Plaza de Segovia (Navalcarnero)
Casa de la Cadena
Mariana de Austria era hija de Fernando III de Alemania y sobrina carnal de Felipe IV.
En un primer momento estuvo comprometida con su primo el príncipe Baltasar Carlos, pero éste falleció prematuramente a la edad de 17 años, según dicen víctima de una enfermedad venérea que contrajo en un burdel de Zaragoza, en su etapa de iniciación al sexo. De tal palo...
También falleció Isabel de Borbón, la primera esposa de Felipe IV. Se produce así un grave problema de Estado: el no existir heredero legal varón, pues del rey viudo sólo sobrevive una hija del anterior matrimonio, la infanta María Teresa.
Es necesario buscar nueva esposa y es preferible que sea joven y de familia prolífica para asegurar la descendencia. Y se toma la decisión de que sea su sobrina Mariana la que se convierta en su mujer a pesar del riesgo evidente de un matrimonio consanguíneo.
Así que el 7 de octubre de 1649, cuando aún no había cumplido los 15 años de edad, doña Mariana de Austria ratificó su matrimonio, contraído en Viena, con su tío carnal, un hombre que ya contaba con 44 años. Y la misa de velaciones se celebró en Navalcarnero, en la Casa de la Cadena. Luego hubo festejos en honor de los contrayentes, donde no faltaron ni los fuegos artificiales ni los toros ni las danzas, prolongándose hasta el día 9 en que los desposados se dirigieron hacia El Escorial en viaje de bodas.
En un primer momento estuvo comprometida con su primo el príncipe Baltasar Carlos, pero éste falleció prematuramente a la edad de 17 años, según dicen víctima de una enfermedad venérea que contrajo en un burdel de Zaragoza, en su etapa de iniciación al sexo. De tal palo...
También falleció Isabel de Borbón, la primera esposa de Felipe IV. Se produce así un grave problema de Estado: el no existir heredero legal varón, pues del rey viudo sólo sobrevive una hija del anterior matrimonio, la infanta María Teresa.
Es necesario buscar nueva esposa y es preferible que sea joven y de familia prolífica para asegurar la descendencia. Y se toma la decisión de que sea su sobrina Mariana la que se convierta en su mujer a pesar del riesgo evidente de un matrimonio consanguíneo.
Así que el 7 de octubre de 1649, cuando aún no había cumplido los 15 años de edad, doña Mariana de Austria ratificó su matrimonio, contraído en Viena, con su tío carnal, un hombre que ya contaba con 44 años. Y la misa de velaciones se celebró en Navalcarnero, en la Casa de la Cadena. Luego hubo festejos en honor de los contrayentes, donde no faltaron ni los fuegos artificiales ni los toros ni las danzas, prolongándose hasta el día 9 en que los desposados se dirigieron hacia El Escorial en viaje de bodas.
Casa de la Cadena
Este nombre viene precisamente de una cadena que había en la puerta, anclada en dos bolardos de granito con remate de bolas herrerianas. La casa, propiedad de los Ollero, fue la elegida por los reyes para pasar su noche de bodas. La de la foto es una réplica de la original, ya derruida desde el siglo XIX.
Elegir Navalcarnero como lugar de celebración de la boda real no se debió a ningún capricho, sino a que según una vieja costumbre, el lugar donde se celebraba una misa de velaciones real quedaba exento de impuestos durante un año. Se eligió entonces Navalcarnero porque era uno de los pueblos más cercanos a Madrid y porque su escaso número de habitantes resultaría más barato para la hacienda real. De haber sido Madrid el descalabro para el fisco habría sido terrible.
Y en agradecimiento, Felipe IV otorga a la localidad de Navalcarnero el título de “Villa Real ”. Así lo dice la cédula real de la concesión:
Por cuanto teniendo consideración a la ocasión de haber celebrado mi Real Casamiento con la serenísima Reina Doña Mariana de Austria mi muy cara y muy amada mujer en la Villa de Navalcarnero, y por haber ella recibido el honor y porque haya memoria dello he tenido por bien de hacer la merced como por ésta se la hago de que de aquí adelante perpetuamente, para siempre jamás la dicha Villa de Navalcarnero, se pueda llamar e intitule y la hago, e intitulo, La Villa de la Villa Real de Navalcarnero. Y con esta conformidad mando que sea tratada por escrito y de palabra y a los del mi Consejo, Presidente y oidores de las mis audiencias y chancillerías y otros cualesquier mis jueces y justicias y personas de todas las ciudades, Villas y lugares desto mis Reinos y señoríos que guarden y cumplan y hagan guardar y cumplir ésta mi Cédula y lo en ella contenido. Fecha en Madrid a 4 de junio de 1651. Confirmada de S.M. Refrendada y señalada de los dichos.
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Esta entrada forma parte de una iniciativa del amigo bloguero Carolvs al cumplirse hoy el aniversario del nacimiento de Mariana de Austria.
Vaya repaso que vamos a dar a la buena de Doña Mariana, muy bueno tu artículo sobre la boda.
ResponderEliminarFelices fiestas y buenas noches.
Jajaja, no puedo creer que esa haya sido la razón para que se celebre la boda ahí, nuestros amigos eran bien prácticos.
ResponderEliminarUn abrazo!
Cayetano, en primer lugar muchas gracias por la colaboración y en segundo interesante entrada. Mi versión sobre la muerte de Baltasar Carlos era otra (ya lo veremos en una futura entrada) pero no descarto que fuese por "irse de putas" viendo el historial de su padre y tíos (los infantes don Carlos y don Fernando)...el puterío de los Austrias era legendario jejeje. Me alegra que hayas dedicado la entrada a Navalcarnero. Sin duda, uno de los motivos, además de la cercaní a la Corte se debió a la exoneración de pagar impuesto. La de Carlos II con María Luisa de Orleans se celebrarí en el burgalés pueblo de Quintanapalla por similares motivos.
ResponderEliminarUn saludo.
Ay, Cayetano, veo que el ahorro y las finanzas tambien tenían mucho que ver en las decisiones reales de casorios, pues, como bien dices, se se hubiesen casado en la capital, ese año nadie pagaría impuestos. Desconocía este dato histórico.
ResponderEliminarNuevamente, te deseo lo mejor en estos días y muchas tinajas y parabienes para la próxima década. Un abrazo.
Vengo de leer el post de Carolvs, y leo que se casó en Navalcarnero. Enlazando llego al tuyo, y encuentro ampliada esta información.Excelente entrada sobre las exequias y como se lo montaba la Corte para ahorrar en las celebraciones.
ResponderEliminarUn gran abrazo, Cayetano¡
Monsieur, feliz cumpleaños a doña Mariana. Si es que la pobre tuvo alguno feliz despues de los 14!
ResponderEliminarY a usted felices fiestas, monsieur.
Bisous
Bella entrada y cosas nuevas que aprender para un simple aficionado como yo.
ResponderEliminarFeliz Navidad y un abrazo.
José Eduardo: a doña Mariana le tienen que estar pitando las orejas por tamaña atención.
ResponderEliminarUn saludo.
Don Matu: como dicen los catalanes, la pela es la pela (pela igual a peseta)
ResponderEliminarPor cierto, no consigo entrar en tu blog. Dice que no estoy invitado o no sé qué.
Un saludo.
Carolvs: estos reyes nuestros nos salieron muy catalanes con lo del ahorro familiar. Jejeje.
ResponderEliminarY que perdonen los catalanes, que es pura broma.
Ya nos contarás la otra versión de lo de Baltasar Carlos.
Un saludo.
Paco: y los de Navalcarnero tan contentos por el detalle de la boda.
ResponderEliminarUn saludo.
Javier: es como si todos aprendiéramos alguna cosa de todos. Buena iniciativa esta la del amigo Carolvs.
ResponderEliminarUn saludo.
Madame: por menos de esto encierran a la gente en la cárcel: incesto, pederastia... La pobre lo tenía claro, pero se debía a las exigencias de la realeza.
ResponderEliminarUn saludo.
Senovilla: todos aprendemos algo de todos.
ResponderEliminarGracias por pasar.
Un saludo.
Que gusto me ha dado leer estos detalles de parcelas de la historia poco conocidas (al menos por los legos como yo).
ResponderEliminarFelipe IV nunca fue un ejemplo, di como rey (codeduque de Olivares) ni como esposo (permanentemente infiel llenó Madrid de bastardos): recuerdo la novela de Torrente que más tarde pasaría al cine: "crónica del rey pasmado" que refleja un poco esa capacidad regia.
No es de extrañar que de tal extirpe surgiera el pobre Carolus fin de una saga.
Muy interesante y ameno, gracias Cayetano.
Un abrazo y felices fiestas de Á.
Ángeles: gracias a ti por pasar y dejar tu comentario tan preciso sobre este personaje que, como tú dices, sembró el país de bastardos. Eso sí, tuvo una iniciativa hipócrita que fue cerrar las casas de "lenocinio" de Madrid, él que tanto las frecuentó.
ResponderEliminarUn saludo.
Curiosa anécdota la de la cuestión sobre el lugar elegido para las velaciones reales. La verdad es que resulta alucinante que una chiquilla de esa edad pudiese casar con un tipo de 44 años y encima su tío. Qué bien vivir en el siglo XXI.
ResponderEliminarSaludos y feliz navidad
Paso muchas veces por Navalcarnero. Sabía de la Boda de los Reyes allí, pero has detallado la misma muy bien.
ResponderEliminarNo me pude unir al aniversario. Mala fecha para Doña Mariana nacer por estos días...
Saludos Cayetano
Feliz Navidad. El domingo vuelvo
Carmen: imagínate la pesadilla para una niña de esa edad. En fin, otros tiempos y otra educación harían ver el asunto si no normal, algo más llevadero.
ResponderEliminarUn saludo.
Manuel: por Navalcarnero se festeja mucho ese evento. Para los de este pueblo es un honor que Felipe IV se casara aquí.
ResponderEliminarSaludos.
Hola Cayetano. Me ha gustado especialmente tu artículo, porque he sabido la razón de la elección de Navalcarnero, y es que hasta en eso miraron la peseta, perdon el maravedí. Un abrazo.
ResponderEliminarLo de casarse en un pueblo chico para no dejar de racaudar impuestos es de traca pero la suerte de la pobre Mariana, casada a los catorce años con un hombre de 44...
ResponderEliminarEn fin, otros tiempo, otras costumbres. Un abrazo, Cayetano
Qué tengas un buen descanso de las aulas querido profesor...
ResponderEliminarMILES DE BESICOS.
...y felicidades todos los días del año.
¡Feliz Navidad!, amigo Cayetano.
ResponderEliminarNos veremos pronto.
Desde la terraza: ya sabes, la pela es la pela. Jejeje.
ResponderEliminarUn saludo.
Almalaire: sí, da una pena grande ver esa expresión de tristeza y amargura en su cara.
ResponderEliminarUn saludo.
Cabopá: gracias por tus amables deseos. Felices días también para ti.
ResponderEliminarUn saludo.
Mercedes: un saludo y felices fiestas de... ¡verano! Envidia me das.
ResponderEliminarExcelente. Siempre se aprende algo mas.
ResponderEliminarBien escrito.
Que Dios te bendiga en esta navidad, amigo.
Un abrazo.
Felices fiestas también para ti, buena entrada en el próximo año, con los mejores deseos de prosperidad y, sobre todo, buena salud.
ResponderEliminarSaludos a El Gaucho Santillán.
…………(¯`O´¯) Feliz Navidad de
ResponderEliminar…………*./ | \ .* parte de un
…………..*♫*. manchego cansino¡¡
………, • '*♥* ' • ,
……. '*• ♫♫♫•*'
….. ' *, • '♫ ' • ,* '
….' * • ♫*♥*♫• * '
… * , • Feliz' • , * '
…* ' •♫♫*♥*♫♫ • ' * '
' ' • . Navidad . • ' ' '
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…………..x♥x
…………….♥
Pobre Mariana : con quince años ...¡terrible responsabilidad.!
ResponderEliminarAprendo con tus entradas episodios históricos que no conozco.
Te deso lo mejor en esta fiestas en compañía de los tuyos.
Abrazos.
Felices días estos más los siguientes y los otros y los demás.
ResponderEliminarMuy interesante post, ja,ja, es que las fianzas siempre han movido cualquier cosa, por más que nos quejemos, resulta inevitable. Otra cosa muy distinta es el grado de moralidad de quienes las administren. Un fuerte abrazo.
Javier: vaya arbolito más chulo, con sus lucecitas y todo. Felices fiestas.
ResponderEliminarCarmela: ésta sí que pasó "de niña a mujer" en un abrir y cerrar de ojos y no la de la canción del cansino Julito Iglesias.
ResponderEliminarFelices fiestas también para ti.
Emejota: ya sabes que "la pela es la pela". Y los de este pueblo tan contentos por la boda. Jejeje.
ResponderEliminarUn saludo.
Vaya, no sabía lo de la exención, pero desde luego a Navalcarnero lo vino muy bien la real boda y al bolsillo del rey, también.
ResponderEliminarUn saludo.
Dissortat: a Navalcarnero le vino bien la boda. Empezó a ser una localidad más conocida y visitada.
ResponderEliminarUn saludo.
Ricardo: felices navidades también para ti, con mis mejores deseos de salud y prosperidad.
ResponderEliminarUn saludo.
Triste destino. Un marido achacoso, rijoso e infiel. Menuda mezcla.
ResponderEliminarSaludos, compañero.
Nuestro garito: menudo elemento el amigo Felipe IV.
ResponderEliminarTodo un ejemplo de coherencia y sobriedad.
Un saludo.