martes, 2 de junio de 2009

Canciones prohibidas por la Inquisición

Imagen: Neuromante Zero


A VUELTAS CON LA CENSURA



Ya que hablamos de censura, traigo aquí una cancioncilla popular española del siglo XVIII. Ni que decir tiene que fue en su tiempo prohibida por la Inquisición.
Lo que me llamó siempre la atención de esta letra es su frescura, su atrevimiento, su capacidad provocadora, transgresora... Es evidente que, en la España de los Borbones, algo de miedo se le estaba ya perdiendo al Santo Oficio. Si bien no hay nunca que minimizar sus actuaciones, ya no era tan fiero como en sus primeros tiempos. De hecho, los procesos o Autos de Fe eran cada vez más escasos.

La canción prohibida

“Ayer tarde vide a Joaquinita
y como era inocente y soltera,
ignoraba del taranlarera
los resortes del taranlará.

¿Estás sola? Le dije quedito.
Sí señor, que mi tía está fuera.
Pues si quieres que taranlarera,
jugaremos al taranlará.

¿A qué juego? Me dice asustada,
que no entiendo ni uno tan siquiera.
Es el juego de taranlarera
que se juega con taranlará.

Arrímela, por fin, una silla.
¡Que no quiero! Me dice severa.
Que mi tía taranlarera
me dice que esto taranlará.

Convencíla por fin con palabras
y rindióse como una cordera,
que en el juego de taranlarera
comenzamos el taranlará.

Y la niña jugaba el tal juego
cual la misma diosa de Citera,
arrastrando el taranlarera
en los casos del taranlará.

Acabamos por fin una mano
y la niña pidió placentera
y a la cuarta taranlarera
yo ya estaba sin taranlará.

Yo le dije: no tengo más cartas.
Y ella entonces me dice muy fiera:
Miren qué hombre de taranlarera
que no tiene taranlará.”


En 1978, un grupo español, Hadit, daba a conocer ésta y otras canciones en un álbum titulado “Canciones prohibidas por el Santo Tribunal de la Inquisición”
La canción que tenemos aquí, de autor desconocido por razones obvias, hace una referencia clara a las relaciones sexuales. Se usan dos palabras sin significado aparente que actúan como metáfora de una realidad a la que se quiere hacer alusión. Es una estrategia para intentar burlar la moral religiosa establecida e impuesta.
Canciones populares del siglo XVIII como la presente estaban en el punto de mira del Santo Oficio por ser algo fresco, desinhibido, provocador... como la vida misma. El Santo Oficio temía que las picardías populares se expandieran y contagiaran con su desenfadado vitalismo, saliéndose de los límites impuestos. Es decir: miedo a perder el control de la sociedad... Y acusadas de obscenas, inapropiadas, indecorosas y pecaminosas, fueron perseguidas y prohibidas.






11 comentarios:

  1. En efecto, la Inquisición estaba ya en retroceso en el siglo XVIII, aunque ya con Carlos II también. Sus años de "oro" y de quema de herejes fueron los del reinado de Carlos V. Es curioso pero así es: los años del erasmismo y del intento de solucionar por las buenas la Reforma luterana.
    Con Carlos III ya era un dinosaurio y algo decorativo que se quería y suprimir. Pero el pueblo llano español estaba muy fanatizado aún, mucho más que muchos clérigos. El padre Feijoó ya escribió contra la superchería. "Vivan las caenas" respondió el pueblo al intento de Carlos III. Sólo hubo de contentarse con la expulsión de los Jesuítas.
    Pero las cosas cambiaron con Carlos IV y la Inquisición volvió a reflotar. Ahora sería una herramienta del Estado absolutista para perseguir liberales y revolucionarios y masones. Los sucesos de Francia dieron el pánico de Floridablanca primero, y de Aranda después.
    El malvado Fernando VII la volvió a resucitar en 1814 pero ya no la restauró en 1823 cuando se iniciaba la "Ominosa Década".
    Saludos.

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  2. De todas formas, cuánto daño hizo esa institución represora a las libertades y al progreso. Como tú dices mucha culpa de nuestro ancestral atraso lo tuvo también el propio pueblo español, hostil ante el progreso y las novedades que venían de fuera.
    Un saludo.

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  3. La Inquisición en España fue algo terrible, pero no olvidemos que este tribunal se estableció en Francia algunos siglos antes, véase su actuación contra los cátaros y algunas otras "Herejias", y tampoco hay que olvidarse de las persecuciones que emprendieron algunas iglesias protestantes, se dice, ignoro si el dato es correcto, que en la época de Calvino se quemó a más gente que la Inquisición española en toda su historia.
    Con este tema tan entroncado en la leyenda negra no podemos caer tampoco en el autoflajelamiento excesivo, y tampoco la negación absoluta.

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  4. Es verdad La Inquisición viene de Francia, pero vamos que aquí en España también la "aprovecharon bien"....
    Cayetano como lo demás lo ha dicho Juan, yo comentaré que la canción es divertida y que la mayoría de las veces tienen más picardia "algunas cosas" cuando solo se insinúan y no se dicen claramente.

    respeto al "propio pueblo español, hostil ante el progreso y las novedades que venían de fuera".Estoy más que de acuerdo,la gente se acóstunbra a vivir de una determinada manera,y critican lo que viene de fuera, y otros son comódos y no quieren cambiar por miedo...

    un saludo

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  5. Qué buen documento, Cayetano, como siempre.

    A mí el caso de censura religiosa que más me ha impactado es mucho más reciente y está en el misal bilingüe latín-español que usaba mi madre antes del Concilio Vaticano II: las hojas con los cánticos están arrancadas porque la música era algo alegre, irrespetuoso hacia el sufrimiento de Cristo.

    Fanatismo extremo, que censuraba los himnos de la propia Iglesia. Y de esto hará sólo unos 50 años.

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  6. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  7. Bienvenida "again", teacher. Cierto es que había mucho fanatismo -y todavía lo hay- en un sector carca de la Iglesia.
    Un saludo.

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  8. José Luis: muy buena ocurrencia -¿inconsciente tal vez?- lo de evitar el "autoflagelamiento" excesivo. Me recuerda lo del cilicio y la mortificación sadomasoquista de los integristas religiosos.Muy apropiado para el tema.
    Lo de Calvino en Ginebra tiene mucho de cierto. Otro integrista. Pero a nosotros nos tocó esto, por eso quizás lo criticamos más, por cercano. Igual que, salvando las distancias, criticamos más a Franco que a Mussolini.
    Un saludo.

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  9. Vangelisa: es cierto que las letras más inteligentes son las que sugieren, las que insinúan, y no las que se muestran claramente.De esa manera permiten que el que las lee o las oye pueda hacer su interpretación.
    Un saludo.

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  10. Absolutamente inquietante, Cayetano... Si trazamos un paralelo con la actualidad es probable que nos animemos a mirar... y ver la cantidad de cosas que callamos. La autocensura o comodidad que nos impide reclamar, luchar, comprometernos o sencillamente... hacernos cargo de la parte que nos toca!

    De la Iglesia ni hablar, siguen cometiendo las mismas aberraciones o tal vez peores porque cada vez más legitiman su accionar.

    Abrazo.

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  11. Es cierto que a veces, inconscientemente, hacemos uso de la autocensura para no complicarnos la vida. De la Iglesia como institución qué decir. Ellos actúan sólo para mantener su status de privilegio, por lo menos aquí en España.
    Saludos, Mai Puvin.

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