negro.
ResponderEliminarRecuerdo también las "marías": la religión, la "formación del espíritu nacional", las labores del hogar para las chicas. Has acertado: tengo una entrada por ahí en borrador sobre ese tema para más adelante.
Gracias por pasarte por aquí.
Saludos.
La publicidad no la hemos inventado nosotros. como bien dicen por ahí arriba, algunos de los "seísmos" que ha sacudido el siglo XX se pueden estudiar estupendamente con estos carteles.
ResponderEliminarY el último simplemente genial (ahora que con la distancia puede darnos risa más que indignación), ¡es clavadito a los personajes de Asterix en Hispania! Sopalajo de Arriérez y Torrezno ¡ya sabemos de dónde os sacaron!
Saludos.
Es verdad, se parece a "Pepe Sopalajo", sólo le faltan los cuernos.
ResponderEliminarUn saludo, Reinas del Garito.
En Salamanca se conserva un gran tesoro de la Historia: una colección completa, la mejor, de carteles de la Guerra Civil.
ResponderEliminarSin embargo, y a pesar de que la propaganda como la conocemos hoy, surgió hace relativamente poco tiempo, me parece que no es una invención reciente. Pensemos en los graffitis que hacían los romanos, por ejemplo que se conservan en Pompeya, en favor de uno u otro representante político. Se aleja de los carteles de que tratas en este post, pero al fin y al cabo también es propaganda, jeeje
Un beso
Nada nuevo bajo el Sol.
ResponderEliminarUn saludo, Carmen.
Que coleccion tan buena, monsieur!
ResponderEliminarYo tengo unas cuantas postales francesas de tema patriotico de la epoca de la primera guerra mundial, pero el tono es dulzón. Estos carteles son la mar de contundentes.
Y bueno, en cuanto a los norteamericanos, algunos siguen confundiendo la semana santa con las fallas, por asi decir, jiji. Se ve que todo valia y todo sigue valiendo.
Feliz tarde, monsieur
Bisous
Hola Cayetano:
ResponderEliminarSegún algunas corriente psiquiátricas. la visión juega un papel primordial dentro del aprendizaje.
Es más fácil detectar lo que se quiere decir con la imagen que con la palabra. Y más aun si se comparable con la situación actual de quien ve la imagen....
Saludos
No le falta razón, madame, en lo de las confusiones de los norteamericanos. Sólo que aquí esa confusión se hace adrede.
ResponderEliminarUn saludo.
En efecto, Manuel. La imagen es lo que cuenta. Como dicen algunos: lo que no sale en televisión es porque no existe.
ResponderEliminarUn saludo.
En torno a la guerra civil española surgieron carteles de artistas muy notables de los que, sin duda, hay todavía que aprender. En cuanto al contenido, todos sabemos que se adecúa al efecto que quiere provocar en quienes lo ven. Saludos cordiales.
ResponderEliminarLos mejores artistas al servicio de la guerra. También los poetas de smbos bandos.
ResponderEliminar¡Lástima de talento de algunos empleado en este asunto terrible!
Un saludo.
un buen ramillete de ejemplos propagandísticos, independientemente del mensaje que transmiten hay que reconocerles un gran valor artístico, como artista era por entonces el cartelista... ahora se los llama publicitarios... en mi opinión han perdido con el cambio.
ResponderEliminarYo creo que también han perdido con el cambio. Ahora el relevo lo tomó la televisión.
ResponderEliminarUn saludo, José Luis.
Tengo yo un estudio hecho sobre los carteles de la Guerra Civil española. Era cuando escribía para la Revista ARTHISTORIA, que llevábamos unos profesores, pero al factotum y creador principal, profe de Historia, claro, lo trasladaron a la costa, y la cosa se desinfló.
ResponderEliminarPero, vamos, conozco el tema, aunque el del "bandolero" español me ha llegado al alma. Si mne oyeras explicar en clase el Desastre del 98..., si me pillan los Norteamericanos, lo de Llamazares se va a quedar en ná jajaja
Al "bandolero" del cartel sólo le falta un pie de foto que diga: "¡Torero! ¡Torero! ¡Y olé!". Vaya imagen estereotipada que tenían y tienen de nosotros.
ResponderEliminarCuidadín con los yanquis que meten una foto tuya en "internés" con rasgos de Bin Laden y te buscan un problema, sobre todo teniendo en cuenta tu currículum: una profe que se dedica a escribir cosas de "travelos" y mozas de mal vivir. Jejeje.
Saludos.
¡Vaya piropo que me has echao, zagalico! ¿Qué me parezco a Bin Laden? Como no sea en la barba jajajaja, aunque ahora la llevo afeitá, más que por ná, por la moda jajajaja
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