21 de diciembre de 1919, tras la Primera Guerra Mundial, al Kaiser alemán Guillermo II se le concedió asilo político en los Países Bajos (Su abdicación había tenido lugar el año anterior).
Aunque se barajan siempre varias causas o factores que llevaron a las naciones europeas al enfrentamiento, nadie pone en duda que las "malas artes" del Kaiser precipitaron los acontecimientos.
Si Guillermo I pasó a la historia como el hombre que junto a su fiel Canciller Otto Von Bismarck logró la unificación de Alemania, a su nieto se le conocerá como el hombre que arruinó todo el sistema de alianzas que hábilmente había diseñado Bismarck para preservar la paz en el continente, provocando la división de Europa en dos bloques enfrentados: la Triple Alianza y la Triple Entente.
En efecto, el nuevo Kaiser pasará a la posteridad como un hombre que cometió irreparables errores políticos que lo harían merecedor del premio "gran metepatas de la historia", una especie de "Récord Guiness" ficticio de la época.
Era un ser prepotente y soberbio, partidario del nacionalismo más xenófobo y agresivo, en la línea del "darwinismo social" de Spencer : la ley del más fuerte. Convencido del papel decisivo de Alemania en la historia como gran potencia, no renunció a ser un país importante en el reparto colonial.
Con anterioridad, cuando Bismarck era el Canciller, el Reich alemán había conseguido mantener aislada a Francia, tras la guerra franco- prusiana en la que el país galo perdió Alsacia y Lorena. Había que evitar la revancha. El método empleado fue una inteligente política de alianzas en Europa, en las que participaba Alemania y Francia estaba excluída.
Cuando llegó Guillermo II, todo el entramado inteligente de Bismarck se vino abajo a partir de una serie de graves errores en el plano político.
Lista de errores:
1.- Celoso del protagonismo del "Canciller de hierro" promovió la destitución de Bismarck y así tener el control absoluto de la Cancillería.
2.- Política navalista: contrucción de barcos de guerra. Lo que despertó la desconfianza de Inglaterra. ¿Para qué demonios quería barcos Alemania? ¿A quién pretendía asustar? Estaba claro el mensaje.
3.- Envío de un buque de guerra frente a las costas del Marruecos francés. (Crisis de Agadir) Una actitud claramente provocadora que parecía insinuar: ¡Cuidado que aquí estoy yo!
4.- Declaraciones explosivas sobre la misión histórica de Alemania: "Potencia naval como meta, política naval como instrumento"
5.- Simpatía hacia los boers -colonos de origen holandés- de sudáfrica en la guerra anglobóer. Lo que provocó mayor tensión con Inglaterra.
6.-Negar ayuda a Rusia para hacer frente a su desarrollo industrial. Este país buscará en Francia el apoyo necesario.
Resultado: creación de la Triple Entente frente a Alemania: Francia, Inglaterra y Rusia se alían entre ellos ante la actitud mostrada por el Kaiser. El cerco terrible en torno a Alemania que precisamente Bismarck había logrado evitar con su inteligente política de alianzas.
La paz mundial estaba a merced de cualquier eventualidad.
Y la eventualidad tuvo lugar en Sarajevo.
Y allí empezó el lío.
Pero esa es otra historia.
el padre de Hitler bah
ResponderEliminarEn efecto, Nando, algo así como "el padre".
ResponderEliminarUn saludo y felices fiestas.
Es como un anuncio de lo que viene detrás y de lo que viene detrás de lo que había venido detrás. La Merkel tiene un montón de espejos en los que mirarse. Está claro. Un abrazo, Cayetano
ResponderEliminarTodo el trabajo de políticos brillantes, como Otto Von Bismarck, se pueden venir abajo como un castillo de naipes por culpa de necios, más pendientes de su ombligo, como Guillermo II.
ResponderEliminarSi algo funciona... no lo toques, pero como todos quieren darle su toque personal.
Un abrazo
Alma: espero que los alemanes hayan aprendido que por ese camino de la arrogancia y el desprecio a los demás no se puede andar seguro demasiado tiempo.
ResponderEliminarUn saludo.
Javier: el egocentrismo y la envidia son malos consejeros.
ResponderEliminarUn saludo.
He estado un poco repasando su biografía y al menos hay que decir que cuando se enteró, en su exilio, de la persecución a los judíos por Hitler dijo estar avergonzado de ser alemán.
ResponderEliminarSaludos y felices fiestas que ya están casi aquí.
Eduardo: aunque este personaje era de armas tomar, no se le puede comparar con el genocida del bigotito. Un monstruo.
ResponderEliminarSaludos.
Me da la sensación de que no es el único que merece el título de "gran metepatas de la historia". Basta hacer un pequeño repaso de la misma para que podamos asignar títulos semejantes a troche y moche. Saludos, Cayetano.
ResponderEliminarVaya, vaya, otra historia, si señor. Lo curioso es que conozco bien el talante alemán, y tiene su aque. Me gusta su orden, no su intransigencia, su sentido de la estética, no su falta de imaginación, si su sentido de la perfección, y así seguiría y seguiría. El del bigotito era austríaco y aunque estos también hablen alemán tienen otra historia. Bs.
ResponderEliminarUna época de pretensiones imperiolistas. En realidad el archiduque, los Balcanes y Africa fueron el detonante; el anarquista asesino, el percutor; y Europa, el fulminante que se inflamaría en una terrible guerra, primera de la serie. Un saludo Cayetano.
ResponderEliminarHola Cayetano:
ResponderEliminarLamentablemente falta a veces un poco de sentido común en los políticos....O quizás otra cosa.
Mi abuelo materno decía que el dinero saca la verdadera personalidad de los humanos. A veces cambio la palabra dinero por poder...Y en el caso de Guillermo II puede ser que la empeoró.
Feliz navidad Cayetano. Salud y éxito
Efectivamente, el kaiser Guillermo II arruinó todo el sistema de alianzas de Bismarck, con ese protagonismo excesivo alemán, que llevó al mundo a la guerra. Buen análisis, Cayetano. Felicidades y abrazos.
ResponderEliminarUn gañán de tomo y lomo, el equilíbrio de la época decía que "en el mundo reina Inglaterra y en Europa el equilibrio", este jumento quiso cambiarlo a "en el mundo reina el equilibrio y en Europa Alemania"... que yo no es que vea mal lo del equilibrio mundial, pero el método bélicoso y macarra de este personaje llevaron al mundo al desastre y como consecuencia de este llegó el segundo gran desastre mundial.
ResponderEliminarFrancisco: un gran metepatas, pero no el único, como bien apuntas.
ResponderEliminarUn saludo y felices fiestas.
Emejota: en resumen, todos los pueblos tienen sus cosas buenas; lo malo es cuando se ponen a hacer el bestia.
ResponderEliminarUn saludo y felices fiestas.
DLT: entre todos la mataron y ella solo se murió.
ResponderEliminarUn saludo y una feliz navidad.
Manuel: la prepotencia y la soberbia a veces ciegan a los hombres y no les dejan ver con claridad.
ResponderEliminarFelices fiestas.
Paco: lo dicho, un metepatas; porque para genocidas tuvimos a otros peores.
ResponderEliminarUn saludo y felices fiestas.
José Luis: en efecto, el origen de lo que vino después, aún peor todavía. Una locura sin precedentes.
ResponderEliminarFelices fiestas para ti y para los tuyos.
Y no se aprendió nada después de la anterior, pijo. ¡Cuan ciegos estamos, que no aprendemos de nuestros errores!
ResponderEliminarUn abrazo, Cayetano
Fº Javier: así es. Estamos condenados a tropezar siempre en la misma piedra.
ResponderEliminarFelices fiestas.
Un saludo.
El siglo XX fue la centuria de las Guerras Mundiales, pero, hay que reconocerlo, la cosa venía de antes, del reparto de las colonias y del desarrollo armamentísitco e industrial. La situación estaba calentita y se veía venir. Parecía que hasta los países protagonistas tenían ganas de verse las caras, como si esto no comportase la destrucción y la muerte. Alemania y Francia querían saldar cuentas por lo de la guerra Franco- Prusiana y Rusia quería probar fuerzas como gran potencia. Mientras tanto, los EEUU contemplaban todo desde la lejanía, al otro lado del charco... de moemento.
ResponderEliminarSaludos y felices fiestas
Carmen: así creo yo. Has factores cercanos que condujeron a la guerra, pero también otros más lejanos y no menos importantes. Con el desarrollo industrial y la necesidad de mercados, Europa se volvió pequeña y las naciones se estorbaban unas a otras.
ResponderEliminarFelices fiestas también para ti.
En mi blog te dejo mis mejores deseos para ti y tus seres queridos. http://antoniopc.blogspot.com/2011/12/lo-que-yo-te-deseo.html
ResponderEliminarUn abrazo afectuoso
Vaya, este tipo bien merecido se tenia el premio "gran metepatas de la historia", debió de haber escrito un libro titulado "Como tirar abajo el buen trabajo de otros, o la historia de mi vida".
ResponderEliminarUna buena entrada.
Un Saludo y Feliz Navidad!.
Uriel
No le echemos todas las culpas, pero metió mucho la pata.
ResponderEliminarFelicrs fiestas
Hay paises que son un poco (?) prepotentes. Los alemanes provocaron dos guerras mundiales, y ahora la Merkel quiere arreglar europa con sus recetas neo liberales.
ResponderEliminarAntonio: ya pasé por tu blog.
ResponderEliminarFelices fiestas.
Uriel: el egocentrismo y la prepotencia son malos consejeros y enemigos de la diplomacia.
ResponderEliminarUn saludo.
Dissortat: en efecto, como tú dices,nunca todas las culpas las tienen los que arman el lío, siempre hay circunstancias ajenas que ayudan, como el atentado de Sarajevo, pero el Kaiser fue sin duda un "gran metepatas".
ResponderEliminarUn saludo.
Manuel Adlert: desde que apareció como nación unificada, allá por el último tercio del siglo XIX, Alemania ha regido siempre el destino de Europa, ahora igual.
ResponderEliminarUn saludo.
Estos prusianos se han creído que son superiores al resto del mundo y no se dan cuenta de que no todo es blanco o negro. De ahí que la historia les diese su merecido en 1914-18 y 1939-45. Ahora parece que siguen igual pero sin tanques, con la Merkel, sin tanques no gases mostaza.
ResponderEliminarSaludos.
Juan: la historia nos enseña efectivamente a no fiarnos demasiado de los que en otros tiempos la liaron parda.
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias por tu indicación, Cayetano. Había visto la entrada, pero me había olvidado. ¡Las vacaciones sirven para desconectar!, aunque tal vez no tanto como debiéramos.
ResponderEliminarEs verdad que parece que vamos parejos en nuestras clases, bueno creo que no es mal ritmo.
Un cordial saludo
Pedro: lo malo es que a veces desconectamos demasiado y luego cuesta volver a coger el ritmo.
ResponderEliminarBueno, las vacaciones son para eso.
Un saludo