Subiendo por la carretera que sale de Cuacos de Yuste y un poco antes de llegar al monasterio donde murió Carlos V, nos encontramos a mano derecha con el Cementerio Alemán.
Como indica el cartel de la entrada, aquí “descansan 26 soldados de la Primera Guerra Mundial y 154 de la Segunda” que “pertenecieron a tripulaciones de aviones que cayeron sobre España, submarinos y otros navíos de la Armada hundidos. Algunos de ellos murieron en hospitales españoles a causas de sus heridas. Sus tumbas estaban repartidas por toda España, allí donde el mar los arrojó a tierra, donde cayeron sus aviones o donde murieron”.
Un acto conmemorativo hispano- alemán celebrado el 1 de junio de 1989 sirvió para inaugurar esta última morada donde, por iniciativa del gobierno alemán, se reunieron todos los restos antes diseminados por nuestra geografía.
Las cruces son de granito y en cada una aparece el nombre del soldado fallecido, la fecha de su nacimiento y de su muerte.
El sitio desde luego es ideal para encontrar la paz: tranquilo, soleado, a un paso del monasterio y cerca de esos cerezos que por estas fechas comienzan a inundar los campos de inmaculada blancura con sus efímeras flores.
Un acto conmemorativo hispano- alemán celebrado el 1 de junio de 1989 sirvió para inaugurar esta última morada donde, por iniciativa del gobierno alemán, se reunieron todos los restos antes diseminados por nuestra geografía.
Las cruces son de granito y en cada una aparece el nombre del soldado fallecido, la fecha de su nacimiento y de su muerte.
El sitio desde luego es ideal para encontrar la paz: tranquilo, soleado, a un paso del monasterio y cerca de esos cerezos que por estas fechas comienzan a inundar los campos de inmaculada blancura con sus efímeras flores.
(Fotos: elaboración propia)
Fallecido en la Primera Guerra Mundial
Veo que has estado en la comarca de la Vega, o por el Jerte últimamente. El año pasado estuve en Yuste, en el puente de febrero y pasé por el cementerio, pero fue sólo un momento y no eché fotos. Sitio tranquilo, desde luego, nada como un cementerio para pensar.
ResponderEliminarEn otro orden de cosas, en tu enlace leí algo de parecidos o que tienen en común, entro en el blog y apareces de ché guevara, de bobby,etc, pero en seguida cambia a esta entrada ¿Ya haces trucos visuales? ¿eres ilusionista?
En fin, saludos Mago Cayetano.
Paco: tengo segunda casa en la Vera y me pilla muy muy cerca.
ResponderEliminarSobre la entrada de las fotos, en el último momento decidí dejarla para mejor ocasión, una chorrada. Ya quisiera yo ser mago y arreglar las cosas que van mal.
Un saludo.
Tranquilo tiene que ser, desde luego. Pero nunca me han gustado demasiado los cementerios, aunque sean históricos. Me dan mal rollo.
ResponderEliminarSaludos!
Zona visitada. Hechos los deberes, jajaja.
ResponderEliminarTodos los años visito esa tierra y la última vez que estuve por ésa zona en concreto fue hace dos años. Eso de tener familia extremeña...
Besos
Kassiopea: estos son los únicos que ya no hacen daño a nadie.
ResponderEliminarUn saludo.
Arantza: pues ya somos dos lo de tener familia por estos lugares. Buena gente (Me refiero, claro está, a los extremeños, a los del cementerio no tengo el gusto de conocerlos)
ResponderEliminarUn saludo.
En mi rincón moruno, mientras repiquetea
ResponderEliminarel agua de la siembra bendita en los cristales,
yo pienso en la lejana Europa que pelea,
el fiero norte, envuelto en lluvias otoñales.
Donde combaten galos, ingleses y teutones
allá en la vieja Flandes, y en una tarde fría,
sobre jinetes, carros, infantes y cañones
pondrá la lluvia el velo de su melancolía.
Envolverá la niebla el rojo expolïario
-sordinas gris al férreo claror del campamento-,
las brumas de la Mancha caerán como un sudario
de la flamenca duna sobre el fangal sangriento.
Un César ha ordenado las tropas de Germania
contra el francés avaro y el triste moscovita,
y osó hostigar la rubia pantera de Britania.
Medio planeta en armas contra el teutón milita.
¡Señor! La guerra es mala y bárbara; la guerra,
odiada por las madres, las almas entigrece;
mientras la guerra pasa, ¿quién sembrará la tierra?
¿Quién segará la espiga que junio amarillece?
Albión acecha y caza las quillas en los mares;
Germania arruina templos, moradas y talleres;
la guerra pone un soplo de hielo en los hogares,
y el hambre en los caminos, y el llanto en las mujeres.
Es bárbara la guerra y torpe y regresiva;
¿por qué otra vez a Europa esta sangrienta racha
que siega el alma y esta locura acometiva
¿Por qué otra vez el hombre de sangre se emborracha?
La guerra nos devuelve las podres y las pestes
del Ultramar cristiano; el vértigo de horrores
que trajo Atila a Europa con sus feroces huestes;
las hordas mercenarias, los púnicos rencores;
la guerra nos devuelve los muertos milenarios
de cíclopes, centauros, Heracles y Teseos;
la guerra resucita los sueños cavernarios
del hombre con peludos mammuthes giganteos.
¿Y bien? El mundo en guerra y en paz España sola.
¡Salud, oh buen Quijano! Por si este gesto es tuyo,
yo te saludo. ¡Salve! Salud, paz española,
si no eres paz cobarde, sino desdén y orgullo,
Si eres desdén y orgullo, valor de ti, si bruñes
en esa paz, valiente, la enmohecida espada,
para tenerla limpia, sin tacha, cuando empuñes
el arma de tu vieja panoplia arrinconada;
si pules y acicalas tus hierros para, un día,
vestir de luz y erguida: heme aquí, pues, España,
en alma y cuerpo, toda, para una guerra mía,
heme aquí, pues, vestida para la propia hazaña
decir, para que diga quien oiga: es voz, no es eco;
el buen manchego habla palabras de cordura;
parece que el hidalgo amojamado y seco
entró en razón, y tiene espada a la cintura;
entonces, paz de España, yo te saludo.
Si eres
vergüenza humana de esos rencores cabezudos
con que se matan miles de avaros mercaderes,
sobre la madre tierra que los parió desnudos;
si sabes cómo Europa entera se anegaba
en una paz sin alma, en un afán sin vida,
y que una calentura cruel la aniquilaba,
que es hoy la fiebre de esta pelea fratricida;
si sabes que esos pueblos arrojan sus riquezas
al mar y al fuego -todos- para sentirse hermanos
un día ante el divino altar de la pobreza,
gabachos y tudescos, latinos y britanos,
entonces, paz de España, también yo te saludo,
y a ti, la España fuerte, si, en esta paz bendita,
en tu desdeño esculpes, como sobre un escudo,
dos ojos que avizoran y un ceño que medita.
[Antonio Machado, Elogios
QUE SABIAS PALABRAS LAS DEL ENORME MACHADO
Curioso cementerio y ciertamente un lugar bello para descansar eternamente.
ResponderEliminarUn abrazo.
Nando: en efecto, un sabio el amigo Machado, el de Collioure, y eso que cuando escribía sus "Elogios" no imaginaba la atroz guerra que iba a sufrir España.
ResponderEliminarUn saludo.
Senovilla: a mí los cementerios me dan esa sensación de paz, de tranquilidad, de tiempo detenido. No los busco, salvo este caso tan curioso, pero tampoco los rehuyo.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola Cayetano:
ResponderEliminarMe gustan los cementerios.Viví pared con pared cuando niño. No tienes idea de como los disfruto. Creo que soy de los pocos que van a visitar los cementerios en los pueblos que conoce.
Saludos
Manuel: son sitios tranquilos. Los que allí van no hacen ruido.
ResponderEliminarUn saludo.
Las consecuencias de las guerras entre personas siempre crean cementerios. Crecen de una manera abrumadora, y hacen arder la llama del odio, al recordar sus tristes y horribles muertes.
ResponderEliminarMuy bueno Cayetano
Había oído hablar de este cementerio, pero no lo he visto. Gracias por las fotos que lo enseñan. -Así es, un lugar tranquilo donde se guarda la historia personal de tantos hombres. Un abrazo, Cayetano.
ResponderEliminarAnte los cementerios el respeto. Y el silencio. Y del creyente, una oración. Así debe ser.
ResponderEliminarSaludos.
¿Hay algún motivo especial de por qué se eligió este lugar para emplazar el cementerio?
ResponderEliminarUn abrazo
Es una buena idea reunirlos a todos, ahora es como un cementerio-embajada, pero da un poco de pena ver las cruces tan perfectamente alineadas e idénticas como si todos estuvieran formados y uniformados otra vez en la muerte...
ResponderEliminarImagen real de lo que es la guerra y no aprendemos
Saludos :)
Recuerdo haberlo visto cuando visité el Monasterio de Yuste. Quizás sea el lugar más adecuado, al lado del que debía ser el lugar de descanso eterna para quien fue Rey de España y Emperador de Alemania.
ResponderEliminarUn saludo.
Javier: algunos desaparecieron o se esfumaron sin poder encontrar un cementerio donde descansar al fin.
ResponderEliminarUn saludo.
Desde la terraza... El lugar, me refiero a los alrededores, es precioso, con bosque de robles acompañando.
ResponderEliminarUn saludo.
Retablo de la vida antigua: respeto y silencio siempre, aunque no sea uno creyente, como en las catedrales, lugares para meditar.
ResponderEliminarUn saludo.
Javier: como dice Carolvs, tal vez se eligió el lugar porque subiendo por la carrtera, a pocos centenares de metros, está el monasterio donde acabó sus días el que fue rey de España y emperador de Alemania.
ResponderEliminarUn saludo.
Almalaire: es verdad, parece que están en formación, al viejo estilo militar- prusiano. Sólo falta que un oficial diga eso de..."¡Deeeeescansen!" Nunca mejor dicho.
ResponderEliminarSaludos.
Carolvs: cuentan los del lugar que a los cuacareños les llamaban "los perdonaos". Al parecer en su estancia monacal habían surgido algunos roces. Unos dicen que por cuestión del idioma (el español parece que sólo lo utilizaba su majestad para rezar y el alemán para hablar a su caballo), otros dicen que fue por problemas de vacas y pastos, otros porque Jeromín se peleaba con los chicos del lugar y luego éstos subían para que el emperador los perdonase... Cosas que se cuentan.
ResponderEliminarUn saludo.
Hermoso lugar ... los cementerios suelen ser lugares tranquilos y plácidos ..,. no me disgustan, los visito a veces, solo por curiosidad (a mis padres los icineraron). Este me despierta curiosidad pues tengo un apellido de origen alemán.
ResponderEliminarJeromín (más conocido como don Juan de Austria) debió ser un pieza de pequeño jejeje
ResponderEliminarManuel: así que tu apellido "Adlert" es de origen alemán. Curioso. A mí los cementerios me dan paz. Tampoco me siento incómodo.
ResponderEliminarUn saludo.
Carolvs: en Cuacos hay una calle dedicada a Juan de Austria. Tras sus diferencias con la familia imperial, los cuacareños llevan bien lo de sus antepasados. Parece que Carlos V tuvo el gesto de no querer tener problemas con la gente del lugar. Estaba harto de guerras con gente más feroz y peligrosa que unos simples aldeanos.
ResponderEliminarUn saludo.
No tenía conocimiento de la existencia de este cementerio. Me parece muy oportuno que el gobierno de su país los identificara y los reuniera en un espacio común, lo que me lleva a preguntarme, ¿por qué aquí tanto revuelo en que se haga algo parecido con los desaparecidos de la Guerra Civil?
ResponderEliminarNo creo que sea cosa de remover eternamente la historia, pero sí de ponerle punto final y descanso eterno.
Me imagino que hay tanto revuelo, Francisco, porque muchos no saben ni dónde están sus parientes enterrados, mientras a los del otro bando les dedicaron cruces con inscripciones de caídos por la patria. Es un tema muy personal y delicado y cuando las heridas se cierran mal, vuelven a reabrirse.
ResponderEliminarUn saludo.
No soy yo de visitar cementerios, no. De hecho no conocía ese lugar.
ResponderEliminarFeliz comienzo de semana
bisous
Madame: simple dato curioso, tanto alemán junto lejos de su tierra.
ResponderEliminarUn saludo.
Alejandro: me imagino que organizar tantos restos y llevárselos a Alemania debía ser algo complicado, Aquí, al menos, están todos juntos.
ResponderEliminarUn saludo.
Pues tendré que pasarme por allí o intentar localizar una lista de nombre para ver si encuentro a algún Von S.
ResponderEliminarSaludos, Cayetano
Cayetano, las vistas seguro que son muy bonitas y más en esta epoca del año, pero a mí no me gustan nada los cementerios, nunca voy, aunque tenga que ir algún día...
ResponderEliminarUn abrazo desde mi Librillo.
Dissortat:
ResponderEliminarEl único que me suena con esa pista, "Von S" es Von Stauffenberg, el que atentó contra Hitler. Creo que fue fusilado por los suyos.
Saludos.
Rosario: no creas que lo de traer aquí un cementerio ha sido un impulso gótico- romántico (Véase Espronceda y su cementerio bien relleno, etc.), sino que venía en relación con los muertos en las pasadas guerras mundiales. Este es una mera curiosidad.
ResponderEliminarUn saludo.
Ya llegué, ufff, con lo tarde que es. Bello lugar el que nos muestras. Reconozco que comparto muchas actitudes con Manuel, pero no sabía lo de los cementerios, a mi también me ocurre. Leer nombres extranjeros en ellos me produce cierta inquietud. No se, será por lo que a veces me siento de extraña en lugares tan cercanos y tan cercana a otros tan ajenos. De pequeña tenía predilección por jugar en el cementerio de los Ingleses en el monte Urgull de San Sebastian, leía las lápidas y perseguía ratas como gatos. Ja,ja. Así eramos los niños de entonces. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarEs emocionante. La memoria siempre lo es. Creo que ha sido una idea excelente reunir los restos de todos estos hombres muertos lejos de su patria, en un lugar común. Preciosas las fotos. Un abrazo.
ResponderEliminarUn saludo Cayetano, no conocía este hecho.
ResponderEliminarEmejota: los niños de entonces teníamos cada jueguecito, como ese de perseguir ratas en un cementerio. Jejeje.
ResponderEliminarUn saludo.
Isabel: creo que, ideologías parte, es un detalle muy bonito.
ResponderEliminarUn saludo.
Eduardo: gracias por pasarte.
ResponderEliminarUn saludo.
¿Te puedes creer que he bajado unas cuantas veces al monasterio de Yuste y nunca he estado en el cementerio alemán? Pues créetelo. Lo voy a apuntar en la agenda. Deduzco por tu reportaje que has estado ahí, si no este fin de semana que ha llovido bastante, el pasado porque luce un sol espléndido.
ResponderEliminarSaludos
Carmen: pleno al 15. Fue ese fin de semana que dices. Hizo un día magnífico. Tengo casa cerquita y suelo ir cada dos semanas. Esta toca.
ResponderEliminarCuando vuelvas al monasterio, está muy cerca, bajando la carretera que va a Cuacos (la otra va a Garganta la Olla), a medio kilómetro o así a la izquierda.
Un saludo.
Desconocía la existencia de ese cementerio. Parece que está bien cuidado.
ResponderEliminarsaludos
Interesante sitio y buenas las vistas.
ResponderEliminarSaludos.
Antorelo: bien cuidado y tranquilo, muy tranquilo.
ResponderEliminarUn saludo.
Arturo: según subimos al famoso Monasterio de Yuste, al caminante le viene bien hacer esta parada para descansar y luego seguir su camino.
ResponderEliminarUn saludo.
Cayetano, me gusta el dibujo que muestras en tu cuadradíto ¿es una caracterización de ti mismo? y aunque no lo fuera ¡da igual!, me gusta y ya está.
ResponderEliminarNo sabía que en Caceres existía este remanso alemán, con identificación incluida, ¡huella de historia...a nuestra vera!.
¡Me gusta más el pimentón de La Vera!.
Ahora vengo!!!
Menchu: es simplemente un "romanito" que encontré por ahí. Me gustó y lo puse. No sé. No acabo de encontrar el "avatar" que me seduzca por completo.
ResponderEliminarUn saludo.
Desconocíamos su existencia. Más allá de las ideologías, es necesario para las familias y bueno para la sociedad recordar a los muertos. A todos y sin escándalos.
ResponderEliminarSaludos, compañero.
Nuestro garito: así es, a todos.
ResponderEliminarUn saludo.
Impactan esas cruces que parecen colocadas de manera equidistante.
ResponderEliminarNo sé por qué razón las relacioné con las de los soldados caídos en Malvinas.
Pensé que , tal vez, muchos de ellos serían demasiado jóvenes y acaso no supiesen que iban hacia la muerte.
Los saldos de la guerra.
Abrazos.
Carmela: al final, todos iguales, que decía Jorge Manrique. No hay nada que iguale más que la muerte.
ResponderEliminarUn saludo.
¿entonces por que está ahi y no en...Estaca de bares por ejemplo?
ResponderEliminarSupongo que tendría más sentido allí..
Recicloelciclo: me imagino que lo pusieron aquí, porque a pocos metros está el monasterio donde el emperador de España y de Alemania pasó sus últimos días. Una manera de hermanar a los dos pueblos. Digo yo.
ResponderEliminarUn saludo y bienvenido al blog.