María Antonieta, hija del emperador Francisco I y María Teresa de Austria, reina de Francia y esposa de Luis XVI, mujer de carácter frívolo y derrochador, simple como el asa de un cubo, de gran influencia sobre su marido, inmisericorde con su pueblo hambriento, era poco querida por éste quien siempre la consideraba una extranjera, más inclinada hacia Austria que hacia Francia.
Por su afición a las joyas fue acusada, parece ser que injustamente, de encargar un collar de diamantes cuando el pueblo moría de hambre.
Casada con un hombre impuesto al que no quería, de hecho no se consumó el matrimonio ni en la noche de bodas ni en siete años después.
Insatisfecha en su vida conyugal buscó la satisfacción en el lujo, en la vida mundana, en las fiestas, en los bailes y, en el plano afectivo y sexual, mantuvo un largo idilio con el conde sueco Axel Fersen.
A todo esto, la situación económica de Francia era inaguantable: enorme gasto público por el derroche de la corona -en Versalles había 4.000 criados- que generaba un déficit crónico que intentaba solventarse con nuevas subidas de impuestos, carestía de los alimentos de primera necesidad por una serie de años e malas cosechas, grandes privilegios de la Nobleza y el Clero, los cuales estaban exentos del pago de impuestos... todo ello generaba un clima de descontentos, previo paso al estallido de la revolución en 1789.
Cuando estalló la revolución nadie pensaba en una República, sino en moderar y reorganizar el papel de la monarquía.
Pero la reina, enemiga de la revolución, deseaba vehementemente un conflicto entre Austria y Francia que pusiera fin a la situación. De hecho pidió ayuda a su hermano Leopoldo II de Austria.
Se prepara la evacuación de los reyes para llevarles cerca de la frontera. Una carta del embajador de Austria, Mercy-Argenteau, y dirigida a la reina es interceptada y entregada a la Comuna revolucionaria, evidenciando un complot de la reina con sus aliados austriacos. Un gran contratiempo para la reina, una prueba que ponía de manifiesto su intención de vender la patria a Austria. Detenida junto a su marido en 1792 , acusada de alta traición a Francia y señalada como "enemiga declarada de la nación francesa", fue condenada a la guillotina y ejecutada al año siguiente.
Imagen: Trianon de la reina
Ah! buen artículo. Recuerdo que según una enciclopedia la llamaban Madamme Deficit, porque se la pasaba derrochando el dinero cuandpo Francia estaba en bancarrota. Además de que según una leyenda, mientras los franceses pedían pan afuera del Palacio de Versalles, preguntó a un criado del palacio lo que pasaba, y cuando le contestó "quieren pan", ella respondió "¿y porqué no comen pasteles?", dano a entender que ella era completamente ignorante de la realidad del pueblo francés.
ResponderEliminarSi hubieras sido mi profesor seguro que habría aprobado, o será la edad ? Felicidades por tu blog, de lo mejorcito que se cuelga.
ResponderEliminarEra el final del Antiguo Régimen, que se derrumbaba como un castillo de naipes (como la Bastilla) hace justo hoy (escribo a las 0 horas) 220 años, y nacía el mundo contemporáneo. Se me viena a la cabeza un éxito de La Trinca en 1983 (ya ha llovido mucho) que decía:
ResponderEliminar¿Quést que c´est ce merdé?
preguntaba la nobleza
Es la Revolución Francesa
qu´est que vous avez penseé
El varón de bidet, famosísimo inventor
de tomar baños de asiento
sin perder la dignité
Saludos Cayetano, y que sigas con tus vacaciones extremas y duras.
Miguelo: en primer lugar gracias por tu comentario. Es cierto eso que se comenta que dijo acerca del pan y los pasteles. Yo cre que era un poco, si no corta, al menos ignorante de la realidad de Francia.
ResponderEliminarUn saludo.
Divinamente. No sé si será la edad, la sensatez, el rodaje, la madurez... lo que nos hace ver con claridad.
ResponderEliminarGracias por tu comentario. Un saludo.
Juan, el colega trasnochador. ¿A las doce de la noche contestando a otro colega? Yo a esas horas estoy KO técnico. Me imagino que te queda poco para cruzar el charco, ¿no?
ResponderEliminarGracias por el comentario y un saludo desde la Vera.
Pues casi que coincido con un comentarista tuyo, la revolución francesa, un tema que hay que currarse un poquito para aprobar.
ResponderEliminarmuy buena entrada como siempre.
un saludo
Vangelisa, gracias por el comentario.
ResponderEliminarUn saludo.