De
entrada admitiré que en esta profesión de guía urbano soy un
impostor, un advenedizo, un frescales, máxime cuando no poseo título
académico ninguno; sin embargo tengo la conciencia muy tranquila por
un doble motivo. El primero, porque todos tenemos derecho a ganarnos
la vida como sea siempre que no ocasionemos un daño importante a
nuestros semejantes. El segundo, porque esto de los friturs tiene
como objetivo entretener a los menesterosos, casi todos guiris o
jubiletas aburridos que no tienen otra cosa mejor que hacer y que les
gusta que les cuenten historias; aunque, visto y comprobado, la
mayoría de lo que les cuentan tiene más de leyenda que de relato
veraz y riguroso. Por eso me decidí a ofrecer mis servicios y
esgrimí mi cartelito y mi llamativo paraguas naranja en la mismísima
Puerta del Sol de Madrid. A pesar de las miradas reprobatorias de la
competencia, en un rato reuní una docena de personas y pude empezar
mi recorrido. Me saqué setenta pavos.
Centré mi rollete en siete u ocho anécdotas, en su mayoría más falsas que un euro de madera, lo justo para una hora y media de recorrido.
2.- Origen del nombre de la casa Mira, famosa pastelería muy cercana a la Puerta Del Sol.
Los niños de la posguerra pasaban hambre y privaciones y era muy tentador lo que exhibían en sus escaparates las tiendas de dulces y turrones. Por eso era harto frecuente ver a mocosos con sus narices pegadas al cristal soñando con los mazapanes y las peladillas que allí se mostraban. Y en una ocasión, un señor muy bromista, que en la puerta conversaba con el propietario del establecimiento, va y le dice a uno de los chicos:
—Tú mira, mira, que es gratis, chaval.
Cosa que aprovechó el dueño del negocio para cambiar el nombre de su establecimiento.
3.- Lugares donde la gente queda.
Hay
dos lugares en la Puerta del Sol que son idóneos para quedar con los
amigos dada su visibilidad y facilidad para ser encontrados. Uno es
la escultura del Oso y el Madroño, símbolo de la plaza y de Madrid,
y el otro es el caballo huevón, denominación popular del jumento
del rey Carlos III en su estatua ecuestre situada en esa misma
plaza.
4.- De Madrid al cielo.
Pero también al infierno. Este famoso registro, hoy propiedad del Canal de Isabel II fue durante nuestra pasada guerra civil una trampilla para acceder a los refugios subterráneos cuando se iniciaban los bombardeos sobre la ciudad. El refugio quedó destruido pero nos quedó de recuerdo el hueco, al que se le añadió posteriormente una tapa.
5.- Calle Echegaray.
Según nos alejamos de la Puerta del Sol hacia el Congreso nos encontramos a mano derecha con la calle Echegaray.
Valle Inclán despreciaba a este autor. Cuenta Ramón Gómez de la Serna que, una vez, el escritor gallego envió una carta a un amigo suyo que vivía en esa dirección. En el sobre puso Calle del Viejo Idiota. Y la carta llegó. Valle Inclán decía que los carteros madrileños eran muy cultos e inteligentes.
6.- Una calle emblemática: la Carrera de San Jerónimo.
Llamada así por todos debido a la archiconocida gesta o hazaña que tuvo lugar cuando el popular santo recorrió en apenas tres minutos la distancia que media entre la Puerta del Sol y el Congreso de los Diputados, tras picarle en el culo dos avispas un día de verano durante su acostumbrado paseo matinal. ¡Un paseo que acabó en carrera!
Bueno, pues de todos los disparates que cuento hay dos que son verdad. ¿Cuáles serán?
El tres y el cinco? Es que soy de Madrid. Un beso
ResponderEliminarVamos a ver qué ponen los demás y te cuento.
EliminarAcertaste: el 3 y el 5. Enhorabuena. A ti no te engaña el falso freetour.
EliminarEl cinco seguro, y el tres por eliminación y por qué lo dice Susana.
ResponderEliminarCreo recordar que el Oso y el madroño estaban al lado de una parada de autobús, pedro hace mucho tiempo de eso.
Saludos.
Esperamos a los demás y te digo.
EliminarHas dado en la diana: el 3 y el 5. A ti no te toma el pelo el falso guía.
EliminarAunque he pisado Madrid muchas veces no sabría cuál son verdad . Sí que el creado de la Lámpara Maravilosa despreciaba a Echegaray porque según parece comenzó cuando Echegaray, como miembro de un jurado literario, se opuso a que Valle-Inclán ganara el premio.
ResponderEliminarUn abrazo
PD: He borrado lo anterior porque se me coló una falta de aquellas gordas.
Se llevaban mal. Y Valle tenía su genio y su mala uva.
EliminarY en efecto es uno de los casos verdaderos. Echegaray era su principal enemigo literario.
EliminarLo de Valle Inclán seguro que es cierto, tenía muy mala leche con la gente que le caía mal. Es conocida la fobia hacia Galdós al que llamó Benito el Garbancero, así que no me cuesta imaginar que a Echegaray lo llamara el Viejo idiota. Eran tiempos de rivalidades literarias que estos días me han recordado las palabras de Pérez Reverte respecto a Luis García Montero. Lo ha llamado poeta mediocre y paniaguado, algo con lo que estoy totalmente de acuerdo. Son puñaladas divertidas como la de Valle contra ese mal dramaturgo que era Echegaray, y que ganó el Nobel. Hoy nadie se acuerda de él, salvo por la anécdota del 'viejo idiota'.
ResponderEliminarSí. Yo creo que Valle le hizo un favor. Y lo que dijo Reverte por supuesto que es opinable. Según mi criterio literario, Reverte no tiene el nivel del autor de Mañana será lo que Dios quiera. Es mi modesta opinión como lector.
EliminarUn saludo.
En efecto, Echegaray y su calle.
Eliminarla 4 y la 5 creo que son verdad. Un abrazo
ResponderEliminar50% de aciertos.
EliminarEl 3 en vez del 4. Un 50% como te dije.
EliminarNo sé cuales son ciertos o falsos, el caso es que todos son muy bonitos.
ResponderEliminarSalud.
Puede ser que los verdaderos sean los menos creíbles.
EliminarEl 3 y el 5,mientras veo fútbol en la tele, va ganando el español
ResponderEliminarEso se llama estar a dos manos.
EliminarEn breve daremos la solución.
Saludos.
Acertaste. Un saludo.
EliminarPues a mi me gustaría que todos fuesen verdad...
ResponderEliminarClaro. En el fondo es lo que pretende el falso freetour.
EliminarSaludos.
Hace unos años, andaba yo mucho por las zonas turísticas de mi ciudad y más de una vez tuve que contradecir a un guía por los disparates que les contaba a sus clientes. Por supuesto que me gané más de una mirada asesina de los guías...
ResponderEliminarHay mucho intrusismo y mucho charlatán. En el fondo este texto es una crítica en clave de humor.
EliminarSaludos.
Ya he leído los comentarios, así que ya no hay misterio. En cuanto a los free tours se han reproducido como setas en otoño. Los guías profesionales se han puesto de uñas y protestan por intrusismo, al menos esta es la situación en Zamora, ya que el trabajo escasea y todo se disputa con uñas y dientes. Como anécdota: hice de guía con un grupo de amigos de mi hijo y lo que más les gustó fueron las leyendas sobre la ciudad, por supuesto no me dieron ni propina. Un saludo.
ResponderEliminarDigo yo que al menos podrían haberte invitado a una cerveza por el gasto de saliva. En esto de los freetours te encuentras de todo, desde cantamañanas y pícaros hasta gente muy profesional y preparada.
EliminarUn saludo.
Me he divertido mucho con el relato. Y broma aparte, cuántas veces no nos han contado cuentos chinos los cicerones de calle o de museos. Hoy cunden los guías de calle por mi ciudad, a veces pongo el oído y se les ve muy informados, linealmente informados. Pero uno echa en falta aquel ingenio y fantasía de otros tiempos. Al fin y al cabo, no todo lo que se cuenta como supuestamente comprobado y admitido por académicos probablemente haya sido real. Un abrazo.
ResponderEliminarLa leyenda y el mito funcionan bien. Fíjate la que liaron algunos en Belén con el embarazo de María y el asombro del carpintero.
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