miércoles, 23 de junio de 2010

Narciso


Eco y Narciso, de John William Waterhouse (1903)
Momento en que el joven se queda prendado de sí mismo, mientras Eco lo observa entre triste y perpleja.

Hermoso joven de delicadas y perfectas facciones ante quien caía rendida gente de todo sexo y condición. Tal vez fue el poeta Ovidio quien nos hizo un retrato mejor del apuesto muchacho. En efecto, parece ser que tanto mozos como doncellas se enamoraban perdidamente de él, aunque el efebo no hacía ningún caso a los requerimientos de los que quedaban prendados de su belleza.

Su frialdad frente a los sentimientos de los enamorados que creaba le procuró la enemistad y el rencor de más de uno. Una de ellas fue la ninfa Eco, castigada por la diosa Hera a repetir lo último que oyera. Por eso, una vez que el joven paseaba por el bosque y preguntó quién andaba por aquí, Eco respondía: “aquí, aquí”. Una vez que Narciso la vio, la despreció. La ninfa se retiró con el corazón herido por el rechazo. Hasta que un buen día, Némesis, la diosa de la venganza, decidió castigar tal arrogancia, haciendo que se enamorara del primer ser vivo que se encontrara en su camino. Y así, cuando el bello muchacho se acercó a beber a las diáfanas aguas de un río, al contemplar su imagen reflejada en las transparentes aguas se enamoró de sí mismo. Narciso, embelesado en la contemplación de su propio rostro, acabó cayéndose al agua muriendo ahogado. Allí donde murió creció una flor que en adelante recibirá su nombre.

Fuente de la imagen


Sigmund Freud, creador del Psicoanálisis, introdujo en 1914 el término “narcisista”, refiriéndose con él a las primeras etapas de la vida de una persona. El niño adoptaría al principio pues una actitud “narcisista” y egocéntrica para luego ir evolucionando y madurando. Precisamente es lo que identifica a un narcisista adulto: la falta de madurez y la inseguridad.

Narcisos de hoy en día son los que se enamoran de sí mismos, los que son incapaces de enamorarse de otras personas, sólo utilizarlas en provecho propio: amar aparentemente a los demás para reforzar el amor a uno mismo, una forma de alimentar el propio “ego”. Así surgen los inmaduros tipo don Juan Tenorio y los ligones de tres al cuarto: necesidad de continuas conquistas, presas que sirvan de alimento al “Narciso” de turno. Sólo se aman a sí mismos. Se habla de la cultura del autoenamoramiento, de epidemia narcisista sobre todo entre los famosos. Algunos definen al narcisismo por la confluencia de una serie de características, que pueden darse en mayor o menor grado dependiendo de la persona: ostentación, autoritarismo, vanidad, exhibicionismo, desapego, soberbia, autosuficiencia… pudiendo llegar a niveles patológicos.

El narcisista pretende que todas las conversaciones acaben confluyendo en su persona.

Encajan aquí también los que sólo están pendientes de su cuerpo, de su aspecto, que si cirugías, que si botox, que si agotadores entrenamientos en el gimnasio, etc. Culto al cuerpo y no al espíritu ni a la mente.

Narcisos de hoy en día.




28 comentarios:

  1. Cayetano, cuantos narcisos abundan ahora por este mundo...la gente està màs atenta de sì mismos que de enamorarse de alguien...con lo bonito que es amar a otra personas, mucho màs que a sì mismo.

    Saludos.

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  2. Demasiados ¿verdad?
    Y la gente que está alrededor, sufriendo...
    Esta sociedad es un gran espejo y está poblada de narcisos.
    Un beso

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  3. Arantza: todos conocemos alguno. En el trabajo, entre los familiares y conocidos... Todos tenemos un poquito de "narcisos". Nos gusta que nos alaben, que nos echen flores...Lo malo es cuando el narcisismo se convierte en una enfermedad por lo exagerado. Yo tengo un par de casos en la cabeza. Son personas en realidad bastante infelices.
    Un saludo.

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  4. En efecto, Carolus, eso es lo que diferencia a los "narcisos" del resto de los mortales. Sólo se aman a sí mismos.
    Un saludo.

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  5. Qué gran cantera la de la cultura griega para darle nombre a todo.

    El narcisismo potenciado en el mundo actual como forma de aumentan nuestras inseguridades y carencias... que son fácilmente explotables por la publicidad que las reorienta hacia el consumo.

    Saludos, compañero.

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  6. Así es. Esta sociedad orientada al consumismo potencia el narcisismo porque en él encuentra un filón inagotable de ganancias.
    Un saludo a las amigas sorianas.

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  7. Espejito, espejito...Hasta en los cuentos infantiles hay "narcisos".
    Un saludo, José Luis.

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  8. Ay monsieur, cuanto narciso hay hoy!
    Con tanta cultura de gimnasio, y de dar prioridad al musculo sobre el cerebro. La tendencia empuja a convertirse en narciso. O en pequeñas narcisas anorexicas.

    Feliz dia

    Bisous

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  9. Muy bueno, Madame, lo de "narcisas anoréxicas".
    Un saludo.

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  10. "Me educaron en la fé judía pero luego me convertí al narcisismo" decía Woody Allen.

    Me gusta el mito de Narciso, creo que hay un poco de Narciso en todos nosotros y un poco más en todos nosotros bloggers, y ese poco más es el que nos empuja a compartir las cosas que nos gustan de nosotros mismos y en todas las cosas que amamos de otros. Es otra manera de narcisismo, diferente de la del culto al cuerpo, y para mi mucho más gratificante y enriquecedora pero tampoco deja de serlo, creo.

    Me dejas pensando, Cayetano ;) Gracias.

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  11. Sí, Almalaire, todos nosotros tenemos unas gotas de "narcisos". Lo malo es la sobredosis que algunos llevan encima. Eso ya es una enfermedad.
    Un saludo.

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  12. Me ha llamado la atención, lo que dices sobre que los narcisos adultos, son inmaduros e inseguros. Yo, como soy inseguro, me he preguntado (como buen inseguro): ¿seré narcisista? Acto seguido, me he ido al espejo, y me he mirado. Me he tranquilizado bastante. Es difícil enamorarse de un tipo así (me he dicho).
    Lo cierto es que a mi me gustan los espejos, pero los cóncavos y convexos, porque al deformar, hay veces que mejoran el original.

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  13. Hija de una narcisa inconsciente, aprendí de valores verdaderos por la vía negativa. Me ha resultado la experiencia mas dolorosa de mi vida, pero me ha inmunizado, espero!! Un abrazo.

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  14. Manuel, interesante teoría. Una variante del esperpento valleinclanesco. En vez de deformar la realidad para mostrar su lado más grotesco, propones mejorarla a partir de esos parabrisas que usas en tus cuadros. Buena opción.
    Algo de "narcisos" debemos tener todos, al menos en pequeñas dosis. Lo malo es cuando hay exceso como con la bebida.
    Yo por si acaso prefiero no mirarme mucho en el espejo.
    Un saludo.

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  15. Emejota, de la experiencia también se aprende. No hay mal que por bien no venga. Seguro que te has inmunizado.
    Un saludo.

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  16. Narcisos modernos abundan por cierto,en los gimnasios podemos ver a cuerpos hipertrabajados hasta el colmo con estereroides y
    aceites .Fija su vista en el espejo ,se ama y a nadie más.
    Se puede observar otra especie,la de la Reina envidiosa que interroga al espejo.
    Muchos politicos parecieran responder a este esquema
    Todos los dias al afeitarse preguntan
    ¿cual es el mas lindo,inteligente del universo y alrededores?
    si el espejo no responde ,TU, lo rompen a las patadas

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  17. Lo que no sé es cómo muchos políticos pueden mirarse al espejo sin darse repugnancia por lo que hacen, en qué se han convertido, etc.
    Un saludo, Nando.

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  18. Me he analizado sesudamente y he llegado a la conclusión que puedo ser cualquier cosa menos narcisista. Odio las operaciones de cirujía estética, las modas y la obsesión por el cuerpo perfecto. Soy más bien humilde, demasiado, diría yo, aunque, claro hay muchas formas de narcisismo. Por de pronto, me gusta el blog que tengo, que al fin y al cabo ha salido de estas manitas y de esta cabecita... En fin, creo que sí, que soy un poco narcisista, jejej

    Saludos

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  19. Creo, Carmen, honradamente, que todos tenemos algo de narcisistas: nos gusta que nos consideren, que nos escuchen, que entiendan los demás lo estupendos que somos...Es hasta humano. Otra cosa es la compulsión enfermiza a protagonizar todo, a estar todo el rato diciendo "porque yo...", a no querer a nadie salvo a ti mismo. Eso ya es patológico.
    "Espejito, espejito..."
    Un saludo.

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  20. Ay,me encantan los narcisos,las flores claro...
    No me gustan los fornidos cuerpos esculturados en gimnasio,vamos ni olerlos...
    Pero, es verdad que a todos nos gusta mirarnos en el espejito y decir ohhhhhhhhh!!!!
    En fin una entrada para pensar y reflexionar sobre muchas cuestiones que no tienen que ver sólo con el cuerpo...
    Besicos

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  21. A mí tampoco me gustan los cuerpos fornidos de gimnasio. Jejeje.
    Yo procuro no mirarme mucho en el espejo no sea que el señor que aparece enfrente me diga: ¿Tú qué narices miras?
    Un saludo, Cabopá.

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  22. Demasiados narcisos hay hoy en día. En fin, qué se le va a hacer, ha de haber de todo.

    Saludos.

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  23. Muy buena tu entrada Cayetano, desgraciadamente hay demasiada gente narcisista hoy día, que solo buscan alimentar su ego a base de apariencias, aunque para mi no son lo mismo que los egocéntricos, que también hay unos cuantos...
    Prefiero un egocéntrico a un narcisista.
    Saludos.

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  24. A mi me gusta más el mito, porque de los mitos siempre aprendemos algo. Me encanta el lienzo de Waterhouse (los prerrafaelitas son únicos para pintar la mitología). En el fondo, todos somos algo egocéntricos (nos más que otros) y creo que todos tenemos algo de narcisistas, lo cual, sin excesos, tampoco es malo. Saludos.

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  25. Ha de haber de todo, en efecto, Kassiopea, si no la vida sería muy aburrida y no tendríamos a nadie al que criticar.
    Un saludo.

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  26. A veces, Nikkita, no distingo muy bien unos de otros. Me imagino que el narcisista está más pendiente de la imagen y el egocéntrico de la opinión que de él tengan los demás. Ambos se miran demasiado el ombligo propio.
    Un saludo.

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  27. En efecto, Paco, todo es bueno si no hay excesos. Es una buena filosofía ante la vida.
    ¿Ya estás preparado para coger coquinas?
    Un saludo.

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