24 de enero del año 41: en la Antigua Roma, el emperador romano Calígula, de 29 años, conocido por su excentricidad, su arrogancia y su cruel despotismo, es asesinado por sus guardias pretorianos. Le sucede su tío Claudio.
Cayo César Augusto Germánico, Calígula, tercer emperador romano de la dinastía Julio- Claudia entre los años 37 y 41 de nuestra era, llamado así porque de joven acostumbraba a calzar las "caligae" o sandalias de los soldados romanos, pasó a la historia como un ser caprichoso y depravado, capaz de cometer los crímenes más atroces.
En su día ya hice una semblanza más completa del emperador- sádico y psicópata.
Hoy solo conmemoramos su final.
Un alivio para muchos.
Las conmemoraciones no tienen por qué adoptar siempre el tono de réquiem o panegírico, y este de hoy, Cayetano, justifica con creces la fiesta del adiós a un ser tan abyecto que los infiernos guarden para siempre.
ResponderEliminarUn abrazo
Más alivio hubiera sido aún si poco después los romanos no hubieran topado con Nerón. La verdad es que entre los emperadores romanos había para elegir, aunque Calígula, desde luego, se llevó la palma.
ResponderEliminarFeliz día
Bisous
Por lo visto, el emperador "sandalia” era bastante impopular entre la clase senatorial (lo de prostituir a sus mujeres no les hizo mucha gracia, entre otras "bromas"), pero caía bastante bien al pueblo, al que no le apretó más de lo acostumbrado por otros emperadores, dándole su generosa ración de pan y circo. La legiones tampoco eran contrarias a Calígula, aunque otro tema es la guardia pretoriana que quitaba y ponía emperadores. Claudio, su sucesor, también da para otros post, aparte de la visión que el cine nos haya dejado de él
ResponderEliminarSaludos, Cayetano
Un personaje esquizofrenico, repugnante y ominoso. Fue de los pocos que en Roma le aplicaron la "damnatio memoriae", es decir, borrar su nombre de los documentos oficiales y derribar sus estatuas. Abrazos, Cayetano.
ResponderEliminarFrancisco: lo malo es que a lo mejor la lía también en el infierno. Menudo bicho.
ResponderEliminarUn saludo.
Madame: es que en esa familia no había uno sano, porque anda que el tontorrón de Claudio...
ResponderEliminarUn saludo.
Carolus: la verdad es que la imagen que se difundió de él era bastante interesada. La clase senatorial, a la que humilló repetidamente, no lo tragaba. Posiblemente había algo de exageración, aunque él no era un santo varón. Luego, también Robert Graves extendió con su novela sobre Claudio, que luego se hizo, la imagen que más rentabilidad iba a dar, la de sádico y psicópata.
ResponderEliminarUn saludo.
Paco: y encima se creía un dios. Estaba algo mal de la cabeza, aunque como comentaba Carolus puede que haya algo de exageración interesada. Es como la imagen de Zapatero que difundía la COPE.
ResponderEliminarUn saludo.
En la excelente novela de Robert Graves ,Yo Claudio , que luego tuvo una adaptación televisiva excelente de la BBC ,se hace una semblanza de este personaje historico
ResponderEliminarA su vez, en la pelicula Caligula, luego devenida en mera pornografia barata por esos avatares del cambio de produccion, si uno hace abstracción de felatios , incestos y sangre corriendo por doquier tambien se puede ver una pelicula historica de valia
hace poco la pasaron por el cable
y me encontre con la sorpresa que actua en ella Hellen Mirren, excelentisima actriz ,que es esta ocasion lleva adelante una escena lesbica de maxima crudeza
Nando: un personaje que se presta a la perfección para cualquier escena de sadismo, incesto y otras barbaridades similares. Posiblemente, los senadores romanos que odiaban a Calígula y el propio Graves han cargado un poco las tintas...
ResponderEliminarUn saludo.
A Calígula siempre le asoció a perversión. He aprendido algo nuevo hoy. No sabía de esta conmemoración
ResponderEliminarSaludos
Ay, ay, ay, si los "tronos y poltronas" hablaran.... no mejor no, que solo piensan en lo mismo. Aburridísimo.
ResponderEliminarDe acuerdo contigo, hay que celebrar su desaparición, pero....¿y cuantos más con el mismo sello quedarán sueltos? Bss.
Hoy sería un día de celebración para todos los que los sufrieron...
ResponderEliminarUn abrazo
Esto me suena, igual en poco tiempo los tenemos plasmado por estos lares pero cambiando los personajes por estos juglares que nos dirigen.. de momento solo se acusan...
ResponderEliminarUn Saludo
Un ser repulsivo, egocéntrico como pocos, adorador de sí mismo y de su imagen...bien muerto está. Me adhiero a la fiestecilla virtual. Saludos Cayetano.
ResponderEliminarEsto me recuerda aquella serie de televisión británica de cuando yo era muy jovencito.
ResponderEliminarDe todas formas, no se le puede dar a un enfermo mental como era Calígula el poder absoluto. De todas maneras no fue el único en Roma, ni después de Roma...
Saludos, Cayetano.
Si es que antes no hacían exámenes psicotécnicos antes de dar una plaza. Así les iba.
ResponderEliminarUn saludo.
Muchos respiraron aliviados ante su muerte y entre ellos no estaba precisamente su tío Claudio. Escondido por el pánico detrás de una cortina, cuando los pretorianos se dirigieron a él pensó que había llegado la hora de su muerte y, sin embargo, comenzó para su nombre la gloria de la eternidad. Asío de caprichosos son los Hados.
ResponderEliminarUn saludo
Lo malo es que setos personajes no se extinguen ni en el espacio ni en el tiempo.
ResponderEliminarSaludos
Manuel: ojalá siempre se pueda conmemorar el final de un tirano despiadado.
ResponderEliminarUn saludo.
Emejota: sueltos quedan muchos, pero éste era de lo mejorcito de Roma.
ResponderEliminarUn saludo.
Javier: lo malo es que hace tiempo que crían malvas. Bueno, nunca estarde... que dicen.
ResponderEliminarUn saludo.
Pedro: aquí también hay algunos sádicos que deben disfrutar jorobando al personal.
ResponderEliminarUn saludo.
Patzy: y no llegaba los 30 años. Una vida de loco tirada a la basura.
ResponderEliminarUn saludo.
Dissortat: aquella dinastía estaba algo majareta; porque anda que Tiberio, Nerón y el tartaja de Claudio.
ResponderEliminarPor cierto, la serie era buenísima.
Un saludo.
La Fuensanta y el Antón: ni oposiciones a emperador. Bueno, los reyes nuestros tampoco hacen exámenes.
ResponderEliminarUn saludo.
Carmen: estoy viendo esa imagen que describes. La serie, basada en la obra de Graves, estaba bastante bien.
ResponderEliminarUn saludo.
Antorelo: siempre hay alguno que destaca en su tiempo. ¿Te imaginas a Hitler o a Stalin de emperadores romanos? Pues eso.
ResponderEliminarUn saludo.
Sin embargo, es conmovedora la obra "Calígula" de Albert Camus (si no me falla la memoria). Tremendo todo. Besos, querido amigo.
ResponderEliminarEstos malvados traen la decadencia sus respectivos países y civilizaciones. Desde que la familia de César escaló al poder en Roma y se cargó la "Res" pública e instauró el Imperio semi absolutista, empezó la cuenta atrás de la civilización latina, a pesar de que aún quedaban 188 años hasta la muerte de Marco Aurelio y el inicio de la crisis del siglo III. Me acuerdo de aquella estupenda serie de la BBC: "I Claudium", basada en la novela de Robert Graves. Parece que estoy viendo la buena actuación del actor que interpretaba a Calígula y cómo se divertía el "hi" de puta abriendo el vientre embarazado de Mesalina, ante el asco del tartamudo e inocentón Claudio, aún joven.
ResponderEliminarSaludos.
Isabel: un personaje que da mucho juego por su crueldad. Los psicópatas como Calígula o Hitler son rentables en taquilla.
ResponderEliminarUn saludo.
Juan: esta familia no andaba muy bien de la cabeza. No sé si la cosa era genética o es que se volvían locos con tanto poder.
ResponderEliminarUn saludo.
Cuantos Caligulas nos rodean, por todas partes.
ResponderEliminar¿Caligua ancora vivo?
BUONA GIORNATA.
Dapazzi:debe ser que lo malo abunda.
ResponderEliminarUn saludo.
Vaya pandilla estos emperadores romanos.
ResponderEliminarUn abrazo, Cayetano.
Querido Cayetano, a veces hay efemérides que causa dolor recordar; y en el caso de Calígula, siempre me he preguntado el porqué de su desvarío y su brutal locura, él a quien la seducción de su persona, no menos que la memoria de su padre, le habían conquistado una enorme popularidad en el pueblo y en el ejército y subió al poder rodeado del entusiasmo general. Se creía entonces que se abría para Roma y para el mundo una nueva era, sobre todo después de los últimos años de Tiberio, de sombrío despotismo; parecía que se inauguraba con el nuevo emperador una política de liberalismo y de generosidad, que no hicieron otra cosa que aumentar su popularidad. Pero ocho años después, su débil salud sufrió un gran quebranto y comenzó el principio del fin. ¿Cuáles fueron las razones verdaderas de este cambio?, ¿tuvo algo que ver el envenenamiento al que, apuntan algunas hipótesis, fue sometido la causa de su enajenación mental? Tampoco parece extraño, pues Germánico, su padre, había fallecido ya en extrañísimas circunstancias...
ResponderEliminarGracias, amigo, por este recuerdo aunque sea a una de las páginas más sórdidas de la Historia de Roma.
Mil bicos.
Arantza: allí empezó todo este lío de los gobernantes corruptos, que no atienden más que a sus propias cosas.
ResponderEliminarUn saludo.
Profedegriego: el problema que tenemos con Calígula es el de la veracidad de las fuentes históricas. Suetonio y Dion Casio tal vez nos han ofrecido una imagen algo distorsionada y exagerada, dado que eran poco simpatizantes de su figura. No quiere decir que el amigo Calígula fuera un santo varón. Eso no creo que lo defienda nadie. Contribuye a la imagen de sádico y psicópata el señor Robert Graves a quien le interesa más cargar las tintas que suavizarlas, porque una figura cruel es más rentable en una novela. En fin, puede también que Calígula estuviera mal de la cabeza.
ResponderEliminarUn saludo.
Mi primer acercamiento a Calígula fue a través de la obra de Albert Camus y siendo adolescente me impresionó, más tarde leí sobre él, entre otras cosas el ilibro que mencionas de "Yo, Claudio".
ResponderEliminarPersonaje cruel y horrible que es sinónimo de locura.
Un abrazo.
Valverde de Lucerna: la maldad siempre tiene ese poder de fascinar al lector. No le deja indiferente.
ResponderEliminarUn saludo.