Tardaron lo suyo, pero al final lograron dominar y romanizar la península.
Y eso que iberos y celtas eran un rato brutos y no se dejaban someter fácilmente.
Pero finalmente Hispania se convirtió en una provincia más del territorio controlado por Roma.
Y se construyeron teatros, anfiteatros, puentes y acueductos para que hoy vengan turistas a apreciar lo grandes que fuimos y de paso comprar recuerdos y consumir productos típicos locales.
Y eso que iberos y celtas eran un rato brutos y no se dejaban someter fácilmente.
Pero finalmente Hispania se convirtió en una provincia más del territorio controlado por Roma.
Y se construyeron teatros, anfiteatros, puentes y acueductos para que hoy vengan turistas a apreciar lo grandes que fuimos y de paso comprar recuerdos y consumir productos típicos locales.
Durante la época romana, una vez que estuvimos colonizados y romanizados convenientemente, en esta tierra nuestra se hablaba el latín, sí… pero a nuestra manera. En la parte del sur persistía ese acentillo local tan peculiar que tienen los nacidos en Cádiz o Sevilla, algo que lógicamente chocaba con el estilo genuinamente clásico de la lengua de Virgilio. Éramos, por así decirlo, “romanos” de provincias, con nuestro sello tartésico- turdetano, un tanto singular en el habla.
Aunque ya Estrabón (1) hablaba de los naturales del lugar. Y muy bien, por cierto:
“… Los más cultos de los Iberos son los Turtedanos (Tartesios) ”
“…Los Turtedanos tienen muchos ríos salados (las marismas) por lo que han desarrollado la industria del salazón”.
No podemos decir lo mismo de la opinión que guardaba de los lusitanos y de las tribus del norte que vivían en zonas montañosas. Para él estas gentes eran los más atrasados de la península, mientras que los de levante y sur estaban considerados como los más "civilizados".
Volviendo a la romanización.
Trajano, Adriano y Teodosio. Tres emperadores que nacieron en Hispania.
El emperador Adriano, uno de los que nació en nuestra tierra, por tanto andaluz y romano, tenía un acento muy particular; tanto es así que los senadores se partían de risa con sus expresiones.
Eso nos cuenta al menos Espartiano, según recoge Rafael Lapesa en su "Historia de la Lengua Española" (2), donde incide en esa forma original de pronunciar el latín con marcado acento local que pervivió durante siglos a pesar de la romanización.
Porque una cosa es escribir … y otra, pronunciar:
Animula, vagula, blandula
Hospes comesque corporis
Quae nunc abibis in loca
Pallidula, rigida, nudula,
Nec, ut soles, dabis iocos...
(Pequeña alma, blanda, errante
Huésped y amiga del cuerpo
¿Dónde morarás ahora
Pálida, rígida, desnuda.
Incapaz de jugar como antes...?)
Para muestra un botón: inténtese decir en correcto andaluz, de Triana por ejemplo, el segundo verso.
___________________
Notas: esta pequeña entrada es un fragmento de otra más grande que oportunamente aparecerá en este blog.
(1) Estrabón, Geografía. Libro III. Geógrafo, historiador, filósofo y matemático griego. Siglo I a. de C. al siglo I de nuestra era.
(2) Historia de la Lengua Española, Rafael Lapesa. Editorial Gredos Madrid, 1981
Divertido y como siempre educativo. Fíjese que a mí, los íberos como que no me dicen nada. Tendría que dedicarles algo de tiempo.
ResponderEliminarSaludos, don Cayetano.
Como veo que la entrada está hecha en un tono distendido, voy a contarte una anécdota que corre por Sevilla con respecto a Trajano y su acento.
ResponderEliminarTrajano nació en Itálica (Santiponce, Sevilla) y dicen que durante uno de sus discursos en el Senado, los asistentes empezaron a reirse debido a su acento bético (procedente de la Bética). Entonces él, muy serio, dijo:
"Ubi baetis ibi honor" (Donde está un bético está el honor) por lo que los béticos lo consideran el primer bético (seguidor del Betis) de la historia.
Esta anécdota/chascarrillo se cuenta en una famosa peña Bética de Sevilla.
(Perdona si mi latín no es muy correcto ya que soy andaluz).
Saludos.
Que ha sido un disfrute de lectura, Cayetano. Ahh y que como siempre los andaluces tienen ese no se qué que los hace tan especiales, que si, que si, que ya conozco a unos cuant@s. Sabios, si, como si nacieran sabios, en términos generales, claro. Bss.
ResponderEliminarDissortat: sí, eran un poco rudos y nada divertidos.
ResponderEliminarUn saludo.
Antonio: yo también soy andaluz pero se me nota menos porque llevo afincado en los madriles demasiado tiempo.
ResponderEliminarEstá bien la anécdota "bética".
Un saludo.
Emejota: un pueblo muy peculiar. O varios. Yo ya no sé cuántas andalucías hay.
ResponderEliminarUn saludo.
Cayetano magnífico texto, te felicito. No quiero imaginarme cómo hablaríamos el latín los catalanes, debía ser terrible, seguro que ya entonces debíamos creer que lo hablábamos mejor que en la propia Roma, que nuestro signo de identidad era lo más de lo más ("más" con acento). Ja, ja, ja.
ResponderEliminarCuánto debemos a los romanos que nos invadieron, no me importaría una segunda invasión que fuera efectiva y no como la que tenemos que es una invasión disimulada.
Salud.
Francesc Cornadó
Prefiero no pensar el acento con que hablarían latín lo que ahora son las provincias vascongadas y el estupor que a los romanos les causaría. En el Quijote, Cervantes pone en boca de un vizcaíno la inusual forma de expresión de estas gentes 1.500 años mas tarde. Sin embargo, el acento andaluz no es motivo de asombro para el genial manco.
ResponderEliminarSaludos, Cayetano
En estos tiempos, en los que da sarpullido leer el periódico, y las revistas se repiten más que el ajo, tenemos que agradecer blogs como éste, que proporcionan una lectura interesante y entretenida.
ResponderEliminarEl latín "mal hablao" se convirtió en las lenguas romance, así que más les hubiera valido a los romanos reírse menos.
Un saludo.
esos versos de Adriano encabezaron mi blog durante un tiempo, los voy a volver a mostrar, tienen una gran fuerza.
ResponderEliminarPor otra parte las tribus del norte,je,jeje,aayyy los vascos que no se si ya estaban en esos montes
Buenas tardes, amigo Cayetano.
ResponderEliminarEs interesante imaginarse a emperadores como Adriano hablando en latín con acento.
Me pregunto qué diría Unamuno al respecto, tan poco entusiasta del estilo de vida del Levante y de Andalucía.
Un saludo y que pases una buena tarde. Buen y divertido trabajo.
Francesc Cornadó: lo malo es cuando te invade la mediocridad. Con eso no ganamos nada. Y hoy es lo que abunda entre invasores.
ResponderEliminarUn saludo.
Carolus: es que esos vecinos del norte jamás se romanizaron. Y se nota.
ResponderEliminarUn saludo.
La Fuensanta y el Antón: no os quejaréis los murcianicos que Estrabón también os mete en el saco de los más civilizados de Iberia.
ResponderEliminarUn saludo.
Nando: así es. No sé por qué diantres quitaste los versos aquellos de Adriano. Lo simpático debe ser oir eso de "Hospes comesque corporis" en andaluz del bueno.
ResponderEliminarUn saludo.
Anónimo Castellano: Unamuno era un gran tipo con redaños y un gran escritor, pero de sentido del humor andaba flojillo.
ResponderEliminarUn saludo.
Querido Cayetano, pues yo pertenezco a esa bárbara tribu de los ártabros de la que hablaba Estrabón y mira que dárseme por la filología clásica, ¡tiene delito!
ResponderEliminarMil bicos.
Pues , la verdad, nunca me habría imaginado al barbado Adriano hablando con acento andaluz, pero es claro que pronunciaba el latín con el gracejo particular de las tierras del sul de la península. Nada que ver con los recios e incivilizados lusitanos de mi tierra.
ResponderEliminarUn saludo
Ja, ja, eso tiene su gracia. Pero no creo que los hispanos fueran los únicos en tener "acento". ¡Con lo grande que era el imperio! Besazos.
ResponderEliminarprofedegriego: para que te des cuenta cómo ha cambiado la película.
ResponderEliminarUn saludo.
Me has sacado una carcajada... ;D
ResponderEliminarMe gusta el acento andalú, porque se parece al mio (sobre todo el de Málaga).
Las invasiones, traen consigo su cultura. En algunos casos, se adapta e incluso se asume como propia por el invadido. En otras, simplemente es el agresor.
Didáctico como siempre.
Saludos Cayetano
Carmen: y los Lusitanos, del Tajo al Guadiana decían eso de "¡Chacho!¿Has venío?" Aunque los de "Salmántica" debían ser más refinados.
ResponderEliminarUn saludo.
Isabel: me imagino que la variedad de hablas debía ser impresionante.Lástima no tener documentos sonoros.
ResponderEliminarUn saludo.
Manuel: mira por dónde ahora vas a ser "malagueño" de adopción, mientras que otros siempre seremos "gallegos" aunque hayamos nacido en Andalucía. Jejeje.
ResponderEliminarUn saludo, doc.
Pues es una lástima, monsieur, que no tengo ni idea de cómo pronuncia un andaluz de triana el segundo verso. Creo que me he perdido el chiste :(
ResponderEliminarFeliz tarde
Bisous
Y pensar que llamaron Irreductibles a un pequeño poblado galo...
ResponderEliminarUn saludo
Muy interesante tu post, Cayetano! Respecto del emperador Adriano, cabe aclarar, que las fuentes no coinciden con su lugar de nacimiento: si bien sí, efectivamente, provenía de una familia italiana (de Piceno, a la que Adriano consideraba su segunda patria), algunos historiadores como Elio Espartiano e, incluso, la propia autobiografía del emperador, hoy desaparecida, afirman que había nacido en Roma, donde su padre desempeñaba importantes funciones públicas, y otros, como Dión Casio, sostienen, en cambio, que había nacido en Itálica, en Hispania Baetica.
ResponderEliminarSaludos!
Yo el segundo verso en andaluz no sé, pero el primero, así como está es una tentación terrible para recitarselo a un paisanín de mi pueblo que siempre dice que a él que se caguen en su madre o lo llamen hijoputa le da igual...pero que como lo llamen fulano o individuo....
ResponderEliminar:D
Un abrazo
Desde donde escribo veo la Campiña que, en aquellos tiempos, no se diferenciaba gran cosa de la Roma antigua. Es un dato muy interesante el de Adriano.
ResponderEliminarSaludos.
Pues menos mal que los comentarios tampoco son sonoros, porque Adriano a mi lado se queda chico. Un profesor de francés, en mi época de estudiante, me decía."pero que francés más andaluz, nunca escuché otro igual".
ResponderEliminarEntretenida tu entrada, un besote.
Madame: yo le ayudo. Faltaría más.
ResponderEliminar"Hospes comesque corporis"
La transcripción a un andaluz que se precie sería algo así como...
"Ospeh comehque corpori"
Conviene para pronunciarlo correctamente intentar imitar el estilo de esos andaluces que cuentan los chistes con mucha gracia.
Un saludo.
Javier: chovinistas que eran aquellos galos de entonces. Para brutos, los nuestros.
ResponderEliminarUn saludo.
Patzy: cierto lo de la disparidad de opiniones sobre el nacimiento. Ahora que lo del acento tan especial ya lo recogía Espartiano.
ResponderEliminarUn saludo.
Alma: a tu paisano eso de "Animula" no le debe hacer ninguna gracia.¿Tu paisano es lusitano?
ResponderEliminarUn saludo.
Retablo: el campo cambia menos que la ciudad, afortunadamente para los de campo.
ResponderEliminarUn saludo.
Detalles: los del país vecino ya deben estar acostumbrados a ese acento por los que iban a la vendimia hace ya tiempo.
ResponderEliminarUn saludo.
Leí ésta orgullosa reflexión de un político norteamericano de principios del XX, en referencia a sus intervenciones en América del Sur: “Objetivamente, nosotros somos los romanos de esta época. Vamos civilizando los países por donde pasamos”. ¿Qué tal?
ResponderEliminarAna Mª Ferrin: aunque se puede establecer cierto paralelismo entre los dos imperialismos, el norteamericano no creo que pueda presumir de cultura avanzada, dada su corta historia. No hay más que ver sus monumentos antiguos, que brillan por su ausencia, y su "rica" gastronomía.
ResponderEliminarUn saludo.
Interesante, instructiva, y divertida entradam Cayetano.
ResponderEliminarLos Madrileños en ese sentido, somos de lo más arrogante, a veces decimos !! pero sí no tenemos acento !!, que nos escuchen los demás....
Como profano en la materia creo que es muy difícil, por no decir imposible, encontrar por lo menos con nuestro idioma alguien que no tenga acento o deje.
Gracias y saludos, Cayetano.
Entretenido y con humor. No me imagino hablando latín con acento andaluz.
ResponderEliminarUn abrazo.
David Duro: tú imagínate por un momento a uno de Bilbao o al Chiquito hablando latín. Memorable momento.
ResponderEliminarUn saludo.
Valverde de Lucerna: debe ser complicado con tantas "eses" no comerse ninguna.
ResponderEliminarUn saludo.
Que no se lo lleve todo Sevilla pues tengo entendido que entonces el acento raro era el de los segovianos y de esa confusión nació el Acueducto.Bromas aparte muy buena la entrada.
ResponderEliminarSaludos.
Eduardo: y menos mal que salió el acueducto. Podría haber salido la torre de Babel.
ResponderEliminarUn saludo.