Todas las investigaciones de arqueólogos, antropólogos e historiadores apuntan en la misma dirección: el hombre que hoy habita las tierras europeas y asiáticas procede originariamente de África.
Al parecer, la necesidad de encontrar nuevos territorios para la caza durante el Paleolítico y el dominio de la tecnología punta de la época (capacidad para fabricar utensilios de piedra tallada para defenderse y dominar el entorno, fabricación del fuego de forma consciente, etc) permitieron al “homo erectus” desplazarse y llegar a poblar zonas frías alejadas de su lugar de procedencia.
Somos pues africanos de origen.
Pero también lo somos de vocación. Y además somos primitivos.
No hemos evolucionado tanto como podría pensarse.
El primitivismo y sus rituales están presentes entre nosotros a pesar de pertenecer a esa especie denominada “homo sapiens” y a vivir en plena era tecnológica.
A veces nos cuesta distinguir qué parte de nosotros pertenece al ayer y que parte pertenece al hoy.
La “música” que triunfa en las discotecas se hace a base de repetir machaconamente un ritmo básico una y otra vez, de forma rudimentaria, primitiva, sin complicaciones… se trata de sentir esos sonidos reiterativos y simplones y dejarse llevar en una especie de danza ritual, al son del “tam tam” o del “yembe” o del sonido electrónico de turno.
La mujer con más "piercings" que se conoce.
Y nuestros chicos se perforan el cuerpo con una retahíla de “piercings” que nos recuerdan mucho a las jóvenes que se castigan el cuerpo hasta la extenuación en los rituales tribales.
Por ejemplo, las escarificaciones faciales y corporales de los mbororo, en el norte de Camerún. Las escarificaciones son cortes en la piel que se rellenan con cenizas vegetales.
O las “mujeres plato” etíopes. Las mujeres de la etnia mursi que se deforman los labios a base de introducirse platos que van aumentando progresivamente de tamaño.
Joven masoquista en proceso de autodeformación voluntaria.
O esas figurillas de África central que tanto nos recuerdan a ciertas modas y celebraciones de nuestro entorno.
Simpática estatuilla centroafricana.
Joven punk
"Jarramplas", una fiesta tradicional de Piornal (Cáceres)
No faltando gente estrafalaria a esta fiesta, que más parece un carnaval.
Estatuilla centroafricana.
Moda extravagante.
Eso si no hablamos de extraños rituales donde se dan cita la brujería, el esoterismo y las creencias ancestrales.
Magia africana. Cultura ewe en Togo.
Vudú en nuestros días.
También en el aspecto de las artes plásticas, las manifestaciones artísticas, más o menos de calidad...
Pintura rupestre de Durban (Sudáfrica)
Pinturas rupestres de Somalia
Arte abstracto actual
Graffiti
Aunque el tema daría para mucho, y puede ser polémico y controvertido, en lo esencial podemos llegar a una conclusión:
Creo que no hemos cambiado tanto.
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Nota aclaratoria: con el fin de no levantar susceptibilidades ni molestar a nadie, quiero aclarar que esta entrada no tiene como objetivo hacer un discurso peyorativo sobre ninguna cultura ni ridiculizar a nada ni a nadie, simplemente se trata de un ejercicio de mero entretenimiento y que pueda dar lugar a reflexiones y comentarios. El término primitivo se usa aquí en su sentido literal sin connotaciones ni prejuicios de ningún tipo. La cultura africana, como el resto de las culturas del mundo, me parece digna del máximo respeto, al igual que las personas que aparecen en este post.
Ni hablar de los tatuajes.
ResponderEliminarCurioso, monsieur, sobre todo por los paralelismos que va apoyando con las imagenes.
ResponderEliminarA mi lo de los piercings y los tatoos me da grima, pero por lo demas soy bastante primitiva, jiji.
Estoy de acuerdo en que no hemos cambiado tanto. Seguimos teniendo los mismos instintos primarios, y nos cuesta dominarlos. Los genes atavicos nos atacan, y frecuentemente nos dominan.
Feliz dia, monsieur
Bisous
Parece ser que volvemos a nuestros origenes, con lo que ello conlleva.
ResponderEliminarMuy curiosa la entrada, Cayetano.
ResponderEliminarCualquier día volvemos a vivir en cuevas... Ah!no, que ya existen personas que lo hacen!
Un saludo!
Seguimos siendo un poco raritos a la hora de decorarnos.
ResponderEliminarInteresante entrada aunque me voy con alguna que otra duda...pero bueno, será cuestión de estudio.
Un beso.
Cayetano, me encanta tu entrada, es origínalísima.
ResponderEliminarLa has ducumentado con fotografías perfectas. Muy bien.
Ahora, no me pongo ni uno solo de esos adornos ni locaaa¡
Un abrazo fuerte, desde mi librillo.
Nando: hoy la gente se tatúa sin pensárselo dos veces. Y luego arrastran ese tatuaje toda la vida. Hay que tener valor.
ResponderEliminarUn saludo.
Eso es, madame: hemos cambiado mucho menos de lo que podríamos pensar en un primer momento.
ResponderEliminarUn saludo.
O sea, nada nuevo bajo el sol. Tal vez hasta nosotros seamos una constante repetición y mi ex esposo tenga razón en esto de que está seguro de estar ante Elena de Troya... y no solo por mi nombre. ¿Será?
ResponderEliminarBesazos, Profe!
Lenny
Ism@: a veces pienso que esos orígenes no los hemos llegado a abandonar del todo.
ResponderEliminarUn saludo.
Pablo:como no baje más el precio de la vivienda, algunos acabarán en cuevas como los del Sacromonte.
ResponderEliminarUn saludo.
Arantza: ya sabes que sobre gustos...
ResponderEliminarUn saludo.
Rosario: descuida que yo tampoco. Jejeje.
ResponderEliminarUn saludo.
Lenny: lo de tu ex yo creo que va con segundas intenciones. Elena de Troya la armó buena. Jejeje.
ResponderEliminarUn saludo.
Qué interesantes comparaciones. Y el caso es que tienes razón, no hemos cambiado.
ResponderEliminarSaludos.
Jajajajaja me hiciste tentar, dejame culpar a la historia, la continuidad y justificarme que todo estaba dicho de antemano!!!
ResponderEliminarBeso.
Por mucha tecnología y adelantos, seguimos siendo algo primitivos como especie.
ResponderEliminarUn saludo, Kassiopea.
Mai Puvin: habrá que culpar a la historia. Está claro.
ResponderEliminarUn saludo.
Te doy toda la razón, Cayetano o eso, o que, de vez en cuando, nos gusta retrotraernos al origen... jeje. Abrazos ;-)
ResponderEliminarCarzum: dicen los "entendidos" que, desde un punto de vista biológico, no hay más raza que la del "homo sapiens" y de ahí venimos todos. Bueno, algunos más "sapiens" que otros. Jejeje.
ResponderEliminarUn saludo.
No hemos cambiado nada, en lo esencial, el ser humano es el mismo. Siempre me ha divertido estudiar la evolución cíclica de las modas y constatar como se repiten a través de los tiempos, y hasta de las edades. Me ha interesado muchísimo esta entrada tuya, que está muy bien apoyada gráficamente, una imagen en cada aserto para demostrar la verdad de lo afirmado. jejeje ¿te has fijado en que se han puesto de moda los greguescos del s. XVI para las chicas? ¿creerás que he llegado a ver en el escaparate de una boutique ...¡un sambenito! tal como te lo cuento?
ResponderEliminarTal vez vayas a ofrecer alguna continuación, porque el tema tiene miga.
Un saludo
Soy de tu misma opinión, cayetano, que no hemos cambiado casi nada ni en esas expresiones culturales que con tanta gracia nos has presentado, ni en las motivaciones profundas de la conducta del ser humano. Somos, sin duda, los mismos perros... y lo digo también sin ánimo ofensivo ni peyorativo, sino para recurrir al dicho popular y archiconocido. Besos, querido amigo.
ResponderEliminarRosa: en primer lugar comentar que me alegra verte por aquí. Espero que te vayas encontrando mejor.
ResponderEliminarTambién decirte que estoy contigo en esto de las modas que vuelven, como el yoyó. No me digas que había un sambenito en un escaparate. ¿A quién se lo querrán poner? ¿Vuelve la Inquisición?
Lo del tema "primitivos de hoy" es algo que siempre he tenido en la cabeza. Siempre me ha llamado la atención la gente que se machaca físicamente por ir a una determinada moda y se taladra o acribilla o se castiga los dedos de los pies con esos tacones enormes. Me estoy acordando de los corsés aquellos apretadísimos. ¡Cuánto masoquismo!
No sé si habrá "continuaçao". De "monumento" no.
Ya habrás visto los cambios de la Real. Ahora a los chicos hay que decirles: escribe eso con "ye". Tiene su miga la cosa.
Un saludo.
Esa era la idea, Isabel, demostrar sobre todo con imágenes que desde Atapuerca más o menos somos los mismos.
ResponderEliminarUn saludo y mucha suerte con la reina Dido.
He disfrutado de esta entrada Cayetano.
ResponderEliminarNo hemos cambiado casi nada: Dicen que el hombre casado duerme del lado de la puerta en su habitación por el instinto de protección sobre la familia.....
Las mujeres son recolectoras. Se nota cuando van a comprar zapatos....(lo recolectan).
Los hombres son cazadores (el mismo ejemplo de los zapatos vale ;D)
Saludos
Pues yo duermo lo más lejos de la puerta. Eso sí, mi mujer ocupa dos tercios o más de los armarios: recolectora. Jejeje.
ResponderEliminarUn saludo, Manuel.
Pues sí, Cayetano, no hemos cambiado tanto en el fondo. Sólo la apariencia es distinta y esta es la que nos hace creer que somos diferentes en el sentido de mejores. Qué equivocación. Pensemos en las guerras en las que soldados de países muy civilizados participan hoy: muchos tienen comportamientos como los tuvieron los guerreros de hace mil años; pensemos en las dictaduras que oprimen a sus ciudadanos hoy (o durante el último siglo, signos políticos aparte): no reprimen de distinta manera a como un tirano griego lo hizo hace 2.500 años. En fin, así parece ser la condición humana, cuando la razón se pierde, y se pierde con mucha facilidad. Un saludo.
ResponderEliminarNo, no hemos cambiado tanto...y se creen que son los más modernos del lugar, o del planeta.
ResponderEliminarHabrá que pensar que en el futuro próximo los que no llevemos tatuajes (me horrorizan aquellos que se ven por todos lados y no queda rastro de piel.)seremos bichos raros.
Los percing me dan grima,sobre todo los de labios,ojos y nariz, pienso en las infecciones...
No censuro a quien los lleva,pero algunos/as son exagerados.
Como siempre una buena entrada y mejor análisis.
Besicos.
Yo soy recolectora también, de pendientes en mi caso, vivo en una cueva ;) y durante mucho tiempo pensé que otra cueva, Altamira, era la expresión más sublime de arte plástico...soy más primitiva que los demás, jeje pero los tatuajes me da dan repeluco, eso si.
ResponderEliminarUn abrazo, Cayetano
jejeje... toda la razón del mundo... no hay nada nuevo bajo el sol... y eso que los snobs llaman tendencias no son más que meras reinterpretaciones de lo mismo..
ResponderEliminarDesde la terraza:
ResponderEliminarTienes toda la razón. Se ve que no hemos cambiado en que conservamos la misma capacidad para cometer atrocidades.
Un saludo.
Cabopá: que cada uno haga lo que quiera mientras no nos obliguen a los demás. Hay gente que se pone los piercings en los sitios más increíbles. A mí me da repelús.
ResponderEliminarUn saludo.
Almalaire: yo últimamente también me he vuelto recolector... de multas de tráfico. Aquí el señor Gallardón necesita dinero para los gastos de la alcaldía y no se le escapa un coche. Jejeje.
ResponderEliminarUn saludo.
José Luis: ahora es verdad que hay mucho pedante que habla de "tendencias", "propuestas", etc. patra acabar haciendo las mismas cosas que los neandertales. Jejeje.
ResponderEliminarUn saludo.
Curiosa entrada. Lo de los grafittis lo pienso cada vez que explico el tema de Prehistoria ;-) Ni qué decir del asombro que causa comentar en las clases de ESO que procedemos de África (claro que alguno es que no ha salido de su ciudad...)
ResponderEliminarUn abrazo.
La verdad Cayetano, es que mirando un poco atrás, llegando incluso hasta el Paleolítico, me doy cuenta de que ya nos lo hemos encontrado todo inventado. Originales lo que se dice originales no lo somos en absoluto.
ResponderEliminarMe parece a mí que todo está inventado y que realmente la gente que poblamos este mundo hoy en día poco podemos aportar a los hallazgos del pasado. Con estas modas que algunas tildan de "nuevas" en realidad nos retrotraemos a nuestros orígenes de los cuales nunca debimos alejarnos tanto. Por lo menos no sé si nosotros nos lo merecemos. Los griegos y los romanos lo hicieron, pero ¿y nosotros?
ResponderEliminarSaludos
A tu "Creo que no hemos cambiado tanto" añado un "...ni que lo digas".
ResponderEliminarSaludos
JAJAJA...muy bueno Cayetano, me ha gustado mucho la entrada y tu sentido del humor. Dios que asquito la de los piercing, yo llevo un pendientito en la oreja fruto de mi juventud pero es que ya forma parte de mi y ni me doy cuenta...
ResponderEliminar...si ya se sabe aquello de que nada está inventado.
Un saludo.
Rukia: poco en verdad hemos cambiado, al menos en lo personal. Claro, llevamos sobre el planeta una insignificancia de tiempo si lo comparamos con el tiempo que llevan por ejemplo las montañas.
ResponderEliminarSaludos.
Negrevernis: a mí me pasa lo mismo con mis alumnos. Me miran con asombro cuando les digo que venimos de África.
ResponderEliminarUn saludo.
Carmen: ir a la moda es volver a llevar lo que llevaron o usaron nuestros abuelos, como jugar con el yoyó.
ResponderEliminarUn saludo.
José Eduardo: cuando usé la palabra "tanto" era para no pecar de radical en esto. Jejeje.
ResponderEliminarUn saludo.
Carolvs: una cosa es un pequeño pendiente o un pequeño tatuaje en un hombro o en la pantorrilla y otra muy diferente es taladrarse todo el cuerpo o hacer el hortera como aquellos que se hacían tatuar todo un Cristo en la espalda o en el pecho.
ResponderEliminar¡Uf!
Un saludo.
Te doy la razón, Cayetano. Nuestros miedos y angustias son los mismos, los problemas de relaciones humanas, también. Los filósofos griegos de hace 20 siglos se planteaban las mismas cuestiones que ahora, los conflictos los solucionamos con guerras, como siempre .....
ResponderEliminarCayetano, estoy de acuerdo contigo que en muchas cosas no hemos evolucionado tanto, vamos, casi nada. El primitivismo (como tú lo expresas, en sentido literal) sigue formando parte de la esencia del hombre, en unos más que en otros. En el terreno del arte moderno, aunque por otras razones, se vuelve a las formas puras y simples, primitivas, pero bastantes más intelectualizadas en la abastracción.
ResponderEliminarGracias por avisarme del problema de la última entrada en mi blog. Es totalmente ininteligible y la he retirado. No sé que me hace el bloger últimamente, aunque creo que es cuando publico desde el instituto cuando me hace cosas raras. No sé si la volveré a publicar, pues yo las escribo directamente sobre el borrador y ahora tendría que reescribirla de nuevo y bastante poco tiempo tengo. Voy a tener que migrarme a otro editor de blogs.
Bueno, no te agobio con tonterías. Saludos.
Los miedos, es verdad, Manuel. Nos sentimos poca cosa y vulnerables y entonces nos dedicamos a inventar cosas que nos ayuden a entender el mundo o que nos den consuelo o protección.
ResponderEliminarUn saludo.
A ver, Paco, si es que le metemos mucha caña con tantas imágenes. No sé. A veces creo que este sistema tiene poca fiabilidad. Yo por si acaso siempre escribo en word y luego guardo una copia por si las moscas.
ResponderEliminarA ver si hay suerte y puedes solucionar el problemilla.
Un saludo.
Cayetano, has sido el primero en comentar hoy en mi blog.
ResponderEliminar¡MUCHAS GRACIAS!
La verdad es que intento que los niños, lo pasen bien conmigo. Siempre recibo más de lo que doy.
¡Son tan agradecidos! ¡Los de tres años me encantan!
Pero me extraño, cuando hay un momento de agobio en la clase y de repente se me ocurre una adivinanza, un concurso de palabras, un juego o una nueva canción...
Será que mis pobres neuronas ya viejecillas, están tan acostumbradas, que se ponen en marcha cuando hay una emergencia.
Bueno gracias otra vez amigo
y un abrazo fuerte,
desde mi librillo.
!Creo que las rimillas estas las domino¡
Desde luego lo tuyo es vocación, porque casi todo el mundo de Infantil lo que quiere es coger 4 o 5 años.
ResponderEliminarUn saludo, Rosario.
Interesante entrada.
ResponderEliminarSomos africanos de origen. Ësto lo subraya Eduardo Galeano cuando plantea nuestro origen común intentando interpretar el tema de la xenofobia y de la intolerancia que se perfila entre diversos pueblos.
No hemos evolucionado tanto. Es cierto. Especialmente en esencia .
Te confieso que las pinturas rupestres me gustan.
Será una impresión personal pero siento una atracción especial hacia ellas ... será que quiero descubrir huellas ancestrales.
El tema de los "piercings" de nuestros jóvenes me duele con solo mirarlos. Ellos sonríen como si yo fuera oligofrénica y no comprendiera la importancia que tienen.
Embelesarse con una pintura rupestre es igual que hacerlo frente a un buen fuego. Hogar viene de hoguera y las primeras pinturas aparecieron precisamente en las cuevas gracias al fuego.
ResponderEliminarUn saludo, Carmela.
Es cierto.Aparecieron en las cuevas gracias el fuego.
ResponderEliminarAcertada interpretación analítica!!
Será por éso que las percibo con tanta calidez.
Me resultan gratas.No lo relacioné.
"Hogar viene de hoguera" .Tal cual.Eres un permanente pedagogo.
Gracias !
Abrazos!
Luego... somos primitivos. Todavía.
ResponderEliminarUn saludo, Carmela.
Wowwww me acabo de hacer tu seguidora. Impresionante éste post, y buenísimo el resto. me alegra haberte encontrado.
ResponderEliminarTe invito a conocer los mios.
Un abrazo!!!
Gracias, Susana, por tu comentario. Paso ahora por tu blog a darme una vuelta.
ResponderEliminarSaludos.
Estimado disculpa no soy historiador. Pero el “homoerectus que se desplazo a zonas frías”¿¿??? Disculpa pero no tiene nada que ver con la población extendida homosapiens la cual tiene origen en áfrica hace 250 000 años, la cual también se extendió por el mundo. Incluso se dice que extinguió a otros homínidos, quedando hoy como los únicos en el mundo.
ResponderEliminarOtra cosa somos primitivos y tal vez siempre lo seremos. Peor me parece un poco caricaturesca la comparación que haces porque muchas de las culturas por ejemplo la del piercing se inspiran en culturas llamadas aborígenes y no son una creación o inspiración propia. Mucho del arte también se inspira en culturas antiguas como la egipcia griega o andina. Así cualquier comparación como algo como si fuera algo casual y brota espontáneamente me parece demasiado ligera.
Atentamente
jorge
Esta entrada no pretende ser una tesis doctoral, sino un mero ejercicio comparativo entre culturas que nos pueda hacer pensar en lo primitivo que aún somos.
ResponderEliminarNadie ha hablado de que las modas de tatuajes y piercings sean algo espontáneo o causal. Eso te lo acabas de inventar tú solo. Precisamente, lo que quiero decir es que no hemos evolucionado tanto desde los tiempos del "homo erectus" o, si lo prefieres, desde los tiempos del "homo sapiens".
De todas formas, antes de poner tu opinión, revisa la expresión y la ortografía, porque los que lean tus comentarios te juzgarán por lo que escribas.
Un saludo.
Saludos
ResponderEliminarGracias por responderme.
Disculpa si algunas de mis opiniones argumentos te resultaron ofensivas. No fue para nada mi intención.
Como ya lo precise no soy historiador. Sin embargo me interesa el tema y quise poner mi opinión, la cual creo que tiene algo de cierto.
Saludos
Jorge
Negrito: ya te dije que no trataba de hacer ninguna tesis doctoral, sino más bien incitar un debate que parece que sí se ha producido.
ResponderEliminarGracias por tu aportación.
Un saludo.
En lo que se refiere a nuestros instintos más primitivos, los "de lagarto" como el oído, la vista o el olfato poco hemos evolucionado, es más se ha producido una gran involución. Las modas y nuestro comportamiento social van unidas al avance tecnológico, pero hemos cambiado poco, muy poco...
ResponderEliminarUn saludo desde el futuro¡
Pero que muy poco. No hay más que ver a ese joven de las gafas en proceso de desfiguración voluntaria y compararlo con la nativa del plato en la boca.
EliminarYa veo que vienes del futuro. Me imagino que se habrán jubilado ya algunos políticos como la Espe, una pobre sexagenaria, según creo. ¿No?