martes, 28 de marzo de 2017

Una reunión inesperada (2)


Una insólita  reunión atemporal  a modo de epílogo, a la que asisten muchos de los personajes 
de los que aparecen en "En la frontera". 

¿Por qué se han reunido aquí?

Saben que sido convocados para conocerse. Y saben también que murieron y que están ahora en este lugar, después de tanto tiempo, porque lo que la historia les negó, la literatura por fin se lo permite. Y están felices del encuentro, de conversar, de intercambiar ideas y opiniones. Y descubren que, independientemente de la época, del credo o de la ideología, tienen muchos puntos en común.
Hay un proyector programado y una pantalla al fondo de la sala que va recogiendo imágenes aleatorias, distintos planos sobre la vida de todos los presentes. Imágenes en blanco y negro que acaparan las miradas, muchas veces llenas de asombro, de los que allí se reúnen.

Quinto Sertorio se acomoda en la larga mesa al lado de Toro Sentado. Al romano le llama la atención el aspecto del jefe sioux. Le trae recuerdos de cuando estuvo por África, ese despliegue de colores en sus atavíos y en sus rostros y las plumas que exhibían los nativos cuando celebraban algún ritual frente a la hoguera. También el pelo largo le hace evocar a esas gentes que poblaban tierras en los confines del limes del norte del imperio. Bárbaros los llamaban.
El vaquero anónimo -botas altas, jeans, sombrero y camisa de cuadros-, sentado junto a Víctor Hugo, mira de refilón, de vez en cuando, hacia el fondo a la derecha, donde se sitúa Toro Sentado. No es una mirada dura ni con una carga de significado especial. Es la típica expresión que muestra alguien que en una reunión multitudinaria acaba de reconocer a una persona que le resulta familiar. Aparentemente parece tímido o reservado y no entabla de momento conversación con sus compañeros más cercanos.
Francesco, el médico de Perusa (Perugia) se sitúa entre Bart El Negro y Cervantes.
Cervantes queda situado frente por frente a Luis de Córdoba y Andresillo Hurtado se coloca junto a Goya.


-Aquí las cosas se estaban poniendo muy duras. El futuro muy negro –señalaba un Andresillo, ya de mediana edad-. Y yo no aprendí nada bueno, porque la sociedad me arrinconó en la esquina de los perdedores. Me faltó mi padre a temprana edad. Y de niño lo normal fue el hambre y el maltrato. Ya de mayor me juré que no iba a consentir volver a pasar por lo que pasé. Así que me decidí y viajé a las Indias; aunque no con demasiada fortuna. Pero esta vez no por culpa de los demás, sino por lo que yo arrastraba a mis espaldas.
-No creas que tuviste que irte del país tú solo. El exilio, por gusto o por fuerza, es algo que todos hemos conocido- apunta Francisco de Goya respondiendo a Andresillo. El famoso pintor va vestido con frac abierto de grandes solapas, camisola con pañuelo al cuello, calzón ceñido hasta la rodilla, medias y zapatos con hebillas, muy elegante para la ocasión-.  Por desgracia, muchos de los que aquí estamos hemos conocido el sinsabor de la frontera. Unos por necesidad, otros porque peligraba su vida, algunos por rebeldía y otros por dignidad. Y no faltan quienes fueron obligados a coger la barca de Caronte…


Las conversaciones se establecen casi siempre con el compañero que tienen al lado o delante; pero luego alguien tiene la idea de levantarse y hablar dirigiéndose a todos. Y de esta manera se produce un breve turno de palabra donde cada uno, puesto en pie, se dirige a todos los demás.
El primero en hablar para la concurrencia es Bartholomew Roberts, el pirata galés:

-Aunque me llamo Bartholomew, todo el mundo me conocía como Bart, Bart el Negro. Tuve fama entre los piratas de mi tiempo. Incluso parece que inspiré a más de un poeta. Pero algo que me caracterizó fue que ideé redactar un código de conducta para mis hombres. No quería pecar de arbitrariedad, así que todo el que estaba bajo mis órdenes sabía a qué atenerse. La razón por la que me metí en esta, digamos, profesión fue porque no quise someterme a la disciplina de un mundo con el que no me sentía identificado y al que no pertenecía. Mi ley era la del mar. Nunca acepté doblegarme a la autoridad de reyes y gobiernos, como hicieron algunos de mis compatriotas-  decía Bart, mientras Espronceda asentía sonriente-. Tenía demasiados enemigos. Y la piratería es una vida dura. Nunca sabes si vas a vivir mañana.  Por ello estaba convencido de que mi vida iba a ser corta; pero preferí morir libre a estar encadenado.


Fragmentos de  "En la frontera", un pdf de descarga gratuita.




36 comentarios:

  1. Ya se va entrando en faena y se van produciendo los primeros contactos, choques de culturas y épocas. Veo que mi homónimo no está mal situado en la mesa ;)
    Un abrazo!

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    1. Lo primero que hice fue un croquis con boceto de la mesa y una veintena de sillas para ver dónde ponía a cada uno y no liarme. Jejeje.
      Un abrazo, Félix.

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  2. Esta parece una reunión en uno de los salones del Ministerio del Tiempo. Me gusta que la literatura les permita lo que la historia no y que se den cuenta de que hay más cosas que los unen que aquellas que los separan, a pesar de ser de distintas épocas.

    Un abrazo, Cayetano

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    1. Tanto es así que en la nota aclaratoria al epílogo pongo
      Como se podrá comprobar en este epílogo, para lograr mi objetivo no fue preciso acudir ni a la máquina de Wells, ni a Isaac Asimov, ni a Michel Crichton, ni a Ray Bradbury, ni siquiera al “Ministerio del Tiempo”. Tan solo fue precisa una pequeña licencia literaria. En todo caso, sirvan estas líneas
      como rendido tributo a todos los autores y guionistas que han usado la “máquina del tiempo” como recurso imaginativo en sus creaciones.
      Un abrazo, Myriam.

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  3. Ya empieza la reunión. Como hija de Benedetta intentaré posicionarme cerca, por si alguien necesita alguna cosa de la botica.
    Un abrazo

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    1. Sí, Ambar. Un poco de árnica para curar las heridas de la ingratitud humana.
      Un abrazo.

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  4. Interesantes personajes los de la reunión, he de reconocer que vas muy, pero que muy sobrado de imaginación. ¿Y si el mas allá fuera como lo describes? No hay nada que lo impida, pues nada sabemos a ciencia cierta lo que ocurre mas allá de la laguna donde navega la barca que citas.

    Un saludo

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    1. Ojalá fuera así. Soñar es gratis.
      Un saludo, Carlos.

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  5. Super ingenioso. Por cierto el mas allá esta por acá, pura proyección, que por algo me metí de lleno en dicho asunto en su día y averigüe ciertas onerosas cuestiones. Quienes solo ponderan las superficies sin considerar los fangosos fondos jamás podrían compartir esa mesa.

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    1. Cierto, Emejota. Y al fin y al cabo, muchos de los que nos precedieron viven eternamente gracias a sus obras.
      Un saludo.

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  6. Si la primera reunión me gustó, ni te cuento esta. Eres tan gráfico en la manera de situarlos y como de ir estableciendo las conversaciones, incisos, o lo que pueda encerrar una mirada. En fin, un placer leerte.
    Un saludo, Cayetano

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    1. Gracias, Pilar. Además, si necesitas más información sobre algún personaje, siempre puedes pinchar en el pdf y buscar el capítulo correspondiente donde aparecen con anterioridad.
      Un saludo.

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    1. La sombra de Pedro de Villaseñor, caballero manchego, planea sobre la reunión.
      Mucha salud, Miquel.

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  8. Imagino a Toro Sentado un tanto incomodo en una habitación cerrada, de muros sólidos... Aunque supongo que el interés por sus contertulios bien le haría ser paciente.
    Saludos, Cayetano.

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    1. Sentado doblemente en esta ocasión, estará atento a lo que diga el hombre blanco. No sería la primera vez que lo engañan.
      Un saludo, Xibelius.

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  9. Ha empezado...y yo algo tarde...es que el de Perugia me dejo a cargo de unos pacientes. En todo caso, veo que solo ha hablado el pirata...Y como se inició el hombre...

    Saludos. Voy a por palomitas para comer mientras oigo :D

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    1. No me extraña. Con la peste debes tener un trabajo arduo estos días. Creo que el contagio es enorme.
      Saludos, Manuel.

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  10. Se ponen los dientes largos al imaginarse protagonista de algo así, todos tenemos héroes particulares con los que nos hubiera gustado compartir una velada.
    Felicidades por un planteamiento que sólo se nutre del factor humano, sin artilugios. Y además posible ¿Quién puede asegurar que no?

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    1. Me gustó mucho reunirlos para que tuvieran una oportunidad de explicar lo que hicieron o lo que dejaron de hacer. Lo curioso es que no me costó apenas esfuerzo en redactar este epílogo. Era como si me lo dictaran. ¿Magia?
      Un saludo, Ana María.

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  11. ¡¡Que interesante se está poniendo la reunión Cayetano!! Espero que todos los personajes vayan tomando la palabra, será de lo mas ameno e interesante escucharles. Gracias.

    Un abrazo.

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    1. Gracias, Conchi. Espero que te guste la continuación.
      Un abrazo.

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  12. Una magnífica idea reunir a todo este elenco de personajes. si existe el cielo seguro que ya deben de estar charlando. Bueno, o en el infierno, nunca se sabe.

    Por cierto, la fotografía del nativo americano no es la de Sitting Bull, es la de un Nez Percé que no he podido identificar.

    Saludos.

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    1. Me gustó mucho esa foto del indio de mirada serena y algo dolorida. Por eso la elegí para la entrada.
      Un saludo, El Peletero.

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  13. E llegado tarde a esta tertulia y e de decir que me parece muy ilustrativos y dispares los diversos personajes que están lejanos en rl tiempo pero unidos en una sala atemporal.

    Todos tienen algo que contar, romper el hielo siempre es difícil y estudiar las facciones de cada invitado será muy entretenido, muchas veces nos imaginamos una vida para ellos, sin duda alguna fueron muy fuertes y ellos sobrellevaron las cargas impuestas, otros fueron lo que quisieron ser o lo que las circunstancias le obligaron a escoger.

    Seguiré leyendo.
    Amigo Cayetano

    Siempre tienes algo bueno bajo la manga.

    Saludes.

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    1. Gracias, Philippe. Nunca es tarde. Y si no, que se lo digan a los invitados a esta reunión.
      Un saludo.

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  14. Merecería ser incluído este ejercicio divertidísmo de cruzar a unos personajes históricos con otros (cosa que he hecho en mi imaginación en innumerables veces figurándome una conversación nocturna en el panteón de Reyes de El Escorial entre monarcas, o en las grandes salas del Museo del Prado, adiquieriendo vida los personajes retratados) en un capítulo del Ministerio del Tiempo. Todo podría ser...
    Un saludo

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    1. Me lo pasé fenomenal haciendo este epílogo.
      Un saludo, Carmen.

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  15. Qué curioso y animado encuentro, del que don Francisco hubiera sabido tomar buena nota y esbozos para un no menos curioso lienzo.
    Saludos.

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    1. Sí, con algún poeta, algún pícaro y demás gente de tertulia y taberna.
      Un saludo, DLT.

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  16. Esa si que es una reunión con gente interesante y con mucho que contar, quien pudiera retroceder en el tiempo y acudir a esta cita aunque solo fuera de oyente.
    Cuanta imaginación Cayetano te felicito por la forma en como retratas a los personajes.
    Saludos
    Puri

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    1. Gracias, Puri. La verdad es que disfruté mucho escribiendo esta parte del libro.
      Un saludo.

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  17. Que bien me lo paso leyendo estas historias.
    Besos, Cayetano

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    1. Me alegra mucho saberlo. Muchas gracias.
      Un abrazo, Arantza.

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  18. Esto marcha. Van mostrando sus cartas.
    Un saludo.

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    1. Algunos hasta las tienen marcadas.
      Saludos, Valverde de Lucerna.

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