Érase una vez, en un idílico país, un lugar donde se congregaban alegremente bichejos y sabandijas de diversa procedencia y pelaje con el fin de dar a conocer al resto del mundo sus textos en forma de narrativa, poesía o artículos de opinión, “un espacio de libre creación”, como se puede leer en la página de facebook, “y un lugar de encuentro para amantes de las letras y el chapoteo.”
Leemos en “Escritores recónditos”:
“La Charca Literaria es una revista literaria digital que se difunde a través de las redes sociales.
En sus aguas "cohabitan todo tipo de organismos: algas unicelulares, protozoos, ranas y sapos, libélulas, mosquitos, pececillos y tortugas, enhiestas aneas, inquietantes aves y un sinfín de gusarapos.
Cada bicho puede colgar aquí sus textos, a la espera del lector casual."
Se publica diariamente en Facebook, y, como los escolares, descansa los fines de semana y en tiempo de vacaciones.
La lista de autores que colaboran en La Charca Literaria se va incrementando a medida que las aguas y los fangos se van extendiendo.
Algunos de sus autores son recónditos. Escondidos entre los juncos de la charca y muy alejados del bullicio de los neones y del espectáculo de los medios de comunicación.”
Dice Montse Galera, charquera de pro:
“El 14 de diciembre del 2015, Anna Benítez del Canto nos abrió la puerta dándonos la bienvenida desde la sección “Ultramarinos y Coloniales”.
Lo hizo así de bien:
“¿Ves esos caminos formados por letras? Síguelos, te llevarán a cada uno de los habitantes de la charca; zambúllete en la paradoja, la ironía, el sarcasmo o la metáfora. Hallarás emoción, secretos y rumores, sentimiento, realidades y fantasía, todo lo que necesitas para saber lo que se cuece en nuestra peculiar Charca Literaria.”
“¿Ves esos caminos formados por letras? Síguelos, te llevarán a cada uno de los habitantes de la charca; zambúllete en la paradoja, la ironía, el sarcasmo o la metáfora. Hallarás emoción, secretos y rumores, sentimiento, realidades y fantasía, todo lo que necesitas para saber lo que se cuece en nuestra peculiar Charca Literaria.”
Y desde entonces se han ido adhiriendo más de 50 autores de entre los que se cuentan primeras plumas como Pilar Pedraza o Lázaro Covadlo; escritores o bien con novelas publicadas como Cayetano Gea, Lluís Bosch o Jordi Ledesma —quien además tiene una obra en ciernes—, o con poemarios como Dani Izquierdo, Jaume Muñoz o Jorge Novak. Se beneficia La Charca de autores que escriben en revistas de cine como Juan Manuel García Ferrer o Carlos Tejeda o editores de revistas en papel como Ceferino Galán… por nombrar algunos, que no se puede a todos, entre muy buenos ensayistas, poetas, cuentistas, sufridores de dolencias varias catalogadas o no, y alguna plumilla que agradecería la bendición de un contagio. Con perdón.
Estamos hablando de textos líquidos, como los define Miriam Soteras, a los que el lector pueden acceder desde cualquier dispositivo: ordenador, tablet, móvil… relativamente breves, dos grageas diarias disfrutables sin distracciones.”
Ilustración de Santiago Sequeiros para la portada de la revista en Facebook
La editora Nicanora y el editor Nicanor en buena compañía.
Autores:
Nacho Abad, Area Martínez-Aitor Guezuraga-Julián Hernández, Kez Balazkez, Perico Baranda, Anna Benítez del Canto, Lluís Bosch, Albert Bover, Francesc Cornadó, Lázaro Covadlo, Carmen Cuenca, José Martín Cuesta, Carlos de Diego, El Abuelito Maníaco, El editor Nicanor, Escribo con La Zurda, Danilo Facelli, Francisca Ferrer Gimeno, Francisco Ferrer Lerín, FranK G. Rubio, Ceferino Galán, Montse Galera, J. M. García Ferrer, Elena Garnelo, Cayetano Gea, Teodoro Gómez, Ana Grandal, Javier Herrero, Ignacio Iglesias, Marga Iriarte, Dani Izquierdo, Jordi Ledesma, Lolita Lagarto, Juan López, Evaristo Maglione, Manolo Marcos, Luisa Martina, Marta Millaret, Cristina Mirinda, Pere Montaner, Jaume Muñoz, Iñaki Nazabal, Jorge Novak Stojsic, Pilar Pedraza, Sergi Puertas, Lukas Reig, Jade Sal, Felipe Sérvulo, Sícoris, Marcial Sileno, Myriam Soteras, Carlos Tejeda, Albert Tugues, Pedro Vera, Joan Vigó, Jorge Villasol, Nuria Viuda.
Están todos ustedes invitados a visitar nuestra Charca.
¿Dónde encontrarnos?
En la página web:
http://lacharcaliteraria.com/
O en la página de Facebook:
https://www.facebook.com/charcaliteraria/
Voy a visitar la Charca en cuanto acabe de darte las gracias por difundir las páginas donde poder encontraros.
ResponderEliminarBesos Cayetano
Serás bienvenida. Son buena gente. Hacen ruiditos, croan y esas cosas, pero no muerden.
EliminarUn abrazo, Ambar.
Pues ya sabes que en la charca encontré un cuento de un sapito muy bonito y me lo llevé para mi casita.
ResponderEliminarBesos de esta rana, croak, croak
Un sapito japonés o tal vez chino. Jejeje.
EliminarUn abrazo, Myriam.
En estos tiempo de tele-basura.suprema, emprendimientos como este son de agradecer.
ResponderEliminarSaludos a todos
El amigo Pere Montaner tiene "mucha culpa" de todo ello.
EliminarUn abrazo, Myriam.
Qué buen proyecto!
ResponderEliminarDesde que pueda me acercaré a leeros.
Saludos
Cuando tú quieras.
EliminarUn saludo, Pilar.
Visitaré la charca, promete ser lugar de curiosos ejemplos y ejemplares.
ResponderEliminarUn saludo, Cayetano
No te quepa duda de ello.
EliminarUn saludo, Carlos.
Hay personas de mucha, mucha calidad, pero mucha.
ResponderEliminarAlgunos recónditos provienen de allí
Salut
Todo un honor para mí pertenecer a ambos clubs (o clubes, que dicen)
EliminarUn saludo, Miquel.
Un espacio común que da la oportunidad de compartir textos de juntadores de letras, escritores, novelistas, cuentistas y juglares de la pluma. Buena idea para que los lectores se amplifiquen tanto como los seguidores de facebook.
ResponderEliminarUn slaudo
Ya te digo: escribidores de distinto pelaje y, como bien dices, juntadores de letras, impagadas o no.
EliminarUn saludo, Carmen.
Esto de la Charca Literaria es un lodazal poblado de mosquitos, babosas, gusarapos y muchos bicharracos que escriben libremente. Se lo inventó Pere Montaner y croando en los juncos otros lo oyeron y se pusieron a croar con él.
ResponderEliminarSaludos desde la ciénaga.
Francesc Cornadó
Es contagioso esto de croar y saltar de aquí para allá.
EliminarUn saludo, compañero charquero.
He estado en varias oportunidades, cuando pones el link en el facebook.
ResponderEliminarMe gustó mucho el cuento que puso Myriam en su blog.
Saludos y a seguir adelante con está iniciativa.
Muchas gracias, Manuel.
EliminarUn saludo.
Que me gusta esta charca,gracias por invitarnos a chapotear de vez en cuando.Yo soy de las que me gusta meterme a ojear charcas y espero repitufarme en cada visita.-Carmelo:ya me tomé una dosis en el blog de Myriam:con el japones-chino jejeje .¡Muchas felicidades a todos!
ResponderEliminarUn abrazo
Los de La Charca son bichejos de confianza.
EliminarGracias, Bertha.
Un abrazo.
Estuve observando las dos ilustraciones del texto en busca de tu imagen. Ya te he identificado. Sin duda eres el más apuesto, de piel más fina y pose más arrogante.
ResponderEliminarEn breve iré a por tu aportación. Saludos
El que sale más favorecido es el editor Nicanor. Los demás somos gusarapos. Jejeje.
EliminarUn saludo, Ana Mª.
Pues no conocía esta charca, pero creo que me zambulliré en ella de vez en cuando. No parece mal sitio.
ResponderEliminarAbrazos.
Serás bienvenido.Además está el agua templadita.
EliminarUn abrazo, DLT.
Voy a dar una vuelta por la charca, espero no mojarme los pies...
ResponderEliminarSaludos Cayetano y gracias por compartir esta información:
Puri
Seguro que no te defrauda la visita.
EliminarUn saludo, Puri.
Pienso pasar por la Charca y a pesar del frío que aún hace, zambullirme en ella y deleitarme con tanto bichejo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Será bienvenida tu visita. Allí el que no croa, chapotea.
EliminarUn abrazo, Conchi.
Mil gracias por señalarnos el camino hacia la Charca (sí, con mayúsculas) donde tantas cosas interesantes podemos encontrarnos...
ResponderEliminarAbrazotes.
Gracias a ti, Borja. Las sabandijas y los gusarapos en el fondo somos bichejos agradecidos.
EliminarUn abrazo.
Gracias por la información. Allá voy.
ResponderEliminarSé bienvenida. Como en tu casa.
EliminarUn saludo.