Un almirante
El otro día, visitando el estupendo blog "El arte de la estrategia", del amigo Carolus, me encontré con esta anécdota tan divertida.
La copio y pego tal cual porque merece la pena. Parece ser que a su autor este asunto le costó una querella por pitorreo.
"Instancia REAL dirigida al Almirante Jefe del Estado Mayor de la Armada el 28 de diciembre de 1980, Día de los Santos Inocentes, con motivo del nombramiento, por parte de ese Estado Mayor, de D. Juan de Borbón y Battenberg, como Almirante honorario de la Armada.
EXCELENTÍSIMO SEÑOR ALMIRANTE JEFE DEL ESTADO MAYOR DE LA ARMADA.- Madrid.
Fulano de Tal y Tal, mayor de edad, con domicilio en ................., con D.N.I. nº ............, expedido en Madrid el ........... de 19...., se dirige a V.E. y con el debido respeto
EXPONE:
Que a iniciativa del Almirante Jefe del Estado Mayor de la Armada y por Real Decreto 1636/1978 de la Jefatura del Estado, se ha nombrado a D. Juan de Borbón y Battemberg, "por su sereno patriotismo y amor permanente a España", Almirante honorario de la Armada.
Que el artículo 14 de la Constitución Española, sancionada por el Jefe del Estado y refrendada democráticamente por el pueblo, proclama la igualdad de todos los españoles ante la ley.
Que el abajo firmante desea recibir, también, la distinción de Almirante Honorario de la Armada y, aunque reconozca no tener el mérito de haber servido, con otros hijos de la Gran Bretaña, a la pérfida Albión en la Royal Navy de su Graciosa Majestad, ni haber presentado armas ante la Union Jack, (la enseña pirata que ondea en Gibraltar), alega en su favor los siguientes hechos:
A) Que tiene debidamente probado su amor a España a través de un patriotismo activo y se ha sentido atraído, siempre, por todo lo relacionado con la mar.
B) Que en su infancia iba vestido, preferentemente, con traje de marinero, pudiendo demostrarlo fotográficamente.
C) Que en su juventud, previo entrenamiento en el embalse de la Playa de Madrid, participó, el Año Santo de 1950, en la peregrinación en piragua Palma de Mallorca - Roma, peregrinación que Su Santidad Pío XII calificó como "la más grande de este Año Santo de 1950 y quizá, de la historia" ; estando en posesión de la Cruz al Mérito Naval de 1ª clase, concedida por el Generalísimo de los Ejércitos Nacionales y Caudillo de España, Francisco Franco (en ese Estado Mayor de la Armada obra abundante información sobre este asunto).
D) Que del extenso repertorio culinario español, sus platos favoritos son las almejas a la marinera y el salpicón de mariscos, y de los extranjeros, la sopa de tortuga y la sopa de aleta de tiburón.
E) Que canta, con fervor místico, la zarzuela "Marina", de Camprodón y Arrieta, especialmente eso de “oliendo a brea, oliendo a brea...”, sometiéndose a prueba, si fuese preciso, ante el jurado que tenga a bien designar ese Estado Mayor de la Armada.
F) Que cuando come y cena, aunque sea fuera de su casa, tiene la costumbre de echar barcos en la sopa y no solamente en su plato sino, también, en los de los comensales vecinos, pudiendo aportar declaraciones juradas de amigos que atestiguarían este punto.
G) Que sabe, y nunca se equivoca, que "babor" es la izquierda y "estribor", la derecha.
H) Que jamás utiliza expresiones como "mecachis en la mar" que incitan a la contaminación de las playas con indudable perjuicio para nuestro turismo.
I) Que está dispuesto a sufrir examen comparativo con D. Juan de Borbón y Battemberg en las materias que crea oportunas el Estado Mayor de la Armada.
Por lo anteriormente expuesto,
SUPLICA a V.E., se digne dar las órdenes oportunas para que sean iniciados los trámites necesarios para concederle el título de Almirante Honorario de la Armada.
Es gracia que espera alcanzar de la reconocida justicia de V.E. y que pide en Madrid a veintiocho de diciembre de 1980.
OTROSÍ DICE que en el supuesto improbable de que se estimara que los méritos alegados, pese a su entidad, no fuesen suficientes para merecer el título que anteriormente solicita,
SUPLICA a V.E. que, alternativamente, se le conceda el nombramiento de grumete honorario.
Gracia y justicia que reitera en el lugar y fecha ut supra."
Cayetano, muchas gracias por publicar este artículo en un blog tan bueno como el tuyo. Espero que les guste a todos y aprovecho para invitarles a este blog que es el suyo.
ResponderEliminarSaludos
Carolus
¿Insinúa usted que el único mérito de Don Juan de Borbón para ser nombrado Almirante era su apellido?
ResponderEliminar¿Y la afición familiar a la vela?
Jajjj, ese olor a brea me marea. Geníal Diógenes, genial Carolus, me voy a conocerle. Bssss
ResponderEliminarCarolus: las gracias son recíprocas.
ResponderEliminarEspero que te visiten, pues tu blog es muy original y lo merece.
Un saludo.
Nonsei: es verdad...La vela. Mis disculpas.
ResponderEliminarUn saludo.
Agotadito de la guardia, este post me ha arrancado una sonrisa.
ResponderEliminarTambién deberían dárselo al solicitante por sus acreditados méritos.
ResponderEliminarSaludos
Dissortat: es muy divertida la anécdota.
ResponderEliminarUn saludo.
Antorelo: méritos no le faltan, sobre todo el de echar barcos en los platos ajenos.
ResponderEliminarUn saludo.
Emejota: el blog de Carolus es sumamente original.
ResponderEliminarUn saludo.
Ingeniosísima la inocentada. Eso sí que es sentido del humor. Y mire que no se le pasó nada por alto a la hora de exponer sus méritos para el cargo!
ResponderEliminarFeliz día
Bisous
Genial sentido del humor ,mas hiriente que una cachiporra
ResponderEliminarSiempre hay personas que desconocen aquello de Peticiones Viciosas, pero si son así de buenas merece la pena compartirlas.
ResponderEliminarBuen apunto Carolus y a Cayetano por compartirlo.
Un abrazo hoy a repartir.
Demostrado queda que tiene suficientes y meritorios motivos. Aunque para mi, con "que en su infancia iba vestido, preferentemente, con traje de marinero, pudiendo demostrarlo fotográficamente", debería ser más que suficiente.
ResponderEliminarUn abrazo
Jajajaja ¿Y le concedieron la distinción de marras?
ResponderEliminarMadame: un verdadero artista el de la instancia. Merece un premio.
ResponderEliminarUn saludo.
Nando: así es. Tiraba no con pistola de fogueo.
ResponderEliminarUn saludo.
Jose Senovilla: este Carolus tiene unas entradas de lo más ocurrente.
ResponderEliminarUn saludo.
Javier: me imagino que sería el traje de la primera comunión.
ResponderEliminarUn saludo.
Rosa: al menos se ganó una sanción por cachondearse de la autoridad.
ResponderEliminarUn saludo.
Arantza comenta:
ResponderEliminar¡Qué bueno! jajaja
Voy a visitar a Carolus, con tu permiso...
Un beso
Manuel dice:
ResponderEliminarMotivos tenía (sobretodo ese de estar vestido de marinerito de niño) ;D
Visito el blog de Carolus desde hace tiempo, no solo original sino que tiene una letra mordaz...
Saludos Cayetano
Fº Javier Peralta comenta:
ResponderEliminarAún se me saltan las lágrimas de la risa, fantástica carta ¡¡¡
Un abrazo ¡¡
Francisco Espada dice:
ResponderEliminarNi la oportunidad de la fecha le salvó de la falta de humor del superior. Los hay que no aguantan ni siquiera una.
Saludos
No sé qué ha podido ocurrir pero vuestros comentarios han desaparecido misteriosamente. Menos mal que dejaron un rastro en mi correo y los he podido recuperar y poner.
ResponderEliminarUn saludo.
Ja, ja, es verdaderamente ingeniosa. Y no sé por qué se lo tomaron tan mal. ¡Con la falta que hace gente salada (y más en la mar)! Besos sonrientes.
ResponderEliminarIsabel: debe ser porque hay gente sin sentido del humor.
ResponderEliminarUn saludo.
Este señor Don Juan la verdad es que poco servicio ha hecho a su dinastía. Lo que me extraña es que con tanto contacto con los british, éstos no le hayan contagiado su libertad y modernidad. En fin. Recuerdo un libro estupendo que leí hace unos años titulado: "El rey de los rojos", que desmitifica a este Don Juan sin reino. Ingresó en la España franquista a luchar para que su padre volviese. Eso sí, el mulo de Mola le dijo que se marchase o le pasaba por las armas. Tras la pantomima de 1946 y el Manifiesto de Lausana, volvió a declaraciones hiper reaccionarias por no decir hiper fachas. Luego el numerito de hacerse el antifranquista al no reconocer a su hijo. Puro teatro. Es lógico pensar que, tras la entrevista en Las Cabezas, ya estaba pactado que su hijo Juan Carlitos sería el rey.
ResponderEliminarLo demás: putillas, borracheras, lujo en Estoril, etc, etc.
Juan: tu tocayo es un personaje secundario en esta historia nuestra, bastante desconocido. De él sabemos pocas cosas y muy concretas como lo de la renuncia en su hijo, etc. Daría seguramente para una entrada para quien tuviera ganas de hacerla.
ResponderEliminarUn saludo.
Alejandro: así es. Carolus tiene un blog sumamente curioso.
ResponderEliminarUn saludo.
Humm, estudio tu propuesta de entrada y a ver si en las vacas hago la recensión de el libro que cito y así sirve de entrada para el personaje.
ResponderEliminarSaludos colega.
Juan: estaremos pendientes.
ResponderEliminarSaludos.
Muy bueno....
ResponderEliminarSaludos
J.M. Gonzalo: el mérito es de Carolus.
ResponderEliminarUn saludo.