El pasado día 27 abrimos una nueva sección en el blog dedicada a aniversarios famosos, que marcaron una página en la historia de la humanidad. No faltarán tampoco a la cita algunas curiosidades o anécdotas que nos brinda casualmente el paso del tiempo.
Y continuamos con el de hoy: 4 de diciembre de 1563. En Italia termina el Concilio de Trento. Lo de "concilio" suena bien, pero nada más lejos que "conciliar" posturas o dogmas opuestos. Al contrario. Es un cerrar filas contra el enemigo protestante. La Europa católica se vuelve intransigente y vigilante y la Inquisición abre procesos contra todo desviacionismo de la fe. A partir de ahora cualquier hombre con ideas "sospechosas" o que sea denunciado por un vecino por prácticas "poco ortodoxas" se podrá convertir en objetivo a investigar.
De esta manera la intolerancia religiosa se instaló entre nosotros, contribuyendo a separar cada vez más nítidamente a los cristianos viejos de los cristianos nuevos. La desconfianza y la sospecha se alzaron como un muro de incomunicación. Y se extendió como una plaga la obsesión por la limpieza de sangre. Aunque el ambiente inquisitorial tendió a relajarse posteriormente un poco, hizo mella en la labor de escritores y humanistas, incluso entre gente religiosa como Juan de la Cruz, Teresa de Jesús o Fray Luis de León.
Sin embargo, este evento tuvo un efecto favorable en el arte posterior.
Fruto del ambiente de fervor religioso propiciado por Trento asistimos a un despliegue nunca antes visto de motivos religiosos tanto en pintura como en escultura y arquitectura, destacando artistas de la talla de Caravaggio, Bernini, Ribera, Zurbarán, Murillo, Valdés Leal o Martínez Montañés, por citar solo unos cuantos. El Arte Barroco se convierte en un vehículo de propaganda - magnífico en su calidad, en su teatralidad, en su grandiosidad y en su elocuencia exagerada- no solo del poder temporal de los reyes sino también de la fe católica, no en vano se ha llamado a este estilo "el arte de la Contrarreforma".
Y nadie mejor para hablarnos de ello que el colega Paco Hidalgo en su magnífico blog Arte Torreherberos, con más de veinte entradas dedicadas a este estilo artístico. Os lo recomiendo.
Fruto del ambiente de fervor religioso propiciado por Trento asistimos a un despliegue nunca antes visto de motivos religiosos tanto en pintura como en escultura y arquitectura, destacando artistas de la talla de Caravaggio, Bernini, Ribera, Zurbarán, Murillo, Valdés Leal o Martínez Montañés, por citar solo unos cuantos. El Arte Barroco se convierte en un vehículo de propaganda - magnífico en su calidad, en su teatralidad, en su grandiosidad y en su elocuencia exagerada- no solo del poder temporal de los reyes sino también de la fe católica, no en vano se ha llamado a este estilo "el arte de la Contrarreforma".
Y nadie mejor para hablarnos de ello que el colega Paco Hidalgo en su magnífico blog Arte Torreherberos, con más de veinte entradas dedicadas a este estilo artístico. Os lo recomiendo.
Fue en ese Concilio en que,entre otras cuestiones ,se confirmó el celibato sacerdotal, craso error a mi entender que pone distancia entre la Iglesia y el hombre común,amén de ser la causa de dobles discursos y quizás perversiones varias.
ResponderEliminarCoincido en que conciliar no fue el fin del famoso Concilio de Trento, que tardó tantos años en llegar a su fin que seguramente se agrió demasiado el humor de los católicos con y por eso salió lo que salió. Menos mal que como dices, el arte salió ganando.
ResponderEliminarUn saludo
Nando: un atraso indudable eso del celibato. Negar la necesidad sexual puede traer efectos no deseados. No se pueden poner puertas al campo.
ResponderEliminarUn saludo.
Dissortat: nos quedaremos pues con los efectos artísticos.
ResponderEliminarUn saludo.
La de debates en torno a si el hombre se salvaba o no por la fe. Mire que dio de sí el tema.
ResponderEliminarBueno, la intolerancia yo creo que ya estaba bastante bien instalada, pero entonces sufrió un empujoncito.
Al menos salieron obras de arte, algo es algo.
Feliz domingo
Bisous
Trento fue una desgracia para España pero bendita sea su influencia en el arte. Caravaggio es de mis favoritos. Me conmueve mucho. Gracias, Cayetano. Un saludo y feliz domingo.
ResponderEliminarMadame: y todo por ver quién controlaba Europa, si los protestantes o los católicos.
ResponderEliminarUn saludo.
Alma: si no fuera por el arte...
ResponderEliminarUn saludo.
Me gusta esta nueva sección que has inaugurado, Cayetano. Como bien dices, el concilio de Trento que se incio para poner paz en el seno de la iglesia y lo que consiguió fue la ruptura y la intransigencia total. Lo del arte borroco o la exaltación de la fe a través del arte fue una consecuencia importante. Muchas gracias por tu mención a ArteTorreherberos. Te lo agradezco en el alma. Buen puente (si lo tienes), Cayetano.
ResponderEliminarEl arte salió ganando con ese concilio, pero la Iglesia sigue teniendo miedo de todo lo que es ajeno a ella. No ha cambiado mucho...
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, Cayetano¡¡
A veces el arte, como se ve en la entrada, nace de la intransigencia, otras es revolucionario.
ResponderEliminarSaludos.
Era una sociedad religiosa y preindustrial, condenada al oscurantismo de todo tipo. Digo esto, no solo para los países mediterráneos del sur, sino también para los del norte protestante, que también eran intolerantes a su modo con el puritanismo, algo más moderno, eso sí, pues estaban ya a las puertas de la futura revolución burguesa.
ResponderEliminarRespecto al tema del arte, no creo debamos dar las gracias a Trento, pues el Barroco también se desarrolló, y mucho, en el norte de Europa.
Un siglo terrible el XVII, el del Barroco, resultado de ese Concilio del siglo XVI.
Habría que esperar a las "Luces" del siglo siguiente y a su "Ilustración".
Saludos colega.
Paco: me alegra que te guste esta nueva sección que iré mezclando más adelante con otras cosas. Lo de mencionar tu blog es cosa de estricta justicia. Los agradecimientos te los debemos a ti.
ResponderEliminarUn saludo.
Fº Javier: el miedo al cambio y a perder sus prebendas es algo que siempre les ha acompañado.
ResponderEliminarUn saludo.
Eduardo: es paradójico que a veces el mejor arte o la mejor literatura nacen de épocas convulsas. Fíjate si no en los escritores del Siglo de Oro o de la Generación del 98.
ResponderEliminarUn saludo.
Juan: un siglo terrible el XVII, pero magnífico en arte y en literatura; sin embargo, una época de progreso y luces como la Ilustración alumbró una literatura francamente más aburrida como la de los Moratín o Iriarte, en plan didáctico- moralizante- paliza.
ResponderEliminarUn saludo.
Guau, me ha gustado repasar historia, esa que tan poquito me cuesta olvidar.
ResponderEliminarPermitaseme ser malísima. Con respecto al celibato eclesial estoy de acuerdo con Nando, sin embargo, hay que ver la de morbo que ha servido en bandeja de oro a la literatura; recordemos que por entonces no existían pelis porno. Bs.
Hola Cayetano:
ResponderEliminarCuando nos sentamos, pensamos que solo nosotros tenemos razón, no hay concilio que valga...
Pero no todo se perdió...digo por el arte.
Saludos
Emejota: pues sí, si no fuera por esa represión y ese morbo, nos habríamos quedado, por ejemplo, sin La Regenta.
ResponderEliminarUn saludo.
Manuel: no hay mal que por bien no venga. Eso consuela.
ResponderEliminarUn saludo.
Estoy de acuerdo con Nando y contigo sobre el error que fue y es lo del celibato; hasta los católicos ortodoxos se casan y no pasa nada. La mujer siempre ha sido considerada un ser indigno y maléfico, ya ves tú...
ResponderEliminarUn saludo
Menos mal que el concilio sirvió para que el arte llegara a uno de sus mejores momentos, en especial en España, porque en lo demás abrió una brecha con los protestantes que ahora sigue sin cerrarse y ocasionó muchos problemas con al Inquisición.
ResponderEliminarUn saludo.
Trento fue un encastillamiento, en vez de hacer un dolor de los pecados se convirtió en todo lo contrario, y hoy en día hay gente que sigue viviendo en aquellos postulados del concilio trentino.
ResponderEliminarRosa: con los tiempos que corren, ya es hora de que estos señores se modernicen un poco. No se puede seguir viviendo en la Edad media.
ResponderEliminarUn saludo.
Valverde: una brecha cada vez más profunda y sin sentido.
ResponderEliminarUn saludo.
José Luis: integristas por los que no pasa el tiempo.
ResponderEliminarUn saludo.
El Concilio de Trento abrió una nueva etapa en las relaciones internacionales y una nueva página en el arte, un arte cada vez más encaminado a exaltar la religiosidad salida de ese Concilio.
ResponderEliminarAunque para ser objetivos, también hay que decir que los protestantes tampoco se quedaron cortos en sus territorios en cuanto a persecuciones a "papistas".
Un saludo.
Carolvs: no se quedaron atrás porque integristas los hay en todas partes. Ahora que los protestantes ganaron en cuanto a implantación del capitalismo y no digamos en cuanto a la pérdida del celibato.
ResponderEliminarUn saludo.
El arte "sacó" provecho, con sus muestras de exaltación, de la intransigencia religiosa reinante. Además, condicionó la evolución propia de casa sociedad.
ResponderEliminarUn abrazo
Javier:
ResponderEliminarEl arte siempre es reflejo de lo que ocurre a otros niveles. En este caso con profusión de elementos religiosos.
Un saludo.
Soy nuevo por aquí, y me ha parecido muy interesante tu sección. Sobre el Concilio no tengo mucho que agregar a lo que ya han dicho los demás, en su afán de marcarse como la fe correcta, la iglesia católica siempre genero conflictos marcados con las otras religiones y se dispuso a separarse no solo de las demás religiones y sus creyentes, sino también de los propios. Siempre quisieron demostrar que ellos estaban un escalón más arriba que el resto.
ResponderEliminarEl arte, por su parte, se nutre de las realidades humanas, se trata de la expresión de la vida y sentimientos del artista, sin dudas su ambiente estar relacionado con su obra, y el concilio no podía ser de menos.
Un Saludo.
Uriel.
Uriel: bienvenido a esta tu casa.
ResponderEliminarEn efecto, las obras, tanto artísticas como literarias, son hijas de su tiempo.
Un saludo.
Ay, sí, pero el arte es poco consuelo para quien, en aquellos momentos, padecían del acoso de la intolerancia. Y la que ha quedado todavía... y la que se sigue gestando. Un abrazo, querido amigo.
ResponderEliminarIsabel: pues sí, a nosotros nos compensa parcialmente, pero a las pobres víctimas de la Inquisición no creo que les hiciera ninguna gracia.
ResponderEliminarUn saludo.
Lo único bueno que han aportado las religiones, el arte que las acompaña en las diferentes etapas de la historia.
ResponderEliminarSaludos
Kassiopea: con el paso del tiempo tendemos a valorar más el arte y la cultura en general de los grupos humanos que nos han precedido, como ocurre con la civilización egipcia, recordamos las pirámides y la magia del Nilo, pero olvidamos la esclavitud, la injusticia y la miseria que les acompañaba.
ResponderEliminarUn saludo.
He estado en Trento hace un mes y es un lugar que recomiendo visitar. Muy, muy bonito. Un saludo
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