"No tengo nada más que ofrecer que sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor.”
Poco antes de la Batalla de Inglaterra se pronunciaban estas famosas palabras del Premier británico, en un célebre discurso ante la Cámara, que pasó a la historia. El peligro inminente que se ceñía sobre el Reino Unido era la ofensiva de las tropas nazis. Ahora sí era importante la amenaza para Churchill. Si bien no era Primer Ministro durante nuestra guerra civil, ¡qué distinta era su posición cuando restaba importancia a la ofensiva franquista , no queriendo inmiscuir a su país en ella con ningún tipo de ayuda a la república! Aunque era evidente que había posturas en exceso extremistas al lado del bando republicano y ello ahuyentaba el apoyo de las democracias más moderadas, como era el caso de la inglesa y la francesa, posiblemente ignoraba el político británico que la guerra mundial había empezado en España, en una especie de ensayo sangriento y que más tarde le tocaría el turno a su país de padecer el zarpazo del fascismo, una amenaza que minimizó o despreció cuando le tocaba el turno a España.
Acabada la pesadilla en Europa, tampoco tuvo ningún interés en acabar con el régimen de Franco.
En la Conferencia de Potsdam, finalizada ya la contienda, Stalin puso sobre el tapete de las deliberaciones el tema español:
Stalin: Es necesario examinar la cuestión del régimen de España. Nosotros los rusos consideramos que el presente régimen de Franco en España fue impuesto por Alemania e Italia y que entraña grave peligro para las naciones unidas amantes de la libertad. Opinamos que será bueno crear condiciones tales que el pueblo español pueda establecer el régimen que elija.
(…)
Churchill: […] Por lo que toca a los países que han sido liberados en el curso de la guerra, no podemos permitir que se establezca en ellos un régimen fascista o tipo Franco. Pero aquí tenemos un país que no tomó parte en la guerra, y por eso es por lo que soy contrario a interferir en sus asuntos internos. El gobierno de su Majestad necesitará debatir muy detenidamente esta cuestión antes de decidir romper relaciones con España.
(…)
Nosotros tenemos antiguas relaciones comerciales con España, que nos proporciona naranjas, vino y otros productos a cambio de nuestras propias mercancías. Si nuestra intervención no diera los frutos deseados, yo no querría que este comercio padeciera daño. (1)
En esta línea Ted Grant comenta: “Los imperialistas británicos y franceses, con su política de no intervención, dejaron claro que temían más una revolución proletaria victoriosa en suelo español, que pudiese contagiar a los obreros franceses y británicos, que al establecimiento de un régimen fascista.” (2)
Yendo un poco más lejos, el historiador inglés Richard Wigg en su libro sobre Churchill y Franco (3) afirma que el líder británico no sólo no se opuso sino que era amigo del régimen de Franco, algo justificable durante el desarrollo de la guerra, pero inexplicable cuando acabó el conflicto. En su búsqueda del máximo beneficio para Gran Bretaña dio alas a un régimen dictatorial basado en la represión y en la falta de libertades.
Sería ir demasiado lejos por mi parte decir que Churchill no tenía ideología ni ética política, sin embargo sí puedo afirmar que como todo ser calculador que aspiraba a mantener la supremacía del Imperio Británico, lo suyo era pragmatismo puro y duro. No se movía por ideales, sino por intereses, por eso no le importó asociarse con Stalin para acabar con el nazismo que amenazaba con aniquilar la primacía británica. Un hombre con pocos escrúpulos que no veía en Franco, una vez acabada la guerra mundial, un peligro para la democracia europea. Tal vez podría ser sólo oportunismo o ceguera política, tal vez algo más serio.
Su calidad de buen demócrata queda en entredicho por las palabras de elogio que años antes dedicó a Mussolini.
"No puedo sino estar encantado, como muchas otras personas lo han estado, por el comportamiento sencillo y amable del señor Mussolini y por su calma, por su aplomo e imparcialidad, a pesar de las muchas cargas y peligros que soporta. (…) Si yo hubiera sido italiano, estoy seguro de que habría estado entusiasmado con usted desde el principio hasta el final, por su lucha triunfal contra los apetitos y pasiones bestiales del leninismo. (…) Italia ha demostrado que existe una forma de luchar contra las fuerzas subversivas, que puede aglutinar a la masa de la población, dirigirla adecuadamente, valorar y desear la defensa del honor y la estabilidad de la sociedad civilizada. De aquí en adelante, ninguna gran nación estará desamparada de un medio fundamental de protección contra el crecimiento cancerígeno del bolchevismo."
Palabras pronunciadas en Roma por Churchill el 20 de enero de 1927. (4)
En otra ocasión dijo que el fascismo de Mussolini "había rendido un servicio en el mundo, puesto que había mostrado cómo combatir las fuerzas de la subversión"; considerando a este movimiento como una punta de lanza contra la amenaza de la Revolución Comunista, llegando a considerar al Duce un “Genio romano... el mayor legislador entre los hombres.” (5)
Como reza el viejo dicho: cada uno es esclavo de sus palabras y dueño de sus silencios.
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Bibliografía:
(1) Citado en “Historia inaudita de España”. Pedro Voltes , Plaza y Janés, Barcelona 1984.
(2) Ted Grant, Obras completas, vol. 1. Pág. 23. Fundación Federico Engels, Madrid 2007.
(3) Richard Wigg, "Churchill y Franco: la política británica de apaciguamiento y la supervivencia del régimen ."(Madrid, Ed. Debate, 2005),
(4) Citado por Ted Grant. Op. cit.
(5) Citado en wikilingue
También hablan del tema:
Si Churchill hubiese apoyado a la República Española, con las tropas que tenía, la guerra habría dado un vuelco tremendo. No era normal aliarse con Mussolini y Stalin, dos grandes asesinos, algo que no entenderé nunca...
ResponderEliminarPor el interés (y las naranjas y el vino) te quiero Andrés¡¡¡
Churchill fue un cabal representante de los intereses de su clase y de su pais.
ResponderEliminarSu mayor aspiracion era mantener el imperio britanico y en esa tarea fracaso y lo supo.
Era lo suficientemente lucido para darse cuenta que no hay fuerzas que frenen el curso de la historia, pero mientras pudo lo hizo con fuerza y sagacidad.
¿que se cagaba en la ética?
sin duda alguna
Otro tema.¿alguien me puede explicar porque demontres le dieron el Nobel de Literatura?
Creo que fue un miembro de su gobierno el que dio la clave de lo que España le importaba en realidad cuando dijeron aquello de que "sólo era un peligro y una desgracia para si misma" y así nos abandonaron por segunda vez...Muy interesante post, Cayetano
ResponderEliminarChurchill era consciente de que la política de no intervención favorecía a Franco.
ResponderEliminarEn teoría la política franco-británica (británica en realidad, porque los franceses tenían una visión más realista de la situación política española, pero estaban aterrorizados por la posibilidad de que la guerra se extendiese) era de estricta neutralidad. En la práctica se permitió conscientemente la victoria de Franco apoyado por las potencias fascistas, supuestamente para evitar la victoria del comunismo en España. Lo cierto es que fue la inhibición de los aliados occidentales la que empujó a la República a buscar la ayuda de Stalin y consiguió que los comunistas españoles se convirtiesen en una fuerza importante (antes del inicio de la guerra eran políticamente insignificantes).
Un saludo.
Uff, Cayetano, comprometida esta entrada, pues tenía cierta estima por Churchill. Siempre me pareció un político como la copa de un pino, que toreó en plazas muy revueltas y supo nadar y guardar la ropa. El clima de totalitarismos que había en Europa en los años treinta, la dura y sangrante guerra mundial y la posterior posguerra fue liderada en occidente por él y por los presidentes americanos y no estuvo del todo mal.
ResponderEliminarEs cierto que esas alabanzas al fascismo son inconcebibles, que su actitud con Franco fue liviana y hasta tolerante, pero era un político pragmático y que, como bien dices, antepuso los intereses de Gran Bretaña ante todo; no creo que hiciese nada por desconocimiento, ceguera política o ingenuidad, de otro me lo creo, de Churchill, no.
Por otro lado quisiera mostrarte mi apoyo ante comentarios vertidos en la entrada anterior, que no son más que atropellos, mala educación y hechos sin el menor rigor ni la más mínima falta de respeto. Se puede diferrir con alguién, decirle que está equivocado o, incluso que está diciendo tonterías, pero siempre con decoro y educación: nadie puede entrar en tu casa y decirte demagogo, falso, mentiroso y que manipulas a tus alumnos; hasta ahí podríamos llegar. Pero creo que la respuesta que le diste es la mejor bofetada sin manos que se puede dar, y no quiero añadir nada más. Sólo mostrarte mi respeto y mi afecto por el trabajo que haces, esté o no de acuerdo en temas puntuales, y a animarte a seguir haciendo lo que creas que debes escribir: yo estaré ahí para leerte y comentarte. Saludos.
La verdad es que nunca me he planteado la opinión de Churchill sobre el régimen franquista. Imagino que, como bien dices, primaron los intereses de tipo económico y comercial al intervencionismo en un país europeo tras una Guerra Mundial que había dejado el continente y el mundo en general hecho una piltrafa. Mientras Paquito no se inmiscuyera en los asuntos ingleses Churchill se quedaría de brazos cruzados. Probablemente pensaba que España era un país demasiado pobre y poco importante desde el punto de vista de política internacional como para temerlo.
ResponderEliminarSaludos
Hay muchos políticos que saben, y pueden, adaptar su discurso dependiendo de las circunstancias. De eso, también sabemos mucho aquí... Que se lo pregunten a muchos "partidos bisagra" que en muchas autonomías saben aplicar el dicho "a quien buen árbol se arrima, buena sombra le cobija" todo por "tocar pelo" (perdón, llegar al poder).
ResponderEliminarSalu2
Pues sí, cayetano, temo que Churchill fuera de esas personas que juzgan los asuntos y los manejan según sus propios intereses. Luego, con tener gente que te cante las virtudes y oculte lo que no gusta, parece ser suficiente para no ver oscurecida ni cuestionada la imagen pública. Temo que si hicieras un repaso exhaustivo de los políticos del siglo XX resultara demoledor... Un abrazo.
ResponderEliminarJavier Peralta: una figura para quien primaba sobre todo la primacía del Imperio Británico, sobre todas las demás cosas.
ResponderEliminarUn saludo.
Nando: no sabía lo del Nobel de literatura; pero, bueno, a Kissinger le dieron el de la paz.
ResponderEliminarUn saludo.
Almalaire: yo creo que andaban algo asustados por la radicalidad ideológica de nuestro enfrentamiento civil. Eso tuvo que pesar en no conceder ayuda alguna.
ResponderEliminarUn saludo.
Nonsei: no te falta razón. Y un añadido más: yo creo que Francia e Inglaterra no eran conscientes de que en España se estaba librando el primer capítulo de una guerra mundial que luego les iba a salpicar a ellos.
ResponderEliminarUn saludo.
Paco: ya sabes que a mí me gusta de vez en cuando provocar. Esta entrada es algo provocadora porque nos revuelve la conciencia a los que nos consideramos demócratas y no nos hace sentirnos cómodos. Ahora bien: insultar al que no está de acuerdo con tus ideas es algo que no comparto.
ResponderEliminarGracias por tu apoyo.
Un saludo.
Carmen: ese fue el error, menospreciar el papel de España, cuando aquí se estaba librando el prólogo de la guerra mundial. Y luego estaba el tema de los intereses nacionales, siempre por encima de los ideales.
ResponderEliminarUn saludo.
Javier Sanz: buena apreciación la tuya. Los políticos anteponen sus intereses a sus ideales cuando les conviene.
ResponderEliminarUn saludo.
Creo, sinceramente, que de no ser por Churchill, toda Europa habría sido aplastada por el totalitarismo de uno u otro signo.
ResponderEliminarImaginemos lo que habría ocurrido si Inglaterra se hubiese rendido o negociado con Hitler en 1940. Fue Churchill el que supo crear la fuerza moral y real para decir que no y resistir hasta el final.
Me parece, en fin, un personaje admirable y además me cae bien. Se equivocó en pocas cosas.
Saludos.
Isabel: aunque la valoración global de un político a lo largo de su carrera puede ser positiva, nunca está de más señalar cuando hacen algo indebido, sean del signo que sean. Creo que eso es salud política.
ResponderEliminarUn saludo.
Retablo de la Vida Antigua: ni todo es malo, ni todo es bueno. Hay luces y sombras. Y tú añades muy acertadamente un aspecto a favor del personaje que hoy diseccionamos. ¿Qué hubiera pasado si Inglaterra hubiera sucumbido a la barbarie nazi?
ResponderEliminarUn saludo.
Y, a propósito, comparado con otros Nobel de Literatura se puede decir que tenía una excelente prosa, que sus libros son amenos y muy documentados,hablaba con un estilo espléndido y con sentido del humor. Además antes de ser primer ministro, cuando estaba en su travesía del desierto, aislado por su propio partido, vendía miles de ejemplares. Respecto a su carrera como autor puede consultarse la excelente biografía de Roy Jenkins, que era miembro del Partido Laborista.
ResponderEliminarSaludos otra vez don Cayetano.
Retablo de la Vida Antigua: gracias por ilustrarnos en esa faceta de prosista poco conocida por algunos de nosotros. Sí sabía de su otra afición al buen beber. Jejeje.
ResponderEliminarUn saludo.
Decir se dice mucho siempre, pero la realidad es que hay que tenerlos bien puestos para poner el cascabel al gato.
ResponderEliminarBuen ejemplo histórico el que nos dejas hoy amigo, con Gadafi se revive la historia, llena de buenas palabras y pocas intervenciones.
Un abrazo.
Senovilla: ¿Gadafi? ¿El amigo de Aznar y Zapatero con sus jaimas y su guardia personal de mozas aguerridas? Jejeje.
ResponderEliminarUn saludo.
Todo sea por Gran Bretaña, no es así?
ResponderEliminarEl tipico politico que se adapta al viento que sopla, sí señor.
Buenas noches, monsieur
bisous
Ese, ja,ja,ja ahí le has dado y ahí nos van a dar algunos países que ya se están vendiendo por unos barriles a buen precio.
ResponderEliminarUn abrazo.
Estupendo y curioso libro, este de Pedro Voltes. Lo leí hace poco.
ResponderEliminarUn saludo.
Un político de gran talla este Churchill, aunque no le interesó mirar para España.
ResponderEliminarReconozco, Cayetano, que me has abierto los ojos con Churchil, tenía una idea equivocada de él, te lo agradezco ..... por eso me gusta visitar estos blogs donde se aprende de historia ... y de buenas maneras ...... me ha gustado cómo has despachado al insultón que te salió en la entrada anterior.
ResponderEliminarCada uno jugaba sus cartas y creo que Churchill las jugó muy bien para Inglaterra, estamos hablando de un momento en que eran escasísimos los regimenes democráticos en Europa y lo que tenían enfrente era de "cuidao".
ResponderEliminarSaludos.
Se podría haber titulado tu artículo de hoy como El otro Churchill o El Churchill desconocido, aunque lo cierto es que sus vaivenes no son otra cosa que movimientos interesados, bien lo dice Ted Grand.
ResponderEliminarPor cierto “extraordinario” Stalin exigiendo para los españoles la libertad que les quitaba a los rusos.
Muy, pero que muy interesante tu artículo. Un saludo.
Madame: un político que iba a lo suyo, como la mayoría.
ResponderEliminarUn saludo.
Senovilla, ya sabes: la pela es la pela.
ResponderEliminarSaludos.
Negrevernis: siempre hay algún libro con el que se aprende algo.
ResponderEliminarUn saludo.
Francisco: tú lo has dicho. Un gran político pero España en ese momento no era un tema prioritario.
ResponderEliminarUn saludo.
Manuel: todos aprendemos de todos. Yo hasta estoy aprendiendo el arte de la fotografía aplicada a la pintura. El insultón que dices luego ha seguido dando la tabarra por correo electrónico y sus amigos, tres o cuatro que comentan en su blog, también me mandan "flores" a este blog, lo que pasa es que no me da la gana darles más tribuna para sus insultos.
ResponderEliminarUn saludo.
Me ha encantado la hipocresía del señor Stalin hablando de la libertad del pueblo español para elegir a sus propios líderes...¿sería la misma libertad a la que él sometía al pueblo ruso?
ResponderEliminarDe Churchill tú lo has dicho, a él lo que le interesaba era mantener la supremacía del British Empire como dijo en su famoso discurso de "Our finest hour"...y a los franceses e ingleses daba más miedo estar cercado de comunistas que tener a un dictador amigo.
Un saludo.
Te he dejado para el final, para leerlo con fruición. Algo de esto intuía, no se si por haberme educado en un cole británico o porque no espero demasiado de la naturaleza humana. Sabía nadar y guardar la ropa, amen de haber sabido sacar el enorme sentido del deber y del sacrificio a su pueblo en momentos tan difíciles como la segunda gran guerra. Magnífica entrada. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarCarolvs: ese era el problema. Había que elegir entre enemigos o mantenerse neutral. Como dice el refrán: nada es verdad ni mentira. Todo es según el color del cristal con que se mira. En las conferencias de Teherán y Yalta, cada líder arrimaba el ascua a su sardina. Jejeje.
ResponderEliminarUn saludo.
Emejota: sus méritos con su pueblo están fuera de duda. Lo malo es esa doble vara de medir con los "otros" pueblos.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola Cayetano:
ResponderEliminarDicen en Venezuela: El amor y el interés fueron al campo un día...pudo más el interés que el amor que le tenía...
Quizás hasta los británicos se dieron cuenta de eso...Por eso le votaron a Atlee después de la guerra...No querían a Churchill.
Saludos
Creo que los has definido muy bien, pragmatismo, este velaba por lo velaba, sus intereses particulares y lo de la libertad de los españoles era algo secundario o simplemente prescindible... balance riesgo/beneficio y solamente eso
ResponderEliminarManuel: no sé si los británicos se cansaron de él o no, pero que era pragmático... no cabe duda.
ResponderEliminarUn saludo.
José Luis: también creo que les daba temor lo que pasaba en España. De ahí la neutralidad en un conflicto que luego en forma de guerra generalizada les pasó factura.
ResponderEliminarUn saludo.
Se me cayó Churchill, aunque en realidad era parte de su carrera como político, ser maquiavélico.
ResponderEliminarArturo: en efecto, aquí sirve la idea de "el fin justifica los medios".
ResponderEliminarUn saludo.
Oportunismo político a corto plazo, miopía para ver lo que venia de lejos e Imperialismo a ultranza donde todo vale para que LA GRAN BRETAÑA conserve su poderío moral y económico.
ResponderEliminarSe cambia de aliados porque lo importante no es la ideología sino mantener la hegemonía de una potencia en peligro. A los demás se les trata según los intereses concretos del momento concreto.
Un buen estadista Mr Churchil para U K. Para sus vecinos europeos: " ten dies". Pero la fama del personaje creada en el país que tanto le debe y que la vendido bien, bloquea la posibilidad de pensar en otras interpretaciones del Estadista Internacional.
Gracias Cayetano por el espléndido, documentado, desapasionado y clarificador análisis que nos has regalado. Un abrazo. A.
Cayetano, has visto por ahí un comentario mío sobre Churchil?
ResponderEliminarAy madre que se ha perdido .
Ángeles: gracias a ti por tu estupendo comentario.
ResponderEliminarHabrás comprobado que en esta tinaja nada se pierde y menos tus aportaciones. Jejeje.
Un saludo.
La opinión de Churchil es la de un político, es decir, la que más le conviene.
ResponderEliminarAntorelo: tú lo has dicho. Los políticos hacen lo que creen más conveniente, obviando ideologías y sentimientos.
ResponderEliminarUn saludo.