Las preguntas son las de siempre. ¿Dónde empieza y termina el arte? ¿Es arte "ensuciar" paredes? ¿Es arte hacer un monumento al mal gusto? ¿Es importante la originalidad? ¿Se puede ser creativo haciendo graffitis?
La respuesta viene de la mano de estos dos hermanos gemelos, Gustavo y Octavio, brasileños de Sao Paulo nacidos en 1974, creadores de unas composiciones callejeras donde mezclan lo cotidiano con lo surrealista, con murales llenos de colorido y fantasía, con gran manejo del trazo y la composición.
Su pasión por los tonos amarillos, su preferencia por atmósferas oníricas, más propias de los sueños que de la misma realidad, su lenguaje a medio camino entre lo cotidiano y lo fantástico y ese universo poblado de seres extraños pero inofensivos y entrañables, dotan a su trabajo de un sello de originalidad.
Os gemeos están considerados como los máximos representantes del arte urbano mundial, reconocidos internacionalmente.
Los dos hermanos se dedican además al diseño gráfico, a la escultura y a la pintura.
Son indudablemente dos artistas de innegable talento.
Veamos algunas muestras de su peculiar creatividad.
La respuesta viene de la mano de estos dos hermanos gemelos, Gustavo y Octavio, brasileños de Sao Paulo nacidos en 1974, creadores de unas composiciones callejeras donde mezclan lo cotidiano con lo surrealista, con murales llenos de colorido y fantasía, con gran manejo del trazo y la composición.
Su pasión por los tonos amarillos, su preferencia por atmósferas oníricas, más propias de los sueños que de la misma realidad, su lenguaje a medio camino entre lo cotidiano y lo fantástico y ese universo poblado de seres extraños pero inofensivos y entrañables, dotan a su trabajo de un sello de originalidad.
Os gemeos están considerados como los máximos representantes del arte urbano mundial, reconocidos internacionalmente.
Los dos hermanos se dedican además al diseño gráfico, a la escultura y a la pintura.
Son indudablemente dos artistas de innegable talento.
Veamos algunas muestras de su peculiar creatividad.
Imagen: Akacocolopez
Esto si es arte, las pintadas del tipo "Yenifer te amo" es una gamberrada, el problema del graffiti sea artístico o no es hacerlo sin permiso del dueño de la pared o en las ventanillas del metro...
ResponderEliminarpor cierto lo de onírico no es ninguna cochinada ¿no? ;)
Aquí me pido abogado del diablo, que este tema tiene su aquél. Que me expliquen la diferencia entre pintar animales en una caverna para cazarlos con pintar el nombre de la persona amada en una pared para ligársela.
ResponderEliminarGenial, son estupendos.
ResponderEliminarClaro, como siempre en el arte hay gente que no hace mas que tonterias. Si es en un lienzo no importa, pero cuando te embadurdan calles y edificios con el Yenifer te amo que dice Jose Luis, ya es otra cosa.
En general me gusta mucho este tipo de arte. Unicamente habria que encontrar el modo de controlar que no se cuelen los gamberros.
Feliz tarde, monsieur
Bisous
Teacher... no es lo mismo el que pintaba los bisontes seguramente era el dueño o habitante de la cueva... cada uno en su casa pone en las paredes lo que le da la gana pero hacerlo en la ajena por muy bonita que pueda ser la obra ya es otra cosa
ResponderEliminarTodo un arte, si señor, me ha encantado esta entrada.
ResponderEliminarUn saludo
José Luis, digo yo que en la Prehistoria no debía haber Registro de la Propiedad. Y digo yo que el que pinta en la calle, suele ser uno de los habitantes de la ciudad.
ResponderEliminarNo cabe duda de que los grafittis en ocasiones son divertidos y plasman imágenes muy bien elaboradas y muy creativas. Pero claro, hay también algunos que son auténticos grafiteros del tres al cuarto.
ResponderEliminarA fines de los años 70, en plena Transición política, sugió la moda de las pintadas políticas que dieron las de dichos y refranes graciosísimos de la vida cotidiana. A principios de los 80 surgió el famoso "muelle", por desgracia fallecido prematuramente, y que decoraba aquél Madrid felipista de la "Movida". Le siguió otro llamado Bleck, la Rata y, desde entonces, se puso de moda el graffiterismo. Al querer imitar los vagones del metro neoyorquino se pasaron en Madrid, y empezaron a tomar muros y a cargárselos con sus pintaditas: comunidades vecinales desesperadas ente una fachada recién pintada y un cabrito llegaba y ponía su "graffiti".
Hoy la dichosa moda ha osado en atacar muros de edificios históricos y monumetales de primer orden. Esperémos que unas buenas multas al que le pesquen sirvan de ejemplo y se acabe esa moda del graffiti de su padre y de su madre. Da asco pasear por el centro de Madrid con esos graffitis ensuciando fachadas y muros.
Saludos.
Veo que hay opiniones y hasta una pequeña polémica.
ResponderEliminarJosé Luis: estoy de acuerdo contigo que una cosa es arte y otra ensuciar. ¿Quién tiene la escritura de la cueva en el Paleolítico?
La Dame: evitar que se cuelen los impresentables y lo embadurnen todo es lo ideal.
Teacher: muy curioso y divertido tu comentario. Mejor ligar que matar.
Arena: gracias por tu comentario y bienvenida a la tinaja.
Juan: del famoso "muelle" me acuerdo y también de todos los guarros que se creían artistas y no respetaban las paredes ajenas. El problema es que este asunto va vinculado a determinadas tribus urbanas que les da igual molestar a los demás.
Un saludo a todos.
Habrá que diferenciar entre los grafittis con son un arte y guarrear las paredes :)
ResponderEliminarLas imágenes geniales!
saludos!
José Luis: onírico no es sinónimo de onanismo :)
ResponderEliminarSaludos
Vangelisa: creo que se podría considerar arte a los graffitis si no ensucian, utilizan espacios establecidos, son originales, tienen calidad, etc.
ResponderEliminarTodo lo que sea ensuciar y perjudicar a los demás es otra cosa muy diferente.
Un saludo.
¿que sería del vicio de Onán sin una onírica inspiración?
ResponderEliminarClaro que es arte.
ResponderEliminarAdemás me encanta. No los conocía. Parecen ilustraciones de cuento a tamaño gigantesco. No me extraña que se dediquen profesionalmente al diseño. Son muy buenos.
Buen fin de semana, Cayetano.
Abrazo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarGracias, Enrique por tu comentario. Totalmente de acuerdo con él. Buen finde también.
ResponderEliminarJosé Luis: en efecto, la historia de Onán el Bárbaro es muy onírica. De guerrero primitivo a gobernador de Texas.
Me encantó tu entrada, en cuanto a grafittis, obvio que hay que diferenciar entre verdaderos mensajes y boludas pintadas adolescentes y no tanto. Te cuento que los otros días caminaba por una calle de Buenos Aires, sola, acompañada por una angustia-pena que no logro que me abandone y de pronto me encuentro con un grafitti que decía: "Podés romperme el corazón pero no las pelotas"... me pareció una genialidad. Una verdad casi aplastante!
ResponderEliminarEn cuento al arte de los grafittis con diseño, sin duda mi favorito es Banksy, me quedo siempre mirandolo, me sugiere miles de mensajes. Claro, en torno a su trabajo se armó cierta polémica porque al parece ante tanta demanda aceptó "vender" alguna de sus obras con lo cual perdería ese sentido contestario y underground que una prefiere que se mantenga. No tengo la data completa, pero sí entendido que no aceptó la paga. De todas formas, me gusta, me llega y lo valoro muchísimo
Te dejo un link así me contás que opinás.
Besotes y por acá ando, siempre.
http://images.google.com.ar/images?q=banksy&hl=es&ie=UTF-8&tab=ni
Mai Puvin: gracias por tu comentario.
ResponderEliminarBanksy es otro genial artista creativo que hace arte del graffiti por su originalidad e imaginación. Nada que ver con esos chicos que se dedican sólo a ensuciar las paredes para dejar constancia de que estuvieron allí.
Un saludo.
me gustan mucho las imágenes que publicas, te invitan a soñar..
ResponderEliminarGracias, Mónica, por visitar mi blog. Yo ya pasé por el tuyo y te dejé un comentario.
ResponderEliminarUn saludo.
No conocía a estos autores y me han gustado mucho. Eso es ARTE, con mayúsculas. De ensuciar, ya hemos escrito bastante (hasta Pérez-Reverte hace novelas sobre el tema).
ResponderEliminarUn saludo
Arte, que no harte.
ResponderEliminarSaludos.